Antigüedades peruanas, Volumen 1

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Impr. Imperial de la Corte y del Estado, 1851 - 328 páginas
 

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Términos y frases comunes

Pasajes populares

Página 100 - Jesús, y añadió el P. Juan de Figueredo de la misma Compañía. Ahora nuevamente corregido, y aumentado en muchos vocablos y varias advertencias, Notas, y Observaciones, para la mejor inteligencia del idioma, y perfecta instrucción de los Parochos y Cathequistas de Indios.
Página 124 - Alcanzaron también los solsticios del verano y del invierno los cuales dejaron escritos con señales grandes y notorias, que fueron ocho torres que labraron al oriente y otras ocho al poniente de la ciudad del Cuzco.
Página 152 - Pues yo te digo que este Nuestro Padre el Sol debe de tener otro mayor señor y más poderoso que no él. El cual le manda hacer este camino que cada día hace sin parar, porque si él fuera el supremo señor, una vez que otra dejara de caminar, y descansara por su gusto, aunque no tuviese necesidad alguna.
Página 114 - Por lo que á mi toca, confieso con ingenuidad que cuando oigo estas canciones se abate mi espíritu, se acongoja el ánimo, el corazón se entristece, los sentidos se encalman, y el llanto humedece mis ojos; bien sea por el gusto que disfruto de oírlos, ó que mí disposición orgánica se inclina a lo patético.
Página 125 - España servían de atalayas, y estas grandes servían de guardar y dar viso para que descubriesen mejor las torres pequeñas el espacio que entre las pequeñas había ; por donde el sol pasaba al salir y al ponerse, era el punto de los solsticios. Las unas torres del oriente correspondían a las otras del poniente del solsticio vernal o hiemal.
Página 218 - Tenían un jardín, que los terrones eran pedazos de oro fino, y estaba artificiosamente sembrado de maizales, los cuales eran de oro, así las cañas dello como las hojas y mazorcas ; y estaban tan bien plantados, que, aunque hiciesen recios vientos, no se arrancaban. Sin todo esto, tenían hechas más de veinte ovejas de oro con sus corderos, y los pastores con sus hondas y cayados, que las guardaban, hechos deste metal.
Página 38 - En este valle manda nuestro padre el sol que paremos y hagamos nuestro asiento y morada, para cumplir su voluntad. Por tanto, reina y hermana, conviene que cada uno por su parte vamos a convocar y atraer esta gente, para los doctrinar y hacer el bien que nuestro padre el sol nos manda.
Página 224 - La ropa de la cama toda era de mantas y frezadas de lana de vicuña, que es tan fina y tan regalada, que entre otras cosas preciadas de aquellas tierras se las han traído para la cama del rey Don Felipe segundo.
Página 162 - Estaban asentados, como suelen sentarse los indios y las indias; las manos tenian cruzadas sobre el pecho; la derecha sobre la izquierda, los ojos bajos, como que miraban al suelo.
Página 220 - ... casas o en todas tenían baños con grandes tinajones de oro y plata, en que se lavaban, y caños de plata y oro, por los cuales venía el agua a los tinajones. Y donde había fuentes de agua caliente natural, también tenían baños hechos de gran majestad y riqueza. Entre otras grandezas tenían montones y rimeros de rajas de leña, contrahechos al natural de oro y plata, como que estuviesen de depósito para gastar en el servicio de las casas.

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