El libro de los diputados y senadores: Juicios críticos de los oradores más notables desde las córtes de Cádiz hasta nuestros dias, con la inserción íntegra del mejor discurso que cada uno de ellos ha pronunciado, Volumen1

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Estab. Tip. de Vicente, y Lavajos, 1862 - 447 páginas

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Página 41 - Las Cortes generales y extraordinarias de la Nación española, bien convencidas, después del más detenido examen y madura deliberación, de que las antiguas leyes fundamentales de esta Monarquía, acompañadas de las oportunas providencias y precauciones, que aseguren de un modo estable y permanente su entero cumplimiento, podrán llenar debidamente el grande objeto de promover la gloria, la prosperidad y el bien de toda la Nación, decretan la siguiente Constitución política para el buen gobierno...
Página 93 - ... la libertad? ¿qué dirían los valientes suecos, que desde los estrechos rincones de sus pantanosos bosques han desafiado al poderoso Alejandro, comprado con la molicie para instrumento de la presente destrucción de sus animosos vecinos y de la inevitable ruina futura de su mismo imperio? ¡Funesta insuficiencia de los recursos humanos! Al nuevo Poro, Gustavo IV, le ha faltado por fin su pueblo; y al infatigable pueblo español dicen que empieza a faltarle Fernando VIL Pero, para eso.
Página 350 - Brutos de Roma, redentores de su Patria ; de manera que de donde pensaren los malos condenarnos por traidores, de allí sacaremos renombre de inmortales para los siglos venideros.
Página 88 - ... sus imbéciles, pero todavía venerados Señores: tal es el mecanismo de las ideas y operaciones de Bonaparte; aquí está la usurera enmienda del malogrado plan primitivo de su rastrera política, y aquí es, Señor, donde deben brillar los aciertos de la verdadera y sublime de VM En vano se lisonjean los que pretenden limitar su justo...
Página 93 - Repasen pues los franceses el Pirineo: venga Fernando VII como salió: detestemos para siempre el encarnizado perseguidor de los augustos Borbones: ojo alerta con las lisonjeras arterías de Francia, risueña mansión de tigres; y todo, todo está concluido. Para esto nos desvivimos los diputados de la nación; para esto el respetable pueblo español ha jurado morir y aniquilarse mil veces, antes que retroceder un paso en la espinosa carrera de su ardua empresa.
Página 89 - Los mismos principios que nos constituyen enemigos natos de Francia, nos ponen en la dulce obligación y necesidad de ser eternamente aliados de la Gran Bretaña, único contrapeso capaz de equilibrar la enorme preponderancia del imperio francés, que, como una inmensa montaña, oprime ya todo el continente de la Europa.
Página 89 - ¿cómo nos hemos de ver reducidos a semejante trance, cuando nuestro denuedo se apoya en la poderosa alianza de la Gran Bretaña, en la inagotable generosidad fraternal de la América y en los sagrados derechos de todo el género humano y nuestros constantes y redoblados sacrificios, última tabla del presente naufragio de la libertad del hombre?
Página 25 - Esta nación huérfana, desarmada y menesterosa, no contó al emprender la guerra, con otro apoyo que con el de Dios, protector de la inocencia oprimida y con su propio valor; mas la Providencia tiene sus arcanos, y los hombres no pueden apresurar los tiempos escritos en el libro de los Consejos eternos. »Repetídose ha muchas veces, y todo buen español debe gloriarse de repetirlo. Nosotros entramos en la lid sin ninguno de los recursos necesarios para sostenerla, y admiraron los primeros frutos...
Página 127 - Art. 27. Las Cortes son la reunión de todos los diputados que representan la Nación, nombrados por los ciudadanos en la forma que se dirá.
Página 95 - Señor, Señor, ocúpese VM exclusivamente de tan importante como difícil materia. Declárese en sesión permanente hasta su feliz conclusión. Padres de la Patria, ¿por qué no hemos de trabajar sin cesar por tantos millones de patriotas que no cesan de combatir más bien por nuestra felicidad que por la suya propia? Pensad lo que por esta misma Patria...

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