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Añor quistar la isla y reducirla à la obediencia des- Era C. pues de haber sujetado las plazas de Calataja, Curiate y Mascate que dependian de ella. El Rey juntó sus tropas y una buena esquadra para resistirles: se hizo à la vela para atacar à Alburquerque: el combate fué obstinado y sangriento, pero quedáron vencidos los Árabes con mucha pérdida, y el Rey se obligó à ser tributario de Portugal cediéndoles una plaza para hacer en ella un fuerte, y obligándose à pagar un tributo todos los años. Poco tiempo despues sacudió el yugo y. arrojó à los Portugueses de la isla, y aunque Alburquerque intentó reducirla, no pudiéndolo conseguir se contentó de cruzar con sus naves por el golfo y tomar algunos bageles comerciantes, insultar algunas islas, y cafionear de nuevo à Ormuz. Despues se fué à las Indias y llegó à Cananor el 3 de Noviembre de 1508. Almeyda que habia empezado la guerra contra los de Calicut quiso tener la gloria de acabarla, se hizo à la vela y atacó à Dabul, ciudad rica y poderosa, se apoderó de ella, la saqueó, y pasó à cuchillo sus habitantes sin distincion de sexô ni edad, è hizo pedazos los que se habian escapado à las montañas. Volviéndose à Diu se encontró con la esquadra combinada, la batió y venció. Concedió la paz à Melichior, y arregladas las condiciones se fué à Cananor y desde allí pasó à Cochin donde hizo prender à Alburquerque. Cutiño que acababa de llegar los puso en paz, è hizo partir à Almeyda para Portugal. Este mismo año un corsario Francés llamado Mondragon apresó un navío Portugués ricamente cargado que venia de la India. El Rey de Portugal se quejó à Luis XII jy pidió satisfaccion, y no habiéndosela dado tan pronto como queria, mandó salir à Duarte Pacheco con seis naves en busca del corsario, y habiéndolo encontrado cerca del cabo de Finis Terræ lo atacó. Se defendió con mucho vigor y el combate duró mucho rato sin que la victoria sej declarase, mas al fin venciéron los Portugueses echándole à pique una de sus naves y apresándole las otras tres con el mismo Mondragon que envió preso à Lisboa; y luego que el Rey del

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Años Francia dió al de Portugal la satisfaccion cor- Era 7. c. respondiente, lo puso en libertad obligándose ántes con juramento que respetaria el pabellon Portugués y no atacaria ninguna embarcacion. 1509 Luego que Alburquerque tomó el mando de la India, Cutiño que era hombre de valor, pero de poca prudencia, le persuadió que fuesen los dos à quemar à Calicut. Partiéron de Cochin para esta expedicion que fué fatal à los Portugueses, porque Cutifio perdió la vida en ella y Alburquerque fué herido. Almeyda ántes de doblar el cabo de Buena Esperanza fué muerto con la mayor parte de sus oficiales en un combate que tuvo con los Cafres queriendo hacer provision de agua. Así pereció este grande hombre en manos de un pequeño número de salvages despues de tantas victorias y haber subyugado un millon de Indios, y destruido el poder del Sultan de Egipto y de los Arabes de la India. Este funesto accidente que llenó de dolor à Portugal sucedió el 1.o de Marzo de 1510. Jorge Boret y Jorge Melo volviéron con la esquadra à Lisboa donde llegó poco despues Lope Siqueira concluida su expedicion con la mayor felicidad, reduciendo à Malaca y obligando à los Reyes de Pacen y Pedir de la parte occidental de Sumatra à hacer confederacion con el Rey de Portugal. Luego que Alburquerque curó de su herida resolvió llevar la guerra contra el Rey de Ormuz, y mudando de resolucion, por persuasion del corsario Timoya se fué à atacar al Soberano de Goa que era enemigo mortal de los Portugueses. Se presentó delante de esta isla, y los habitantes se so1510 metiéron à la potencia de Portugal. El General entra en la ciudad el 16 de Febrero y la hace capital de todos los establecimientos de las Indias. Poco tiempo despues se presenta Idalcain con un exército poderoso, los habitantes se levantan contra los Portugueses, y les obligan à salir por la noche y retirarse al reyno de Cananor. Abandonada la ciudad por Idalcain la vuelve à acometer Alburquerque con todas sus tropas, y tomada la plaza pasa à cuchillo la mayor parte de sus habitantes para castigarlos de su perfidia; y por mas esfuerzos que hace el Rey

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Ahos no puede entrar en la isla. Jacobo Mendez se Era junta con el Virrey con cinco bageles que acababan de llegar de Portugal, y aumentadas de este modo sus fuerzas hace respetar la autoridad de su Soberano por todos aquellos mares è islás, apoderándose de muchos pueblos en los reynos de Cochin y Calicut. En Africa Fernandez de Atayda, Gobernador de Saffi, no se llenaba ménos de gloria que los Generales de la India. Indignados los de Azamor y de Almedina juntáron un poderoso exército y acometiéron la plaza, pero fuéron rechazados y obligados à retirarse con mucha pérdida. La poca union que los Moros tenian entre sí era causa de sus desastres, y las divisiones de los Christianos les impedian continuar sus conquistas. Fernando Rey de Aragon y regente de Castilla reunia muchas tropas en Málaga con el ánimo de destruir al de Fez y hacer tributario al de Marruecos;. mas la envidia de los Portugueses hizo desvanecer este proyecto digno de un Príncipe tan grande. El de Portugal se olvidó que los socorros que Fernando le habia dado le habian hecho triunfar de los infieles y conservar sus plazas. Abandonó el proyecto, y solicitó al Rey D. Manuel que se ligase con él para hacer la guerra à la Francia; mas no solamente se excusó, sino que admitió en el puerto de Lisboa una esquadra Francesa y les dió víveres y municiones. La Reyna Doña María parió el dia último de Enero de 1512 al Infante D. Enrique que fué Cardenal, y despues el último Rey de su casa. Las guerras de Africa continuaban con el mayor calor por unos y por otros, sin sacar de ella mas utilidad que derramar sangre humana, arruinar las tierras, y hacer perecer los súbditos de las dos coronas. El Rey envió una flota con diez y ocho mil infantes y dos mil y setecientos caballos baxo las órdenes de Jacobo Duque de Braganza, que luego que desembarcó se apoderó de Azamor 1514 y de su territorio y se retiró à Portugal. Envió al Papa Leon X una solemnísima embaxada para hacerle honor de los primeros frutos de las Indias, el qual en testimonio de su gratitud puso en sus manos y à su disposicion las

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Años rentas de los Eclesiásticos de su reyno para con- Era tinuar las conquistas; mas no quiso usar en rigor de una gracia tan extensa, y se contentó con que se le pagasen en tres años ciento cincuenta mil Cruzados. El Rey de Abisinia le envió una embaxada para pedir su amistad. Las armas del Rey Manuel se llenáron de gloria en Africa derrotando à los Reyes de Fez y de Mequinez y apoderándose de muchas plazas. Las riquezas que entráron en Portugal de las Indias y del comercio ablandáron sus ánimos y sus cuerpos, y con el regalo perdiéron aquel valor antiguo que los habia llenado de tanta gloria. Atayda y Sousa acometiéron la ciudad de Marruecos y fuéron rechazados con gran pérdida, y tuviéron mucha dificultad en salvarse en su retirada. D. Antonio Noroña que habia ido con una flota poderosa à formar un establecimiento en la embocadura del rio Mamora, quando estaba construyendo el fuerte fué atacado por el Rey de Fez, y despues de haber perdido mucha gente tuvo que abandonar la empresa y volverse à Lisboa. Los enemigos de Alburquerque, llenos de envidia por la gloria que se adquiria en sus expediciones, derramáron tantas calumnias contra este hombre grande, que lo hiciéron odioso al Rey, y nombrándole sucesor le mandó volver à Portugal; desgracia que, llenándole de tristeza, le hizo baxar al sepulcro con gran sentimiento de los Reyes de Oriente, y les hizo tomar luto por una víctima que la envidia habia sacrificado. El 7 de Setiembre nació el Infante D. Eduardo. Los Reyes de Fez y de Mequinez acometiéron con un exército poderoso la plaza de Arcila; pero Cutiño hijo del Conde de Borba la defendió tan bien, que los Moros no sacáron de su empresa sino aumentar la gloria de las armas Portuguesas y la ignominia de las 1516 suyas. La mayor parte de los Moros aliados se rebeláron. D. Alvaro Atayda fué à reducirlos, pero en el combate que les dió pereció él y casi todo el cuerpo que mandaba, lo que llenó de tanta tristeza al Rey que estuvo casi resuelto à abandonar enteramente la guerra de Africa que consumia todas sus riquezas y dexaba despobla

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Años do su reyno; mas à persuasion de un Moro Era principal que habia en Lisboa envió à D. Pedro Mascareñas que reparó un poco el honor de sus armas. El Rey de Persia deseoso de hacer confederacion con los Portugueses envió una embaxada à Lisboa. D. Manuel recibió al Embaxador con la mayor magnificencia, y se concluyó entre estas dos potencias un tratado de liga ofensiva y defensiva que fué muy agradable à los Portugueses, porque hubiera sido muy peligroso y perjudicial para ellos si esta nacion poderosa hubiera juntado sus fuerzas con el Sultan de Egipto para atacar sus esquadras y sus establecimientos de la India. El 7 de Setiembre la Reyna de Portugal parió al Infante D. Antonio, y quedó tan debilitada que el 7 de Marzo del año siguiente murió con gran sentimiento de todos los vasallos y del Rey, que se llenó de tristeza y no se dexó ver de nadie en algunos dias. El imperio del Sultan de Egipto fué en un momento destruido por Selim Emperador de los Turcos, que quedándose dueño de un pais tan fértil y tan poblado se hizo muy poderoso, y se puso en disposicion de invadir la Europa y atacar todos los establecimientos de la India. Esta novedad llenó de consternacion y espanto al Rey de Portugal, el qual suplicó con las mayores instancias al Papa que trabajase en la reunion de los Príncipes Christianos para resistir al enemigo comun; pero Leon X aunque empleó su mediacion no fué posible reunirlos. El General Portugués D. Diego Siqueira pasó con una esquadra à Africa para atacar à Targa, pero no pudo tomarla. En la India las armas de Portugal triunfáron del Rey de Bantam en la isla de Java, y abriéron el camino de Malaca à la China; mas al mismo tiempo Goa, capital de todos aquellos establecimientos, estuvo à pique de perderse por los vicios y excesos de los sucesores del grande Alburquerque. En Africa no se adelantaban nada las conquistas: lo que se ganaba un año se perdia en otro; y el único fruto que se sacaba era dexar despoblado à Portugal y exhausto el erario. Las divisiones y la envidia que tenian entre sí los Capitanes Portugue

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