Imágenes de páginas
PDF
EPUB

Tributos de

los judíos.

ciones de que era víctima, á los reyes y á las iglesias CAPÍTULO II. con cuantiosos impuestos, yendo tan adelante la tiranía que los cristianos llegaron á ejercer sobre ellos, que les obligaron á satisfacer un tributo personal sobre los que ya pechaban, por vivir en las ciudades y demas poblaciones de los reinos de Castilla. Este tributo era concedido no pocas veces á los magnates en pago de alguna accion señalada ó en trueque de algunos privilegios y pensiones que gozaban sobre las rentas de la corona. Así sucedia á menudo que los poseedores de semejantes impuestos maltrataban á los judíos para obtener mas pingües resultados, aumentándose de esta manera la opresion en que yacian, y haciéndose mas amarga su suerte. Organizábase, no obstante, aquel pueblo el mismo efecto de su condicion, y aunque por arrojado, digámoslo así, del mundo, vivia para el trabajo y se afanaba por conquistar algunos títulos de gloria que oponer á la saña de sus señores. Desde los años de 948, habian pasado á la famosa córte de los Abd-er-Rhamanes desde las ciudades de Persia multitud de rabinos, cuya ciencia profunda habia sido justa admiracion de los cultos árabes. Córdoba

acac

5 En épocas posteriores á la que nos vamos refiriendo, cieron no pocos hechos de este género. El rey D. Alonso, el sábio, cuyo nombre es célebre por mas de un título glorioso, hizo merced en 1234 á Juan Ponce y á Ponce Perez de mil maravedises alfonsies sobre la juderia de Toledo, en cambio de otro heredamiento. La cédula real de esta concesion está fechada en Murcia á 12 de julio del año referido. (Véanse los Anales de Sevilla de don Diego de Zúñiga). Tambien solian concederse, por via de privilegios, esta clase de rentas á las Orde

nes militares. En la Crónica de
la de Alcántara, escrita por frey
Alonso Torres, se encuentran estas
líneas, entre los privilegios de que
aquella caballeria gozaba: «Que los
judios ó moros que pasen por las
Brozas, no siendo naturales de la
Orden, paguen dos maravedis y
doce cualquiera muger pública que
venga á vivir de asiento: un mar-
co de plata la viuda que se vuelva á
casar antes de un año y un dia de
la muerte de su marido por la
aljama de los judios ciento veinte
maravedis y cincuenta los moros
de veinte años que viven en su
ley. (Edicion de Madrid 1786.)

ENSAYO 4.

vió reproducidas en su seno aquellas celebradas academias, y Toledo tuvo tambien la honra de ofrecer hospitalidad á algunos de aquellos doctos viageros. De este modo los hebreos, emulando hasta cierto punto la sed de gloria y el amor á las ciencias que abrigaba el pueblo de Mahoma, contribuian por su parte á inocularle en el cristiano; bien que este se curase poco de semejantes tareas, entregado exclusivamente al arte de la guerra.

El imperio castellano, cuyos cimientos se habian echado tan difícilmente, adquiria sin cesar nuevas fuerzas. A los triunfos de D. Alonso VI habian seguido otras muchas victorias y conquistas importanTriunfos de las tes, haciendo dueños á los cristianos de feraces y dilatadas provincias. La batalla de las Navas de Tocirstianas. losa vino finalmente á fijar la suerte del cristianismo;

armas

decidiendo de la libertad de España y convenciendo á los sarracenos de que habia pasado ya el tiempo de las conquistas prodigiosas. El siglo XIII, que en todas partes se anunciaba como la época de la restaurácion, como la aurora del hermoso dia que iba á brillar para las modernas sociedades, pareció ser para la península ibérica nuncio de próxima bienandanza. En 1212 derrotaba Alonso VIII, ayudado de los reyes de Aragon y de Navarra, al terrible

6 No creemos fuera de propósito el trasladar aqui lo que enenta Mariana en el libro XI. cap. XXIII, que aconteció en Toledo al reunirse los ejercitos de estos reyes: «Levantóse, dice, un alboroto de los soldados y pueblos en aquella ciudad, contra los judios. Todos pensaban hacer servicio á Dios en maltratallos. Estaba la ciudad para ensangrentarse y corrieran gran peligro, sino resistieran los nobles á la canalla y ampararan con las armas y autoridad

aquella miserable gente.» Contra un pueblo que creia hacer á Dios un servicio, asesinando judios, no era posible legislacion de ninguna especie sobre este punto. Verdad es que pudieron teuer bastante influencia en esta manifestacion de los cristianos los amores que el rey don Alonso tuvo con una judía de aquella ciudad, llamada Rachel, en odio de la cual hasta llegaron á tomar los nobles las armas contra su rey, asesinando á su combleza; pero no puede, sim embargo, me

Muradal.

Baeza.

Córdoba,
Valencia

caudillo de los musulmanes en las gargantas de Mu- CAPITULO . radal; en 1224 inauguraba Fernando III la conquista de Andalucia con la toma de Baeza y la rendicion de todas las poblaciones de aquel pequeño reino; en 1230 ganaba D. Jaime I de Aragon la isla de Mallorca; la ciudad de Córdoba, la patria y silla de los califas españoles sucumbia en 1236, y dos años despues tenia igual suerte Valencia: en 1248 caia bajo y Sevilla. el poder de los reyes de Castilla la capital de Andalucia con todas sus tierras y fortalezas, y el reino de Murcia se ponia casi al mismo tiempo en manos de D. Alonso X. Aun no habia llegado el siglo XIII á la mitad de su carrera y ya aparecia como probable y hacedero el triunfo completo del cristianismo, abrigándose la esperanza de derrocar muy en breve el poderío de los musulmanes.

La perspectiva que presentó entonces la nacion española, no podia ser mas halagüeña: á los triunfos de las armas unia la causa de la civilizacion otras victorias no menos insignes. El rey D. Alonso, apartándose algun tanto de las creencias y preocupaciones de sus antepasados, dotado de un claro talento y de un amor sin límites por las ciencias y las artes; señor en fin de tantos reinos, donde aquellas florecian, no pudo menos de dispensarles una proteccion directa y mas activa tal vez de lo que permitian los tiempos. Para él los hombres dedicados al estudio, lo merecian todo; sin que por esto despreciára, como siniestramente se ha pretendido, á los que aspiraban al lauro de las batallas. En aquella época permanecian aun las ciencias en manos de los árabes

nos de repugnar que para manifestar al soberano de Castilla, respecto á aquel hecho, su desagrado

fuera necesario verter sangre ino-
cente. Esto nos parece mans-
truoso..

Don Alonso, el sábio.

ENSAYO I.


de los hebreos; y el rey sábio, cuya natural be-
nevolencia y templanza, cuyos instintos humanita-
rios habian desterrado de su corazon toda especie
de ódios y rencores, tendió su mano amiga sobre
los hebreos y los árabes que moraban en sus domi-
nios, é intentando mejorar la condicion de entram-
bos pueblos, especialmente del primero, puso en
práctica cuantos medios estaban á su alcance para
conseguirlo.

Aun no habia fallecido San Fernando, y ya al
hacer el repartimiento de Sevilla, daba su hijo se-
ñaladas pruebas de su benevolencia hácia aquella
raza proscrita. Concedióles para que morasen todo
el terreno que ocupan ahora las parroquias de San
Bartolomé, Santa Maria la Blanca y Santa Cruz,
llegando hasta el convento de Madre de Dios; y dió-
les
para que celebrasen sus ceremonias religiosas
tres sinagogas de las mezquitas que los moros ha-
bian levantado en aquella ciudad, durante el tiempo
de su dominacion, separando á esta judería de la
restante poblacion una muralla, que se extendia
desde el Alcázar hasta la puerta de Carmona', de
la cual se conservan todavía algunos vestigios, jun-
to al convento referido y en las inmediaciones del
arco llamado de Toqueros. Y no se contentó la li-
beralidad del rey don Alonso con estas mercedes:
quiso tambien dar heredamiento á muchos judíos,
así de los que habian morado en Sevilla bajo el do-
minio sarraceno, como de los advenedizos á la fama
de la opulencia de aquella gran población; y agra-
decidos los hebreos á tan benéficas y humanitarias

7 Vera y Rosales en su Discurso histórico de la imágen de Nues

tra Señora de la Iniesta Lib. 11. cap. I.

señales, manifestaron al rey su reconocimiento regalándole una llave de labor primorosa, la cual se conserva en la Catedral de Sevilla, con la siguiente inscripcion en sus guardas: DIOS ABRIRA, REY ENTRARA, viéndose al rededor del ojo otra leyenda hebrea, que contiene el mismo sentido. ' Pero aunque don Alonso trató de mejorar en cuanto estaba

8 Asi lo siente Alonso de Morgado en su Historia de Sevilla; si bien Argote de Molina juzga que fué entregada á San Fernando, y otros autores creen que es la misma que Axataf puso en manos del citado rey. Esto está probado ser falso: el parecer de Argote, que es de no poco peso para nosotros, tampo- ' co aparece enteramente justificado.

9 Esta llave y la verdadera que entregó Axataf han sido grabadas en los Anales de Sevilla de Zúñiga, tom. 1, fol. 47, y en la obra que dió á luz Daniel Papebrochio en Amberes el año de 1684, titulada Acta vitæ S. Ferdinandi, regis Castellæ et Legionis. Esta obra es bastante rara en nuestras bibliotecas. La llave que los hebreos regalaron al rey don Alonso, tiene la siguiente inscripcion :

9

tes, la frase de toda la tierra no
puede en modo alguno tener re-
ferencia á don Alonso, aunque, se
suponga que al recibir la llave,
habia sido ya elegido emperador
de Alemania: la circunstancia de
ser la inscripcion que dejamos
trasladada, parte de la plegaria ma-
tinal de los hebreos, demuestra por
otra parte que los judios de Sevilla
no fueron tan sinceros con don
Alonso, como tal vez hubieran de-
bido.

La inscripcion de la llave que
Axataf entregó al rey don Fernando,
conforme con la verdad histórica,
está concebida en estos términos:

الايام بمنة تمال على الايام

الله

CAPITULO 11.

Llaves

de

Sevilla.

מלך המלכים יפתה מלך כל הארץ יבוא

Cuya traduccion es :

REY DE REYES ABRIRÁ: REY DE TODA

LA TIERRA ENTRARÁ.

Por esta leyenda, que pertenece á una de las plegarias que hacen diariamente los hebreos, se viene en conocimiento de que los judíos, al donar la llave al rey don Alonso, aludieron mas bien á la venida de su Mesias que á la conquista del rey don Fernando, el Santo. Pues aunque el rey don Alonso podia llamarse rey de reyes, por reconocer su feudo y dominio no pocos reyezuelos árabes y algunos inagnates cristianos independien

Que vertido al castellano dice:

DURE POR SIEMPRE (ESTA LLAVE)
POR LA GRACIA DE ALÁ.

O de otra manera:

PERMITA ALÁ QUE DURE ETERNA-
MENTE EL IMPERIO DEL ISLÁM EN
ESTA CIUDAD.

La tradicion que há existido en Sevilla hasta nuestros dias, respecto al sentido de esta inscripcion, viene por tierra con la interpretacion que acabamos de darle, y que le dá tambien el célebre arabista, amigo nuestro don Pascual Gayangos." Sin embargo, no es menos exacta y racional justificando al mismo tiempo la verdad histórica.

« AnteriorContinuar »