Estudios históricos, políticos y literarios sobre los judíos de España

Portada
Díaz, 1848 - 655 páginas

Dentro del libro

Páginas seleccionadas

Otras ediciones - Ver todas

Términos y frases comunes

Pasajes populares

Página 124 - ... sean las fuerzas de la muchedumbre alterada, y que el resplandor del nombre real y su grandeza mas consiste en el respeto que se le tiene que en fuerzas ; ni el Rey, si le miramos de cerca, es otra cosa que un hombre con los deleites flaco; sus arreos y la escarlata ¿ de qué...
Página 504 - Y a tus muros derrocados Por la justicia divina, Que no vea en tus pecados La causa de tu ruina? ¿Quién te podrá contemplar, Viendo tu gloria perdida, Que no desee que un mar De llanto sea su vida, Para poderte llorar? ¿Cuál pecado pudo tanto Que no te conoHco agora ? Mas, no advertiendo, me espanto, Que tu fuiste pecadora Y quien te ha juzgado santo.
Página 158 - Demás desto les parecía cosa nueva que seme»jantes pecados se castigasen con pena de muerte, y lo más »grave, que por aquellas pesquisas secretas les quitaban la »libertad de oir y hablar entre sí, por tener en las ciudades, » pueblos y aldeas personas á propósito para dar aviso de lo » que pasaba : cosa que algunos tenían en figura de una ser»vidumbre gravísima y á par de muerte.
Página 158 - ... ser muy saludable, maguer que al principio pareció muy pesada á los naturales. Lo que sobre todo extrañaban...
Página 55 - ... de Dios, que tercera vez fue levantado por Dios en Israel, derramámonos unos á esta tierra y otros á diversas partes, donde están ellos deseando su tierra é nos la nuestra. E nos los de esta tierra fabricamos esta casa con brazo fuerte é poderoso. Aquel...
Página 469 - Alejandría y el Cairo y en otras ciudades de contratación y en Venecia, no compran, ni •venden, ni negocian en otra lengua sino en español. Y yo conocí en Venecia hartos judíos de Salónica que hablaban el castellano (con ser bien mozos) tan bien o mejor que yo».
Página 260 - El orden en todo: que en ellos dispuestos se ven en la tabla, guardando sus puestos, con ocho distintas cuadradas secciones en dos campamentos osados varones. Sus fuertes reales los reyes colocan y á guerra segura sus faces provocan y é veces continuo se ven caminando y firmes animan á veces su bando ; mas en sus contiendas no sacan espadas, pues son lides de ellos lides figuradas.
Página 45 - Castigo del cielo sin duda, merecido por otras causas y por haberse atrevido con lengua desmandada y suelta, confiado en su ingenio y habilidad á reprehender y poner tacha en las obras de la divina Providencia y en la fábrica y compostura del cuerpo humano; tal es la fama y voz del vulgo desde tiempo antiguo continuada de padres a hijos.
Página 503 - Lo esparce el viento, sacudiendo el ala. Hiere las cuerdas la maestra mano Que al cielo imita en vueltas de su esfera, Y en armónico labio el cisne humano Tal vez sigue el compás, tal vez le espera, Y el son, que roba el alma a los oyentes, Uno...
Página 255 - Va este divino poeta coligando el mundo supremo angélico con el celeste y con el elemental inferior, y obligando á todos á loar y glorificar á su omnipotente criador, con artificio maravilloso.

Información bibliográfica