se dió, vendió ó empeñó por los monarcas; el poder social se dividió, tomó una forma patrimonial, y el órden se sostuvo sobre la errada é injusta base de la fuerza material y de las restricciones intelectuales y morales. Lejos, pues, como se cree por algunos, de que las instituciones políticas y la ciencia deben ser hostiles al gobierno, es su mision fundarle y robustecerle; pero sobre bases opuestas; sobre un sistema sábio de lejislacion y administracion, que no ahogue ningun progreso racional, ni el desarrollo de la párte nóble y moral del hombre, pero fuerte y poderoso contra el crimen y contra todas las pasiones egoistas, mas frecuentes por desgracia que la virtud. Es ya necesario reconocer, que la ciencia de gobierno y su adelanto no es otra cosa, que la ciencia y el adelanto de la administracion y la lejislacion, y que el progreso de ambas solo se debe al trabajo constante de los siglos y de la intelijencia del hombre. La filosofía, pues, de la historia, que ecsamina lo pasado, que señala á este su valor con miras sobre el porvenir, que estudia la marcha de la humanidad bajo todas sus fases, y en todos los esfuerzos que hace por llenar las condiciones de su ecsistencia, se halla en íntima conecsion con las nece yo sidades sociales del mundo actual y debe ser el hábil é infatigable obrero, que reuna las piedras y los materiales necesarios á reconstruir el desmoronado edificio. Por eso la llamé al principio ciencia eminentemente social; por eso repito y concluyo ahora, qué á ella le pertenece en el dia el porvenir y la gloria. Madrid 7 de marzo de 1841. APÉNDICE A LA PRIMERA LECCION. IDEAS PRINCIPALES DE MAQUIAVELO SOBRE LA FFLOSOFÍA DE LA HISTORIA. Los discursos sobre Tito Livio presentan á Maquiavelo, como el primer hombre que consideró la historia filosóficamente, haciéndola servir de enseñanza y organizacion social. Pero es notable sobre todo el pasaje siguiente acerca de esta materia. «E si conosce facilmente per chi considera le cose presente é l'antiche, come in tutte le citta é in tutti i populi sono quelli medissimi desiderij é quelli medesimi umori, é come vi furono sempre. In modo ch' egli è facil cosa á chi esamina con dilijenza le cose passate, prevedere in ogni República le future é farvi quelli rimedj, che de gli antichi sono stati usati, 6 non ne trovando de gli usati, pensarne de nuovi per la similitudine de gli accidenti. Ma perche queste con. siderazioni sono neglette, ó non intese da chi legge, ó se le sono intese, non sono conosciute da chi governa; ne seguita che sempre sono i medessimi scandali in ogni tempori.» P. 66 y 67 tom. 2.o de sus obras completas, edicion de Londres de 1747, IDEAS DE BACON SOBRE LA FILOSOFIA DE LA HISTORIA. En el capítulo IV del libro II de la obra «De dignitate et augmentis scientiarum» despues de dividir la historia civil y de manifestar que era todavía un desideratum una buena historia literaria, dice sobre esta. «Argumentum non aliud est quam ut ex omni memoria repetatur, quæ doctrinæ artes, quibus Mundi ætatibus et regionibus floruerint. Earum antiquitates, progressus, etiam peragrationes per diversas orbis partes (migrant euim scientiæ non secus ac populi) rursus declinationes, obliviones, instaurationes commemorentur. Observetur simul per singulas artes inventionis ocassio et origo, tradendi mos et disciplina, colendi et exercendi ratio et instituta. Adjiciantur etiam sectæ et controversiæ maxime celebres, quæ homines doclos tenuerunt, calumniæ quibus patuerint, laudes et honores quibus decoratæ sunt. Notentur auctores præcipui, libri præstantiores, scholæ, sucessiones, academiæ, societates, collegia, ordines, denique omnia quæ ad statum litterarum spectant. Ante omnia autem id agi volumus (quod civilis historia decus est et quasi anima) ut cum eventis causæ copulentur ; videlicet ut memorentur naturæ regionum ac populorum, indolesque apta et habilis, ant inepta et inhabilis ad disciplinas diversas, accidentia temporum, quæ scientiis adversa fuerint, aut propitia, cœli et mixturæ religionum, malitiæ et favores legum, virtutes denique insignes et efficacia quorumdan virorum erga litteras promovendas et similia, At hæc omnia ita tractari præcipimus, ut non criticorum more in laude et censura tempus teratur, sed plane histórica res ipsæ narrentur, judicium parcius interponatur. De modo autem hujusmodi historiæ conficiendæ, illud in primis monemus, ut materia et |