Imágenes de páginas
PDF
EPUB
[ocr errors]

llamarse su obra social. En casi todas las instituciones de ca ridad y prevención moral, especialmente las encaminadas á proteger la infancia abandonada y la juventud delincuente, ha dejado hondas huellas de su trabajo personal y de su entusiasmo. La reforma penitenciaria de España era otra de sus constantes preocupaciones, y no contento con la labor que podía aportar al Consejo Penitenciario, ponía una fe casi ciega en la eficacia de los Congresos científicos. A él fué debido el segundo Congreso Penitenciario Nacional celebrado en la Coruña en Agosto último; él lo organizó y le dió vida, y si no tuvo todo el éxito que hubiera sido de desear, no fué · ciertamente porque no lo merecieran sus desvelos.

Pero lo más saliente de su vida fué, á nuestro modo de ver, su obra universitaria. Profesor antes que nada, y Profesor á conciencia, muy pocos pudieron rivalizar con él en entusiasmo por la Universidad, interés por la cátedra y amor á sus alumnos. Cuando, merced á la iniciativa y titánico estuerzo del Profesor Ureña (actual Decano de la Facultad de Derecho), se creó y organizó el Museo-Laboratorio Jurídico, que es hoy legítimo orgullo de la cultura española, en él puso Valdés todos sus amores. Ya no tenía que luchar con ese sis• tema absurdo de la conferencia ante masas verdaderamente abrumadoras de alumnos, que esteriliza en las Universidades, especialmente en la de Madrid, todo buen propósito. Las deficiencias inevitables de la clase oral podía suplirlas con las ventajas de la clase práctica en el Laboratorio Jurídico, donde, con relativamente espléndido material científico y ante grupos reducidos de alumnos, puede el Profesor compenetrarse con ellos y fecundar su espíritu, que es el ideal de la Pedagogía.

Cerca de una hora dedicaba diariamente á las prácticas, cuya materia distribuía en varios turnos ó cursos breves: a) Antropologia criminal.-Como la cátedra de Estudios Superiores de Derecho penal y Antropología criminal, tan

b) Trabajos varios: Una corona á Cristóbal Colón. Valladolid, 1878.--Exposición de la Sociedad Económica Matritense de Amigos del País al Gobierno de España sobre las islas Carolinas. Madrid, 1885.-Programa de literatura juridica, con expresión de las obras de más fácil consulta. Madrid, 1886.Prólogo al Derecho internacional público, de los Sres. García Alvarez y García Pérez. Toledo, 1909.-La intervención de España en el Rif considerada ante el Derecho internacional. Madrid, 1911.-Biografia de D. Joaquin Francisco Pacheco. Madrid, 1912.

sabiamente desempeñada por el Profesor Saldaña, está en el grupo del Doctorado, al que no llegan todos los alumnos de la Facultad, creía necesario el Dr. Valdés dar á los suyos ciertas enseñanzas, basadas en el examen del esqueleto y cráneos humanos y en sencillas experiencias de Psico-fisiología, que le servían para refutar las teorías de la escuela lombrosiana.

[ocr errors]

b) Antropometria.-Dedicaba á ella alguna lección, aunque breve, en atención á la escasa actualidad científica que tienen ya el sistema de Bertillón y, en general, los procedimientos de identificación antropométrica.

c) Dactiloscopia.-Este curso tenía verdadera importancia. Orúe, un ayudante de la clase, competentísimo en materia dactilar, sacaba fichas dactilográficas de los alumnos, enriqueciendo con ellas la colección del Museo-Laboratorio; además, se proporcionaba á aquéllos el carnet oficial de identidad, que la Dirección general de Seguridad legaliza, en virtud de una disposición reciente,

d) Investigación doctrinal.-Aprovechando los períodos de vacaciones, se daban temas de Derecho penal, Sociología criminal y Ciencia penitenciaria y libros para desarrollarlos cumplidamente; no bastando los de la biblioteca del MuseoLaboratorio (en el que - dicho sea de paso-hay más de 700 volúmenes de ciencias penales), traía el Profesor sus propios libros para repartir entre los alumnos.

e) Práctica legal.—La última temporada del curso era dedicada á la resolución de casos prácticos, para habituar en el manejo del Código y de la Jurisprudencia á los futuros profesionales del Derecho.

Había además un grupo especial y reducido de alumnos que tenía encomendada la traducción de la clásica obra de Alfonso de Castro De Potestate Legis Ponalis.

No faltaba tampoco á la clase su vida de relación exterior. Muchos días festivos realizaba el Sr. Valdés excursiones científicas con sus alumnos; algunas de tanta importancia como la de Alcalá de Henares, donde eran visitados la Prisión de Mujeres y el Reformatorio de Jóvenes. Y el Sr. La Tejera, Comisario Regio del Dueso, honraba todos los años la cátedra dando en ella una documentada conferencia sobre la más nueva é importante de las colonias penitenciarias españolas.

Hasta pocas horas antes de morir trabajó el Dr. Valdés

en su clase y en sus prácticas, dándonos siempre ejemplo de actividad admirable. Sea ahora su memoria la que nos aliente y estimule, y descanse él en muerte, ya que no descansó jamás en vida.

JOSÉ CASTÁN.

Auxiliar de clases prácticas en la Facultad de Derecho de la Universidad de Madrid. "

REVISTA DE REVISTAS JURIDICAS

ESPAÑOLAS

Gaceta del Notariado.
(Núm. 40; 4 Octubre, 1914 Madrid.)

LA REDACCIÓN.- Práctica en el Derecho.

Después de unos párrafos, á manera de proemio, se afirma en este trabajo que la Facultad de Derecho está necesitadísima de una reforma transcendental, honda y extensa. Desde el preparatorio, que el autor califica de ridículo, hasta el doctorado, es preciso reformar. De intentarse alguna reforma parcial, esta debe ser la primera. Porque es la enseñanza del Derecho la más necesitada de reforma, pues en todas las demás van juntas la práctica y la teoría.

«El predominio de una de ellas, dice el autor, la falta de armonía entre una y otra hace la profesión imperfecta, acaso inútil, y es causa del fracaso de muchos que abrazan el Derecho, no sólo por ser ciencia para ellos predilecta, sino como medio de vida, pues contados serán los que sigan la carrera por sport.» «La práctica está atendida en otras Facultades. Sin la práctica nada serían la Medicina y la Farmacia. Bien está la ciencia, lo especulativo. Es la base; pero para aplicarla, para que sirva en la vida, menester es el arte de hacerla valer; y esa es la práctica. La una, es el venero, la mina; la otra, es el laboratorio del mineral para su aplicación social. Este aspecto está olvidado. La práctica que se ofrece en Derecho es deficientísima, nula, ineficaz. No faculta ni ca. pacita al estudiante para ser Abogado, ni Notario, ni Juez, ni Escribano, ni Registrador, ni empleado. Se sale del Centro docente sin haber visto un expediente, un pleito, una escritura, una sentencia, una anotación ó asiento del Registro; sin idea de lo que es un protocolo, ni un libro del Registro, ni un informe, ni cómo se

490

resuelve un expediente, ni cómo se recurre en alzada en la Administración..

Revista de los Tribunales y de Legislación Universal.

(Núm. 39; 26 Septiembre, 1914. Madrid)

PEDRO DORADO.-La guerra y el Derecho.

La guerra internacional, que es la guerra por excelencia, mientras, por una parte, contiene en sí el germen de las más fundamentales, las más poderosas, las más extensas y duraderas relaciones jurídicas, por otro lado pone enteramente al descubierto la íntima entraña de éstas, mostrando que, en último término, no son las mismas otra cosa sino relaciones de fuerza y predominio violento, y que, por lo tanto, ela antítesis que á menudo vemos establecer, especialmente á los juristas, y luego, tras de los mismos, á otras muchas gentes, entre la fuerza y el Derecho (como cuando se contrapone, v. gr., fuerza del Derecho al Derecho de la fuerza), se resuelve, en el fondo, en una completa identidad entre ambos términos, identidad que puede muy bien traducirse en la siguiente fórmula: el derecho no es sino una de las múltiples modalidades de la fuerza; es fuerza histórica, creada por los hombres para tener, algunos de éstos, sometidos á otros aun cuando siempre, quiérase ó no, en beneficio de todos, pues la vida humana, que es necesariamente social, no puede verificarse como no intervenga la subyugación referida que se traduce en servicios de unos para otros, y la cual recibe el nombre de derechos. Por eso se viene diciendo desde antiguo que ubi societas, ibi jus: allí donde se da la convivencia de hombres, allí tiene que haber también, como condición precisa, un entrecruzamiento forzoso de servicios, esto es, de prepotencias y sumisiones recíprocas (exigencias y obligaciones), á cuyo conjunto se da el nombre de Derecho.>

Las Naciones de Europa, actualmente en guerra, viven sin sujeción á norma alguna impuesta (que es el Derecho), y, por lo tanto, en completo desenfreno y anarquía... La única ley á que se atienen las aludidas naciones, es la de su arbitrio y discreción, ó mejor dicho, la de los límites hasta donde alcanza su poder físico, traducido generalmente por el imperio de sus armas.....

Siendo lo lícito, dice el ilustre autor de este trabajo, aquéllo que se permite hacer (quod licet), y no dándose la permisión sinò

« AnteriorContinuar »