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turas, dejaron muy postergados no solo á sus antepasados, sino tambien á sus contemporáneos..

En poesía, no hay mas que un hombre que honra el siglo XIV. Como esos talentos inventivos que sacan de sí mismos su fuerza productiva sin haberla tomado por consiguiente ni de la oportunidad de las circunstancias, ni de la proteccion del príncipe,. ni de los aplausos populares; fué grande por él solo y para sí. solo.. Oculto. á la sombra de la Iglesia de un lugar, su vida fué tan obscura que hasta su mismo nombre se ignora (1). Se le conocia por el de el Arcipreste de Hita,, y sus obras recogidas mucho tiempo despues de su muerte, no le han sobrevivido todas (2). Lo que de ellas existe basta para formar una alta idea no solo de su ingenio sino tambien de su buen juicio.. Admira ver en sus versos esa libertad enteramente filosófica ligna sinceridad de un verdadero escéptico. No compuso como Berceo, poemas religiosos, sino sátiras y relaciones eróticas: entre esos cuentos esparció como ejemplos morales, algu nos apologos á imitacion de los antiguos, porque entonces empezaba la singular moda de insertarlos en toda especie de obras, y posteriormente se han. introducido hasta en las cartas y piezas teatrales. Citaré algunos fragmentos de la fábula de las. Ranas pidiendo un Rey.. Hé aqui como empieza :

, esa ma

«Las ranas en un lago cantaban et jugaban:
Cosa non les nusia, bien solteras andaban.
Creyeron al diablo, que del mal se pagaban:
Pidieron un rey á don Júpiter, mucho gelo rogaban."

Despues de la llegada de la Cigüeña :

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«Querellando á don Júpiter dieron voces las ranas:.
Señor señor, acorrenos, tu. que matas et sanas;
El rey que tu nos distes por nuestras voces vanas,,
Damos muy malas. noches et peores mañanas.”

(1) Algunos creen que se llamaba Juan Ruiz..
(2) Véase la coleccion de Sanchez
ya citada.

«Su vientre nos sotierra, su pico nos estraga ;;
De dos en dos nos come, nos abarca et nos astraga;,
Señor, tu nos, defiende; señor, tu ya nos paga,
Da nos la tu. ayuda, tira de nos tu plaga."

Respondióles don Júpiter: «Tened lo que pedistes,
El rey tan demandado por quantas voces distes;
Vengué vuestra locura, cá en poco tovistes
Ser libres et sin premia; reñid, pues lo quisistes."

«Quien tiene lo quel cumple, con ello sea pagado: Quien pueda ser suyo non sea enagenado;:

El que non toviere premia non quiera ser apremiado,
Libertad et soltura non es por oro complado."

La fábula de los dos Ratones no es menos graciosa ni enérgica que la anterior. El Raton campesino hospeda en su agujero al de la Ciudad, que iba al mercado de Montferrado. Le convida á comer y le presenta una haba:

Estaba en mesa pobre,, buen gesto é buena cara :
Con la poca vianda buena voluntad para,
A. los pobres manjares el plaser los, repara..

Cuando el de la Ciudad agasaja á su vez á su aldeano huesped, y se empeña en tranquilizarlo, del susto que acaba de pale contesta:

sar,

«Este manjar es dulce, sabe como la miel."
Dixo el aldeano al otro; «Venino yas en el';
ΕΙ
que teme muerte el panal. le sabe fiel;
A tí solo, es dulce, tu solo come del.".

Pero el arcipreste de Hita sobresale con especialidad en lo satírico, en donde ostenta de mil modos un talento poético y la libre razon de un filósofo. Con una lengua todavía rebelde á la poesía, con una humilde prosodia, con la dificultad que presentaba versificar con una misma rima: ¿podria manifestarse un

pensamiento profundo con mas viveza, que en la siguiente composicion?

«Con arte se quebrantan los corazones duros,
Tómanse las cibdades, derribanse los muros,
Caen las torres altas, alzanse pesos duros ;
Por arte juran muchos, por arte son perjuros.'

La fuerza del oro, esc inagotable objeto de censuras y de burlas, ha suministrado al Arcipreste la mejor de sus sátiras. No hay una estrofa en esa composicion, que no presente algun pensamiento ingenioso y felizmente espresado. Citaré algunas, pero advirtiendo que se tenga presente que todas ellas se han escrito dos siglos y medio antes de la aparicion de nuestro antiguo Regnier:

«Mucho fas el dinero et mucho es de amar;
Al torpe fase bueno et omen de prestar,
Fase correr al coxo et al mudo fablar;
El que non tiene manos, dinero quiere tomar.

Sea un ome nescio et duro labrador,
Los dineros le facen hidalgo et sabidor;
Quanto mas algo tiene, tanto es de mas valor ;
El que non ha dineros, non es de si señor.

El dinero es alcalde et juez mucho loado,
Este es consejero et sotil abogado,
Alguazil et merino bien ardit esforzado;
De todos los oficios es bien apoderado."

Los trozos anteriores son una crítica general y sin aplicacion particular. Pero las sátiras siguientes tienen algo de especial y de directo, y son tanto mas sorprendentes, cuanto que su autor era sacerdote, y todavía no habia publicado Lutero la tasacion de las partidas eventuales de la tienda del Pontifice.

«Si tovieres dineros, habrás consolacion, Plaser et alegría é del Papa racion ;

Comprarás paraiso, ganarás salvacion,
Dó son muchos dineros es mucha bendicion.

Yo vi en córte de Roma dó es la Santidat,
Que todos al dinero facen grant homildat;
Grant honra le fascian. con. grant solenidat ;.
Todos ante él se homillan como á la Magestat.

.... Yo vi fer maravilla dó. él mucho usaba ;:
Muchos merescian muerte que la vida les daba ;;
Otros eran sin culpa, et luego los mataba.
Muchas almas perdía et muchas salvaba.

Las obras del Arcipreste de. Hita, preeursor y modelo del Párroco de Meudon comprenden tambien un poema burlesco que salió á luz 200 años antes del de Gargantua, y seguramente el primero de los tiempos modernos, titulado Guerra de D. Carnaval y de D. Cuaresma. Nada mas original y divertido que las particularidades de ese poema singular. Ď. Carnaval sentado á la mesa entre sus bufones, es acometido por D.* Cuaresma, cuyo ejercito se compone de todos los peces marítimos y fluviales. El adversario de esta, cuenta entre sus campcones los marranos y los pollos gordos; el pájaro de los Jesuitas aun no se conocia en el continente Europeo. Se dá la bataHa; D. Carnabah demasiado pesado con su. repleccion es vencido y arrojado de su palacio. Pero al cabo de cuarenta dias, hecha la digestion, vuelve á acometer, y D.a Cuaresma que se ballaba estenuada con la abstinencia, busca en el primer choque su salvacion en la fuga.. Al martes del Carnaval suceden los dias de penitencia.

En esas diversas composiciones de cucntos, sátiras, fábulas y poemas, el Arcipreste de Hita usa siempre del verso grande que los Españoles llaman como nosotros Alejandrino, y de la cuarteta con una misma rima. Pero tambien ha compuesto cánticas y cantares de un ritmo mas ligero. Gonzalo de Bercco. en el Duelo de la Virgen ya hizo cantar á los judíos que custodjaban el sepulcro de Jesus una eántica en verso de ocho, síla. bas y solamente con rimas dobles, y este metro es el que tambien eligió para las suyas Alfonso el sábio. Con respecto al Ar

cipreste de Hita escribió unas en versos de ocho silabas, sostenidas con una misma rima (1) otras en cortos versos de cuatro sílabas (2) y algunas con versos mezclados (3). Tambien ha compuesto con la rima cruzada inventada por los Provenzales (4), y creo poder asegurar que es el primero, que entre los antiguos poetas Españoles, adoptó esa feliz innovación (5).

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(5) M. de Sismondi en su preciosa obra sobre las literatu. ras del mediodia despues de haberse ocupado estensamente del Rimado de palacio de Ayala, se contenta con hacer espresion en una nota del nombre del Arcipreste de Hita, euyas poesías no considera de bastante mérito para deber estraetarlas. Esta sentencia mas que severa, la contradice la opinion de todos los Españoles, para quienes el Arcipreste de Hita es el primer pocta de los tiempos anteriores á la fijacion de la lengua y de la

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