Novelas colombianas: Botero Saldarriaga, R. En las tierras del oro. 1926. Restrepo Jaramillo, J. La novela de los tres y varios cuentos. 1926. Historia natural de los fantasmas. 1926

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Ediciones Colombia, 1926

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Pasajes populares

Página 40 - Y á tí te daré las llaves del reino de los cielos, y todo lo que atares en la tierra será atado en el cielo, y todo lo que desatares en la tierra será desatado en el cielo.
Página 166 - ... tiempo. En el momento la familia Osorio dijo: estas piedras vienen de la casa de los Pedreros, y las tiran con máquina desde la huerta. Cayeron aqu.e'l día algunas piedras y de noche también. El doctor Osorio al día siguiente, como vio q'ue las piedras caían cada rato sobre el tejado, ocurrió a la justicia, la que mandó reconocer el daño en la casa d'el señor Osorio. Entraron y vieron efectivamente el daño causado en el tejado, por la parte que estaba al 'lado de la casa de los señores...
Página 34 - Lara y remascando el dicho de éste de que "las hay, las hay, pero no hay que creer en ellas", dirigióse al popular barrio de Buga en busca del taller del maestro Peña. El viajero que por...
Página 1 - ... saqueo de los pueblos, ya los viejos soldados crueles, ya los que violan doncellas, ya los que incendian mieses, ya cuantos hacen desafueros al amparo del fuero militar. Alzándome en las almohadas se lo dije a la monja: — Señora, mis soldados guardan la tradición de las lanzas castellanas, y la tradición es bella como un romance y sagrada como un rito.
Página 166 - ... menos lo esperaban, comenzaron a caer piedras sobre el tejado de la casa que quedaba al sur, colindante que era de los señores Pedreros, en ese tiempo. En el momento la familia Osorio dijo: estas piedras vienen de la casa de los Pedreros, y las tiran con máquina desde la huerta. Cayeron aqu.e'l día algunas piedras y de noche también. El doctor Osorio al día siguiente, como vio q'ue las piedras caían cada rato sobre el tejado, ocurrió a la justicia, la que mandó reconocer el daño en la...
Página 166 - Cierta noche del año de 1855, y sin antecedente alguno conocido, los habitantes de Quebradaseca principiaron a oír en la ventana un ruido particular, como si alguien, con una varilla metálica, volteando sobre la reja de hierro quisiera producir el ritmo propio de un bambuco y esto por casi toda la noche.
Página 166 - Valdárabano, tercer Duque de Montellano, caballero de la orden de Calatrava, gentil hombre de su majestad, mayordomo mayor de la Infanta de Francia, doña Luisa Isabel...
Página 166 - ... durante el día poco hablaron de lo ocurrido. Pero como a la noche siguiente ya la misma hora de la anterior se dejara oír 'el mismo ruido, pero con mayor intensidad, se propusieron investigar quién era el autor, pero todas sus pesquisas fueron inútiles, porque aun cuando se apostaron en la sala...
Página 166 - Entonces fue cuando el amigo lo agarró del ¡brazo. El narrador añadía que desde entonces cambió su vida escandalosa por otra muy ejemplar y ajustada, pero que desgraciadamente después volvió a las mismas. Dios lo haya perdonado, pero hay en el Evangelio una sentencia terrible, palabras del Salvador mismo: "Cuando el espíritu inmundo ha salido de algún hombre, anda vagueando por lugares áridos buscando dónde hacer asiento, sin que lo consiga. Entonces dice: tornaréme a mi casa <le donde...

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