Imágenes de página
PDF
ePub

sabios y del Gobierno. Refiriéndose al más alto centro de enseñanza dice: "la Universidad de San Marcos de Lima no es más que un edificio de pura pompa y ostentación", y en cuanto al Colegio de San Carlos, aunque reconoce la probidad y sabiduría del Rector, sostiene que éste no se halla por sus enfermedades en un estado ventajoso" "para estar siempre en vela por una juventud que acecha la confianza de su superior para entregarse a los desórdenes".

En el informe de 29 de julio, Rodríguez de Mendoza hace referencia a dos obras suyas que merecen retenerse: las "Reflexiones" con que acompañó el plan de estudios formado por el Virrey Amat y un "Compendio de los lugares teológicos que escribí".

En su informe de 7 de agosto de 1816, Rodríguez de Mendoza proporciona interesantes notas sobre su acción en el Rectorado de San Carlos. Revela que quiso renunciar el 11 de febrero de 1815 ante el Virrey Abascal, por la condición económica aflictiva producida por la supresión de las cinco encomiendas de que gozaba el Convictorio y los embargos de sus fondos en las Cajas Reales y en la Real Aduana. Contra lo Generalmente creído, Abascal reiteró su confianza a Rodríguez de Mendoza y le autorizó a tomar medidas drásticas como fueron la venta de la plata labrada del Colegio, la supresión de cátedras y aún la restricción de los alimentos a los colegiales. Rodríguez de Mendoza conviene en el estado decadente del Colegio y señala los males: deserción de los vicerectores, tibieza y descuido de los maestros, "atraso en las aulas, sin nervio y gobierno la disciplina interior: dolor de los buenos, acre censura de los imprudentes, por fin descontento en el público". Pero, en justicia, nada de esto puede atribuírsele. El puso al servicio de la cultura toda su fé y su entusiasmo renovador. "Treinta años hace que tengo el honor de estar frente a este Colegio sin contar los que serví de maestro y Vice-Rector, dice, demostrando su inculpabilidad y su decepción. "Puedo decir

que nació en mis manos, dice sin embargo, con honda satisfacción moral, y agrega que sus discípulos fueron los primeros en llenarse de gloria en públicas actuaciones, y frente a la obra de destrucción producida por otros, exclama: "la época más brillante y floreciente ha sido la de mi Rectorado, Podía sin dolor verlo perecer en mis brazos?".

El interrogatorio hecho a los alumnos del Convictorio demuestra que el Rector no bajaba ya de sus habitaciones, ni intervenía en la vida del Colegio sino en muy raras ocasiones por el mal estado de su salud y sus contínuas indisposiciones; que no había lectura y meditación a la hora de comer que no se invitaba a los alumnos a confesar y comulgar, que los maestros y pasantes salían de noche y la puerta del Convictorio permanecía abierta, hasta las diez de la noche, que solo se atendía en el Refectorio a diez o doce colegiales, llevándosele a los demás la comida desde sus casas; que había lenidad en los exámenes de maestros de artes y matemáticas. No se habla para nada en los interrogatorios, ni en las declaraciones de los estudiantes, de las materias ni de los autores que se enseñaban, demostrándose con esto que el objeto principal de la visita fué, más bien, el de contemplar la ruina económica del Colegio y su decadencia disciplinaria producida por la senectud del Rector, que sus orientaciones políticas.

El Visitador, no obstante, demuestra interés en saber los autores que se enseñaban en el Convictorio y husmea la biblioteca situada en el ángulo derecho del primer patio. Entre sus diligencias está la de pedir un índice de los libros que se hallaban en la Biblioteca, la que carecía de catálogo, y Rodríguez de Mendoza se compromete a prepararlo personalmente, por falta de un bibliotecario adecuado. La información demuestra que los libros se hallaban en una alacena cerrada y que entre ellos había algunos libros prohibidos que el Visitador ordena sean enviados al Tribunal de la Inquisición.

Por último en la lista del personal del Colegio de San Carlos, en el momento de clausurarse el Convictorio, no aparece

ni entre los profesores, ni entre los estudiantes, ningún autentico revolucionario o conspirador como se ha creído generalmente. No se hallaban en las aulas, entonces, ni Sánches Carrión, ni Mariátegui, los presuntos expulsados, según repite constantemente la historia indocumentada, y se comprueba, más bien, por otros documentos, que Sánchez Carrión se reincorporó al Colegio después de la clausura de 1817 y figuraba como profesor en el nuevo equipo de Pedemonte, en noviembre del mismo año.

Los cuadernos 3o y 4o de la Visita que contienen los Estatutos del Colegio de San Carlos, los pareceres de don Mariano Ruiz de Navamuel y del Obispo de La Paz y el informe del Visitador Pardo, se publicarán en el próximo número. Se anticipa ahora, por su interés fundamental, el legajo de los documentos referentes a los méritos y servicios de Rodríguez de Mendoza, Se cuentan entre estos diversos memoriales del célebre maestro, un informe de 1o de abril de 1805, suscrito por el Rector de la Universidad y por todos los catedráticos, atestiguando la importancia de la labor pedagógica desarrollada por Rodríguez de Mendoza en San Carlos y, sobre todo, una relación de méritos y servicios de Rodríguez de Mendoza, formada en la Secretaría del Supremo Consejo de Indias, en la que aparecen innúmeros datos biográficos sobre las actividades juveniles, eclesiásticas y universitarias de Rodríguez de Mendoza, que no fueron conocidas ni utilizadas en los valiosos estudios históricos de José Toribio Polo y Jorge Guillermo Leguía y que servirán para renovar y completar la trayectoria moral del insigne maestro.

El expediente de la visita y los documentos anexos forman parte del legajo 1057 de la Audiencia de Lima en el Archivo General de Indias de la ciudad de Sevilla. De ellos obtuve copias fotográficas durante mi estancia en España, de las que se ha tomado la versión de los cuadernos 1o y 2o que se publican en estas páginas. La traslación de los documentos de méritos y servicios, que también conservo en dicha repro

ducción fotográfica del expediente, me ha sido facilitada ya traducida y copiada, por el Dr. José Agustín de la Puente Candamo, quien la obtuvo también en el Archivo de Indias y pensaba publicarla separadamente.

Raúl Porras Barrenechea.

Expediente Instructivo de la Visita del Real Convictorio de San Carlos formado a consecuencia del Real Orden de 4 de Mayo del año pasado de 1815

Cuaderno 19

El Doctor Don José Herrera y Setmanat Abogado de esta Real Andiencia, y de su Ilustre Colegio, Secretario honorario del Rey con obción en el Concejo de su Majestad y Escribano Mayor de Gobierno, Guerra y Real Hacienda del Virreynato, etc.

En cumplimiento de lo mandado en Superior Decreto de treinta y uno de mayo de este año que original se halla en el Cuaderno corriente de estos autos hice sacar el Testimonio del tenor siguiente:

Copia de oficio Excelentísimo Señor.-En cumplimiento del del señor Visita- Superior Encargo de Vuexcelencia, tengo ador. bierta la Visita de la Universidad de San Marcos, y pedidas varias razones a su Rector para que en el Expediente de Visita conste el verdadero estado de la Escuela para dármela, con el orden y exactitud que las exijo tendrá que gastar algún tiempo que yo podría aprovechar útilmente empleándolo en la visita de algún Colegio pero como para ello tropieze con las expresiones que contiene el oficio en que Vuex

celencia se sirve comunicarme la comisión, a saber que lleve la visita por el orden con que quedan expresados los establecimientos que deben ser visitados que es el de Universidad, Colegios, y Hospitales, no me determino a ejecutarlo mientras Vuexcelencia no me conteste poderlo hacer así; a lo que debe inclinarse el ánimo de Vuexcelencia, no solo por lo ya dicho, sino también porque por mucho que adelante en la visita de la Universidad comprendo que no podré formar el plan de su reforma sin tener presentes las visitas de los Colegios por la dependencia que entre sí tienen estos Establecimientos, y evitar cuanto se pueda el edificar uno con ruina de otro. Vuexcelencia con presencia de todo se servirá declarar lo que halle más conveniente.-Dios guarde a Vuexcelencia muchos años. Lima, octubre treinta de mil ochocientos quince.-Excelentísimo Virrey del Perú.-Manuel Pardo.-Es copia de que certifico.-Doctor Oficio del Señor Pacheco.-Puede Usía abrir la visita que tengo

Virrey. encargada de cualquiera de los Colegios de esta capital, y aún concluír la de todos, mientras la Real Universidad le da las Razones que le ha pedido para evacuar la suya, pues de este modo no se pierde tiempo en procurar las reformas que exijan los enunciados establecimientos y se evitan los inconvenientes que insinúa Usía en su consulta de ayer, que así dejo contestada.-Dios guarde a Usía muchos años. Lima, treinta y uno de mil ochocientos quince.-El Marqués de la Concordia.-Señor don Manuel Pardo.

Decreto,

Lima, y octubre treinta y uno de mil ochocientos quince. Vista la declaración de su Excelencia sobre la consulta que se refiere, pásese el oficio correspondiente al Rector del Colegio de San Carlos a fin de hacer la apertura de su visita. Una rúbrica. Doctor Pacheco, Secretario.-Lima, noviembre primero de mil ochocientos quince.-Mediante a no haber reparo en dar principio a la visita de los Colegios antes de concluír la de la Universidad en vista de la contestación del Excelentísimo Señor Virrey, de treinta y uno de octubre de este año a la consulta que se le ha hecho en treinta del mis

« AnteriorContinuar »