Teatro historico-critico de la eloquencia española, Volumen4A. de Sancha, 1788 |
Dentro del libro
Resultados 1-5 de 39
Página 28
... caballeros , doncellas , viudas , religiosas , casadas , á padres , á hi- jos , á señores , á siervos : estimar en mucho los pe- queños , si son santos ; hollar la soberbia de los gran- des , si son malos : deseo , y aun exercicio , de ...
... caballeros , doncellas , viudas , religiosas , casadas , á padres , á hi- jos , á señores , á siervos : estimar en mucho los pe- queños , si son santos ; hollar la soberbia de los gran- des , si son malos : deseo , y aun exercicio , de ...
Página 62
... , del nombre , y alguna parte de su vida , que fué muy de hidalgo , y aun de caballero de Christo . " " Desde el punto que recibió el hábito , se le conoció madureza y gravedad en las costumbres : prudencia grande TEATRO STORI.
... , del nombre , y alguna parte de su vida , que fué muy de hidalgo , y aun de caballero de Christo . " " Desde el punto que recibió el hábito , se le conoció madureza y gravedad en las costumbres : prudencia grande TEATRO STORI.
Página 118
... caballeros que res . tauraron los muros de Jerusalém , con una mano ponian el sillar en la muralla , y con la otra tenian las armas para defenderla . Dos partes ha de menes- ter el ministro de Dios : razones vivas y penetran- tes que ...
... caballeros que res . tauraron los muros de Jerusalém , con una mano ponian el sillar en la muralla , y con la otra tenian las armas para defenderla . Dos partes ha de menes- ter el ministro de Dios : razones vivas y penetran- tes que ...
Página 165
... mundo , de que el caballero que sale á qualquier acto público á caballo , ora sea á es- perar un toro en la plaza , ora á correr tres lanzas de sortija , ú otro exercicio de armas , aunque salga L3 DE LA ELOQUENCIA ESPAÑOLA . 165.
... mundo , de que el caballero que sale á qualquier acto público á caballo , ora sea á es- perar un toro en la plaza , ora á correr tres lanzas de sortija , ú otro exercicio de armas , aunque salga L3 DE LA ELOQUENCIA ESPAÑOLA . 165.
Página 172
... caballero . Tu pre- ñez , dice el esposo á la esposa , es como el monton- cico de trigo rodeado de azuzenas . Como si dixéra : en tus entrañas , ó Virgen santa , se ha recogido el fruto de las lágrimas de los patriarcas , y de las espe ...
... caballero . Tu pre- ñez , dice el esposo á la esposa , es como el monton- cico de trigo rodeado de azuzenas . Como si dixéra : en tus entrañas , ó Virgen santa , se ha recogido el fruto de las lágrimas de los patriarcas , y de las espe ...
Otras ediciones - Ver todas
Términos y frases comunes
Abimelec agena agra alegre alma amor ánimo armas autor Babilonia baxo bres buena caballero castigo causa Cervantes christianos cielo cion corazon cosas costumbres criados cruel cuerpo cuya Danais daño debia deleyte despues desto dexar dice dió divina dixo edad eloqüencia enemigo engaño enojo España estilo exem exemplo exemplos exercicio exército falta fuerza gana gente gloria gozan grandes grandeza guerra gusto habia halla hermano hermosura hijos historia hizo honra humildad ingenio Jerusalém Joab lágrimas lengua lenguage levantar llorar magestad Magüer manera mano memoria Miguel de Cervantes mira muerte muger mugeres mundo Nápoles natural obras ojos padre paraque parece paso Pintura podia poëta principes pudo pueblo quales qualquier quán quando quatro Quixote razon regalo religion reyno Roboám Sancho sangre santos Séneca Sertorio siervo Sigüenza suele tambien templo tenia Ternáte tierra trabaxos trato tubieron tuvo veces verdad vicios virtud Witiza zelo
Pasajes populares
Página 469 - Eran en aquella santa edad todas las cosas comunes: a nadie le era necesario para alcanzar su ordinario sustento tomar otro trabajo que alzar la mano y alcanzarle de las robustas encinas, que liberalmente les estaban convidando con su dulce y sazonado fruto.
Página 470 - ... y compuestas como van ahora nuestras cortesanas con las raras y peregrinas invenciones que la curiosidad ociosa Les ha mostrado. Entonces se decoraban los conceptos amorosos del alma simple y sencillamente, del mesmo modo y manera que ella los concebía, sin buscar artificioso rodeo de palabras para encarecerlos.
Página 447 - ... a lo brutesco ordenada, adonde las menudas conchas de las almejas con las torcidas casas blancas y amarillas del caracol, puestas con orden desordenada, mezclados entre ellas pedazos de cristal luciente y de contrahechas esmeraldas, hacen una variada labor, de manera que el arte, imitando a la naturaleza, parece que allí la vence.
Página 466 - Bien hayan aquellos benditos siglos que carecieron de la espantable furia de aquestos endemoniados instrumentos de la artillería, a cuyo inventor tengo para mí que en el infierno se le está dando el premio de su diabólica invención...
Página 445 - Era la noche, como se ha dicho, escura, y ellos acertaron a entrar entre unos árboles altos, cuyas hojas, movidas del blando viento, hacían un temeroso y manso ruido; de manera que la soledad, el sitio, la escuridad, el ruido del agua con el susurro de las hojas, todo causaba horror y espanto...
Página 467 - Los más de los caballeros que agora se usan, antes les crujen los damascos, los brocados y otras ricas telas de que se visten, que la malla con que se arman...
Página 444 - Apenas había el rubicundo Apolo tendido por la faz de la ancha y espaciosa tierra las doradas hebras de sus hermosos cabellos...
Página 469 - ... -¡Dichosa edad y siglos dichosos aquellos a quien los antiguos pusieron nombre de dorados; y no porque en ellos el oro, que en esta nuestra edad de hierro tanto se estima, se alcanzase en aquella venturosa sin fatiga alguna, sino porque entonces los que en ella vivían ignoraban estas dos palabras de tuyo y mío.
Página 499 - Hemos de matar en los gigantes a la soberbia; a la envidia, en la generosidad y buen pecho; a la ira, en el reposado continente y quietud del ánimo; a la gula y al sueño, en el poco comer que comemos y en el mucho velar que velamos...
Página 465 - ... suceda, sino que el cielo piadoso le guarde y conserve sano y vivo, podrá ser que se quede en la misma pobreza que antes estaba: y que sea menester que suceda uno y otro reencuentro, una y otra batalla, y que de todas salga vencedor, para medrar en algo; pero estos milagros vense raras veces.