Rio de las cañas bravas. Es tan abundante de pescado que los portugueses le llamaron por esto Rio de los peces. XARAYES.-XARIES-Jarayes, Orejones, indios pobla dos sobre el rio Paraguay, unas sesenta leguas al norte de la isla de los Orejones ó de Paraiso, á cosa de trescientas leguas de la Asuncion, en un terreno anegadizo, donde por mucho tiempo se ha creido que existia la llamada laguna de los Jarayes. Dividíanse en dos tribus, los Perabazanes y Maneses: era gente fiel, dócil y de orígen peruano. INDIAS DEL OCÉANO-Las Américas ó la América. INDIAS-LAS INDIAS-La América, Las Américas. IPETI (EL)-IPITI, RIO DE IPITI-Ipetí, Ipití. Debe ser el que Alcedo describe con el nombre de Ipatimí, y que no puede menos de referirse al Bermejo ó Grande, así porque es uno de los rios de mas consideracion que bajan de las sierras meridionales del Perú á reunirse con el Paraguay, y por donde podian comunicarse ambos territorios, como porque desagua cuarenta leguas mas abajo de la Asuncion que es donde el clérigo Martin Gonzalez sitúa su desombocadura (V. nota 101). ITATIN (PROVINCIA DE)-Situada en terreno anegadizo y pedregoso, junto al Rio Paraguay, hácia los 20o lat. aust. La esploró el año 1553 Domingo Martinez de Irala. Sus habitantes, llamados Itatines, tenian su asiento á treinta leguas de Santa Cruz de la Sierra, cerca de los campos de Jerez, desde el Paraná hasta la cordillera de Maracayú. La insalubridad del clima y la costumbre que entre ellos prevalecia de precipitarse de una roca para acompañar al sepulcro á sus parientes inmediatos, eran causas poderosas de destruccion para estos indios á las que se agregó el atentado de un clérigo portugués, que so color de convertirlos al cristianismo, los reunió para venderlos como esclavos. A fuerza de celo y constancia, los jesuitas lograron fundar entre ellos las doctrinas de San José, San ta Inés, San Pedro y San Pablo, que gozaban de prosperidad, cuando en 1632 una brusca invasion de indios mamalucos y tupis los destruyó en un instante. Desde entonces la provincia de Itatin ha quedado yerma é inculta. LA BIBLIOTECA DE BUENOS AIRES Simultaneamente á la impresion de los trabajos que preceden, hemos procurado reunir los antecedentes relativos al orígen, proteccion patriótica y progresos del establecimiento confiado ahora á nuestra direccion. Su archivo particular, no conserva todos los datos requeridos. Diseminados en diferentes publicaciones y archivos de la Provincia, su reunion completa, exige mucho mas tiempo del que hemos podido dedicar á este objeto. Pero, desde que algo hemos conseguido, daremos principio á la publicacion, con lo que haya de mas importante, ó sea digno de recordarse, respecto de una institucion que tanto honra á los que la conciliaron y plantearon, como su conservacion y progresos honran á Buenos Aires. No podemos prescindir de la publicacion, en el primer volúmen de la Revista que lleva el nombre del establecimiento, porque pareceria estraña la ausencia en él de todo dato relativo á los anales del mismo. En los tomos siguientes, continuaremos consignando los demas; y á favor de ellos y de los que ahora insertamos, ofreceremos, oportunamente, una cronología de los directores que ha tenido esta Biblioteca, desde su ereccion, con las noticias biográficas que alcancemos, correspondientes á cada uno. Respecto del pensamiento de establecer una biblioteca pública en Buenos Aires, se vé, por uno de los documentos que ahora damos á luz, que estaba para realizarse cuando Beresford ocupó esta capital en 1806. Pero, por otro de esos documentos, consta que diez ómas años antes, el ilustre prelado de esta diócesis don Manuel Azamor y Ramirez, que falleció en 1796, habia legado sus libros para una biblioteca pública en esta ciudad. Resulta, pues, por los documentos que hasta el presente conocemos, que el Señor Azamor y Ramirez, concibió el primero y dejó una base real, para la institucion que realizó luego la memorable Junta revolucionaria de 1810, poniéndola bajo la proteccion inmediata de su ilustre secretario doctor don Mariano Moreno. Interesantes detalles encontrará el lector, en los documentos que insertamos á continuacion. AL OBISPO PARA QUE FRANQUEE LOS LIBROS QUE AUN SE CONSERVAN DEL SEÑOR OBISPO DON MANUEL AzaMOR. Habiendo dispuesto esta Junta la formacion de una Biblioteca Pública, espera que V. S. de acuerdo con el V. Dean y Cabildo franqueen los libros, que, aún se conservan del finado Iltmo. señor don Manuel Azamor y Ramirez; pues habiendo sido estos destinados por dicho señor Iltmo. para una Biblioteca Pública, se guarda el fin principal de su disposicion, y se provee al beneficio público, que debe resultar de este establecimiento. Setiembre 7 de 1819. (Documento del Archivo General de Buenos Aires) AL SEÑOR RECTOR DON LUIS CHORROARIN, PARA QUE INCORPORE LOS LIBROS DEL COLEGIO DE SAN CARLOS, EN LA BIBLIOTECA QUE SE VA Á ESTABLECER. Habiéndose dispuesto por esta Junta la formacion de una Biblioteca pública, ha resuelto se incorporen en ella los libros del Colegio de San Carlos; lo que participa á Vd. esperando de su notorio zelo por el bien público, contribuirá por su parte á que tenga su debido efecto esta resolucion estando advertido que el Secretario doctor don Mariano Moreno está nombrado por la Junta, protector de dicha Biblioteca, con facultades competentes para entender en todos los incidentes de ella, siendo los bibliotecarios el doctor don Saturnino Segurola y el R. P. Fray Cayetano Rodriguez. Setiembre 7 de 1810. Documento del Archivo General de Buenos Aires CONTESTACION DEL COLEGIO DE SAN CARLOS AL PRESIDENTE DE LA JUNTA GUBERNATIVA Exmo. Señor: Por oficio de V. E. de 7 del corriente, quedo instruido de la disposicion que ha dado la Exma. Junta para la formacion de una Biblioteca pública, y para que á ella se agreguen los libros del Colegio de San Carlos, y de ser nombrado protector de la Biblioteca el señor Secretario doctor |