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>>mon; y en esta florecieron con singular aplauso INTRODUCCION. >> en España R. Abraham Aben Hezra y su yerno » Aben-Hezra, R. Isahak, Aben-Giad, R. Selemoh » ben Gabirol, R. Abraham Halevi ben David, lla>> mado vulgarmente Areabad, R. Joseph ha-Cohen y » R. Jeudah Aben Thibon. La sesta edad fué de R. » Moseh de Cotsí y R. Mosehbar Nachman, y la séti>> ma de R. Selemohben Aderet y R. Perez ha-Co» hen. A la edad octava dió principio Rab Aser, de »> nacion tudesco que pasó de Alemania á España en » el año del mundo 5060, de Cristo 1300, en que » fué elegido por Rab y principal maestro de toda » España en la ciudad de Toledo, en donde falleció » en el año 5088, de Cristo 1328; y le sucedió en >> la dignidad y magisterio, por aclamacion universal, >> su hijo Rab Jeudah que residió siempre en Tole>> do.... La novena edad fué de R. Isahak Canpanton, >> conocido vulgarmente por el Gaon de Castilla, Este » vivió 103 años y falleció en el de 5223, de Cris>> to 1463. Sus discípulos mas sobresalientes fueron R. >>> Isahak de Leon, R. Abraham Zacut y R. Isahak Abo>> hab: este fué su sucesor en la dignidad de Gaon y » por antonomasia era llamado el Rabbí: salió de Cas>> tilla en el año 1492, en que los reyes católicos don >> Fernando y doña Isabel desterraron de todos sus >> reinos á los judíos y se retiró á Portugal; en donde >> falleció seis meses despues de edad de 60 años. >> Los demas Rabinos célebres que habia en el reino » se esparcieron por diversas partes, R, Joseph Uriel

INTRODUCCION,

esta obra.

»y R. Sem-Tob pasaron á Africa y pusieron sus Ye» sibot ó Academias en la ciudad de Fez: R. Joseph » Pesco colocó la suya en Constantinopla; R. Samuel Serralvo en el Cairo: R. Jacob de Rab en la ciu»dad de Saphet y R. Jehudad Aboab en la villa >> de Alcazarquivir en el Africa. »

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Aunque no se determina perfectamente la duracion de las nueve edades referidas, atendiendo á la época en que se estableció en Córdoba la Academia rabínica y al año de la expulsion de los juMétodo de díos, fácilmente se deduce que comprendieron el espacio de cinco siglos y medio, siendo las siete primeras edades mucho mas cortas que las dos últimas, que abrazaron cerca de doscientos años. Respetando nosotros la expresada division, no solo por ser la mas corriente, sino tambien por el caráctér histórico de que se halla revestida, todavía creemos que para hacer de ellas una aplicacion ventajosa á nuestras tareas, pudieran reducirse á cuatro épocas, mas conocidas generalmente de los españoles y que guardan al propio tiempo mas armonía con los grandes hechos, á que dieron cima nuestros abuelos. La primera época, que abraza desde el establecimiento de las academias rabínicas en Córdoba hasta don Alonso el SABIO, presenta un interés vivo, por aparecer en ella los primeros ensayos que se supone hicieron los judíos en la lengua castellana, ruda é

Desde 948 á 1492, de donde Nomologia). resultan 544 años. (Imanuel Aboab,

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informe, como las costumbres y naciente aun, como la civilizacion española. Abriendo un campo no reducido al estudio, ofrece al propio tiempo buen número de producciones, bien que la mayor parte teológicas y jurídicas. La civilizacion española que arranca principalmente de dos grandes acontecimientos simultáneos, á saber; de la conquista de Toledo, y de la vuelta de los cruzados que habian ido á là tierra Santa, toma en ese periodo un vuelo prodigioso y se muestra ya con caractéres determinados. La lengua es enriquecida notablemente, preparándose para dejar la rusticidad con que habia nacido. La segunda época comienza de la manera mas brillante que podia esperarse para el pueblo hebreo. Don Alonso convoca á los sabios de esta raza, preside sus tareas, y logra con su ayuda llevar a cabo fácilmente las mas colosales empresas. Este periodo, á cuyo exámen pensamos consagrar todas nuestras fuerzas, es indudablemente uno de los mas notables de la civilizacion española y tal vez uno de los peor juzgados, ó mas someramente conocidos. Comprende segun la division que vamos haciendo, hasta el reinado del rey don Pedro. Con la muerte de tan es

6 En unos articulos escritos por D. Pedro José Pidal é insertos en la Revista de Madrid, con el título de Recuerdos de un viage á Toledo, se apunta la opinion de que en aquella famosa ciudad tuvo su cuna el habla castellana: en su plaza de Zocodover el franco y el navarro, el aragones y el castellano, el muzárabe y el moro se juntaron para

celebrar sus contratos y de esta
amalgama de pueblos diferentes que
usaban distintos idiomas, se formó
una lengua ruda é informe que ha-
bia de ser despues la lengua de So-
lís y de Cervantes. Esta opinion nos
parece tanto mas admisible cuan-
to que se halla mas conforme con
los hechos históricos y con la teoría
que de ellos deducimos nosotros.

INTRODUCCION.

INTRODUCCION. clarecido, cuanto calumniado monarca, dá principio la tercera época, que se extiende hasta fines del siglo XV. Esta época de disensiones y de trastornos, de persecuciones y matanzas llamará nuestra atencion particularmente en nuestro ensayo históricopolítico: bajo su aspecto literario no ofrece en verdad un interes de menos monta; pudiendo decirse que á principios del siglo XV desertaron de las banderas rabínicas sus mas robustos defensores, para engrosar las filas de los que se dedicaban en España al cul tivo de las ciencias y de las letras. Extiéndese esta época finalmente, hasta el memorable decreto de expulsion, lanzado por los reyes católicos. Este estudio seria sin embargo incompleto, si no siguiésemos á los judíos en su destierro, para ver como hacian universal un idioma, que despues de trescientos cincuenta y cuatro años, se conserva y usa familiarmente donde quiera que existen descendien, tes de aquellos desventurados proscritos.

Tal es el estudio que nos proponemos hacer de la literatura judáica, no perdiendo de vista el compararla con la propiamente castellana, para obtener de esta manera todas las consecuencias legítimas sobre la marcha progresiva de la civilizacion española; punto á que deben, en nuestra opinion, referirse esta clase de trabajos, si no han de ser enteObras jurídicas. ramente infructuosos. Partiendo de este principio, nuestras observaciones se encaminarán con preferencia al exámen de las obras compuestas en cas

Su Exámen.

tellano, sin que por esto olvidemos dar razon de INTRODUCCION. las producciones escritas en latin, en árabe ú en otra cualquier lengua de las que poseyeron los rabinos. Las relaciones de estos con el pueblo cristiano se estudian y comprenden mas fácil y plenamente, al comparar dos objetos de un mismo género, hijo el uno de la influencia directa del otro: esto que dejamos arriba asentado, resultará infaliblemente de nuestro estudio, aunque no tengamos nosotros la dicha de lograr el acierto. Tan claras son la semejanza y la afinidad entre los términos comparativos; tan luminosas son, en nuestro concepto, las cuestiones que nos proponemos dilucidar, al tratar de la literatura rabínico-española.

Los judíos

bellas artes.

Antes de que entremos de lleno en estas tareas, parécenos bien decir cuatro palabras sobre una materia que se asocia generalmente á la idea de la ilustración de los pueblos. Para determinar, en efecto, el grado de cultura y engrandecimiento á que ha llegado una nacion, se considera siempre como carecieron de infalible barómetro el estado de sus letras y de sus artes. Esto es lógico y natural: esto produce indudablemente las consecuencias que se desean. ¿Pero puede tener aplicacion á la raza judáica en España? No creemos difícil la respuesta, trayendo la cuestion al terreno de las bellas artes, á las cuales necesariamente se alude. Un pueblo que carecia de libertad política, que tenia que recibir las leyes de manos de sus dominadores, los cuales les

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