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se introduce abordo, como se verá en el siguiente extracto de un expediente que se conserva en el archivo general de Indias 1.

Bombas de achicar, de Diego Ribero.

Diego Ribero, cosmógrafo y maestro de instrumentos náuticos 2, propuso al emperador una nueva invencion suya de bombas de metal para achicar el agua de las naos. Admitida la propuesta con todas sus varias condiciones, se le expidió la correspondiente Real cédula con fecha en Granada á 9 de Noviembre de 1526, y por ella se le hizo merced de 600 mrs. de pension segun pedia sobre su sueldo de 300, siempre que por el experimento que se hiciese en la Coruña ó Sevilla acreditase las ventajas de su invento; concediéndole ademas, bajo este mismo supuesto, el privilegio exclusivo por doce años de surtir de dichas bombas á los buques de guerra y mercantes españoles. Confirmóse esta Real cédula por otra de la reina dada en Ocaña á 11 de Marzo de 1531; y por otras, tambien de la reina, expedidas en Medina del Campo á 13 de Octubre y 4 de Noviembre, se mandó á los jueces de la casa de contratacion de Indias en Sevilla que hiciesen examinar las nuevas bombas, y del resultado diesen cuenta al consejo. Hízose la prueba con dos de ellas, de distinta dimension, el dia 25 del propio Noviembre en la nao Santa María del Espinar, á presencia del factor, contador y escribano de aquel juzgado, por cinco peritos (cómitre, maestres é marineros, y personas sabias y aspertas en el arte del marear), quienes declararon, bajo juramento, las excelencias y la superioridad que tenian estas bombas sobre las que se usaban de madera, por la mucho mayor cantidad de agua que aquellas extraian, por su forma y materia, y por su mas fácil acomodo, manejo y conservacion, afirmando que la nao que las llevase iria mas segura de mar é de artillería; cuyo dictámen apoyaron los jueces presenciales, añadiendo que su entender echaban mas agua de lo que decian los peritos, porque sale con gran furia é violencia, é asi es mas cantidad el agua que sale de la que paresce. Visto este informe por el consejo de las Indias, se mandó al expresado tribunal por otra Real cédula de la reina, dada en Medi

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I Legajo 4.o de pleitos de fiscales, pieza rotulada: Consejo: año de 1533: Diego de Oliver, por sí y en nombre de los hijos y herederos de Diego Ribero, con el Sr. Fiscal, sobre el cumplimiento de cierto asiento.

2 Por Real cédula dada en Valladolid á 10 de Junio de 1523 fué nombrado cosmógrafo de S. M. y maestro de hacer cartas, astrolabios y otros instrumentos de navegacion, con 30 mrs. de sueldo anual.

na del Campo á 22 de Enero de 1532, procediese para mayor seguridad á nueva y mas larga experiencia en la primera nao que saliese para Nueva-España, sin perjuicio entretanto de abonar por aquel año á Ribero, de cualquier caudal de la caja de la contratacion, los 600 mrs. que le estaban acordados. Presentada esta cédula por Ribero en 12 de abril siguiente, dispuso el tribunal se verificase la prueba en la nao Mar-alta, durante el viage que iba á hacer á las Indias del Océano; y Ribero entregó en ella al efecto el dia 4 de Mayo una de sus bombas, que pesaba 303 libras. La nao llegó á la isla de Santo Domingo, no habiendo podido seguir mas allá, por la mucha agua que hacia; y estando ya de regreso en Sevilla, recurrió Ribero en 24 de Abril de 1533 pidiendo se recibiese la correspondiente informacion sobre el experimento hecho en aquel buque y se trasmitiese al Consejo conforme á lo mandado por la última Real cédula. Tomáronse en consecuencia declaraciones separadas, con fechas desde 17 de Mayo, al maestre ó capitan, á tres pilotos, al contramaestre y á cinco marineros de la nao; y todos, sustancialmente contextes, convinieron en la excelencia y ventajas de la bomba de Ribero, asegurando que á no haberla llevado habrian perecido en la mar, por ser tanta el agua que hacia la nao que pudiera moler un molino, ni se hubieran decidido al regreso á España sino por la confianza que habian formado de la misma bomba, la cual sin necesidad de la de madera, les daba lugar á que unos trabajasen en achicar, y otros atendiesen á la maniobra y gobierno del buque. Los jueces (factor, tesorero y contador) prestaron su autoridad al expediente con fecha 16 Octubre del mismo año 1533, ya difunto Ribero ; añadiendo que les parecia ser muy provechosas para seguridad de la navegacion las nuevas bombas; que su costo podria ser sobre 4800 mrs. por quintal de peso; que el peso deberia ser en proporcion al tamaño de los buques que hacian el viage de Indias, ó de tres á cuatro quintales para los de 100 á 200 toneladas; y en esta proporcion segun ellos fuesen mayores ó menores.

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ILUSTRACION v, § 32, PÁG. LII.

No hemos podido averiguar la época fija en que el nuevo continente comenzó á ser conocido con el nombre de América. El gobierno español le ha denominado siempre Indias occiden

I Uno de los testimonios de que se han tomado estas noticias, fué dado con fecha de 16 de Setiembre de 1533,,á Diego de Olivera, » tutor é curador de los herederos del dicho Diego Ribero, difunto."

TOMO I.

tales; y asi le llamó tambien Martin Fernandez de Enciso, uno de los descubridores, en la Suma de Geografía que imprimió en 1519. Herrera indica que al principio solo se llamó así la parte meridional de aquella tierra. Enrique Glareano, suizo, y poeta laureado, escribió en latin un libro de geografía, que dedicó al Sr. Juan á Lasko, baron polaco, con fecha en Basilea el año 1529, y en el cap. 40, fol. 35, tratando de las regiones que no conoció Tolomeo, dice así:,, Porro ad occidentem terra est, quam Americam vocant, longitudine octoginta fermè graduum. Duae insulae, Spagnolla & Isabella, quae quidem regiones secundum littora ab Hispanis lustra tae sunt, Columbo genuensi & Americo Vespucio ejus navigationis ducibus. Lo cierto es que Vespucio, compañero de Alonso de Hojeda y de otros españoles, se atribuyó haber sido el primero que descubrió la tierra- firme de Paria; que así lo persuadió al vulgo, especialmente á los extrangeros, usurpando esta gloria al gran Colon, esparciendo para ello tablas geográficas y cartas de marear que dibujaba con primor, y en ellas ponia su nombre á las provincias referidas y á otras que despues se fueron descubriendo 2. El Sr. Bossi dice que los americanos, mas justos que los europeos, dieron el nombre de Colombia á muchas tierras, á un gran rio, á una extensa provincia y á una ciudad populosa 3. La injusticia de los demas europeos no puede alcanzar á los españoles en este punto, no solo porque sostuvieron la honra y gloria de Colon en contradictorio juicio ante el Consejo Real de las Indias, y con éxito y declaracion favorable, sino porque todos sus autores antiguos, irritados con que los extrangeros llamasen América al Nuevo-Mundo, proponian que se denominase Colonia ó Columbiana, como lo manifiestan entre otros muchos D. Juan de Solórzano, el Doctor Salazar de Mendoza, y D. Fernando Pizarro que intentó llamarle Fer-Isabélica, en memoria de los gloriosos reyes que le descubrieron y conquistaron 5.

ILUSTRACION VI, § 33, PÁG. LIII.

Entre las varias invenciones útiles que se deben á los espa

1 Descripe., cap. 14.

2

Solórzano, Polit. Ind., lib. 1, cap. 2.-Veitia, Norte de la contratac, lib. 2, cap. 27, núm. 55.

3 Ilustrac. XXIV, pág. 179.

4 Monarquía de Esp., lib. 3, cap. 11, y en la Crón, del gran Cardenal, lib. 1, cap. 62, § 1.

5 Varones ilustres del Nuevo Mundo, Pref. pl. 2 y cap. 1.0

ñoles, citarémos algunas por via de ejemplo. Sea la primera la de los barcos de vapor, tan de moda en nuestros dias; sobre la cual nos ha comunicado desde Simáncas el Sr. D. Tomas Gonzalez la noticia siguiente:

"Blasco de Garay, capitan de mar, propuso en el año 1543 al emperador y rey Cárlos v un ingenio para hacer an» dar las naos y embarcaciones mayores, aun en tiempo de cal» ma, sin necesidad de remos ni velámen.

"A pesar de los obstáculos y contradicciones que experi»mentó este proyecto, el Emperador convino en que se ensa "yara, como en efecto se verificó en el puerto de Barcelona el dia 17 de Junio del expresado año 1543.

"Nunca quiso Garay manifestar el ingenio descubiertamennte, pero se vió al tiempo del ensayo que consistia en una » gran caldera de agua hirviendo, y en unas ruedas de movimiento complicadas á una y otra banda de la embarcacion.

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» La experiencia se hizo en una nao de 200 toneles, venida » de Colibre á descargar trigo en Barcelona, llamada la Trini»dad, su capitan Pedro de Scarza.

Por comision de Cárlos v y del príncipe Felipe II, su hi»jo, intervinieron en este negocio D. Enrique de Toledo, el "gobernador D. Pedro Cardona, el tesorero Rávago, el vice» canciller, el maestre racional de Cataluña D. Francisco Gra»lla, y otros muchos sugetos de categoría, castellanos y catala»nes, entre ellos varios capitanes de mar que presenciaron la » operacion unos dentro de la nao y otros desde la marina.

»En los partes que dieron al emperador y al príncipe, todos "generalmente aplaudieron el ingenio, en especial la prontitud » con que se daba vuelta á la nao. El tesorero Rávago, enemi>go del proyecto, dice que andaria dos leguas cada tres horas: que era muy complicado y costoso, y que habia mucha exposicion de que estallase con frecuencia la caldera. Los demas comisionados aseguran que la nao hizo ciaboga dos tantos mas » presto que una galera servida por el método regular, y que » andaba á legua por hora cuando menos.

» Concluido el ensayo, recogió Garay todo el ingenio que » habia armado en la nao, y habiéndose depositado las maderas » en las atarazanas de Barcelona, guardó para sí lo demas,

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"A pesar de las dificultades y contradiccion propuestas por » Rávago, fué apreciado el pensamiento de Garay, y si la expedicion en que entonces estaba empeñado Cárlos v no lo estorbara, sin duda lo hubiera alentado y favorecido. Con » todo eso promovió al autor á un grado mas, le dió una ayu»da de costa de 2000 mrs. por una vez, mandó pagarle por » tesorería general todos los gastos, y le hizo otras mercedes.

» Así resulta de los expedientes y registros originales que se custodian en el Real archivo de Simáncas, entre los papeles » de estado del negociado de Cataluña y los de la secretaría de » Guerra, parte de mar y tierra en el referido año 1543.

» Simáncas 27 de Agosto de 1825. Tomas Gonzalez." Entre los manuscritos que reconocimos y copiamos en la biblioteca de S. Lorenzo el Real, fué uno la Relacion verídica de la jornada de los Gélves en 1566, donde se refiere la escasez de agua que padecian los españoles sitiados en un fuerte ó fortaleza por los turcos; cuya falta suplieron en mucha parte con el agua del mar desalada por medio de alambiques. Este ingenio de sacar agua de la mar lambicada (dice la relacion) lo hizo un siciliano hombre de buen juicio y entendimiento, y era buena agua y delicada. No debe olvidarse que la Sicilia pertenecia entónces á los dominios de la corona de España. Ya el doctor Andres de Laguna en una obra impresa hácia el mismo año habia propuesto la destilacion como un medio conocido para desalar el agua del mar; y en 1597 pretendia Miguel Martinez de Leiva pasar por autor del método de hacer dulce et agua salada del mar, sin manifestar en qué consiste, quizas porque se han extraviado los documentos de su tiempo que le autorizaban á manifestar su mérito al público. El doctor D. Ignacio Ruiz de Luzuriaga presentó con la conveniente extension estos descubrimientos á la Real Academia médica de Madrid en un Ensayo apologético, que se imprimió en la pág. 431 del tomo 1.o de las Memorias de aquel sabio cuerpo, y se publicó el año 1797 en 4.o ·

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Pero lo mas notable en este asunto, y que tambien refiere el doctor Luzuriaga y D. Francisco Císcar en sus Reflexiones sobre las máquinas y maniobras del uso de abordo, impresas en 1791 por las noticias que entónces franqueamos á los dos, es que los marinos españoles, cuando andaban descubriendo nuevas tierras en la vasta extension del Mar-Pacífico, usaban ya para su sustento el agua del mar desalada artificialmente. En la sala de manuscritos de la biblioteca Real de Madrid, estante J, cód. 91, se halla la relacion del viage que hizo el capitan Pedro Fernandez de Quiros, por órden de S. M., á la tierra austral é incógnita en los años 1605 y 1606, escrita por el piloto mayor de dicha armada Gaspar Gonzalez de Leza, y en ella se hallan los pasages siguientes:,, Dia 6 de Febrero de 1606. » Ibamos por la parte del O de estas islas de Mendoza 350 leguas. En este dia se ordenó el horno y se aparejó el adra»zo de sacar agua dulce de la salada. Dia 7. Dieron fue

I Lib, 1, cap. 13, pág. 112.

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