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Años la felicidad de sus pueblos; que protegió la agri- Era cultura, las artes y el comercio; que su rey-taña. nado estuvo en la mayor abundancia; que no gravó à sus súbditos con contribuciones, ántes bien las ordinarias que halló establecidas no las cobró con rigor; y que una buena economía le proporcionó medios mas que suficientes para todas sus empresas. Pero tambien es cierto que se dixo de él con razon que fué un hijo ingrato, un hermano injusto, y un padre cruel. Vasconcelos, Nuñez, Faria y Sousa, Le Quien, La Cled.

Subió al trono su hijo D. Pedro de edad de treinta y siete años, à quien unos llaman el Cruel y otros el Justiciero. Desde luego envió à Castilla una embaxada para renovar los tratados que habia entre las dos naciones, y protestó que queria vivir en paz. Concluidos los tratados se concertó el casamiento del Príncipe de Portugal D. Fernando con la Infanta Doña Beatriz, y que las Infantas Doña Costanza y Doña Isabel casarian con D. Juan y D. Dionis hijos de Doña Inés de Castro. Estos dos Príncipes se confederáron contra el Rey de Aragon, y conviniéron que se entregarian mútuamente los súbditos descontentos que se refugiasen en sus estados respectivos; y desde luego mandáron prender! quando mas descuidados estaban los que habian buscado un asilo en sus reynos contra la injusticia y crueldad de sus Soberanos. El de Castilla entregó al de Portugal dos de los asesinos de Doña Inés; y éste le envió presos à Sevilla à Rodriguez Tenorio, Fernando Gudiel de Toledo y Fortuño Sanchez Calderon, y otros. Todos estos fuéron víctimas del furor de estos dos Reyes. D. Pedro de Portugal hizo atormentar cruelmente à Pedro Coello y Alvar-Nuñez en Santarén, y despues les hizo matar asistiendo él mismo à los tormentos è insultándoles en sus últimos momentos. Hecha esta cruel execucion juntó cortes en la villa de Castañeda, y à presencia del Nuncio y de los diputados juró que con dispensa del Papa se habia casado con Doña Inés de Castro en Braganza, siendo testigos el Obispo de la Guardia y su guardaropa,

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Años los quales juráron que así era: se declaráron le- Era ..gítimos sus hijos, y mandó transportar con gran paña. pompa el cuerpo de esta Reyna al Monasterio de Alcobaza, y se puso en un magnífico sepulcro de marmol que se habia construido de nuevo para este efecto. Envió Embaxadores à D. Pedro de Aragon para tratar de la paz con el de Castilla, mas el Aragonés se escusó y le propuso el matrimonio de la Infanta Doña Juana con el Príncipe D. Fernando su hijo, lo que fué aceptado porque las cosas de Castilla estaban muy revueltas. Se aplicó con el mayor cuidado à reformar los abusos, y para este fin se informaba de todo y aun visitó con mucho cuidado las provincias, preguntando à los magistrados y à los eclesiásticos los abusos que debian corregirse en la administracion de justicia y en la cobranza de los tributos, y de qué modo se podria fomentar la agricultura y promover las artes. Era sóbrio y templado en su comida y bebida, sencillo en el vestido, y en algunas ocasiones se presentaba con la mayor pompa y magnificencia. Castigaba con rigor y recompensaba con magnificencia, era liberal y generoso. Perdonó à todos sus súbditos la contribucion de un año; y como le hiciesen presente que quedaria exhausta la Tesorería, respondió que un Príncipe que vive con economía siempre tiene que dar, y que las donaciones que se hacen con prudencia y discrecion no arruinan la hacienda del Príncipe, sino que la aumentan, porque excitan la emulacion de servirle con fidelidad. Era afable con todos, y así templando la severidad con la dulzura se hizo admirar y estimar de su pueblo que recibió con el mayor gusto todas las reformas que hizo. D. Pedro el Cruel aborrecido y detestado de sus súbditos se fué à Portugal con su hija Doña Beatriz que estaba tratada de casar con el Príncipe D. Fernando, mas el Rey no le recibió haciéndole saber que su hijo no queria casarse con ella ; y enviándole la Infanta con el dinero que habia traido le suplicó que se retirase à otra parte pues sus súbditos no querian entrar en guerra con Castilla. Esta conducta de D. Pedro

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Años llenó de gozo al Príncipe y à toda la nación: el Era de Rey cayó enfermo poco tiempo despues y murió de Es en Estremoz el 8 de Enero de 1367 à los 1367 treinta y ocho años de su edad y diez de su rey-1405 nado dexando à los pueblos sepultados en la mayor tristeza. Los mismos.

Fué proclamado el Príncipe D. Fernando,
hijo único que habia tenido de Doña Costan-
za Manuel, el qual tenia veinte y siete años, y
era de un genio agradable, de una imagina-
cion viva, de un corazon noble y generoso;
pero de poca reflexîon y juicio, de una con-
ducta poco regular, y que miraba con indi-
ferencia los desórdenes del pueblo. Gastaba con
profusion, y hacia burla de la sencilléz de su
padre y de su abuelo. Luego que se sentó en el
trono ofreció socorros al conde de Trastamara
(que era yá Rey de Castilla) mas en su des-
gracia le abandonó; y despues que con la
muerte de D. Pedro recobró el reyno, no so-
lamente se mostró neutral, sino que le trató
de traidor, de tirano y de homicida, tomó el
título de Rey de Castilla y hizo acufiar moneda
con las armas de ámbos reynos. Algunas ciuda-
des se pusiéron baxo su proteccion, distribuyó
tierras y establecimientos à los Sefiores Castella-
nos, hizo gracias à muchas gentes, y en fin
obraba yá en todo como Rey de Castilla, è hi-
zo alianza con el Rey de Aragon y con el Moro
de Granada. Entró en Galicia con un pequeño
exército, se apoderó de la Coruñía y de algunas
otras plazas, y luego que se acercó el exército
de Castilla se retiró dexando guarnicion en las
plazas. D. Enrique entró en Portugal, se apo-
deró de Braga, y saqueó muchos pueblos : des-j
pues se retiró para acometer al Rey de Granada
que como auxiliar de Portugal invadió sus esta-
dos para hacer diversion. Envió Embaxadores al
Rey de Aragon para continuar la negociacion
que tenia entablada sobre el casamiento con su
hija Doña Leonor, que se hizo por procurador,
y envió seis galeras à Barcelona para traerla à
Lisboa. Poco tiempo despues à persuasion del
Papa Gregorio XI, y por la mediacion de su
Nuncio, se separó de sus aliados y hizo confe-

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paña.

Años deracion con el Rey de Castilla, obligándose à Era asistirle contra todos sus enemigos y à casarse con Doña Leonor su hija, con la condicion que se le cederian algunos pueblos y se le daria una gran suma de dinero, lo que irritó en extremo al de Aragon. Este Rey inconstante y pródigo se vió reducido à gran necesidad, y recurrió para salir de sus apuros al medio mas fatal que es el del aumento del valor de la moneda, que arrastró el inconveniente de aumentarse mucho mas el precio y la estimacion de todo lo que se vendia, especialmente de los comestibles, y excitó en el pueblo una murmuracion general; de manera que se vió precisado à restituirle su antiguo valor, sin que por eso se remediase al pronto el mal. Se enamoró de Doña Leonor Tellez, y esta pasion le hizo olvidar à las Infantas de Aragon y Castilla: casó con ella y la llevó à Lisboa; mas luego que llegó se excitó por esta causa un alboroto en el pueblo, y no se aplacó sino declarando que no estaba casado. Se fué à la provincia entre Miño y Duero, y à presencia de los Infantes, Prelados y Señores se celebró el matrimonio con mucha pompa y solemnidad; y hecha la ceremonia besáron todos la mano à la nueva Reyna à excepcion del Infante D. Dionis que no quiso rendir este homenage, y reprobó altamente este matrimonio. Se confederó con el Duque de Lancaster, que tenia pretensiones à la corona de Castilla, y luego que supiéron los Castellanos que habia en Portugal esta resolucion empezáron las hostilidades entrándose en Galicia, y sorprendiéron la ciudad de Tuy. El Rey de Castilla que obraba con mucha prudencia reclamó los agravios que se habian hecho à sus súbditos, preparándose entre tanto para hacer la guerra con toda actividad. Entró por dos partes en Portugal y llegó hasta Coimbra, mas no quiso tomar esta ciudad en la qual estaba la Reyna recien parida por no causarle disgusto, y marchando enderechura à Lisboa se apoderó de la ciudad baxa sin resistencia. El Infante de Castilla D. Alfonso que habia entrado por otra parte saqueó muchos pueblos su flota acometió à la Portuguesa

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pana.

Años que estaba en el Tajo y la apresó; y los Portu- Era c. gueses que habian entrado en Galicia fuéron todos arrojados y recobradas las plazas. Despues se hizo la paz por la mediacion del Legado del Papa con condiciones muy duras para el Rey de Portugal que le fué preciso aceptar, y se cimentó por dos matrimonios que se concertáron 1373 como era muy comun en estos tiempos. Doña 1411 Leonor que era aborrecida del pueblo supo hacerse amar, porque por su mediacion se distribuía la mayor parte de las gracias al Rey que era indolente le hizo activo, y así ganó el corazon de los Portugueses. Esta tranquilidad duró muy poco, porque entendió el pueblo que todo era ficcion y hipocresía. Con este motivo se volvió à encender el ódio general contra ella, y no era estimada sino del Rey. Muerto D. Enrique de Castilla el Rey D. Juan que le sucedió trató de confirmar los tratados precedentes, añadiendo para su mayor firmeza el proyecto de casar à su hijo con la Infanta Doña Beatriz. La Reyna Dofia Leonor à quien no le gustaba lo hizo romper, y persuadió al Rey que se uniese con el Duque de Lancaster que persistia en las pretensiones à la corona de Castilla. Desde luego mandó poner en execucion este plan. Se fortificáron las plazas de la frontera, y se equipó 1380 una flota para este efecto. El Rey de Castilla 1418 hizo los preparativos correspondientes para la guerra, y su flota derrotó completamente à la Portuguesa y hizo prisionero al Conde D. Alfonso que la mandaba: el exército Portugués tuvo la misma suerte, y los enemigos se apoderáron de la plaza de Almeida. La esquadra Inglesa que llegó à Lisboa reanimó un poco los ánimos de los Portugueses que estaban muy abatidos con tantas pérdidas, y el Rey formó altos proyectos; y para realizarlos, recurrió al medio de casar à la Infanta su hija con Eduardo hijo del Conde de Cambridge, lo que no se verificó. No tardó mucho tiempo en introducirse la mala fé entre los Portugueses y Ingleses, y D. Fernando entabló negociaciones de paz con el de Castilla que se concluyéIron muy pronto, estipulándose de casar la In-l

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