Imágenes de páginas
PDF
EPUB

Ante estos hechos ya consumados, caben las siguientes reflexiones. El Perú alegó derechos fundándose en las cláusulas del Tratado de San Ildefonso de 1.o de Octubre de 1777. Según ellas, su límite estaría en la línea EsteOeste, que partiendo del Madera del punto equidistante de su confluencia con el Amazonas y la unión de los ríos Itenes y Mamoré, fuese á parar en la misma latitud, en la orilla izquierda del Yavary, ó sea el mismo paralelo de 6o 41' latitud Sud. Habiendo aceptado Bolivia por límite nuevo el río Abuná y el paralelo 11o, quedaba al Norte un espacio de 4 grados, del que el Brasil se ha posesionado en esta forma: de una mitad desde la época del Coloniaje, habiendo reconocido Bolivia esta posesión por el Tratado de 1867, y de la otra mitad, á consecuencia del pacto de Petrópolis de 1903.

El Brasil ha desconocido la personería del Perú con relación á este territorio y la mayor concesión que le ha hecho es aceptar la discusión sobre la frontera que se aproxima sobre el Ucayali y el Urubamba.

En resumen, el Brasil, continuando con los precedentes internacionales de la época del coloniaje, ha tratado con el Perú sobre la frontera de las Misiones de Maynas, desde las vertientes del Yavary hasta el Yapurá, y con Bolivia sobre las fronteras de Charcas, desde

las mismas vertientes hasta el Madera y, continuando al Sud, hasta el río Paraguay.

Las tres naciones en los pactos diplomáticos concluidos, han reconocido, además, la posesión guardada, conservada y defendida hasta ese momento; habiéndose aceptado esta posesión como base de los tratados de límites. Lo que significa, que en estos documentos el Perú ha confesado y pactado que no ha tenido otras fronteras poseídas que las que se extienden al Norte de las nacientes del río Yavary.

Estos actos diplomáticos son muy recientes y confirman los precedentes históricos, títulos del coloniaje y pactos que invariablemente han regido las relaciones internacionales de España con el Portugal y, desde 1810, las del Perú y Bolivia con el Brasil.

CAPÍTULO SEGUNDO

Soberanía de Bolivia en los territorios de Apolobamba durante la independencia. — Actos de dominio y de administración hasta la fecha.

I

Proclamada la independencia de la República de Bolivia, ésta continuó ejerciendo actos de soberanía en los territorios de Apolobamba hasta las fronteras con el Brasil, pacífica y tranquilamente, sin que nación alguna, mucho menos el Perú, hubiese hecho observación de ningún género, salvo en tiempos muy recientes.

Ya hemos puesto en evidencia que los misioneros de Moquegua intervinieron en Apolobamba, dentro de la jurisdicción del Virreinato de Buenos Aires, sin que su presencia hubiese modificado en modo alguno la jurisdicción vigente en lo espiritual ni en lo temporal. Lo prueban las órdenes que recibieron y la correspondencia que guardaron con las autoridades de aquel Virreinato y de la Audiencia de Charcas.

La disputa por demás ardiente sustentada

con el Ilustrísimo Obispo de La Paz, no tuvo otro móvil que la dirección religiosa de las Misiones. El Diocesano tenía la idea de que interviniendo religiosos de Colegios distintos, se produciría la anarquía y vendría la ruina de las Misiones. De este punto de vista, partía su resolución de proteger á los misioneros de San Antonio de Charcas, excluyendo en lo absoluto á los de Moquegua.

Cuando éstos se retiraron por disposición de la Corona, entregando todas las Misiones, inclusive la de Carmen de Toromonas, la más avanzada sobre el Madre de Dios, pretendieron todavía penetrar á esta última por la frontera de Carabaya. Ante la oposición del Prelado paceño, el Virrey de Lima resolvió que recurrieran á la Corona y ordenó al mismo tiempo al Intendente de Puno, que, en lo sucesivo, se abstuviera de darles recursos pecuniarios.

Con este motivo se trató de averiguar cuál era el límite de la jurisdicción de Carabaya y de Apolobamba, y el Padre Avella, Comisario General de las Misiones de Moquegua, declaró que era el Inambari, y protestó no pasar de este río y limitar sus conquistas á los infieles que se encuentran á la orilla izquierda.

El Subdelegado Goiburú, á quien se le pidió informe sobre este particular, declaró

por su parte que el término de la Subdelegación de Carabaya no pasaba del río Inambary.

Finalmente, el Capitán de Milicias García, que hizo la expedición á la región del Inambary con los Padres Misioneros de Moquegua, hizo constar que el río Chunchusmayo, primer afluente del Inambary, era el término de Carabaya.

Se puede asegurar que estos actos, unidos á la resolución del Virrey de Lima, prohibiendo al Intendente de Puno auxiliar á los misioneros y obligando á éstos á recurrir á la Corona, establecieron de un modo solemne é incontestable que el río Inambary era el límite de Carabaya y que á su orilla comenzaba la jurisdicción del Virreinato de Buenos Aires.

Libre el Obispo La Santa y Ortega de los misioneros de Moquegua, puso párrocos seculares en las principales Misiones de Apolobamba; éstos se mantuvieron en sus doctrinas por más de treinta años, con interrupciones más o menos largas, por la falta de personal y dificultades propias de la distancia y aislamiento de aquellas poblaciones. Estas dificultades subieron á tal punto, que al fin los sacerdotes abandonaron sus parroquias. En este estado de cosas, el Gobernador Eclesiástico don Manuel Indaburo, en acuerdo con el Gobierno, propuso á los Padres del Colegio

« AnteriorContinuar »