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VI.

rantes, á ningun español ni estranjero se perseguia por sus opiniones ó creencias religiosas,» desde que los doceañistas abolieron la INQUISICION.

Quiero, en fin, que sepan mis conciudadanos, que las últimas Constituyentes, entre otros errores, cometieron el de escribir un renglon inútil, que con la suspension de las sesiones cuando ardian los edificios de Valladolid y demas pueblos de Castilla, cerraron para siempre las puertas del poder á los progresistas ardientes. ¿No sabian que el lujo de palabras en la ley fundamental pierde el mérito con la moda del entusiasmo? Por otra parte, ¿qué teoría ó qué derecho nuevo consignaron en la Constitucion por ellos suspendida?.....

Pero me detengo aquí para no correr demasiado en un camino peligroso, y concluyo como empecé esta dedicatoria: «¿Por qué, mi querido Gerónimo, hay tantos enemigos de las reformas políticas entre tus compañeros?»-¿Quieres que me conteste?-Porque no conocen que al mundo le imprimió su Criador un movimiento de progreso, que en vano intentarian contrariar los que, abstrac cion hecha de sus dignidades, no son, ni mas ni menos, que hombres herederos del pecado. Porque no comprenden que la libertad tiene allanado el campo, desde que los obreros del siglo xv aplica ron la brújula, la pólvora, la imprenta y la discusion á la unidad al progreso de los pueblos: Colon, descubriendo un nuevo mundo con sus carabelas: Cortés y Pizarro, sometiendo al dominio español á los ricos pueblos de la ignorada América: el Evangelio, civilizando á los salvajes conquistados por medio de los cañones, y las academias discutiendo la legitimidad de todos los poderes, ¿no son obra del genio, de la fé y de la ciencia? El vapor y la electricidad, acortando las distancias y facilitando las relaciones de todos los hombres, ¿qué son sino secretos arrancados á la naturaleza por inspiracion de Dios?

y

Si ellos nada de esto comprenden, y teniendo por peligroso este folleto llevasen á mal su dedicatoria, diles lo que yo diria á los partidos políticos intransigentes:

Nada me importan vuestras calumnias ni vuestra enemistad, si mi conciencia me asegura que debo estar orgulloso.

VII.

Nada me importa la impopularidad entre vosotros, si los hombres juiciosos, verdaderos creyentes y liberales, aprueban mi conducta.

Nada me importa la actualidad, oscurecida con las nubes de la envidia y del rencor, si el porvenir ha de hacerme justicia, coronando la obra de la religion, que es:

La libertad del pensamiento, elevando al hombre á la adoracion de su Criador.

La libertad de la palabra y de la escritura, haciendo de la humanidad una sola familia, con una sola creencia.

¿Y qué nos habia de importar la secla de maldicientes, si contamos con amigos tan leales, tan sinceros y tan cariñosos como lo es y lo será eternamente tuyo,

Cuenca 9 de diciembre de 1858.

A. LUQUE Y VICENS?

ABOLICION

DEL

TRIBUNAL DE LA INQUISICION.

DESDE que se advirtieron los deseos reformistas en sentido centralizador y liberal, los mas suspicaces partidarios del régimen antiguo aprestaron sus fuerzas para resistir la reforma penal en los tribunales eclesiásticos.

El que mas directamente se hallaba amenazado, y el que mas lo exigía, porque tambien se oponía mas á los progresos del saber y de la riqueza en España, era sin duda alguna el de la INQUISICION. Habíanlo inutilizado las circunstancias mismas, desde la insurreccion de Aranjuez; pero todavía esperaban sus defensores cortar el vuelo de la revolucion, invocando, en favor de su permanencia, la sanción del tiempo y la ignorancia de los españoles.

Tratóse de ello en las CóRTES: nombróse con este objeto una comision para que diera su dictámen; y, casi en mayoría los absolutistas, divididos los votos, reclamaron, el dia 22 de Abril de 1812, que se diera la preferencia á los asuntos religiosos, sobre otros que tuviesen menos importancia. El señor Muñoz Torrero, se encargó de contestar al Inquisidor Riesco, y el CONGRESO, fiel á su consigna, acordó que se sometiera todo el espediente á la comision de Constitucion.

Detenido fué el exámen; grandes los trabajos que se hicieron para presentar una obra digna de las

CORTES, y el 8 de noviembre se dió cuenta del proyecto de ley sobre tribunales protectores de la religion, que fué terriblemente impugnado por Gutierrez de la Huerta, Cañedo y Barrera, suponiendo, gratuitamente, que no habian sido citados á la comision. Desvanecido este cargo: vencedores los que opinaban por la abolicion del Tribunal, sin dejar por ello de reglamentarse los que habian de proteger y mantener incólume lo religion católica, apostólica, romana, declarada por la constitucion única verdadera, y única del Estado, el dia 8 de enero de 1815, se dió principio á la discusion del proyecto, contra el cual hablaron algunos inquisidores y eclesiásticos, y leyó un papel el señor Oslolaza, campeon incansable del absolutismo. Otros diputados tomaron tambien la palabra en favor de los trabajos de la comision, y entre ellos Argüelles y Toreno, pronunciaron, en diferentes dias, dos de los mas nota, bles discursos. Las CORTES, apreciaron justamente las doctrinas y los razonamientos de unos y otros oradores, y su fallo, elevado á ley del reino, es una prueba mas de su amor á la nacion á quien representa. ban. Hé aqui, como un testimonio, los documentos que muestran la cuestion bajo todas sus faces, formando el pró y el contra del tribunal opresor de la INQUISICION .

«Señor, leyó el diputado Ostolaza, cuando en 22 de abril próximo se trató sobre el restablecimiento de la INQUISICION, dijeron algunos diputados que se entregase el espediente al señor Muñoz Torrero, para que diese su informe, y lo pidiese á los revere ndos Obispos; y el señor Argüelles pidió un año de término para instruirse en la materia, que decian era muy oscura. Se resolvió al fin que pasase todo el espediente á la comision de constitucion, y desechó V. M. la proposicion hecha por el señor Zorraquin, reducida á estos términos: «que no se trate ni resuelva por las CORTES solamente el punto material del restablecimiento del tribunal supremo de la INQUISICION, Sino de si

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