Imágenes de páginas
PDF
EPUB

1

á sus sentidos réprobos, para quitar el torcedor de sus conciencias y de sus almas, algunos príncipes y pueblos clamaron arrojemos de nosotros el yugo del evange lio (1), no nos sometamos á sus leyes, persigamos el ministerio de sus sacerdotes, acábese ya este ascendiente, que sobre príncipes y sobre vasallos, sobre pueblos y naciones ha ejercido la religion cristiana. ¡Qué alarma tan terrible!

Esta voz de guerra general contra Jesus y contra su religion se oyó la vez primera de los judíos. Los emperadores romanos Neron, Maximino, Domiciano, Maxencio la repitieron en Roma, en Alejandría, en Constantinopla, en todo su imperio, y millones de cristianos murieron al filo de la espada. Sucesivamente se ha oido de siglo en siglo, y á su eco ha tenido que huir á otros paises la religion cristiana, dejando envueltos en guerras, y en horrores los pueblos y provincias que la agraviaban. A mediados del siglo último volvieron á resonar con mas estrépito en el centro de la Europa: rompamos los vínculos de la religion Cristiana, y arrojemos lejos de nosotros su yugo. ¡Ah!......

y

Dios y el hombre, el cielo y la tierra, los muertos los vivos, los ángeles y los demonios dieron el testimonio mas auténtico de la divinidad de Cristo y de su religion. Jesucristo llevó tras sí todas las cosas luego que murió por el hombre en la cruz (2). Los sabios y los ignorantes, los pueblos y los soberanos, las naciones todas del mundo se postraron ante la cruz de un Dios Redentor, y adoraron su religion. Mas de cuarenta siglos que precedieron á Jesus, y diez y nueve que han corrido despues se reunen para decir á los que viven en éste, que el evangelio y su moral, que la fe y la religion del cristianismo es la sola que santifica al hombre, fija sus esperan

(1) Projiciamus à nobis jugum ipsorum.

(2) Si exaltatus fuero à terra omnia traham ad me ipsum. Joan. Evang. cap. 12. v. 32.

zas, le asegura su último y feliz destino, diviniza su naturaleza, y la hace la mas feliz. ¿Por qué los pueblos y los reyes declaran en nuestros dias la guerra mas cruel á esta religion y á la Iglesia que la predica (1)?

José II en Austria, el gran duque Leopoldo en Toscana, Luis XV y XVI en Francia, Fernando IV en Nápoles, los ministros de Cárlos III y IV en España, los de José I en Portugal se unen sin conocerlo, ,y todos se convienen unos mas, otros menos en declamar contra los usos de la Iglesia, y proceder á suprimir obispados, á perseguir los institutos regulares y monásticos, á arrojarlos de sus dominios, á enriquecerse de los bienes del santuario, y lo que es mas á poner leyes á la Iglesia sobre el culto, á regular su economia interior, y suje. tarla á sus pragmáticas y á sus juicios.

Los pueblos siguen el egemplo de sus príncipes. El hombre propende siempre á imitar á quien respeta y admira. Si ve que el soberano á quien observa, mira con desprecio la virtud, ésta no conservará siempre en su pecho el ascendiente primitivo. El criminal ha formado siempre la apología de sus delitos por la conducta de los que le mandan y le juzgan. ¿Se necesitaba mas en la Europa que los egemplos de Federico, de José y de Leopoldo, para armar los pueblos contra la Iglesia, tomar parte en sus proyectos, y convenir en romper los vínculos del cristianismo y arrojar su yugo (2)?

De la existencia de un plan general en la Europa contra la Iglesia de Jesucristo desde mediados del siglo último ya no hai un hombre que lo dude. La correspondencia de Volter con Federico impresa en Berlin, las cartas de uno y otro á D'Alembert, los escritos de Rousseau, la Enciclopedia misma impresa en tiempo de Luis XV, miles de testimonios citados por Barruel y Hervás ponen fuera de toda duda la conspiracion que se preparaba con

[blocks in formation]

tra la religion de Jesucristo. El fracmasonismo minaba los tronos, ínterin el jansenismo atacaba al papa, á los obispos, á la fe, y á la Iglesia. Los príncipes sin conocer su propio peligro se pusieron en manos de los filósofos éstos autorizados por su poder comenzaron á realizar la parte del plan comun que miraba á la religion, y cuando llegó ya el momento de tener la fuerza en sus manos, se conjuraron contra la Iglesia y contra los príncipes que les dieron su proteccion y autoridad.

1

Pio VI conoció el peligro que amenazaba á la religion y á los tronos: apenas sube al gobierno de la Igle. sia, se pone en camino para Viena, é intenta abrir los ojos al emperador. Este parecia un nuevo Enrique de Inglaterra regulaba la disciplina, suprimia conventos, apoderándose de sus riquezas, y decidiendo en materias identificadas con la fe.

Al acercarse á aquella corte el pontífice, Eivel publicó un libelo contra su autoridad preguntando. ¿Qué es el papa? En él se le infamó con la mayor impiedad, y aun con heregia. Poco adelanta Pio VI con su visita. En la habitacion de Maria Teresa estaba espiado en todas sus acciones. No se le permitió tratar con los obispos de aquellas Iglesias. La filosofia tenia ganado su gabinete. El conde de Kaunitz filósofo regía el corazon del monarca, le fortificaba contra Pio VI, y le hacia emular el gobierno de su ribal Federico. Con tales egemplos ¿qué barrera podia oponer el celo de los obispos á la impiedad?

La Alemania toda ardia en partidos contra la religion cristiana. El emperador parece no tenia que gobernar sino las Iglesias de sus dominios. El rei de Prusia le lla maba mi hermano el sacristan, porque no hacia mas que poner leyes á los curas y obispos, á los religiosos y monjas, y aun fijar el culto y los ritos. Los arzobispos de Tréveris, Maguncia y Colonia eran casi del mismo sentir que el emperador. M. de Honthein obispo de Misriophita bajo el nombre de Febronio atacó á la Iglesia, no reconociendo en ella sino el gobierno de una república. Las uni

versidades de Pavia y Lobaina (1), enseñaban ya hacia tiempo un nuevo derecho eclesiástico. La enseñanza pública se corrompió bajo el imperio de José II. Todo indicaba una guerra sostenida contra la Iglesia en toda la Alemania.

Si asi se portaba un emperador católico, ¿qué harian los príncipes de sus dominios que se jactaban de la heregia? El Langrave de Esse Casel, el duque de Brunswic, el príncipe de Witemberg, todos los príncipes de Alemania comandados por su soberano se unieron contra la Iglesia de Jesucristo. En Inglostad se puso públicamente en el año de 76 la escuela del iluminismo. Weishaupt estaba al frente de la lógia. Zuuach la fundó en Munich, en 75 Fernando de Brunsvick se declaró gran maestro de los iluminados, esto es, de los que no tienen rei, ni religion.

En 76 se tuvo una asamblea general en Wilhemsbad: á ella acudieron los iluminados de toda Europa. Cinco soberanos abrazaron públicamente la secta, y entraron á componer la liga contra el altar y el trono: ¿quién habia de pensarlo? El hannoveriano Kinigge tomó á su cargo estender la conspiracion por el norte de Alemania, al tiempo que Weisphaut la sostenia en su mediodia. En poco tiempo habia ya treinta y cinco lógias públicas en las principales ciudades de Alemania. De aqui pasó el contagio á la Italia. En el centro mismo de la Iglesia sé colocaron sus mayores enemigos. La irreligion batia las casas, y á banderas desplegadas los impios iban á asaltar los muros de la iglesia romana.

Leopoldo, gran duque de Toscana, sigue los mismos. egemplos que su hermano; ayudado de un obispo pasa á reformar las iglesias de sus dominios. No contento con echarse sobre los bienes de los templos, con disminuir eclesiásticos, con arrojar de sus dominios al nuncio del

[ocr errors]

(1) Me han engañado decia José II poco antes de morir, me han engañado los que me adulaban y empeñaban en poner las nuevas doctrinas jansenísticas en la universidad de Lobaina,, Hervas revoluc. de Franc. Tom. 1. pag. 162.

papa, é impedir todo recurso á Roma, pasa á meterse en el dogma, á fijar límites á la potestad eclesiástica, á decidir en su disciplina, á fijar el número de altares, arreglar los catecismos, á dirigir en un todo el culto divino y ceremonias, á mandar á los obispos, qué libros debian darse á los fieles..... El 7 de enero del año de 80 publica una órden sobre el gobierno eclesiástico, en que él lo dispone todo. En 23 de abril de 87 congrega á diez y siete prelados bajo la direccion del obispo de Pistoya en la ciudad de Florencia, cuyos primeros trabajos son reformar el misal y breviario, y disponer los materiales para un concilio nacional, en que se reformaria todo á gusto de Scipion Rici, jansenista.

El vicario de Jesucristo sale á defender el rebaño dė la Iglesia, acometido por la autoridad del príncipe y por un obispo seducido. Proscribe el sínodo de Pistoya, con dena sus decisiones por heréticas, falsas,impias, subversivas de todo órden..... El mal estaba ya hecho: la voz del supremo pastor apenas se oía: el rebaño se habia dividido: los escándalos siguen, y aun se multiplican. El pueblo quema da silla y palacio de tal obispo, pero Leopol do, puesto bajo su direccion, los castiga. ¿Quién podrá oponerse á la debastacion, al torrente impetuoso de la impiedad? Ah....

[ocr errors]

Nápoles entró tambien en la coalicion de los reyes y príncipes de la tierra para reformar el reino de Jesucristo, la Iglesia santa. Fernando IV, puesto de edad de ocho años bajo la direccion del presidente de la regencia Taq nucci, fue el instrumento de sus venganzas contra Roma, por haber el papa condenado la obra que dió al público en Pisa contra las inmunidades eclesiásticas. No pasaba año sin que el ministerio de Nápoles se señalase contra el sumo pontifice. En el año de 68 ocupó militare mente el ducado de Beneventol En 69 prohibió á los monasterios hacer nuevas adquisiciones: privó al nuncio de una gran parte de sus derechos, suprimió la renta anual que daba á la Iglesia de san Pedro en Roma; y

« AnteriorContinuar »