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2. DON PEDRO PABLO BERMUDEZ Y AZCARZA

En el año de 17981 nació, en la ciudad de Tarma, el general Bermúdez, perteneciente a una familia distinguida. Bastante joven vino a Lima y emprendió algunos estudios en el colegio de Santo Toribio 2, bajo el apoyo de su tío, el canónigo don José Manuel Bermúdez 3. Creemos aunque sin contar con prueba suficiente que bajo el gobierno español, don Pedro Bermúdez fue oficial de milicias de Tarma. No podemos puntualizar la fecha en que recibiera ese nombramiento *, pues el autor de un escrito biográfico de Bermúdez, que se publicó en Lima cuando falleció en 1852, sólo dice que tuvo la clase de teniente de las milicias de Tarma, punto sobre el cual guarda absoluto silencio otro documento que se imprimió en 1832 y da alguna idea de su carrera. En este se dice que fue Bermúdez el primer peruano que se ple

1 "Don Pedro Bermúdez, hijo legítimo de Justo Bermúdez y de Teresa Azcarza, nació en Tarma el 27 de junio de 1793" (José Antonio de Lavalle, Galería de retratos de los gobernantes del Perú Independiente (1821-1871) Publicada por Domingo de Vivero Texto por Don J. A. de Lavalle, Barcelona, 1909, pág. 45).

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Estudió en el Seminario Conciliar de Santo Toribio de Lima.

3 El canónigo Dr. D. José Manuel Bermúdez, también natural de Tarma, fue uno de los sacerdotes más prominentes y de influjo en la primera parte de nuestro siglo XIX. Su biografía se encontrará en Manuel de Mendiburu, Diccionario HistóricoBiográfico del Perú. Parte primera que corresponde a la época de dominación española, Tomo II, Lima, 1876, pág. 40.

• José Antonio de Lavalle dice: "Educóse en el seminario de Santo Toribio de esta ciudad [Lima] y a su salida de él, fue nombrado subteniente del batallón de milicias de aquella [(Tarma)], una de cuyas compañías, denominada, no sabemos por qué, las Cárdenas, estaba siempre adscrita al Regimiento Real Fijo de Lima, y luego al del Infante Don Carlos, tercero de línea, lo que le permitió a Bermúdez recibir las lecciones de su organizador el coronel Monet y adquirir una instrucción militar superior a la de simple miliciano" (op. cit., pág. 45-46). En otras notas tratamos sobre la irregularidad de preparación de militar de los oficiales del Ejército Virreynal y tam bién de la forma aún más pintoresca en que se otorgan los títulos de oficiales y jefes de las milicias, a gentes que no tenían ni lejanos conocimientos militares de ninguna índole. Es por eso que Lavalle resalta la circunstancia de que el general Bermúdez recibiese su formación militar en el Regimiento Infante Don Carlos, el más reputado de la época, comandado por "Monet fue si no el primero uno de los más distinguidos jefes de Infanteria entre los venidos de la Peninsula, dotado de conocimientos y experiencia de la guerra. El Regimiento del Infante tuvo 60 o más cadetes y se reputó como una escuela militar, cuyo crédito subió a medida que salía de aquel plantel mayor número de oficiales, aun para otros cuerpos". (M. de Mendiburu, op. cit., V, 326). Para mejor comprender recomendamos e articulo biográfico sobre Juan Antonio Monet en nombrado Diccionario Histórico-Biográfico del Perú, también la cita que se hace de las Memorias del gereral Tomás de Iriarte en nuestra nota, correspondiente a la biografia del general Agustin Gamarra.

gó a los estandartes de la libertad; que se le agregó de alférez al regimiento de Granaderos a Caballo, de los Andes; que estuvo en la Campaña de la Sierra, con el general Arenales, en 1820; no expresa si se halló en la acción de Pasco y asegura que pasó, después, de teniente, al Batallón No 1 del Perú. Dejamos a un lado la omisión de no indicar dónde se presentó Bermúdez al general San Martín, pues para que fuese el primer peruano que se le incorporó, era preciso se hallase en Pisco en Setiembre de 1820, lo que no creemos, y menos, que entonces pudiese atravesar desde Lima la larga distancia que separa ambos puntos 5.

Después de estas noticias, voluntariamente oscurecidas por la lisonja, el segundo bosquejo biográfico (el de 1852) asienta que a Bermudez se le dio de alta en el Regimiento de Granaderos a Caballo en

5 La publicación hecha por Vicente Rodriguez Casado y Guillermo Lohmann Villena de la Memoria de Gobierno del Virrey Joaquín de la Pezuela (Sevilla, 1947), deja aclarado que no fue posible que el entonces subteniente Bermúdez se hubiera enrolado en las filas del Ejército Libertador en los meses de setiembre u octubre de 1820, ya que el Virrey Pezuela manifiesta en sus anotaciones del día 2 de noviembre de 1820: "El Comandante Militar de Tarma Ureta y el Teniente Coronel de aquel Regimiento Canal, me participan por un Extraordinario haber despachado el 2 del presente mes al Subdelegado de Jauja el auxilio de... a cargo del Subteniente D. Pedro Bermúdez" (op. cit., pág. 792). Con lo expresado queda establecido que el subteniente Bermúdez, lo menos hasta la fecha indicada, militaba bajo las banderas del Rey y se hallaba en la región de Junín. En la misma fecha el Virrey indica que la "sobresaliente compañía de Cárdenas de Cazadores" marchaba al mismo puente de Izcuchaca, para cerrar el paso a las fuerzas de Alvarez de Arenales que marchaban hacia el valle de Jauja. Es posible que en Izcuchaba se reuniese con su compañía de Cárdenas o de las Cárdenas, el subteniente Bermúdez. Tres cosas se precisan: a) que Bermúdez el 2 de noviembre de 1820 permancia en las filas realistas; b) que la compañía de Cárdenas o de las Cárdenas tenía la reputación de ser sobresaliente; y c) que, a pesar de su baja graduación, era Bermúdez en 1820 un oficial que se distinguía, como lo indica el hecho que se le hubiese destacado bajo su solo mando con cerca de 50 hombres y 2 cañones.

Es muy posible que Bermúdez enfervorizado, quizá adoctrinado por el antiguo patriota, residente en Tarma, F. de P. Otero, se pasase a las filas de la Patria, no siendo imposible que a raíz de uno de los tantos encuentros en que salió victorioso Arenales sobre los realistas, resultase prisionero y se comprometiese a servir a los patriotas. Pero nos inclinamos a creer en el primer temperamento.

Siguiendo los movimientos de la división bajo el mando de Alvarez de Arenales, en los partes del Cuartel General del Ejército Libertador, publicados en el Boletín del mismo, y reproducidos por José Arenales como anexos a la Memoria histórica sobre las operaciones e incidencias de la División Libertadora a las órdenes del Gen. D. Juan Antonio Alvarez de Arenales, en su segunda campaña a la Sierra del Perú, en 1821, Buenos Ayres, 1832, pág. 229 y ss., se debe suponer que el ingreso de Bermúdez a las filas del Ejército Realista, debió acontecer en el mes de noviembre de 1820, no obstante la evidencia plena no nos ha sido posible lograrla.

20 de octubre de 18206, como teniente que sirvió en él 15 meses, haciendo la campaña de 1820 y 21, que concurrió a la acción de Pasco' y al asalto al Callao, en 14 de agosto de 1821.

Es, ciertamente, desagradable tener que decir que ambos escritores no han sido exactos; y, si lo hacemos, es para que no se crea que no hemos consultado sus asertos y alguna vez se quiera dar a éstos más crédito que a los nuestros. La flaqueza humana ha abierto campo en el Perú a que algunas personas, olvidando su rango y el respeto que se debe a las verdades históricas, hayan incurrido en la ridiculez de alterar sus fojas de servicio atrasando fechas, poniéndose clases o antigüedades que no tuvieron y apropiándose hechos fabulosos, como asegurar que han concurrido a campañas y acciones a donde no se les vió. No creemos capaz de tales puerilidades al general Bermúdez; pero los diferentes casos de esta naturaleza que hemos palpado, nos obligan a advertirlo aquí, porque tasadamente escribimos de un sujeto sobre quien se han impreso anteriores apuntes bicgráficos en los cuales hay falsedades notorias.

Cuando el general Arenales ocupó Tarma a fines de 1820 8, Bermúdez se le reunió, como otros individuos de esa provincia. Consideróle el general San Martín en el empleo de teniente de ejército y fue destinado al 1er. Batallón peruano que, bajo el nombre de Leales, formó en 1821 el coronel don Agustín Gamarra.

Bermúdez, uno de los fundadores de este cuerpo, trabajó en su organización, habiéndose aplicado mucho al estudio de sus deberes. El batallón que tomó parte en las operaciones de la 2a expedición del general Arenales al Interior, bajó a la capital en agosto de 1821 y completó su arreglo. Por entonces recibió la denominación de N° 1 del Perú. El señor Bermúdez no estuvo en el asalto que el 14 de dicho mes se intentó hacer sobre el Callao. Su carrera en las guerras de la Independencia es bien honrosa y no necesita de falsos servicios; y cualquier impostura en orden a estos, desacreditará la relación de sus merecimientos. En las operaciones de la división de Arenales hubo diferentes en

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Véase que conforme la nota anterior es imposible que Bermúdez en esa fecha -20 de octubre de 1820- se hubiera enrolado en el Ejército de la Patria. Esa misma fecha también la señala Lavalle, op. cit., peio mientras no se pruebe documentalmente la creemos equivocada.

7 Si ingresó en las filas patriotas en noviembre, hubiera sido factible que luchase bajo esa bandera contra la división realista de O'Reilly en el combate de Pas co, que se efectuó el 6 de diciembre de 1820.

8 Esta versión coincide con diferencias menores a la planteada por nosotros en la nota 5. Los soldados patriotas hicieron su ingreso a Tarma el 23 de noviembre de 1820. (José Arenales, op. cit., pág. 234).

cuentros con fuerzas del Ejército Realista: Bermúdez se halló en algunos de ellos.

A principios de 1822 ascendió a capitán. Marchó a Ica con su batallón, a órdenes del general Tristán, y se encontró en la desgraciada acción de la Macacona, el 7 de abril; bastante se dijo entonces que él había llenado su deber. Concurrió con sus esfuerzos a la reorganización del batallón No 1 y, en marzo de 1823, se le dio a mandar la compañía de Cazadores. Bermúdez, como casi todos los oficiales del Ejército del Perú, concurrió al movimiento que se hizo en febrero, para sustituir a la Junta Gubernativa con la presidencia de Riva Agüero.

En abril obtuvo el grado de sargento mayor y el día 25 de mayo se embarcó para el Sud en la corbeta armada Santa Rosa con su compañía, única fuerza que en su buque llevó el general Gamarra, Jefe del Estado Mayor General del Ejército que expedicionó a las órdenes del general Santa Cruz.

Tocó al batallón No 1, que mandaba el coronel Eléspuru, pasar a Tacna y marchar a Oruro en junio de 1823, con la división que condujo al Alto Perú al general Gamarra. Hizo Bermúdez la campaña por esta dirección, avanzando hasta cerca de Potosí en la persecución que se hizo al general español Olañeta con esa parte del ejército peruano. Reunióse este en Caracollo, en setiembre, y no habiéndose resuelto el General en Jefe, Santa Cruz, a combatir cerca de Oruro con el ejército español que tenía delante, al mando del virrey La Serna, emprendió una retirada sobre la Costa, que fue desastrosa para sus tropas. En ella se condujo Bermúdez dignamente y fue uno de los capitanes que más se esmeraron en conservar sus soldados.

Los restos de la infantería del ejército de Santa Cruz se embarcaron en Ilo en la fragata Monteagudo. Este buque debía, según órdenes del general en Jefe, conducirlos a Arica; mas, en la navegación, muchos oficiales entre ellos, Bermúdez-, capitaneados por el teniente coronel Navajas, quisieron cambiar de dirección y encaminarse a Lima, como lo verificaron, haciendo violencia a sus jefes y desobedeciendo a Santa Cruz. Los 800 Lombres que llevaba la Monteagudo vinicion a reforzar a Bolívar y Tagle, que se hallaban en Lima tratando de destruir a Riva Agüero, que aún se titulaba Presidente en Trujillo y tenía como tres mil hombres. El ejército de Santa Cruz se consideraba, con razón, perteneciente al partido de Riva Agüero y era de esperarse que sus reliquias, que componían bases muy importantes, pasasen al Norte y no a disposición de Bolívar. Santa Cruz, aún no se sabía si reconocería a Tagle; tampoco había probabilidad de que lo hiciese la fuerza naval, que mandaba el vice-almirante Guisse.

De provecho fue, pues, para Bolivar y Tagle el suceso de la Mon

teagudo, de que resultó el destierro de los jefes principales que había a bordo: Eléspuru, Armaza (Jefes del batalión No 1), Alegre, Garzón, etc. En cuanto a Bermúdez, como de toda aquella infantería se formase un batallón y Bolívar hiciese dar el mando de él al coronel Otero, que le era adicto, éste, que tenía viejas relaciones con Bermúdez, haciendo valer el mérito contraído en lo de la Monteagudo, le alcanzó, en 4 de enero de 1824, el empleo de mayor efectivo, único ascenso que ocurrió por entonces. No poco influyó la colocación de Bermúdez en que se diese al batallón el título de Número 1.

El mayor Bermúdez hizo en este cuerpo la gloriosa campaña de 1824, que dirigió Bolívar. No combatió en Junín porque la infantería, como es sabido, no tomó parte en esa batalla.

Ascendió a teniente coronel efectivo, 2o jefe de su batallón, el 24 de octubre del mismo año. Tenemos que hacer con respecto a la acción de Matará (a la cual los que escribieron sobre la carrera del general Bermúdez, dicen que asistió) una observación, que será útil con respecto a muchos señores de los que concurrieron a la campaña de 1824. La división del ejército español que mandaba el general Valdez alcanzó en aquel punto, el 3 de diciembre, la retaguardia del Ejército Libertador, en que se hallaba la división colombiana del mando del general Lara. En el choque que se trabó, y que ofreció alguna ventaja para los realistas, no se encontraron más que cuerpos de Colombia; y, sin embargo, dicha acción de Matará figura en las fojas de servicio de cuantos estaban en el Ejército Unido, como la de Saraguro, que se ha hecho común, indebidamente, a todos los que hicieron con el general La Mar la campaña del Portete de Tarqui, en 1829.

El coronel Otero fue separado eventualmente del batallón No 1. El teniente coronel Bermúdez quedó al frente de él y, mandándolo, asistió a la batalla de Ayacucho, el 9 de diciembre de 1824. Creemos poco justo que el general Sucre, que recomendó en el parte de dicha jornada a los jefes de los cuerpos peruanos Plaza, Gonzáles y Benavides, silenciase el nombre de Bermúdez, que para nada trajo a consideración. Aún con respecto al batallón No 1, dicho parte se expresa así" "Los Cazadores del No 1 se singularizaron en la pelea, mientras el cuerpo estaba en reserva". Por el mes de marzo de 1825 publicó la Gaceta Oficial de Lima una relación de jefes y oficiales del ejército del Perú que se distinguieron en Ayacucho. Está firmada por La Mar, en el Cuzco, a 20 de enero de 1825, y remitida por Gamarra al ministro de Guerra en 22 del mismo. En esta relación no está el comandante Bermúdez; y, si en

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Nacido en la Península Ibérica don Francisco de Paula Otero, patriota antiguo, tenía su residencia en Tarma, ciudad de la que era originario Bermúdez.

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