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en 1549. Se trata indudablemente de un error porque la filiación de don Luis es incontrovertible ya que como tal hijo de Paullu figura apersonándose ante la Audiencia a nombre de sus demás hermanos, luego en la sentencia de revista y, finalmente, en el acto de acatamiento de la misma el año de 1576.

Don Hernando Pomacapi, el cual como hemos visto es citado por Bernabé Cobo, tenía 27 años y era casado con Beatriz Chimbo Urma, de 30. Vivía con sus hijos, Martín Quispitopa de 8 años, Joana Quispisuca de 7 y Paula Pasna de 1 y además con 7 criados. Sus bienes eran exactamente los mismos que poseían sus demás hermanos, o sea un topo y un pedazo de chácara de maíz, excediéndolos tan sólo en seis carneros de la tierra.

Don Cristóbal Quispitopa, de 30 años, hijo de Paullu en Joana Sulca Ticlla, de 50 años en 1572 y que vivía con su hijo, tenía los mismos bienes que don Bartolomé Quispe Atauchi y era casado con Lucía Sisa, de su misma edad. Sus hijos legítimos y declarados como tales se llamaban Andrés Topa, de 6 años y Paula Quispisisa, de 1 año. Con él vivían además su cuñada Inés Yacche y su prima Catalina Pasna. Este Inca figura en el acatamiento de la sentencia de la Audiencia del año 1576 con el nombre de Cristóbal Quispi topa.

Don Francisco Guaritopa, de 36 años, casado con Chimbo Ocllo de 18, declaró tener un hijo de 4 años llamado Joan Coro que no parece haberlo habido en Chimbo Ocllo. Sus bienes eran los mismos que poseían sus demás hermanos y sólo vivía además en su casa una criada de 50 años. Este don Francisco fué el que, con Luis Cusirimachi, representó a sus hermanos en el litigio planteado ante la Real Audiencia, siendo de notar que algunas veces figura con el nombre de Francisco Carratopa y otras con el de Francisco Cana Tupa. Conviene además tener presente que en la Parroquia de Belén residía por aquel entonces otro Inca llamado también Francisco Guaritito lo que podría inducir a confusión con este hijo de Paullu que pudo ser tanto Guaritito -y hermano de padre y madre del nombrado Pedro Guaritito- como Guaritopa, patronímico que se le aplica en el Padrón. La única base fehaciente para distinguir a ambos Franciscos Guaritito o Guaritopa es la circunstancia fundamental de que el otro Guaritito, colombroño del hijo de Paullu, pertenecía al ayllu de Mayta Capac y cuidaba de destacar esta calidad de linaje en todos los actos en los cuales figuraba.

Don Francisco Topa Gualpa, de 25 años según el Padrón pero que debía tener algunos más, era casado con Catalina Pasna, quien no era la Catalina Pasna prima de don Cristóbal Quispitopa porque ésta tenía 14 años y vivía en la casa de este último, en tanto que la mujer del antedicho don Francisco declaró 27 años y ambos eran padres de Diego Sacri de 1 año. Además doña Catalina Pasna, mujer de Francisco Topa Gualpa, era hija de Ataxia Guampa, la cual vivía con ellos lo mismo que un hijo natural de la dicha Catalina llamado Domingo, de 9 años. Las propiedades de don Francisco eran asimismo "un topo y lo demás que tienen los demás hermanos".

Don Diego Cayotopa, soltero de 25 años, era hijo de Paullu y de Inés Coca Quispi, de 50 años que vivía con su hijo. Don Diego declaró una hermana llamada doña Catalina Choque Coca, de 22 años, la cual llevaba el mismo patronímico que la mujer de Bartolomé Quispe Atauchi, el ya mencionado hijo de Paullu. Doña Catalina podría ser hermana de madre de Diego Cayotopa, si aceptamos que fué mujer de don

Bartolomé, porque de ser hija de Paullu los nobiliarios de los descendientes de Bartolomé Quispi Atauchi no habrían dejado de especificar tal calidad, en tanto que, como veremos, se limitan a declarar que fué "de esclarecido linaje". Pudo también tratarse de dos mujeres diferentes porque el hijo de Bartolomé y de Catalina Choque Coca disfrutó de una holgada posición, la cual mal podía deber a su padre y menos a su madre de haber sido ésta hermana de don Diego Cayotopa y amparada por él. Tal vez la mujer de Bartolomé Quispi Atauchi era únicamente colombroña de esta última Catalina; o de ser la misma, su madre, doña Ana Coca Quispi, debió de pertenecer a alguno de los linajes imperiales. Finalmente, es posible también que Catalina Choque Coca, hermana de Diego Cayotopa, haya sido hija de Paullu en la mencionada Ana Coca Quispi; hipótesis agible si no unificamos a las dos Catalinas, ya que la circunstancia de haber declarado esta india 22 años no es un indicio definitivo en contra porque, como hemos visto, muchos de los hijos de Paullu alteraron su edad en el Padrón. Por otra parte, don Diego Cayotopa no debe tampoco ser confundido con el Diego Cayo que figuró en el proceso seguido por Toledo a los indios nobles del Cuzco y que pertenecía al ayllu de Pachacutec.

Don Cristóbal Copa Yupanqui, hermano de los anteriores, fué hijo de Ynés Paico, que vivía con él, y de Paullu Inca. Tenía 37 años y poseía, además de los bienes que tenían los demás hijos de don Cristóbal, 4 pedazos de tierra en Vihullo. Era casado con María Tocto, de 30 años y residente en Copacabana, lugar donde también se encontraban sus hijos legítimos, Martín Quispi, de 5 años, Hernando Topa, de 3, y otro "que nació después de éste en esta ciudad". Don Cristóbal declaró asímismo una niña, Joana Sisa de 11 años, que parece haber sido también su hija y otra, igualmente llamada Joana, a la cual sí reconoció como hija pero sin indicar el nombre de la madre.

Don Alonso Topa Atao, de 28 años, declaró ser casado con Ana Gietta de 25 en quien tenía una hija llamada Magdalena Quispisisa. Este don Alonso dejó una aventajada descendencia, la cual veremos más adelante, que arranca de su hijo Francisco Quispi quien no figuró en este Padrón. Don Alonso no tenía más bienes que los que poseían sus demás hermanos, pero debió mejorar mucho de fortuna más tarde porque en 1610 se destacó por su magnificencia en las solemnes fiestas de S. Ignacio de Loyola.

Don Martín Mango Topa, de 30 años, soltero, y con los mismos bienes de sus hermanos, figuró también en la presentación y obediencia de la Sentencia de la Audiencia. En su casa vivían algunas criadas, entre ellas una Inés Paico, colombroña de la madre de don Cristóbal Copa Yupanqui.

Fuera de todos estos hijos que vivían por los años de 1572, Paullu Inca tuvo otros dos que debieron morir antes, pero cuyas respectivas mujeres representaban sus casas y gozaban de sus bienes. El uno de ellos se llamó Juan y era casado con Joana Pasna, probablemente hermana de padre de la mujer de Francisco Topa Gualpa, porque la madre de ésta, que vivía con ella, se llamaba Isabel Quisa. En esa casa que había sido del hijo de Paullu, vivía un muchacho de 8 años, llaJoan Coro, cuya filiación no se especifica pero que llevaba el mismo nombre que el hijo de Francisco Guaritito.

El otro hijo de Paullu, asímismo ya fallecido, se llamó don Francisco y fué casado con Margarita Che de 40 años. Dejó un hijo, Fran

cisco Topa de 12 años; en cuanto al otro hijo que declara su viuda llamado Pedro Pallasca, de 1 año, no fué habido en su unión con el hijo de Paullu.

En el obedecimiento y acatamiento de la sentencia de la Real Audiencia, el año de 1576, figura otro hijo de Paullu llamado Pedro Cusihuallpa, el cual aparece también en la sentencia dada en el juicio seguido por la herencia de don Cristóbal. Probablemente no residía en San Cristóbal y por eso no aparece en el empadronamiento de 1572.

En el año 1679 pedía traslado de la sentencia de la Real Audiencia favorable a la pretensión de los hijos de Paullu, un Andrés Fernández Carlos de Azaña Inga quien indudablemente debió pertenecer al linaje de don Cristóbal Paullu Inca; lo mismo que Gaspar Huaypantopa, Inga principal de San Cristóbal, quien pedía asímismo, en 1682, tras lado de otras de las provisiones de exención de tributos a los descendientes de Paullu. El primero de éstos, o sea Andrés Fernández Carlos de Azaña Inga, podría estar vinculado con aquel Fernando Choque Anca, padre de Isidro Fernández, quienes figuran en las Noticias Cronológicas del Cuzco, pero mucho más presumible es su entronque con alguno de los hijos de Paullu Inca.

Don Cristóbal Paullu Inca dejó además una hija, Doña Juana, que casó con el soldado Pedro de Carvajal. Esta Doña Juana es la que figura en el episodio aquel de los lienzos enviados por Toledo a España y la que originó el enojo de la orgullosa Doña María Cusi Huarcay, la viuda de Sayri Túpac, quien no perdonó al Virrey el que hubiera colocado a Doña Juana en lugar prevalente en esos paños, siendo como era bastarda. Más tarde, Doña Juana tuvo intervención en el proceso de los Incas del Cuzco, declarando en contra de su hermano don Carlos, tal vez por influencia de Toledo, ejercida a través de su marido Carvajal, o por la natural antipatía que sentían los bastardos de Paullu contra el mayorazgo de este Inca. (10).

Entre los hijos bastardos de Paullu figura como hemos visto, don Bartolomé Quispi Atauchi o Topa Atao, tronco de la destacada familia de los Sahurraura, de triste recordación en la historia de la rebelión de Túpac Amaru.

Don Bartolomé Quispi Atauchi fué habido por Paullu en Doña Magdalena Antay, (11) como la nomina el Padrón de 1572, pero que debió apellidarse Atauchi y pertenecer a la progenie de Titu Atauchi porque sus descendientes invocan a su favor tanto las cédulas y privilegios o

(10).-Carta del Clérigo Juan de Vera al Consejo de Indias. Cuzco 9 de abril de 1572. Archivo de Indias de Sevilla (inédita). Audiencias de Lima 270. Id. id. Levillier, Don Francisco de Toledo Supremo Organizador del Perú. Su vida, su obra (1515-1582). Años de andanzas y de guerras (1515-1572). Madrid. Espasa-Calpe S. A., 1935, pág. 286.

(11).-Doña Magdalena tuvo una hermana Isabel Naicho que vivió con ella y con Bartolomé en 1572 además otro hijo, habido ignoramos en quien, llamado Joan Quit Quispiella, el cual lleva el apellido Quispe abreviado y se titula hermano de Bartolomé pero que no puede ser hijo de Paullu porque en el año 1572 sólo tenía 10 años y Paullu murió en 1549. Cf. Padrón de los indios nobles de S. Cristóbal, ms. cit.

torgados a Paullu, como las dadas al ya mentado Alonso Titu Atauchi. (12).

Figura este Inca como hijo de Paullu, en su testamento, en la sentencia del Real Tribunal de Los Reyes, en las distintas piezas del juicio seguido por los descendientes de Paullu sobre exención de tributos y en un decreto dado por García Hurtado de Mendoza el 22 de mayo de 1591. Aparece también en el Padrón de 1572, con la misma filiación y con la edad de 28 años de tal modo que debió nacer aproximadamente en 1544, siendo menor en 4 o 5 años que los hijos legítimos de Paullu. (13).

Don Bartolomé fué Inca principal de la Parroquia de San Cristóbal, pero de los más menesterosos entre los hijos de Paullu y como hemos visto en 1572 sólo poseía "un topo de chácara de maíz e otro pedazo donde los dichos hermanos", o sea en Vevuco donde todos sus hermanos poseían en común 300 canchas de papas. Probablemente su mujer, Doña Catalina Choque Coca, "de distinguida y real nobleza" y con la cual casaría después de 1572, porque en esa fecha era aun soltero, gozaba de proporcionada situación porque, como hemos dicho, el hijo de ambos, D. Martín Titu Atauchi Inca, que llevaba el patronímico completo de los Atauchi, quizá si por vía de su abuela, doña Magdalena, disfrutó de una situación bastante holgada. Hemos también ya expuesto la posible hipótesis de haber sido la mujer de don Bartolomé hermana de Diego Cayotopa, hijo asimismo de Paullu; y, finalmente, la contingencia de que doña Catalina haya sido asímismo hija de Paullu Inca.

Don Martín Titu Atauchi, el hijo de don Bartolomé, se titulaba "cacique principal de San Cristóbal"; denominación poco adecuada porque la que le correspondía era la de "Inca principal", como solían llamarse los indios nobles de cada parroquia cuzqueña. Don Martín pa

(12). Para la reconstrucción de esta rama de los Sahuaraura hemos utilizado únicamente documentos inéditos que iremos citando en el curso del capítulo. Fundamentalmente nos servimos de la obra manuscrita del propio Justo Sahuaraura, titulada Literatura Incásica, citada constantemente en este trabajo. Además, el Nobiliario Incásico de Juan Bustamante Carlos Inca y una serie de expedientes seguidos por los hijos del Cacique Pedro Sahuaraura, asimismo inéditos. Debemos advertir que esta rama, que es la única más o menos conocida de la descendencia de Paullu, tan sólo ha sido mencionada por Markham, Cúneo y Urteaga, con los errores que ya hemos anotado (cf. nota 7 de este trabajo) y en forma sumamente escueta. El renombre de los Sahuaraura se debe, por una parte a la intervención de varios de sus miembros en la rebelión de Túpac Amaru, y. por otra, a la obra Recuerdos de la Monarquía Peruana de Don Justo Sahuaraura, pero, en cambio, se desconocía la genealogía completa de la estirpe, que reconstruímos en este capítulo, lo mismo que una serie de circunstancias de las biografías de sus más propincuos representantes, inclusive del propio cacique don Pedro.

(13). Es preciso también distinguir a este Bartolomé Quispe Atauchi de otros de su mismo apellido, y tal vez sus descendientes naturales.

Tenemos así a un Bartolomé Quispe, natural del pueblo de Oropesa de la Provincia de Quispicanchis, que figura en el año de 1698 (exp. inéditos Arch. Nac.) Este Bartolomé debió ser sin duda también descendiente natural de Paullu porque además pertenecía a un pueblo de la encomienda de donde más tarde serían caciques los Sahuaraura.

Otro Bartolomé Quispe Túpac, cacique principal del pueblo de Pullo, en Parinacochas, siguió en 1780 un engorroso litigio. Cf. Archivo Nacional del Perú. Sec. Der. Ind. y Enc. Legajo XVII, cuad. 394.

En 1798, figura, en el pueblo de Guareconde, un Francisco Quispe, alcalde del mismo. (Exp. Arch. Nac. exp. inédito).

Debemos, además, anotar que estos Quispe pudieron también pertenecer a la otra rama bastarda de Paullu radicada en Copacabana en la cual se repite con gran frecuencia • este apellido.

só a Urcos, Quispicanchis, y allí contrajo matrimonio con la cacica de ese lugar, Doña Magdalena Parhuay Tocto, a quien Sahuaraura llama Paruaytocto, "también de sangre real" aunque no existen pruebas de la realeza de su linaje. Doña Magdalena pertenecía sí al ayllu Murrapata o Muñapata, ayllu que gobernó don Martín en su calidad de cacique consorte. Constan estos datos de la sumaria información presentada ante el Gobernador José Idiáquez y Sais, Caballero de Calatrava y Justi cia Mayor y Corregidor del Cuzco y ante el escribano Martín López, el 10 de Abril de 1655, en la cual se probó que don Martín Titu Atauchi fué hijo del referido don Bartolomé Quispi Atauchi y nieto de Paullu Inca.

Hijo de este matrimonio fué don Juan Ramos Titu Atauchi, Maestre de Campo y Cacique del ayllu Murrapata, cargo obtenido por herencia materna y que le fué confirmado por el gobierno español. Problema aun no aclarado es el que plantea el origen de su apellido Ramos, porque antes de él no lo llevó nadie en su familia y en ninguno de los muchos expedientes y nobiliarios revisados podemos hallar el motivo por el cual se le atribuyó. Cabe tan sólo deducir que debió venirle por vía materna o sea de algún antecesor muy próximo de Magdalena Parhuay Tocto, cuya progenie no hemos hallado.

Don Juan Ramos Titu Atauchi casó con Juana Auquiruro a la cual Sahuaraura, en su obsesionante delirio de nobleza, hace también de "la familia imperial". Su hijo, llamado asímismo Juan Ramos Titu Atau chi, fué igualmente cacique y gobernador del ayllu Murrapata y casó con Bernarda Huallpa, a quien las genealogías de su descendencia le adjudican "estirpe real" como a todas las mujeres que entroncaron con los representantes masculinos de esta rama bastarda de Paullu Inca, si bien en este caso con no poco fundamento porque los Huallpa formaban parte del linaje imperial.

Don Juan Ramos y doña Bernarda Huallpa hubieron a don Ascencio Ramos Titu Atauchi, quien acrecentó los títulos de sus antecesores porque figura como cacique y gobernador de la parroquia de Santa Ana del Cuzco, de los ayllus Chachapoyas y Yanaconac, Sargento Mayor de la Compañía de los Incas Patricios y uno de los 24 electores de las 8 parroquias de la Ciudad Imperial. Don Ascencio presentó probanzas de su nobleza ante las Audiencias de Lima y de Charcas y el Virrey Manso de Velasco dictó, el 23 de octubre de 1745, una provisión certificatoria de la misma.

Don Ascencio Ramos Titu Atauchi contrajo matrimonio con María Auqui Huamán, de ilustre sangre, y hubo en ella a don Luis, don Fernando, y don Joseph y a varias hijas, entre ellas Doña María. Don Justo Sahuaraura en diversos memoriales, inéditos en su mayor parte, sólo menciona como fruto de este matrimonio a su abuela Doña María Ramos Titu Atauchi Auqui Huamán y llega hasta a hacerla heredera del cacicazgo. De la revisión de otros documentos de la época (14) halla

(14).—Autos seguidos por ante el Supremo Gobierno de acuerdo con la Real Orden despachada en 5 de octubre de 1783, por el Superintendente de la Real Hacienda y Visitador General de este Reino, sobre el premio que debería darse a los hijos del difunto cacique de Oropesa en el partido de Anta, Don Pedro de Sahuaraura Titu Atauchi por su lealtad y servicios prestados a la Corona en los luctuosos días de la rebelión de Túpac Amaru, Archivo Nacional del Perú.-Derecho Indígena y Encomiendas (sin número de orden) —1784. En este expediente inédito figura una representación hecha por José Rafael Sahuaraura sobre la genealogía de su familia que complementa a la presentada, en el Ms. Literatura Incásica, por su sobrino don Justo Sahuaraura.

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