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y sirvió al rey don Manuel en cosas de importancia.tugueses llamaron Non por estar antiguamente perLa navegacion iba despacio por falta de viento: en suadidos que el que le pasaba, no volvia. Luego el fin hicieron tanto que pudieron doblar el primer cabo cabo del Boyador en altura de veinte y ocho grados de Africa que se llama de Guardafuy, no lejos de la enfrente de la isla de Palma, que es una de las Canaboca del mar Bermejo. Llegaron á la ciudad de Ma- rias. Son todos estos tres cabos puntas del ya dicho gadajo que está allí cerca; por saber que los mora- monte Atlas. Síguese en la misma costa el cabo Blandores eran moros, no quisieron alli parar mas deco, en altura de veinte y un grados: tras él está la cuanto con la artillería maltrataron los edificios, y isla pequeña de Argin que da nombre á todo aquel echaron á fondo algunos bajeles que vieron en aquel golfo, ca le llaman golfo de Argin. Desde allí se papuerto. Pasados de allí encontraron con ocho velas sa á cabo Verde y á sus islas, que son diez en número, de moros que desbarataron con mucha facilidad. la principal tiene nombre de Santiago: los antiguos En Melinde fueron de aquel rey recebidos con la llamaron Hespérides, si bien algunos pretenden mucho amor. Proveyéronse de lo necesario, y como que debajo deste nombre antiguamente se comprentenian tratado llevaron consigo un embajador que dian todas las islas que se han nuevamente desaquel príncipe envió á Portugal para asentar amistad cubierto, y están á la banda de Poniente. Esta cabo con el rey don Manuel. La nave en que Paulo de Gama Verde en altura de diez y seis grados; y antes dél iba por capitan, por estar muy maltratada, fuera de entra en el mar el rio Sanaga, y pasado el cabo, otro que tenian falta de marineros y jarcias, acorda- al cual por sus muchas aguas llamaron el rio Grande. ron de pegalle fuego, y que Paulo de Gama se Sospechan (lo cierto no se sabe) que son dos brazos pasase á la capitana. Siguieron su viaje. Descu- de un misn.o rio, y añaden que es el rio Nigir, celebrieron la isla de Zanzibar de muchas frescuras y ar- brado de los antiguos porque nace de las mismas boledas de todo género de drogas, distante de la cos- fuentes del Nilo. Por lo menos tienen estos rios sus ta de Africa seis leguas, y que cae entre Melinde y crecientes al mismo tiempo que el Nilo, y como él Quiloa cerca de Mombaza. En Mozambique levanta- crian crocodilos y caballos marinos. ron una columna de las que para este efecto llevaban. Pasado el rio Grande, que tiene de altura once Tocaron en la bahía de San Blas para hacer agua y grados, se empina en ocho grados la sierra Leona, leña. Doblaron el cabo de Buena Esperanza á los asi dicha por los muchos truenos, relámpagos y fueveinte y seis de abril. Finalmente pasaron las islas de gos que en ella se ven, por su altura; y porque los cabo Verde, y de allí con un gran rodeo á las Ter-naturales salen á sus labores de noche con luces (coceras, donde falleció Paulo de Gama de una enfermo se toca en otra parte) parece que todo arde en medad que muchos dias atrás le traia trabajado.

Llegaron á Lisboa por el mes de setiembre, pasados dos años despues que de allí partieron. Grande fue el alegría que recibió el rey con su venida, grande el contento de toda la ciudad. No se hartaban de oir cosas tan nuevas, peligros y tempestades tan grandes como pasaron, ni de ver las muestras que traian de las mercadurías y riquezas de Levante. Los hombres otrosí que venian con ellos de aquellas partes, causaban no menos maravilla por sus gestos, lengua y trajes tan estraños. Parecian Gama y sus compañeros como venidos del cielo, y mayores que los demás hombres, dado que de cuatro naves que partieron volvieron solas las dos, y de la gente que en ellas fue, poco mas de la tercera parte. Todo no bastó para que muchos no deseasen continuar aquel viaje, y con la esperanza de honra y provecho poner el pecho á todas aquellas dificultades que en empresa tan larga y trabajosa se representaban.

CAPITULO XX.

De la navegacion que hoy se hace à la India oriental. De la manera que queda dicho hizo esta navegacion Vasco de Gama, que fue la mas señalada del mundo sea por su largura, sea por las dificultades y peligros que en ella hobo, tanto mayores que por no saber entonces ni la derrota que debian tomar, ni el tiempo de las mociones de aquellos anchísimos mares, fueron casi á ciegas y á tiento. El tiempo y la esperiencia ha facilitado mucho aquella navegacion, de suerte que cuando á la sazon para comenzalla, y cuanto a la derrota que siguen, se han mudado muchas cosas, que quiero en suma poner aquí para que el curioso lector tenga alguna noticia de cosa tan grande. Ante todas cosas será bien poner delante los ojos y pintar todas aquellas marinas muy estendidas y grandes.

Pasada la boca del estrecho de Cádiz á mano iz- | quierda corre la costa de Africa por gran número de leguas desta parte y de la otra de la linea equinoccial. Lo primero el monte Atlas muy famoso con sus cordilleras muy altas corta de Levante á Poniente gran parte de Africa, y hace su primera punta y cabo en el mar Océano. Mas adelante está el cabo que los por

vivas llamas. Quieren que este monte sea el que Ptolomeo llamó Carro de los Dioses, dado que él le demarca en elevacion de cinco grados solamente. Debajo de la equinoccial está la isla de Santo Thomé no lejos de la ribera de tierra firme, y de Portugal algo mas de mil leguas los aires son mal sanos, el provecho por los azúcares que en ella se dan, mucho. A seis grados de la otra parte de la línea cae la Mina, asi dicha por el oro muy acendrado que della se saca. Mas adelante está el rio de Santiago, y el golfo de Santa Elena donde Gama abordó para hacer agua. Otros particulares rios y cabos, y islas hay, como es forzoso en tan grande distancia; pero los susodichos son los de mas cuenta y mas nombre.

El cabo de Buena Esperanza; que es la postrera punta de Africa, y está distante de Portugal como dos mil leguas, se mete hacia el otro polo por espacio de treinta y cinco grados. Este cabo doblado, corren aquellas riberas muy estendidas, con cabos que hacen, y rios diferentes que tienen. El de San Blas y el de Navidad, y el rio de Buenas Señales, son los principales hasta dar en Zofala, que es una de las mas notables poblaciones de aquellas marinas por las minas de oro que tiene. Algunos se persuaden que Zofala sea Tharsis, donde como lo dice la Divina Escritura Salomon por el mar Rojo enviaba sus flotas para traer oro y otras riquezas; y aun los naturales afirman que así lo tienen en sus libros y memorias: otros quieren que sea el promontorio Prasio de Ptolomeo, que él pone quince grados pasada la línea ; Zofala está mas de veinte.

Adelante de Zofala á mano derecha cae la gran isla de San Lorenzo, que los naturales llaman Madagascar, y á mano izquierda está Mozambique, puerto de gran trato, en quince grados de altura; el cual pasado, casi en iguales distancias están Quiloa y Mombaza con la isla de Zanzibar y Melinde casi debajo la línea. Magadaxo está desta parte cinco grados, y en diez grados el cabo postrero de Africa, hácia la boca del mar Rojo, al cual hoy llaman Guardafuy, y Ptolomeo le llama Aromata; junto al cual está la isla de Zocotora que se halló poblada de cristianos, aunque muy estéril y falta de toda comodidad. Algunos piensan que es la que Ptolomeo llama Dioscorides. Poco distante está la boca del mar Rojo, ó sino Arábico:

dentro della por la parte de Africa cae el puerto de Ercoco del reino de Barganaso, y sujeto al Preste Juan. Fuera en la costa de Arabia está Aden, fuerza muy grande, y casi la llave de aquel golfo.

Entre el seno Arábico y Pérsico Arabia la feliz, y en medio del lomo por donde la baña el mar Océano tiene el promontorio Siagro, que hoy llaman el cabo de Escafallat, ó Fartaque; y la postrera punta hacia la boca del sino Pérsico, es el cabo Rosalgate, que fue antiguamente el promontorio Corodano. A la boca del sino Pérsico por la parte de dentro está la isla de Ormuz, pequeña y de suyo estéril, pero por el trato que es grande, muy rica: tiene veinte y seis grados de altura. Casi en la misma elevacion mas hacia el Levante á la boca del rio Indo está la isla y fortaleza de Diu, muy conocida por el valor con que los portugueses la han defendido primero de los soldanes de Egipto, y despues de las fuerzas del gran turco. Pasado Diu, y Bazain, que cae allí cerca, las riberas revuelven muy bácia Mediodia hasta que se rematan en el cabo de Comorin, ó promontorio Cori, en cuyo lado occidental están la ciudad de Goa en altura de diez y seis grados, y en doce Calicut. Entre las dos cae la ciudad de Cananor, y junto al cabo Cochin y Coulan, ciudades todas del Malabar, y do está el trato mas principal de toda la especeria. Desde el cabo de Buena Esperanza hasta Goa cuentan los que navegan mil y doscientas y cuarenta leguas.

Enfrente del Malabar están las islas de Maldivar, así dichas del nombre de la principal dellas que asi se llama son en número pasadas de mil, pequeñas, y á las veces tan pegadas entre sí que apenas se puede navegar por aquellas estrechuras. La cosa mas principal que tienen, es la palma que lleva los cocos, arbol tan provechoso que dél se sustentan y visten. Por el lado de Levante tiene el cabo de Comorin casi pegada la rica isla de Zeylan, de do viene el golpe mayor de la canela. Siguense los reinos de Narsinga y del Pegu, y en medio dellos el de Bengala, que da nombre a aquella ensenada de mar y golfo, que es muy grande. Remátase en la ciudad de Malaca, que tiene muy cerca la isla de Somatra puesta debajo de la equinoccial.

tres islas principales, sin otras muchas pequeñas que tienen junto á las tres : core entre Poniente y Norte de los treinta grados de altura á los cuarenta de largo docientas leguas, y por lo mas ancho no pasa de ochenta. Tiene muchos reyes y reinos, y es gente de valor en las armas, y de ingenio asaz para las letras.

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La navegacion de Portugal á la India se hace desta manera. Parten de Lisboa por el mes de marzo, principio de abril; llegan á la isla de la Madera que está distante ciento y cincuenta leguas, y dende á las Canarias que están trecientas. Pasan de allí al cabo Blanco, y á las islas de cabo Verde. Desde allí dejan la costa de Africa, y por los contínuos vientos que á la sazon corren de Mediodia, siguen á orza la derrota entre Poniente y Mediodia hasta llegar á las veces á vista del Brasil, donde si los vientos no les dan lugar á tomar el cabo de San Agustin, que está diez grados de la otra parte de la línea, so vuelven sin poder por aquel año continuar su navegacion. Si le pasan, dan la vuelta para doblar el cabo de Buena Esperanza, y siguen la derrota entre Mediodia y Levante. Para escusar las tormentas ordinarias que en aquel cabo se levantan, suben hasta cuarenta grados hacia el otro polo. Con esto doblan el cabo, y tocan en Zofala ó Mozambique, do si la navegación no es muy próspera, se quedan á invernar; de otra manera pasan aquel golfo y la línea hasta llegar en pocos dias ả Goa.

Tiénese por muy próspera la navegacion que se acaba en cinco ó seis meses, ca de ordinario pasa de año entero. De Goa para Malaca y las demás partes mas orientales navegan á sus tiempos determinados. para volver á España esperan las mociones del fin del mes de diciembre cuando de ordinario corren lestes ó solanos, muy a propósito para la vuelta. Doblan el cabo por el mes de marzo ó abril. Pasan por la isla de Santa Elena, que parece proveyó la naturaleza como una venta en mares tan anchos para refresco de los que navegan, por las frutas, caza y pescado que hallan, sin que haya en ello quien more ni la cultive por ser tan estrecha que de traviesa no tiene mas de cuatro leguas, y estar tan adentro en el mar. Desde allí por las islas Terceras llegan finalmente las naves á Lisboa de ordinario por los meses de agosto y se

LIBRO VIGESIMOSETIMO. CAPITULO I.

De la muerte del principe don Juan.

Los mas entre gente docta tienen que Somatra es la Trapobana de Ptolomeo, y Malaca la Aurea Chêr-tiembre. sonesó del mismo, sin faltar quien tenga por cierto que Malaca es la antigua Ophir, donde Salomon enviaba sus armadas para traer oro y plata, y aun los del reino del Pegu, que cae por aquellas partes se tienen por decendientes de los Judíos que Salomon envió condenados para beneficiar las miñas de Ophir, que si hoy allí no se hallan estos metales, hallábanse antiguamente, como lo dan á entender el nombre de Aurea Chersonesus. Gastaban tres años las naves de Salomon en ida y vuelta, como lo dice la Escritura en particular de la navegacion de Tharsis, á causa de ir tierra á tierra sin engolfarse por no estar aun des-mientos de dos hijas del rey don Fernando de España, cubierto el uso del aguja del marear, con que los navegantes se alargan mucho á mar y las navegaciones se han facilitado mucho.

Desde Malaca á man derecha, la vuelta de Levante, se navega á las islas Malucas, que las principales son cinco, y dellas se traen los clavos, cosa de grande ganancia en lo demás son estériles y faltas de todo lo necesario para la vida: así repartió sus bienes la naturaleza. A mano izquierda liácia nuestro polo van al grande y rico reino de la China, y á la isla de Macan, estancia que tienen los portugueses á la entrada de aquel reino por no dejallos entrar dentro de la China. Ponen desde Goa á la China mil y trecientas leguas, las ochocientas hasta Malaca, y desde allí á Macan otras quinientas. Desde Macan hacia el Norte llegan á lo postrero de lo que los portugueses tienen descubierto, que es Japon, distante del puerto de la China como trecientas leguas. Divídese Japon en

A un mismo tiempo las cosas de los españoles en Italia se aventajaban; en España conforme á la costumbre y naturaleza de las cosas humanas iban mezcladas de dulce y de amargo. Concertáronse los casa

es á saber de la infanta doña Catalina con Artus príncipe de Gales heredero de Enrique Seteno rey de Ingalaterra, y el de la princesa doña Isabel no solo se acabó de concertar despues de algunas dificultades y dilaciones, sino se concluyó y efectuó con don Manuel rey de Portugal. Era negocio muy importante tener con estos casamientos y con los de Austria trabados con deudo tan estrecho príncipes tan poderosos y grandes, con que las cosas dentro y fuera de España grandemente se aseguraban. El casamiento de Ingalaterra se acabó de concertar dia de la Asuncion de Nuestra Señora deste año de 1497; y el doctor Ruy Gonzalez de Puebla como procurador de la infanta en el palacio de Wodestochio en presencia del rey y reina y otros grandes señores de Ingalaterra hizo los autos y ceremonias que en semejante solemnidad se acostumbran. Para apretar las práticas que se traian sobre el casamiento de Portugal, vino

á Castilla por aquel rey su hermano de leche y muy privado don Juan Manuel. Con su venida se acordó que los reyes don Fernando y doña Isabel llevasen á la princesa su hija á la raya de Portugal, y que allí viniese el rey don Manuel para concluir aquel matrimonio postrero de setiembre. Concertóse primero que los reyes se juntasen en Ceclamin; despues por ser aquella comarca muy estéril señalaron á Valencia de Alcántara que seria mas á propósito, donde los reyes estuvieron juntos tres dias.

Aguóse mucho la alegría de la fiesta con la nueva que vino de la enfermedad del príncipe don Juan, el cual á cabo de tres dias que con la princesa su mujer llegó á Salamanca, adoleció de una fiebre que le acabó en trece dias. Partió el rey de Valencia á toda priesa, y llegó á Salamanca á tiempo que el príncipe le pudo conocer: en fin falleció á cuatro dias de octubre, que fue grande dolor y lástima no solo para sus padres sino para todo el reino. Dejó la princesa preñada: alivio pequeño, por causa que dentro de poco tiempo malparió. El cuerpo del príncipe llevaron á Avila para le sepultar en el monasterio muy célebre de dominicos llamado de Santo Tomás. Llegaron las nuevas deste triste caso á Valencia en tiempo que la alegría de las bodas, que se celebraron despues de partido el rey don Fernando, se continuaba. El rey don Manuel pidió á la reina su suegra no dijese nada á la princesa ya reina de Portugal; y así partió luego con ella para la ciudad de Ebora. Allí al fin fue avisada de la muerte del príncipe su hermano, cosa que le dió pena muy grande como era razon por el amor que le tenia, y por la grande falta que hacia á toda España. Sus padres como principes tan cristianos y prudentes levaron este golpe con señalada paciencia, en que mostraron no menor valor que en las muchas victorias que ganaron de sus enemigos; y es cosa muy natural que lo que es mortal perezca, y lo que es frágil se quiebre; y muy justo que dejemos á Dios hacer de nuestras cosas, que mas verdaderamente son suyas, lo que á su magestad agradare.

El reino de Nápoles no sosegaba del todo á causa que el principe de Salerno con los de su valía y casa no se fiaban del nuevo rey, y ponian en defensa sus castillos y plazas. La primera muestra que el príncipe dió desta mala voluntad, fue que como quier que se hallase presente cuando en Nápoles alzaron por rey á don Fadrique, no quiso acudir á su coronacion: el color, que se hallaba muy gastado. Solo el príncipe de Bisiñano acudió un dia despues para dar razon de sí, y se interpuso por medianero para concertar al de Salerno con el rey y traelle á sù servicio. No aprovecharon ningunas de las muchas diligencias que se hicieron, hasta tanto que el rey con su gente hobo de salir contra él y cercalle dentro de Diano, que era una muy fuerte plaza de las muchas que aquel príncipe tenia.

Trataba el Gran Capitan á la sazon de volverse á España por tener aquella guerra de Nápoles por concluida. Con este intento habia dado vuelta á Calabria, y pasado á Sicilia: al presente vino á Nápoles para despedirse de aquel rey y reinas. Hiciéronle instancia se fuese á hallar en aquel cerco, en que resultaban dificultades á causa de los muchos que dentro el lugar tenia, y de la poca lealtad con que los naturales servian á su rey. Recogió pues el Gran Capitan como quinientos españoles, y con otros tantos alemanes que el rey le dió, se arrimó tanto á la muralla que él se puso á mucho peligro, y apretó tanto á los cercados que el príncipe fue forzado rendirse. Capitularon que el príncípe saliese seguro del reino y todos los que quisiesen ir con él, con facultad de llevar consigo sus bienes que todos los castillos y estado del príncipe se entregasen al rey á tal que pagase la artilleria y bastimentos que tenian.

á

Con esto se entregó Diano á los veinte y ocho dias de diciembre, y el príncipe se puso en poder del duque de Melfi para que le llevase seguro á Senagalla, ciudad del prefecto en la Marca, que seguia las partes del rey de Francia. De sus aliados los condes de Conza y Lauria le hicieron compañía; el de Capacho por ser muy viejo se quedó á merced del rey.

En este mismo año por el otoño don Juan de Guzman duque de Medina Sidonia envió una armada á Africa para poblar á Melilla, que está enfrente de Almería, y los moros por ciertos respetos la habian despoblado: hízose asi, y dióse esta plaza por juro de heredad y por merced del rey á aquel duque y sus sucesores en recompensa del gasto que hicieron en poblalla. Asimismo el jeque de los gelves, que se habia levantado contra el rey de Tunez su señor, por valerse de los nuestros entregó aquella isla y puerto al rey Católico, y en su nombre á Juan de Lanuza que á la sazon era virey de Sicilia, principio que fue de grandes cosas que los años adelante se hicieron en Africa. Quedó el capitan Margarit con gente española para guarda de aquella isla.

CAPITULO II.

De la muerte de Carlos Octavo, rey de Francia. CONTINUABANSE las práticas para concertarse los reyes de Francia y de España, y para este efecto vino de Francia una solemne embajada, cuya cabeza era el señor de Clarius, en sazon que los reyes Católicos se hallaban en Alcalá de Henares. La suma era que con las fuerzas de entrambos reinos hiciesen la guerra á toda Italia, y que cuanto al reino de Nápoles, quedase por el rey Católico lo de Calabria con tal que cada y cuando que el Francés le diese en trueque el reino de Navarra, y treinta mil ducados cada un año por lo que mas valia Calabria, fuesc obligado a dejársela: cuanto á lo demás, que lo de Milan y Génova quedase por el Francés, y los otros potentados se repartiesen igualmente entre los dos. El rey Católico, si bien daba orejas á lo de Nápoles, en lo demás no queria entremeterse, en especial sin dar parte al César que tanto derecho pretendia á las cosas de Italia; en fin se resolvió que el rey Católico enviaria sus embajadores á Francia para proseguir lo desta concordia. Esto era en el mismo tiempo que con todas sus fuerzas procuraba que los monasterios claustrales de España se redujesen á la observancia, y se hizo en toda Castilla. Los dominicos y agustinos y carmelitas fácilmente vinieron en lo que era razon; los franciscos hicieron resistencia, pero en fin pasaron por lo que los demás.

Despacho el rey desde Alcalá conforme á lo que tenian acordado, á Hernan duque de Estrada con otros dos compañeros para tratar y concluir lo de la concordia con Francia. Llegaron en sazon que se tuvo por cierto el Francés pretendia con todas sus fuerzas romper por lo de Ruysellon, y ponerse sobre la villa de Perpiñan: miedos y revoluciones que atajó la muerte que le sobrevino en su villa de Amboesa á los siete de abril del año 1498. Falleció de aplopegia que le sobrevino viendo jugar á la pelota. Era de veinte y siete años: no dejó hijo alguno. Sucedió por ende en aquella corona el duque de Orliens como pariente mas cercano por via de varon: llamóse Luis Doceno. Pretendió Ana, inadama de Borbon, que debia suceder á su hermano en aquel reino como la parienta mas cercana. La gente como tan aficionada á la ley sálica no daba lugar á esta demanda : por esto apretaba que á lo menos en lo que no pertenecia á la corona, antes de nuevo en tiempo de su padre y abuelo se habia ayuntado á los demás estados, debia ser preferida, como en el ducado de Anjou y condado de Proenza.

Fueron los embajadores del rey Católico á Bles

do estaba el nuevo rey. Ali y en Orliens se trató de | casó con Francisco su sucesor; la menor Renata cala concordia, á que él se mostraba muy inclinado, y só con el duque de Ferrara, y vivió muchos años en á todos daba muy buenas respuestas, y los entretenia Francia viuda, grande favorecedora de la secta de con intencion de arraigarse en el reino, y que de Calvino. ninguna parte se le hiciese contradicion en el divorcio que pensaba efectuar con su mujer hermana del rey muerto, por casar con la duquesa de Bretaña, que muerto su marido, trataba de volverse á su casa y estado; todo lo cual al fin se ejecutó como aquel rey lo pensaba y deseaba. Las razones que por parte del rey para el divorcio se alegaban, eran que el rey su suegro le sacó de pila, y que si casó con su hija, fue por temor y fuerza. En la duquesa de Bretaña no tuvo mas que dos hijas, la mayor fue Claudia que

Antes que falleciese el rey Carlos de Francia, se trataba muy de veras que César Borgia renunciase el capelo y estado eclesiástico: nueva y estraña resolucion, encaminada para resolver á Italia y escandalizar á todo el mundo. Venia bien aquel rey en ello como mozo, y con deseo de granjear al papa le ofrecia estado en Francia; y aun se movió plática de sacar de la Iglesia el condado de Aviñon para dársele. Juntamente prometia de casalle con Carlota hija del rey don Fadrique de Nápoles y de su primera mujer,

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En ella hizo Colon su primer viaje para el descubrimiento del Nuevo Mundo: está representada contemplando su tripulacion la primera isla que avistaron.

que la tenia á la sazon en Francia. El padre de la doncella avisado desto no quiso venir en deudo que tan mal le estaba, mayormente que pretendian le diese en dote el principado de Taranto, con intento á lo que se entendia, de apoderarse de todo el reino de Nápoles. El duque de Milan y el cardenal Ascanio su hermano hacian grande instancia sobre ello con aquel rey decian que debia contentar al papa porque no tuviese ocasion de hacer que los franceses otra vez volviesen á Italia, que sería sin duda su total ruina, como al fin lo fue.

El rey Católico no aprobaba estos intentos, si bien se le dió intencion que proveeria á su voluntad las iglesias de Pamplona y Valencia que tenia en su cabeza el dicho César Borgia: la primera la proveyó el papa Inocencio Octavo, como queda tocado; y la segunda el mismo Alejandro se la traspasó luego que salió con el pontificado. Todo el mundo se escandalizaba que se intentase una cosa tan fea, especial que pocos años antes en tiempo de Inocencio no quisieron dar licencia al cardenal de Aleria para que re

nunciado el capelo se metiese fraile, y agora pretendiau se diese á un cardenal de órden sacro libertad para casarse. A la verdad la disolucion de la córte romana era tan grande que daba lugar á todo desórden, y ocasion á los que tenian celo, de pensar y aun hablar mal. Así Gerónimo Savanarola fraile de Santo Domingo, y que tuvo gran parte en el gobierno de la ciudad de Florencia los años pasados, por la grande libertad con que mucho tiempo predicó contra los desórdenes del pontifice, por su mandado fue con dos compañeros quemado públicamente en la plaza de aquella ciudad el mismo domingo de Ramos, que fue otro dia despues que falleció el rey de Francia: si con razon, ó á tuerto, aun entonces no se pudo del todo averiguar: muchos hasta el dia de hoy en Florencia le tienen por mártir, y otros condenan su atrevimiento, cuyo parecer tengo por mas acertado.

Basta que no solo en Florencia pasó esto, sino en sus propias barbas del pontífice el embajador del rey Católico Garci Lasso reprendió en presencia del papa aquellos desórdenes, y le requirió con una carta de

su rey sobre el caso los reformase; mas qué presta querer sanar á quien Dios desampara, y por sus justos juicios le da en presa de sus apetitos desordenados? El papa se alteró grandemente de aquellas amonestaciones, sin que se sacase otro fruto; antes poco despues el mismo cardenal César Borgia en público consistorio propuso que por fuerza tomó el órden de diácono, y suplicó dispensasen con él, y aceptasen la renunciacion que hacia del capelo y de las iglesias y beneficios que tenia.

Muchos de los cardenales eran de parecer que fuera muy justo no por via de renunciacion, que era muy honrosa, condescender con él, sino privalle por sentencia de aquellas dignidades quier fuese por la mala entrada que tuvo cuando se le dió el capelo, quier por su mala vida y notorias deshonestidades, que aun para lego eran muy grandes, como solia decir el embajador de España; ninguno empero se atrevió achistar por la fuerza del pontífice, y por los

tiempos tan miserables. Finalmente aquella renunciacion se aceptó por el colegio, y el nuevo rey de Francia le dió en el delfinado el condado de Valencia con título de duque: estado que en un tiempo fue de la iglesia Romana, y está cerca de Aviñon, y de años atrás le poseían los reyes de Francia. Desta Valencia se llamó adelante el duque Valentin, como de la de España se llamaba antes el cardenal de Valencia.

Con esto y con intencion que todavía le daban de casalle con la hija del rey don Fadrique, mudado el hábito, aunque no mejorado en costumbres, se partió para Francia, dado que lo del casamiento salió incierto á causa que la doncella nunca quiso venir en él; de que estuvo muy despechado y á punto de salirse de aquella córte: al fin le aplacaron con dalle en trueco por mujer á Carlota de Fox hija del señor de Labrit y hermana del rey de Navarra, con buen dote y acostamiento que le señalaron, sin otras ventajas que le hicieron. Deste matrimonio dejó una hija, que

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los años adelante por muerte de su padre quedó en poder del rey de Navarra su tio. Este mismo año el Gran Capitan al fin del verano en una armada que juntó en Nápoles, se hizo á la vela para volver á España: gran gloria de nuestra nacion por su mucho valor y grandes victorias que ganó hasta dejar aquel reino allanado y compuestas todas sus revueltas.

CAPITULO III.

De la muerte de la princesa doña Isabel. LUEGO que falleció el príncipe don Juan, los reyes sus padres entraron en gran cuidado de asegurar la sucesion destos reinos, como cosa en que tanto iba. Entreteníalos la prenez de la princesa Margarita para ver en qué paraba: aumentoseles el dolor y el cuidado cuando en Alcalá de Henares, donde tuvieron el invierno, malparió una hija. Con esto avisaron al rey de Portugal del derecho que por razon de su mujer tenia á la sucesion destos reinos, y le instaron viniese luego con ella á Castilla para ser jurados co

TOMO 11

mo era de costumbre. Juntamente porque el archiduque y su mujer se intitulaban príncipes de Castilla, sin que se sepa con qué fundamento, les avisaron desistiesen de aquella pretension y apellido, pues conforme á las leyes destos reinos solo pertenece aquel título al hijo ó hija mayor y herederos de los

reyes.

Entraron pues los reyes de Portugal en Castilla por Badajoz, do los esperaban los duques de Medina Sidonia y Alba con otros muchos señores. De allí fueron á tener la semana santa en Guadalupe, y entraron en Toledo á veinte y seis de abril, do los esperaban los reyes Católicos, y por su órden el domingo luego siguiente, que fue á los veinte y nueve, juraron con las ceremonias y homenajes que se acostumbran en semejante caso (1). Lo de Aragon no parecia tan llano á causa que el infante don Enrique

los

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