de de Es paña. Años Santarén y de algunas otras plazas al tiempo Era D. Enrique estaba en Galicia con sus troJ. C. que pas para ayudar à Alfonso su sobrino que los Gallegos habian proclamado Rey. Vuela à la defensa de sus estados, y hace retirar al Moro que los iba à invadir; y estando libre de temores acude al socorro de Doña Urraca contra D. Alfonso Rey de Aragon que la queria despojar de sus estados, y obliga à este Príncipe à levantar el sitio de Astorga. Entra en la ciudad, y habiendo caido enfermo muere con sentimiento general de sus súbditos porque se habia grangeado la estimacion por su beneficencia, liberalidad, valor y equidad, Ganó diez y siete batallas à los Moros, y gobernó sus estados con prudencia y moderacion. Se dice que en su testamento recomendó à su hijo que protegiese y procurase propagar la Fé Católica, que tratase à sus súbditos como à hijos, que les diese buenas leyes, y las hiciese observar, no permitiendo que nadie las violase ni que los poderosos opriman à los pobres. Su cuerpo fué enterrado en la Iglesia de Braga. D. Rodrigo de Toledo Hist. de Esp., Faria y Sousa Compendio de la Hist. de Port., D. Lucas de Tuy Crón., Nufiez de Leon Crón. de los Reyes de Portug. Su hijo D. Alfonso sucedió à su padre en el trono siendo de edad de tres años solamente, encargándose del gobierno su madre Doña Teresa, que tomó por ministro à D. Fernando Perez de Traba, hombre de una rara capacidad para el gobierno de los negocios, de mucha política, y de una grande prudencia. Por esta razon no se viéron en este reyno las turbulencias que suelen nacer en los gobiernos de las mugeres quando los Reyes están en la menor edad. Portugal gozó nueve años de mucha tranquilidad, y por los consejos de este grande hombre Doña Teresa gobernó con mucha justicia y moderacion, y tuvo las fronteras tan bien guardadas que los Moros no se atreviéron à atacarlas. Despues de este tiempo se encendió la discordia entre Doñía Teresa y Doña Urraca, pretendiendo aquélla que le pertenecia una parte de Galicia en virtud de la donacion que su padre le habia de J. c. de Es Años hecho por su testamento, y se apodera de Tuy. Era Doña Urraca se presenta con un buen cuerpo "paña. de tropas, à las quales no pudiendo resistir abandona la ciudad, y se retira à una fortaleza de sus estados. El Arzobispo de Santiago que habia acompañado à la Reyna con sus tropas se le hace sospechoso y le manda prender, excitando con esta violencia una sublevación general que 1121 le impide continuar la guerra. Esta Princesa que 1159 hasta este momento se habia hecho amar por su conducta, se concilió el ódio de sus súbditos por haber hecho poner en prision à D. Pelayo Arzobispo de Braga por sospechas de que favorecia à su hermana. El Papa le amenaza con la excomunion y el entredicho, y la obliga à ponerlo en libertad. Muerta Doña Urraca hace paces con D. Alfonso Raymundo su sobrino Rey de Castilla y Leon, y quando le vé ocupado en la guerra contra los Reyes de Aragon y Navarra vuelve à apoderarse de Tuy, que el Rey recobra poco tiempo despues, sin que los Portugueses se atreban à defender la plaza. Roderic. Tolet. de Rebus Hisp. Luc. de Tuy, Faria y Sousa, Brand. Crón. de Port. Nuñez Crón. D. Alfonso Enriquez que tenia ya diez y ocho años y las luces y capacidad necesarias para gobernar, inducido por algunos Señores que estaban descontentos de su madré, ò porque su vida era demasiado libre, ò por otras causas particulares, tomó las riendas del gobierno, y la mayor parte de los súbditos le reconocen y se 1128 declaráron por él. Doña Teresa que era una mu-1166 ger imperiosa, acostumbrada tanto tiempo al mando y aconsejada por sus partidarios, se obstina en defenderse, y desde luego se vió el reyno dividido en dos partidos y envuelto en una guerra civil. Vienen à las manos, y derrotado el exército de la Reyna se retira al castillo de Leganosa, donde su hijo la sitia y la obliga à rendirse; y luego que la tiene en su poder la pone en un encierro para asegurar la tranquilidad del reyno, tratándola siempre con el decoro debido à su persona como Reyna y como madre, y 1130 dos años despues murió. Pacífico poseedor del tro-1168 no hizo la guerra à los infieles, y despues de ha de 3. C. 1137 de España. Años berlos derrotado y conquistado algunos pueblos, Era volvió triunfante à Guimaraens. Quiso recobrar algunos pueblos que su madre habia poseido en 1136 Galicia, y aunque entró por tres veces en esta 1174 provincia y se apoderó de varios pueblos, luego que se acercó el exército del Rey de Leon los abandonó retirándose precipitadamente de ella. Los Moros el año siguiente hicieron una nueva 1175 invasion en sus tierras, los rechazó con mucha gloria, y se apoderó de Leiria, Torres-Novas, Beja, Serpa, Moura, Ebora, y otras plazas. El exército de los Castellanos entró en sus estados, taló los campos, saqueó los pueblos, y conquistó algunas plazas; mas quando los ánimos estaban mas encendidos, y el trono de Portugal iba à ser destruido por las armas Castellanas, interpuso su autoridad un Legado del Papa, se hizo la paz, y en reconocimiento de este beneficio el Rey escribió à Lucio II haciendo su reyno tributario de la Santa silla obligándose à pagar todos los años quatro onzas de oro.. Faria y Sousa Comp. de la Hist. de Port. Balucio Miscel. 1139 Ismar, que mandaba en España en nombre 1177 del Emperador de Marruecos, junta un exército poderoso y entra en Portugal con el ánimo de destruir el imperio de los Christianos. D. Enriquez Alfonso se hallaba con pocas tropas en un lugar llamado Campo Verde: los Generales le |aconsejaban que se retirase; mas conociendo que si tomaba este partido, que parecia el mas prudente, los soldados se llenarian de terror y perderian el ánimo, que se desacreditaria la gloria de sus armas, y que ocupando los enemigos una gran parte de sus estados le sería imposible echarlos de ellos, resuelve pelear y espera à pie firme à los Moros aunque mucho mayores en número. Los Generales se rindiéron à estas razones, y desde luego tratáron de fortificar su campo y ponerse en estado de defensa, no dudando que los enemigos vendrian à atacarles. Ismar tomadas todas las medidas, y distribuida la caballería en doce cuerpos para cortar la retirada à los Portugueses è impedir que escapasen, hizo atacar su campo, y se defendiéron con tanto valor que fuéron siempre rechazados con mucha pér de de Es paña. Años dida. El desórden se puso en el campo de los Era 3.c. enemigos, y entonces los Portugueses saliendo de sus trincheras como leones, los atacan con la mayor fuerza y se traba un combate que dura seis horas con el mayor furor. La victoria estuvo mucho tiempo indecisa peleando unos y otros como desesperados animando D. Alfonso à los suyos, y volando por todas partes donde el combate estaba mas encendido. El exército Christiano era solo de trece mil hombres. Cada Portugues tenia que combatir con diez Moros. Su caballería era quatro veces mas numerosa que la Portuguesa; pero la disciplina, el buen jórden, y la sagacidad y valor del Soberano, la pericia de los Generales y el esfuerzo de los soldados, hizo declarar la victoria en su favor, y se vió el campo cubierto de enemigos, entre los quales habia muchas gentes principales, y se les jhicieron infinitos prisioneros. Esta famosa batalla llamada de Ourique, que se dió el 25 de Julio, llenó de gloria à la nacion Portuguesa, y estableció su monarquía sobre un fundamento sólido, es à saber, sobre la opinion de un valor extraordinario, que es lo que hace respetar y temer à las naciones y sus gobiernos. Despues de ella Alfonso fué proclamado Rey por todo el exército en el mismo campo de batalla. - Crón. antig. Brandaon Crón. Faria y Sousa. 1140 El Rey volvió triunfante à su capital donde 1178] fué recibido con las mayores demostraciones de alegría, considerándole todos como su libertador. Poco tiempo despues se confederó con D. García Rey de Navarra contra el de Castilla, y entró con sus tropas por Galicia al mismo tiempo que el de Navarra hacia una diversion por su parte. El Rey de Portugal fué derrotado por las tropas Castellanas, y dexando prisioneros muchos de los Señores se retiró à Portugal para resistir à los infieles que invadian sus tierras, y habiéndose apoderado del castillo de Leiria habian pasado à cuchillo la guarnicion y lo habian 1142 demolido. Dos años despues lo volvió à reedifi-1180 car mucho mas fuerte que era ántes. Los Moros hacian excursiones en sus tierras, y talaban los campos y se llevaban muchos cautivos, sin de J. C. de Es paña. Años que los Portugueses quizás ocupados en la guer-Era ra contra el Emperador les resistiesen. Vuelto à Coimbra deliberó con los Señores de su reyno atacar à Santarén, plaza muy fuerte que está à doce millas de Lisboa, y por sorpresa se apoderó de ella dilatando de este modo su 1145 imperio. Poniendo à cubierto sus estados con- 1183 vocó cortes en Lamego, à las quales concurriéron los grandes Señores, los Prelados, y los Diputados de las ciudades, y de comun consentimiento nombráron à Alfonso por su Rey confirmando lo que se habia hecho en el llano de Ourique; y en conseqüencia de la bula del Papa Eugenio III, que le habia dado el título de Rey, determinando al mismo tiempo que los hijos varones sucediesen en el trono. Hecho esto el Arzobispo de Braga le puso la corona en la cabeza, y todos le saludáron Rey. Despues se hiciéron varias leyes sobre la sucesion y la nobleza con aprobacion general de todos los diputados, las quales se llaman comunmente leyes fundamentales de aquel reyno. D. Lorenzo de Viegas les propuso si querian que su Rey hiciese homenage al de Leon y le pagase tributo, y levantándose todos con la espada en mano, en voz alta dixéron: Somos libres, y nuestro Rey lo es como nosotros: nuestra libertad la debemos à nuestro valor; y si el Rey consintiera en hacer una cosa semejante, no reynaria entre nosotros ni sobre nosotros. El Rey y el pueblo aplaudiéron esta generosa resolucion. — Nuñez y Brandaon Crón. de Portug., Faria y Sousa. 1146 D. Alfonso, de parecer de la nobleza y cle- 1184 recía del reyno, se casó con Malfada ò Matilde hija de Amedeo Conde de Mauriana y de Saboya, y despues visitó las provincias, mandó reparar las plazas, y determinó ir atacar à Lisboa; y ayudado de los extrangeros que habian llegado à dar fondo en la boca del Tajo para tomar refrescos y continuar su viage à la Tierra Santa, puso sitio à la ciudad y se apoderó de ella. Despues conquistó con mucha felicidad otros pueblos principales, reparó las plazas, y puso en ellas las guarniciones suficientes para su defensa. Nombró Obispo de Lisboa à un In |