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por 100 ). Prueba lastimosa de la inesperiencia y del atraso en que se hallaba todavía entre nosotros la ciencia administrativa.

Con todos estos arbitrios, habia una fundada conviccion de que no alcanzarían ni con mucho á cubrir las mas urgentes atenciones. Afectado por esta idea el regente Agar, y desconfiando de encontrar ni discurrir otros, empeñábase en hacer dimision de su cargo, y en retirarse, para que le sustituyera otro dotado de mas talento para arbitrar medios, resuelto á llevar adelante su renuncia aunque las Córtes no se la admitiesen. Desistió no obstante de su empeño á instancias y ruegos de sus amigos, y acaso al ver que para la espedicion que por aquel tiempo se encomendó al general Blake aprontaba el embajador inglés 60.000 pesos fuertes, y ofrecia anticipar 500.000 á reintegrarse en libramientos sobre la caja de Lima. Ocupábanse mucho en aquellos dias las Córtes sobre las bases de un tratado de subsidios y de comercio con la Inglaterra, siendo la principal dificultad la libertad mercantil que aquella nacion pretendia en nuestras provincias de ul tramar (2).

Siguió tratándose de este mismo asunto, aunque pareció por unos dias suspenso, á consecuencia de una nota del embajador de la Gran Bretaña á nuestra

(1) Decreto de las Córtes del 1. de abril, al que acompaña la tabla gradual à que nos refe

rimos.

(2) Sesiones secretas de las Córtes; abril: Villanueva, Viaje.

Regencia, espresando que el objeto de su gobierno era el de reconciliar las posesiones españolas de América con el gobierno de la metrópoli, ofreciéndose á ser mediador á fin de atajar los progresos de la desgraciada guerra civil entre España y sus provincias ultramarinas, rogándola diese cuenta de este negocio á las Córtes. Asi se hizo, y se volvió á ventilar el asunto, siempre en sesiones secretas. Nadie dudaba de la conveniencia de la mediacion del gobierno británico para cortar nuestras desavenencias con América; pero involucrábase con tan halagüeño cfrecimiento la cuestion de la libertad del comercio inglés con aquellas regiones, y el temor á las consecuencias de un trastorno en el sistema mercantil de España, y de una cesacion en el mercado esclusivo con las que habian sido sus colonias, y eran ahora sus provincias. La discusion á pesar de todo no dejó de llevar un giro harto favorable á las proposiciones y aspiraciones de Inglaterra; y aunque no entonces todavía, se decidió la cuestion mas adelante del modo fatal que tendremos ocasion de ver después.

No era ya sin embargo la Inglaterra la sola nacion que nos hacia columbrar alguna esperanza de ha llar remedio y ayuda para los desastres de la guerra, que por este tiempo muy principalmente, como hemos visto, nos afligian. Preparábase el emperador de Rusia á declararse hostíl al emperador francés. Asi vino á anunciarlo don Francisco Zea Bermudez,

que el

gobierno español tenia en calidad de agente secreto en la córte de San Petersburgo. Deseaba y pedia el autócrata que España se mantuviera firme en su resistencia un año más. No este tiempo solo, sino todo el necesario hasta que se agotáran enteramente sus fuerzas estaba la nacion dispuesta á sostener la lucha en que se habia empeñado; y esta respuesta fué la que llevó Zea Bermudez á la córte imperial de Rusia. Viéronse, aunque no de pronto, cumplidos mas tarde los lisongeros anuncios que habia traido.

Pasando ya de las medidas económicas á las reformas políticas y civiles que iban siendo resultado de propuestas, ya del gobierno, ya de los diputados, y que se hacian objeto de más ó menos detenida discusion, aparecen sucesiva é indistintamente en diferentes ramos y materias, segun la necesidad, ó la aficion de quien las iniciaba. Asi á la creacion de un superintendente de Policía, cuyo reglamento se encomendaba á la Regencia, seguia un decreto mandando abrir y continuar los estudios públicos en las universidades y colegios, suspensos de órden de la Central desde 30 de abril de 1810; y al lado de una providencia para el mejor régimen y gobierno de los hospitales militares, venia la gran reforma de la abolicion del tormento, de los apremios y de otras prácticas aflictivas de los acusados, cuya desaparicion de nuestros códigos reclamaban ya la ilustracion, la justicia y la humanidad. Se mandaba erigir en los ejércitos

un tribunal llamado de Honra, para juzgar sin apelacion en cierta clase de delitos que hacian desmerecer á los oficiales y cadetes, se determinaba la responsabilidad de las autoridades en la ejecucion de las órdenes superiores, y se establecia el tribunal del Protomedicato. Se declaró fiesta nacional perpétua en toda España el aniversario del 2 de Mayo, ordenando que en el Calendario se añadiese siempre aquel dia en letra cursiva: La conmemoracion de los difuntos primeros mártires de la libertad española en Madrid: y que además todos los años se celebrára en todas las iglesias de España el dia de San Fernando una funcion religiosa en memoria del levantamiento de la nacion en favor de su rey Fernando VII. y contra el usurpador Napoleon, con unas honras solemnes por los que habian fallecido en esta lucha gloriosa de la libertad contra la tiranía (1).

Una de las reformas mas transcendentales, y mas propias de la marcha regeneradora que las Córtes habian emprendido, fué la incorporacion á la nacion de todos los señoríos jurisdiccionales, la abolicion de los dictados de vasallage y vasallo, de los privilegios exclusivos privativos y prohibitivos, y de todo lo que podemos llamar ó instituciones ó restos de la antigua feudalidad. Habia iniciado esta cuestion en 26 de abril el diputado por Galicia Rodriguez Ba

(4) Decretos de las Córtes de abril y mayo.

TOMO XXV.

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hamonde, impresionado por los abusos y vejaciones que en aquel antiguo reino habia él mismo presenciado de parte de los señores jurisdiccionales, cabildos y monasterios, ó sus apoderados, sobre las clases pobres, y presentó aquel dia una proposicion pidiendo á las Córtes que por un decreto desterráran para siempre el feudalismo, y prohibieran que persona alguna pudiera en lo sucesivo exijir en razon de vasallage contribucion alguna personal ni real de ningun español. Ayudaronle después otros diputados por Galicia, y por último se presentó como fogoso adalid en esta cuestion el señor García Herreros, que como representante de Soria, y entusiasmándose con el recuerdo de los heróicos numantinos, que se habian arrojado ellos y sus hijos á la hoguera antes que sufrir la servidumbre: «Aun conservo, esclamaba, »en mi pecho el calor de aquellas llamas, y él me » inflama para asegurar que el pueblo numantino no > reconocerá ya mas señorío que el de la nacion. Quiere » ser libre, y sabe el camino de serlo. » Y en otra ocasion, como viese que se proponian trámites dilatorios, esclamó con nervioso acento: «Todo eso es inútil..... »En diciendo: abajo todo, fuera señoríos y sus efectos, está concluido..... y no hay que asustarse con la » medicina, porque en apuntando el cáncer hay que »cortar un poco mas arriba.»

La proposicion, hecha en 1.o de junio, estaba redactada en estos términos: «Que las Córtes espidan

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