Florilegio espanol, Volúmenes1-2Librería de Hernando, 1885 - 290 páginas |
Otras ediciones - Ver todas
Términos y frases comunes
Alfonso alma Alvar Fáñez amor antiguos aquesta árabe Arcipreste de Hita arte asonantes autor baños bella brújula buen Campeador canto castellano Cid Campeador ciego cielo ción commo composición compuso conde coplas corazón costumbres Criador cuyo dice dinero docto doña entelles escribió espada España español estrofa Europa fablar famoso Fernán González fiero flores fuerza Gimnástica gloria Gonzalo de Berceo grant griegos guerra halla hijo hipérbaton idea idioma infantes de Carrión ingenio invención latino León literario llama lleva Lope Lope de Vega luego Madrid maestro mandó mano mejor mérito moros muerte mundo murió Myo Çid nació Nápoles Nicasio Gallego Niepce ninfa nombre notable obras octava ojos padre palabra paso pecho pensamiento poema poesía poeta poética primero prosa pueblo quiero romanos sabio Santa sátira sennor Sevilla siglo siglo XIV siglo XVI sordo-mudos suele telégrafo tierras de Carrión triste verso viento vivo
Pasajes populares
Página 191 - El aire el huerto orea, y ofrece mil olores al sentido, los árboles menea con un manso ruido, que del oro y del cetro pone olvido.
Página 130 - SALINAS EL aire se serena y viste de hermosura y luz no -usada. Salinas, cuando suena la música extremada por vuestra sabia mano gobernada.
Página 191 - Vivir quiero conmigo, gozar quiero del bien que debo al cielo, a solas, sin testigo, libre de amor, de celo, de odio, de esperanza, de recelo.
Página 295 - Poderoso caballero es don Dinero Madre, yo al oro me humillo: él es mi amante y mi amado, pues de puro enamorado, de contino anda amarillo; que pues, doblón o sencillo, hace todo cuanto quiero, poderoso caballero es don Dinero.
Página 462 - Rasga tu seno, oh tierra. Rompe, oh templo, tu velo. Moribundo yace el Criador; mas la maldad aterra, y un grito de furor lanza el profundo. Muere... Gemid, humanos, todos en él pusisteis vuestras manos.
Página 141 - Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte, contemplando cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte tan callando...
Página 244 - Mi alma se ha empleado, Y todo mi caudal en su servicio: Ya no guardo ganado, Ni ya tengo otro oficio; Que ya sólo en amar es mi ejercicio.
Página 330 - Señor que nos envía las espigas del año y la hartura, y la temprana pluvia y la tardía. No imitemos la tierra siempre dura a las aguas del cielo y al arado. Ni la vid cuyo fruto no madura.
Página 246 - Entrádose ha la Esposa en el ameno huerto deseado ya su sabor reposa, el cuello reclinado sobre los dulces brazos del Amado. Debajo del manzano, allí conmigo fuiste desposada, allí te di la mano, y fuiste reparada donde tu madre fuera violada.
Página 242 - Y todos cuantos vagan de ti me van mil gracias refiriendo, y todos más me llagan y déjame muriendo un no sé qué que quedan balbuciendo, Mas, ¿cómo perseveras, oh vida, no viviendo donde vives, y haciendo porque mueras, las flechas que recibes, de lo que del Amado en ti concibes?