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causas de fe, y por el canónico carecer de compañero en ésta judicatura dentro de su diócesis, claro está que disminuiria indirectamente su jurisdiccion quando estableciera un tribunal, cuyo principal régimen se pusiese á cargo de un inquisidor particular autorizado por el papa.

La experiencia de los tiempos posteriores ha demostrado quanto decayeron los obispos en autoridad con la existencia del tribunal de la Inquisicion; y no creo que el arzobispo de Sevilla dexase de preveerlo quando ya pudo saber las varias competencias de jurisdiccion que habian ocurrido entre los obispos y los inquisidores de la corona de Aragon, de las quales constaban algunas en la obra que Fray Nicolás Eimeric, religioso dominico, catalan, é inquisidor general de Aragon, escribió en 1376 con el título de Directorio de inquisidores.

¡ó quanta mayor y mas verdadera gloria del cardenal Mendoza és haber preferido las máximas pacíficas y suaves del evangelio! La instruccion en forma de catecismo, y el encargo de predicar en público, y persuadir en secreto la verdad y firmeza de nuestra santa fe, le hará honor eterno y solido. Si hubiera sido autor de la Inquisicion, como le han atribuido, se le imputaria en tiempos ilustrados como mancha de su fama, lo que jamas sucede al que adopta la mansedumbre evangélica, que tuvieron los apóstoles y obispos de los primeros siglos.

ARTÍCULO II.

Bula para establecer Inquisicion en Castilla. Nombramiento de los primeros inquisidores. Opinion de la reyna sobre el nuevo establecimiento.

Un

n suceso particular, verificado en Sevilla dia de Jueves Santo de 1478, pudo influir mucho en que la reyna catolica cediese por fin á las instancias de los frayles dominicos para pedir al papa la primera bula de Inquisicion que Sixto Quarto expidió á i de Noviembre del mismo año.

Hemos dicho que los reyes salieron de Sevilla en 12 de Octubre: dia 24 estaban ya en Córdoba segun las notas del itinerario puestas por Diego Ortiz de Zúñiga en sus Anales de Sevilla, y hallándose allí paso Fray Alonso de Hojeda á comunicar lo que se habia averiguado en virtud de órden de sus Altezas, sobre la narracion que le tenia hecha en secreto un caballero jóven Sevillano del linage de Guzman, pariente del duque de Medina Sidonia, reducida á que tratando él de amores con una judía, y estando escondido en su casa la noche del Jueves Santo, habia visto reunirse varios judaizantes y pronunciar muchas blasfemias contra nuestro Señor Jesu Cristo y su santa religion. Hecha inquisicion resultaron seis reos, fueron presos, abjuraron su error y se les impuso penitencia correspondiente. (1)

El suceso proporcionó á Fray Alonso renovar la instancia del establecimiento de la Inquisicion. Seguía la corte de los reyes Nicolao Franco, obispo de Tarbiso, nuncio del papa, que presidió en Sevilla dicho año 78 el concilio nacional, cuyas actas están por descubrir. (2) ¿Dexaria de coadyubar al establecimiento de un tribunal pontificio? La Inquisicion aragonesa era una mina de oro para los curiales romanos desde 1232, por la multitud de recursos que proporcionó á la Cancellaria, Dataría, Penitenciaría, y Auditoria del Sacro palacio. ¿No ayudaria el nuncio á duplicar el tesoro? Es necesario desconocer la política observada siempre por los agentes del gobierno pontifical para persuadirse que Nicolao Franco fue por entonces espectador pasivo.

Léjos de eso me lo represénto ponderando á la reyna catolica el honor que le resultaria de manifestar un zelo encendido de la pureza de la religion, y los grandes premios que Dios le preparaba dándole victorias contra los moros como á San Fernando Tercero su progenitor: que las consiguió (diria) por haber perseguido los hereges hasta el extremo de conducir la leña para la hoguera en que habian de morir abrasados (3).

(1) Paramo: de origine officii S. Inquis. lib. 2 tit. 2 cap. 3 dice: que el suceso se verificó el dia de Jueves Santo de 1479; pero los reyes no estaban en Córdoba sino en Extremadura la semana Santa de dicho año, ni volvieron á Cordoba en muchos tiempos. Cre

yo por equivocacion que la bula se habia expedido en 79, y por eso le aplicó la verificacion del suceso.

(2) Véase la disertacion de Don Alexandro Galvez en el tomo 3 de las Memorias de la Academia de Buenas Letras de Sevilla.

¿Y qué? ¿entre los eclesiásticos asistentes al concilio nacional faltarian algunos de la misma opinion? ¿Dexaria el nuncio de poner en movimiento estos resortes? ¿Omitiria decir al cardenal Mendoza lo grato que seria para el papa saber que su señoría reverendísima (4) promovia las ideas de la silla apostolica? Yo no dudo que Nicolao Franco (de quien nadie se acuerda tratando de la Inquisicion) tuvo en ella una parte mucho mayor y mas activa, aunque mas disimulada, que Don Pedro Gonzalez de Mendoza.

Vino en fin la bula con fecha de primero de Noviembre de 1478, interviniendo para sus diligencias Don Francisco Santillan, obispo de Osma, y Don Diego Santillan, comendador mayor de Alcántara, hijos del doctor Rui García de Santillan, consejero del rey Juan Segundo, que se hallaban en Roma con el carácter de embaxadores. En ella concedió Sixto Quarto á los reyes Fernando é Isabel facultad para poder elegir dos o tres arzobispos ú obispos, ú otros varones próbidos y honestos presbíteros seculares ó regulares de mas de quarenta años de edad; de buena vida y conciencia, maestros ó bachilleres en teología, ó doctores o licenciados en cánones rigorosamente exâminados, para que hicieran Inquisicion en qualquiera parte de los reynos y señoríos de los reyes suplicantes; procediesen contra los infectos de heregía y sus fautores y receptadores, y pudiesen castigarlos; á cuyo fin les daba toda la jurisdiccion que solian tener los inquisidores, y los jueces eclesiásticos ordinarios por derecho y costumbre. Autorizaba el papa tambien á los reyes para remover á los inquisidores y nombrar otros en su lugar, y añadió la cláusula de que no pudiera ser esta bula

(3) Don Lucas de Tui : Cronicon Mundi, en la Hisp. illustr. tom. 3.

(4) Este era entonces el tratamiento de los cardenales.

1

revocada sin que se hiciese memoria especial suya en la revocacion (5).

Pero no usaron los reyes de las facultades hasta que hallándose en Medina del Campo dia 27 de Septiembre de 1480, nombraron por inquisidores para la corona de Castilla y Leon á los frayles dominicos Juan de San Martin, y Miguel de Morillo; aquel bachiller presentado en teología, y éste maestro en ella, provincial de Aragon, reservándose la facultad de removerlos de la comision, y dándoles por asesor á Juan Ruiz de Medina, presbítero, doctor en cánones, consejero de Castilla, abad de Medina del Campo, que despues fué obispo de Astorga, Badajoz, Cartagena y Segovia, y embaxador en Roma, y presidente de la chancillería de Valladolid (6).

Esto deshace la equivocacion con que casi todos los escritores han dicho, por falta de papeles, que el primer inquisidor fué Fray Tomas de Torquemada. Su nombramiento se verificó en bula de II de Febrero de 1482, junto con Pedro de Ocaña, Pedro Murillo, Juan de Santo Domingo, Juan del Espíritu Santo, Rodrigo de Segarra, y Bernardo de Santa María, todos frayles dominicos, y Alonso de san Cebrian, general de ellos (7). Asímismo se equivocaron en creer que fué nombrado

(5) En el archivo de Simancas está la bula original: en el del Consejo de la suprema una copia auténtica. Yo tengo el extracto que con su presencia formó año 1709 D. Domingo de la Cantolla, en la obra que por orden del inquisidor general escribió, titulada: Resumen de todos los breves que hay en el archivo del consejo de la Inquisicion. Está dividida en doce títulos, y cada título en tantos números quantos instrumentos extractaba el autor. La bula está resumida en el título 1. n. 57. (6) Cantolla: Resumen de breves tit. 1. nn. 58 y 59= Bernaldez: Hist. de Tom. V. N. 2.

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inquisidor general desde el principio. No tuvo esta dignidad por lo respectivo á la corona de Aragon hasta 17 de Octubre de 1483 en que lo nombró Sixto Quarto; y en quanto á los reynos de Castilla no consta la fecha ni exîste la bula , y solamente sabemos el hecho porque obró como inquisidor mayor de Castilla y Aragon año 1484 quando formó á 27 de Noviembre las primeras constituciones de la Inquisicion en Sevilla, y porque lo aseguró así el papa Inocencio Octavo en la confirmacion del empleo que libró en II de Febrero de 1486 (8).

Varias cosas ocurrieron que me confirman en la opinion de que Doña Isabel no queria el establecimiento de la Inquisicion, y que si por último condescendió, no fué por concepto propio, sino solo por deferencia á los religiosos y demas personas que se lo persuadian.

Lo primero hemos visto que no lo consintió año 1477, recurriendo á los medios suaves de la persuasion propuestos por el cardenal Mendoza, sin que se la pudiese reducir á pedir la bula hasta despues que le hicieron creer la insuficiencia de los sermones y catecismos, en lo qual acaso tuvieron parte los frayles dominicos por salir victoriosos en su empeño.

Lo segundo, tenia la reyna por confesor á Fray Fernando de Talavera, monge geronimo, que despues fué obispo de Avila, y primer arzobispo de Granada, varon santísimo, afecto á los medios suaves del convencimiento, como se vió en el asunto de la conversion de los moros de las Alpujarras, pero no al tribunal de la Inquisicion que por fin le persiguió, muerta la reyna, formando proceso contra él, contra su hermana, contra el dean de Granada su sobrino carnal, y contra otros parientes suyos. Y conformando tanto la reyna en sus ideas con las de Fray Fernando como manifiestan sus respectivas car

presente que el dia 29 de Enero del año undécimo del pontificado de Sixto Quar. to corresponde á 1482. Está la bula en el título 1. n. 1. de dicha compilacion.

(8) Lumbreras: Compilacion de breve

Bulario

Compi

de la Inquisicion, tit. 1. n. 4.
dominicano, tom. 3. pag. 622.
lacion de las instrucciones del santo Oficio,
impresas en Madrid año 1667.

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