Cours gradue de lecturas espagnolesVeuve Thiériot, 1846 - 333 páginas |
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... luego conocie- ron que habian de ser presa de los nuestros . Co- menzaron á pelear , y ante todos el rey Dayalo por la rabia de verse despojado , acudió con algunas com- pañías á ocupar los pasos , y salió á encontrar á los portugueses ...
... luego conocie- ron que habian de ser presa de los nuestros . Co- menzaron á pelear , y ante todos el rey Dayalo por la rabia de verse despojado , acudió con algunas com- pañías á ocupar los pasos , y salió á encontrar á los portugueses ...
Página 22
... luego su gente de armas y nuestra batalla ( 55 ) ; que ya habia tornado á ganar la mano derecha , movieron contra los ene- migos con tanto ímpetu , que súbito comenzaron á dar la vuelta , y apretaron los nuestros de manera , que de ...
... luego su gente de armas y nuestra batalla ( 55 ) ; que ya habia tornado á ganar la mano derecha , movieron contra los ene- migos con tanto ímpetu , que súbito comenzaron á dar la vuelta , y apretaron los nuestros de manera , que de ...
Página 25
... luego vió entrar armada á una multitud impe- tuosa , embarazadas con puñales las mismas ma- nos que antes rogaban con memoriales . Raquel , viendo en la ira de los rostros sus tormentos , quedó turbada , airada ( 66 ) y llorosa , pero ...
... luego vió entrar armada á una multitud impe- tuosa , embarazadas con puñales las mismas ma- nos que antes rogaban con memoriales . Raquel , viendo en la ira de los rostros sus tormentos , quedó turbada , airada ( 66 ) y llorosa , pero ...
Página 61
... luego tras ellas el sol dorando cumbres ( como dijo el otro poeta ) , y rizando montes ( 278 ) . Ni tememos quedar helados por su ausencia , cuando nos hiere al soslayo con sus rayos , ni quedar abrasados cuando con ellos de ... ( 274 ) ...
... luego tras ellas el sol dorando cumbres ( como dijo el otro poeta ) , y rizando montes ( 278 ) . Ni tememos quedar helados por su ausencia , cuando nos hiere al soslayo con sus rayos , ni quedar abrasados cuando con ellos de ... ( 274 ) ...
Página 62
... luego se oyeron por aquí y por allí , por acá y por acullá ( 282 ) , infinitas cornetas y otros instrumentos de guerra , como de muchas tropas de caballería que por el bosque pasaran . La luz del fuego y el son de los bélicos ...
... luego se oyeron por aquí y por allí , por acá y por acullá ( 282 ) , infinitas cornetas y otros instrumentos de guerra , como de muchas tropas de caballería que por el bosque pasaran . La luz del fuego y el son de los bélicos ...
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Términos y frases comunes
Abenamar Abencerrajes Alabez Almoradís armas ASUNTO avoir avutarda bravo buen c'est caballeros caballo carro Castilla chos cielo composé concilio de Trento contento CONTINUATION CONTINUATION DU MÊME criados cuyo d'une damas decia decir demas despues deux Diego digo dijo diphthongue dire dromedario DU MÊME SUJET Dulcinea del Toboso duque EJERCICIO enemigos eran espagnol España estaba estraño être Exemple faire fait fizo français fuese gente Gerion gloria guerra habeis habia hablar hallar hermosa hijo honra hubiera Irene jamas Júpiter L'auteur LECTURE levantó llevaba luego Magüer mandado mano merced mira mona Moncada mots muerte mundo naciones Nápoles ojos Osiris padre parece pasó Pedro personne piés pobre poco podia pot au feu prononcez pueblo puesto qu'il qu'on Quevedo Quijote quiso reino rico salir Sancho Sarracino signifie sortija SUJET tambien tenia toro tout traia tuvo vencer venia verbe verdad vieilli vino vió virtudes viva voyelle Voyez note vuesa
Pasajes populares
Página 59 - Con estas y con otras leyes y estatutos nos conservamos y vivimos alegres; somos señores de los campos, de los sembrados, de las selvas, de los montes, de las fuentes y de los ríos; los montes nos ofrecen leña de balde; los árboles, frutas; las viñas, uvas; las huertas, hortaliza; las fuentes, agua; los ríos, peces, y los vedados, caza; sombra las peñas, aire fresco las quiebras, y casas las cuevas.
Página 30 - ... —Aquel caballero que allí ves de las armas jaldes, que trae en el escudo un león coronado, rendido a los pies de una doncella, es el valeroso Laurcalco, señor de la Puente de Plata. El otro de las armas de las flores...
Página 58 - Al que has de castigar con obras no trates mal con palabras, pues le basta al desdichado la pena del suplicio, sin la añadidura de las malas razones.
Página 57 - Cuando pudiere y debiere tener lugar la equidad, no cargues todo el rigor de la ley al delincuente; que no es mejor la fama del juez riguroso que la del compasivo. Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea con el peso de la dádiva, sino con el de la misericordia.
Página 46 - Siendo, pues, loco, como lo es, y de locura que las más veces toma unas cosas por otras, y juzga lo blanco por negro y lo negro por blanco, como se pareció cuando dijo que los molinos de viento eran gigantes, y las...
Página 255 - Era perita la Mona, Y respondióle: — Muy mal. — Yo creo, replicó el Oso, Que me haces poco favor. ¿Pues qué? mi aire no es garboso? ¿No hago el paso con primor? Estaba el Cerdo presente, Y dijo: — Bravo ¡bien va! Bailarín más excelente No se se ha visto, ni verá.
Página 33 - En estotro escuadrón vienen los que beben las corrientes cristalinas del olivífero Betis; los que tersan y pulen sus rostros con el licor del siempre rico y dorado Tajo...
Página 267 - Cierto, dijo un Ratón en su agujero, No hay prenda mas amable y estupenda Que la fidelidad: por eso quiero Tan de veras al Perro perdiguero.
Página 299 - Mis fábulas leerá ?LA CONTIENDA DE LOS MOSQUITOS Diabólica refriega Dentro de una bodega Se trabó entre infinitos Bebedores Mosquitos. (Pero extraño una cosa : Que el buen Villaviciosa No hiciese en su Mosquea Mención de esta pelea.) Era el caso, que muchos.
Página 161 - Lázaro; la habla ética, la barba grande, que nunca se la cortaba por no gastar, y él decía que era tanto el asco que le daba ver las manos del barbero por su cara, que antes se dejaría matar que tal permitiese; cortábale los cabellos un muchacho de los otros.