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Al emprender una obra desde luego muy superior á mis conocimientos y á mis medios intelectuales, justo era que principiase por una figura importante del partido conservador, que hubiese iniciado su carrera política en las primeras Córtes modernas; para seguir, adoptado este punto de partida, por otros hombres de la misma escuela.

Lo que para todos hubiera sido natural, constituia en mí un especialísimo deber; y por esa razon principié á recopilar los discursos de D. José María Queipo de Llano y Ruiz de Saravia, conde de Toreno, que inició su carrera política en las Córtes de Cádiz.

Excitáronme y aun ayudaron al principio para realizar el pensamiento mis queridos amigos el marqués de Pidal y su hermano D. Alejandro, el conde del Llobregat y el marqués de Casa-Irujo: sus consejos, particularmente los del primero, me decidieron á seguir el método que en este trabajo se observa, y que entiendo sirve para dar una idea completa del asunto que el Conde habia de tratar en cada uno de sus discursos, y del estado del debate, señalando al paso cuanto conviene para su mejor inteligencia.

En las apreciaciones generales, que con gran sobriedad he vertido, al exponer las importantes al par que delicadas cuestiones en que las Córtes de Cádiz especialmente se ocuparon, y á las que este primer tomo se refiere, creo que he guardado imparcialidad suma, que debia, no solo como recopilador, sino tambien y sobre todo por mis circunstancias particulares. Más de una vez han detenido éstas mi pluma dentro de límites estrechos, cuando en sus discursos el conde de Toreno sostiene algunos puntos de forma que merezcan censura, considerados desde el ter

reno conservador liberal, del que en el principio de su vida política se hallaba el orador de que se trata alejado por más de una causa, aparte de los escasos años que contaba. Labraron éstos luego en su espíritu y en su ilustracion; y con mayor copia de conocimientos y de experiencia, modificó sus ideas, hasta el extremo de ser sin duda uno de los más insignes mantenedores de las doctrinas del gran partido liberal conservador español.

La imparcialidad de juicio y la escasez de ellos que en este tomo se notará, obedecen á una regla de conducta que mantendré firme en el resto de mi trabajo, pues en ello, segun entiendo, consiste el que esta recopilacion pueda ser recibida con benevolencia por los hombres políticos de todas procedencias, que pretendan examinar los discursos de Toreno.

Desde luego en las primeras Córtes Constituyentes brilló el Conde, como se verá en este tomo, por su asiduidad, su buena fé y su desinterés; progresando, no solo en cuanto á la forma de sus discursos, sino tambien, y más importa, en cuanto al fondo de las doctrinas políticas que en su último período sustentó. Nunca llegaron, sin embargo, por aquel entonces á alcanzar una absoluta fijeza, basadas sobre estudios y principios que contrariaban la tendencia conservadora que en él se despertaba; pero más adelante prevaleció por completo, dentro de las condiciones y del carácter de su época.

Publicados todos los discursos del conde de Toreno en esta su primera campaña parlamentaria, y además algunas frases suyas que no llegan á merecer aquel nombre, proponiéndome tambien seguir en lo restante el mismo sistema, es seguro que hay mucho que bien pudiera omitirse,

porque realmente no tiene importancia en sí. Dos razones, en verdad poderosas, á mi juicio, me han movido á observar este método.

Desde luego entiendo que no puede apreciarse bien el valor de un hombre político sin estudiarlo en todos los detalles de la parte de su vida pública que se desea genevalizar. Ésta fué una de las causas que me han movido á incluir algunos discursos del Conde, que por otra parte denotan tambien sus variados conocimientos de los asuntos todos que pueden importar al hombre que pretende intervenir directa y eficazmente en la gestion de los intereses de su patria.

Otra consideracion, más fuerte acaso, acabó de resolverme á seguir el plan indicado. No se trataba, al reunir en forma de libro los discursos de este orador parlamentario, de hacer, en obsequio de su memoria, nada que en efecto no merezca; y siendo el autor de este trabajo hijo suyo, la omision de aquello que careciese de importancia, y hasta de verdadero precio, pudiera desde luego ser tachada de parcialidad, que rehuyo, y que á toda costa deseaba alejar de esta publicacion, en cuanto se refiere al hombre político que viene ocupando mis tareas. Tampoco me propongo contrariar las reflexiones y doctrinas suyas de aquella primera época, tantas veces apartadas de las que en edad madura fueron su credo y hoy constituyen el mio en la política, y me he contentado con ligerísimas indicaciones, que á salvo pusieran mis propias ideas, abandonando las del diputado al severo juicio del lector, que sin duda estimará siempre el valor y el mérito de discursos que se pronunciaban en los albores del sistema representativo en España y por un jóven á quien las Cór

tes tuvieron que dispensar la edad para que en ellas pudiera tomar asiento.

Pocas palabras tengo que añadir, supuesto que no trato de hacer un exámen crítico de los discursos. Solo me conviene llamar la atencion sobre los apéndices, y hacer notar que en ellos van insertos todos los documentos que puedan servir para comprender mejor el objeto de los debates y los discursos mismos; habiendo sido y proponiéndome ser en lo sucesivo hasta pródigo en ellos; unas veces para que se conozcan los que son poco comunes, otras por dar á la estampa los que hasta ahora no habian visto la luz pública, como desde luego sucede con el pri

mero.

Este escrito, del que en distintas obras se ocupan autores diversos, y el mismo conde de Toreno cita en su Historia del levantamiento, guerra y revolucion de España, pero hasta hoy inédito, es verdaderamente curioso; pues, aparte de ser el primero que del Conde se conserva, influyó en gran manera en la convocacion de las Córtes; siendo éste el medio de que los representantes de las Juntas de las provincias se valieron para expresar á la Regencia su deseo de que la nacion se viera luego reunida en las que despues se llamaron Córtes de Cádiz. El documento se conserva original en el archivo del Congreso de los diputados.

No pensaba haber dado publicidad á la primera parte de mi trabajo hasta que se hallase éste del todo concluido. Mas la vida parlamentaria del conde de Toreno se divide en tres grandes épocas; y ofreciendo cada una por sí un conjunto completo, cambié de propósito, resolviendo publicar cada una á medida que la terminara.

Por eso ve hoy la luz este tomo, en el que creo que, á más de estudiar los discursos de aquel estadista, puede apreciarse ligeramente y en globo lo que las Córtes de Cádiz fueron, la importancia de sus debates y el valer de sus hombres.

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