metiós sol esçaño, tanto ovo el pavor. Diag Gonçálvez por la puerta salió, diziendo de la boca: 2290 Tras una viga lagar el manto e el brial "non veré Carrión!" metiós con grant pavor; todo suzio lo sacó. En esto despertó el que en buen ora naçió; vido cercado el escaño de sos buenos varones: "Qués esto, mesnadas, o qué queredes vos?" 2295-"Ya señor ondrado rebata nos dió el león." Mio Çid fincó el cobdo, en pie se levantó, el manto trae al cuello, el león quando lo vío, ante mio Çid la cabeça 2300 Mio Çid don Rodrigo e adeliñó pora' león; premió e el rostro fincó. e liévalo adestrando, 2289 Los infantes, en cualquier peligro, suspiran cobardemente por su Carrión, v. 2322. 2291 brial, véase p. 109. La suciedad de los vestidos del infante fué tema divertido para los refundidores y poetas tardíos; Quevedo le dedicó un romance, según el cual el Cid tiene hartos motivos para decir a su yerno: Ya que Colada no os fizo fágavos colada limpio: echaos, buen conde, en colada. 2295 Ya, 'oh'; rebata, 'sobresalto, susto'. 2298 assí, 'de tal modo, mucho'. 2299 'bajó la cabeza e hincó el hocico'. 2300 'lo cogió por el cuello'. 2301 'lo lleva como de diestro, lo metió en la jaula'. Mio Çid por sos yernos demandó e no los falló; 2305 maguer los están llamando, ninguno non responde. Quando los fallaron, assí vinieron sin color; non vidiestes tal juego commo iva por la cort; mandólo vedar mio Çid el Campeador, Muchos tovieron por enbaídos ifantes de Carrión, 2310 fiera cosa les pesa desto que les cuntió. 113 EL REY BÚCAR DE MARRUECOS ATACA A VALENCIA. Ellos en esto estando, don avien grant pesar, fuerças de Marruecos en el campo de Quarto Valençia vienen çercar; cinquaenta mill tiendas fincadas ha de las cabdales; aqueste era el rey Búcar, sil oviestes contar. 114 Los INFANTES TEMEN LA BATALLA. EL CID LES REPRENDE. 2315 Alegravas el Çid e todos sos varones, 2309 enbaídos, 'avergonzados'. 2310 fiera cosa, 'fieramente, mucho'. 2311 don, 'de lo cual'. 2312 b Sobre el Quarto, v. 1711. 2314 Búcar, p. 29. La frase sil oviestes contar, 'si oísteis de él', es común en la poesía medioeval. Mas, sabed, de cuer les pesa a ifantes de Carrión; ca veyen tantas tiendas de moros de que non avien sabor. Amos hermanos a part salidos son: 2320"Catamos la ganancia e la pérdida no; "ya en esta batalla a entrar abremos nos; "esto es aguisado por non veer Carrión, "bibdas remandrán fijas del Campeador." Oyó la poridad aquel Muño Gustioz, 2325 vino con estas nuevas a mio Çid el Campeador: "Evades vuestros yernos tan osados son, "por entrar en batalla desean Carrión. "Idlos conortar, sí vos vala el Criador, "que sean en paz e non ayan i raçión. 2330 "Nos con vusco la vençremos, e valer nos ha el Criador.” Mio Cid don Rodrigo sonrrisando salió: "Dios vos salve, yernos, ifantes de Carrión, "en braços tenedes mis fijas tan blancas commo el sol! "Yo desseo lides, e vos a Carrión, 2320 'Al casarnos con las hijas del Cid miramos tan sólo la ganancia'; recuérdese los v. 1374 y 1888. 2322 Comp. 2289. 2324 Recuérdese que Muño Gustioz estaba encargado de acompañar y observar a los infantes, v. 2169, 2177. 2326 Evades, 'he aquí', v. 253. 2329 'que se queden en paz y no tomen parte en la batalla'. 2333 Aunque ya hacía más de un año que los infantes se habían casado (v. 2271), el Cid les recuerda sus esposas, porque el caballero estaba excusado de ir a la guerra durante el año de sus bodas, según el fuero de tierra de León y de Carrión, confirmado por la reina D.a Urraca el año 1109. 2335 "en Valençia folgad a todo vuestro sabor, "ca d'aquellos moros yo so sabidor; "arrancar me los trevo con la merced del Criador." 115 MENSAJE DE BÚCAR.-ESPOLONADA DE LOS CRISTIANOS. Ellos en esto fablando, enbió el rey Búcar dezir al Çid que le dexase Valençia e se fuesse en paz; sinón, que le pecharie quanto y avie fecho. El Cid dixo a aquel que troxiera el mensaje: "id dezir a Búcar, a "aquel fi de enemigo, que ante destos tres días le daré 5 "yo lo que él demanda." Otro día mandó el Çid armar todos los suyos e sallió a los moros. Los infantes de Carrión pidiéronle estonces la delantera *; e después que el Çid ovo paradas sus azes, don Ferrando, el uno de los infantes, 10 adelantóse por ir ferir a un moro a que dizian Aladraf. El moro quando lo vio, fue contra él otrossi; e el infante, con el grand miedo que ovo dél, bolvió la rienda e fuxó, que solamente non lo osó esperar. Pero Vermúdez que iva açerca dél, quando aquéllo 15 vio, fue ferir en el moro, e lidió con él e matólo. Desí 2337 * 'me atrevo a vencerlos'. la delantera, esto es, las heridas primeras; comp. 3317. tomó el cavallo del moro, e fue en pos el infante que iva fuyendo e díxole: “don Ferrando, tomad este cavallo e dezid a todos que vos matastes al moro cúyo era, e yo otorgarlo e con vusco." El infante le dixo: "don Pero Vermúdez, mucho "vos gradezco lo que dezides; 2338 "aun vea el ora En una conpaña que vos meresca dos tanto." tornados son amos. 2340 Assi lo otorga don Pero quomo se alaba Ferrando. Plogo a mio Çid e a todos sos vasallos; "Aun si Dios quisiere e el Padre que está en alto, "amos los mios yernos buenos serán en canpo." Esto van diziendo e las yentes se allegando, 2345 en la ueste de los moros los atamores sonando ; 2338 ojalá os lo pueda pagar con creces'; literalmente, vos meresca dos tanto, 'merezca de vos el doble'.-No entendiendo esta frase, el hispanófilo inglés J. H. Frère, cuando estuvo de embajador en Madrid, propuso al marqués de la Romana la corrección que vos merescades tanto. Luego, necesitando Frère comunicar secretamente de parte del Gobierno británico, con Romana, cuando éste servía con los franceses en Dinamarca, le envió a Mr. Robertson; mas, para no comprometer al enviado, le dió por única credencial el verso corregido: Aun vea el hora que vos merezcades tanto, el cual aseguró a Romana que Ro. bertson venía de parte de Frère. 2342 Para Dios e el Padre, comp. v. 300. 2347 Los tambores desconocidos de los cristianos, p. 107. 2348 entre, v. 191. |