1828-1918Talleres tip. "Cuesta,", 1918 |
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... instante comeremos ... Las cinco eran cuando nos sentábamos a la mesa . -Señores - dijo el anfitrión al vernos titubear en nuestras res- pectivas colocaciones- , exijo la mayor franqueza ; en mi casa no se usan cumplimientos ... ¡ Ah ...
... instante comeremos ... Las cinco eran cuando nos sentábamos a la mesa . -Señores - dijo el anfitrión al vernos titubear en nuestras res- pectivas colocaciones- , exijo la mayor franqueza ; en mi casa no se usan cumplimientos ... ¡ Ah ...
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... instante llevarlo , o no , a efecto , pues es más justo atribuir aquella proclama a la perplejidad y turbación propias de aquellos días , que al premeditado pensa- miento de engañar bajamente a los pueblos de Madrid y Aranjuez ...
... instante llevarlo , o no , a efecto , pues es más justo atribuir aquella proclama a la perplejidad y turbación propias de aquellos días , que al premeditado pensa- miento de engañar bajamente a los pueblos de Madrid y Aranjuez ...
Página 39
... instante un trompeta , apostado al intento , tocó a caballo , y la tropa corrió a los diversos puntos por donde el viaje podía emprenderse . Entonces , y levantándose terrible estré- pito , gran número de paisanos , otros transformados ...
... instante un trompeta , apostado al intento , tocó a caballo , y la tropa corrió a los diversos puntos por donde el viaje podía emprenderse . Entonces , y levantándose terrible estré- pito , gran número de paisanos , otros transformados ...
Página 41
... instante gritó a las armas , no usó de unas pistolas que consigo traía : fuera cobardía , o más bien desmayo con el largo padecer . Sabedor el pueblo de que se le había encontrado , se agolpó hacia su casa , y hubiera allí perecido , si ...
... instante gritó a las armas , no usó de unas pistolas que consigo traía : fuera cobardía , o más bien desmayo con el largo padecer . Sabedor el pueblo de que se le había encontrado , se agolpó hacia su casa , y hubiera allí perecido , si ...
Página 44
... instante cortó los tirantes de las mulas y descompuso y estropeó el coche . El Rey Carlos y la Reina María Luisa , sobrecogidos con las nue- vas demostraciones del furor popular , temieron peligrase la vida de su desgraciado amigo . El ...
... instante cortó los tirantes de las mulas y descompuso y estropeó el coche . El Rey Carlos y la Reina María Luisa , sobrecogidos con las nue- vas demostraciones del furor popular , temieron peligrase la vida de su desgraciado amigo . El ...
Términos y frases comunes
Acla agua alegría alma amigo Apolinar Aranjuez Balboa balcón brazo buen cabeza calle calle de Alcalá campamento Capitán carta Chiapes Chisco cielo Clemente Díaz coge corazón correr criado CRIS Crispín cuerpo Currita cuyo Darién decir dejó delante días dice digo dijo enemigo entonces España españoles espingardas estaba falta fondo franceses gente gloria gusto hablar hijos hora hubiera instante Jacobo lancha Lannes LEAN Lebrato llama llegar llevaba Madrid mandó mano Manuel Manuel Godoy Marqués masones medio Menéndez y Pelayo merced mirando misterio Mocejón momento moros Muergo muerte mugier mujer mundo nadie Nerón noche ojos oxígeno padre parece paso Pedrarias Pepazos pobre poco podía poeta Príncipe Príncipe de Asturias pronto pueblo puerta quiso Sabadell saber salir sitio sitio de Zaragoza soldado tenía tierra tiña tío Cerote tío Frasquito tío Tremontorio toos Tuerto usté Vasco Núñez veces venido viejo vista vivir volvió
Pasajes populares
Página 11 - Esto me consoló algún tanto, y fue preciso ceder; un día malo, dije para mí, cualquiera lo pasa; en este mundo, para conservar amigos es preciso tener el valor de aguantar sus obsequios. — No faltarás, si no quieres que riñamos. — No faltaré — dije con voz exánime y ánimo decaído, como el zorro que se revuelve inútilmente dentro de la trampa donde se ha dejado coger. — Pues hasta mañana, mi Bachiller — ; y me dio un torniscón por despedida.
Página 17 - Es preciso. — Tiene usted que decir algo, claman todos. —Désele pie forzado, que diga una copla a cada uno. —Yo le daré el pie: A don Braulio en este día. < — Señores, ¡por Dios! —No hay remedio. —En mi vida he improvisado. —No se haga usted el chiquito. —Me marcharé. — Cerrar la puerta. — No se sale de aquí sin decir algo." Y digo versos por fin, y vomito disparates, y los celebran, y crece la bulla y el humo y el infierno.
Página 13 - ... relaciones, no se ofenderán si te prefiero; quítate el frac, no sea que le manches. — ¿Qué tengo de manchar? le respondí, mordiéndome los labios. — No importa, te daré una chaqueta mía; siento que no haya para todos. — No hay necesidad. — ¡Oh! sí, sí, ¡mi chaqueta! Toma, mírala : un poco ancha te vendrá. — Pero, Braulio . — No hay remedio, no te andes con etiquetas; » y en esto me quita él mismo el frac, velis, nolis...
Página 15 - Una no puede estar en todo. — ¡ Oh, está excelente, exclamábamos todos, dejándonoslo en el plato, excelente! — Este pescado está pasado. — Pues en el despacho de la diligencia del fresco dijeron que acababa de llegar; | el criado es tan bruto! — ¿De dónde se ha traído este vino? — En eso no tienes razón, porque es... — Es malísimo.
Página 214 - Hoy presenciamos el lento suicidio de un pueblo que, engañado mil veces por gárrulos sofistas, empobrecido, mermado y desolado, emplea en destrozarse las pocas fuerzas que le restan...
Página 17 - Vístome y vuelvo a olvidar tan funesto día entre el corto número de gentes que piensan, que viven sujetas al provechoso yugo de una buena educación libre y desembarazada, y que fingen acaso estimarse y respetarse mutuamente para no incomodarse, al paso que las otras hacen ostentación de incomodarse, y se ofenden y se maltratan, queriéndose y estimándose tal vez verdaderamente.
Página 12 - ... su cabeza, y que cuando se hallan en sociedad, por desgracia, sin un socorrido bastón, darían cualquier cosa por no tener manos ni brazos, porque en realidad no saben dónde ponerlos ni qué cosa se puede hacer . con los brazos en una sociedad.
Página 16 - ¡Por San Pedro!», exclama dando una voz Braulio, difundida ya sobre sus facciones una palidez mortal, al paso que brota fuego el rostro de su esposa. «Pero sigamos, señores, no ha sido nada», añade volviendo en sí.
Página 14 - Sucedió a la sopa un cocido surtido de todas las sabrosas impertinencias de este engorrosísimo, aunque buen plato; cruza por aquí la carne; por allá la verdura; acá los garbanzos; allá el jamón; la gallina por derecha; por medio el tocino; por izquierda los embuchados de Extremadura.
Página 44 - ... vida privada, he determinado, después de la más seria deliberación, abdicar mi corona en mi heredero y mi muy caro hijo el Príncipe de Asturias. Por tanto es mi real voluntad que sea reconocido y obedecido como rey y señor natural de todos mis reinos y dominios.