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vante de los pasos de sus antecesores, que no se atreva á echar los suyos por otra parte, segun la disposicion presente. No siempre las novedades son peligrosas; á veces conviene introducirlas. No se perfeccionaria el mundo, si no se innovase. Cuanto mas entra en edad, es mas sàbio. Las costumbres mas antigüas fueron en algun tiempo nuevas. Lo que hoy se ejecuta sin ejemplo, se contará despues entre los ejemplos. Lo que seguimos por esperiencia, se empezó sin ella. Tambien nosotros podemos dejar loables novedades que imiten nuestros descendientes. No todo lo que usaron los antiguos es lo mejor, como no lo será á la posteridad todo lo que usamos ahora. Muchos abusos conservamos por ellos, y muchos estilos y costumbres suyas severas, rudas y pesadas se han templado con el tiempo, y reducido á mejor forma.>> (Empresa 29). En esta empresa Saavedra dió tan buenas razones en favor de la innovacion, como siglo y medio despues Bentham, el partidario mas ardiente de las reformas.

CONTRA LA TIRANIA.

SOBRE LOS GOBIERNOS MISTOS.

«Persuade tambien la ambicion desordenada el oprimir la libertad del pueblo, abajar la Nobleza, deshacer los poderosos, y reducirlo todo à la autoridad Real, juzgando que entonces estará mas segura, cuando fuere absoluta, y estuviere mas reducido el pueblo á la servidumbre; engaño con que la lisonja granjea la voluntad de los Príncipes, y los poné en grandes peligros. La modestia es la que conserva los imperios, teniendo el Príncipe tan corregida su ambicion, que mantenga dentro de los límites de la razon la potestad de su dignidad, el grado de la Nobleza y la libertad del pueblo; porque no es durable la Monarquía que no está mezclada y consta de la aristocracia y democràcia. El poder absoluto es tiranía. Quien le procura, procura su ruina. No ha de gobernar el Príncipe como Señor, sino como padre, tutor y admi

nistrador de sus estados. Estos desórdenes de la ambicion los cria el largo uso de la dominacion, que todo lo quiere para sí, en que es menester que los Príncipes se venzan á sí mismos y se rindan á la razon. Mas Reinos derribó la 'soberbia que la espada. Mas Príncipes se perdieron por sí mismos que por otros.

El remedio consiste en el conocimiento propio, entrando el Príncipe dentro de sí mismo, y considerando, que si bien le diferencia el cetro de los súbditos, le esceden muchos en las cualidades del ánimo mas nobles que su grandeza. Que si pudiera valer la razon, habia de mandar el mas perfecto. Que la corona es la posesion menos segura, porque entre la mayor altura y el mas profundo precipicio no se interpone algun espacio, Que pende de la voluntad agena, pues sino le quisiesen obedecer quedaria como los de

(Empresa 41). Asi hablaba un español del siglo XVII dirijiendo su obra al Príncipe de España. Los Reyes no quisieron recibir las lecciones de Saavedra; vinieron las revoluciones, y estas atropellaron imprudentemente tro

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nos y Reyes, y la Inglaterra en 1648 y la Francia en 1792 abolieron el solio y declararon inútil la dignidad Real.

SOBRE LA LIBERTAD.

«La libertad en los hombres es natural, y la obediencia forzosa. Aquella sigue el alvedrio y esta se deja reducir de la razon. Ambas son opuestas y siempre batallan entre sí, de donde nacen las rebeldías y traiciones al Señor natural y como no es posible que se sustenten las Repúblicas, sin que haya quien mande y quien obedezca, cada uno quiere para sí la suprema potestad, y pender de sí mismo; y no pudiendo le parece que consiste su libertad en mudar la forma de gobierno. Este es el peligro de los Reinos y de las Repúblicas, y la causa jeneral de sus caidas, conversiones y mudanzas.» (Empresa 54).

SOBRE LA NECESIDAD DE RENOVARSE EL GOBIERNO POR LAS NACIONES.

PROGRESO.

«En España con gran prudencia estan cons

tituidos diversos Consejos para el gobierno de los Reinos, y Provincias y para las cosas mas importantes de la Monarquía, pero no se debe descuidar en fé de su buena institucion, porque no hay República tan bien establecida que no deshaga el tiempo sus fundamentos, ó los desmorone la malicia y el abuso. Ni basta que esté bien órdenada cada una de sus partes, si alguna vez no se juntan todas para tratar de ellas mismas y del cuerpo universal. Y asi por estas Consideraciones hacen las Relijiones Capítulos provinciales y generales, y la Monarquía de la iglesia concilios, y por las mismas parece conveniente que de diez en diez años se forme en Madrid un Consejo general ó Córtes de dos consejeros de cada uno de los consejos y de dos Diputados de cada una de las Provincias de la Monarquia para tratar de su conservacion, y de la de sus partes, porque sino se renuevan, se envejecen y mueren los Reinos.» (Empresa 55.)

SOBRE LAS VENTAJAS DE LAS REVOLUCIONES

SUCESIVAS.

<«< En las mudanzas de una forma de Repú

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