Imágenes de páginas
PDF
EPUB

a

califique por lo menos de un solemne charlatan', por no hacerle una ofensa á su caracter sacerdotal llamándole calumniador. Todos los párrocos de este departamento saben que estan clasificados, y que las bases adoptadas para su clasificacion han sido su censura, años de cura, el rango anterior de su curato y las circunstancias de la poblacion, segun previene la ley; por consiguiente todos saben la clase á que pertenecen; y asi lo acreditan los recibos que obran en esta depositaria, en donde se espresa que las cantidades que han recibido son á cuenta del haber que les corresponde como curas de su respectiva clase; y si esto no prueba lo bastante, probará acaso el decir, que tengo á la vista, como secretario que soy de esta diocesana, las clasificaciones aprobadas por la superior del reino, y veo que este párroco se halla colocado, tal vez indebidamente en la 2. clase, y todavia se queja: es del penúltimo concurso, en feligresia insignificante, su censura algo menos que regular, y todavia se queja, y aun se cree autorizado para hablar sendos disparates contra sus compañeros sin razon alguna y sin el menor fundamento como se le prueba, faltando á la caridad cristiana tan recomendada á todos por el Eclesiástico. Todos estan contentos con la clasificacion hecha bajo las bases de la equidad; solo uno se ha quejado. Y en vista de unas pruebas tan convincentes que destruyen su falso y calumnioso aserto, se quejará aun y no echará de ver que su irreflexion ha dado lugar á que se le aplique con propiedad el dictado de charlatan? Entiendo que es lo menos que se le puede llamar, en razon de sus impertinentes, maliciosas é infundadas acusaciones contra unos compañeros bien conceptuados y justamente apreciados de todos, aunque no hacen ostentacion del gran prestigio que dice el articulista goza en su aldea: de no gozarle nos damos el parabien, como él dice.

Dice en el cuarto: "De repartos no sabemos como estamos: los dos primeros años se nos repartieron algunas cantidades." No sé porque forma acusaciones contra

esta Junta respecto del primer año que es de 837, siendo asi que no existió hasta el año segundo ó de 838, en el que asi él como los demas párrocos recibieron el minimum respectivo de su clase, cuyo mínimum es bien seguro no han recibido los demas párrocos de dentro y fuera del arzobispado, debido ciertamente á una circunstancia bien particular y urgente. Y aun asi se queja este atolondrado? Si quiere decir que aun le falta el máximun, tiene razon: no le ha recibido; pero sépa que en caso de haber lugar á reclamacion debe hacerlo al Gobierno para que acalle sus clamores, y no calumnie á la Junta, que ha distribuido con pureza cuantos fondos tenia por frutos de 1838.

Dice en el quinto y sesto: "Que por frutos de 1839 se han mandado distribuir 600 reales á los curas de primera clase, y 800 mas á los de término en las especies ínfimas." Falta á la verdad en ambos estremos. Parece increible haya personas que pretendan denigrar con falsedades á los de su respetable clase. En primer lugar se han distribuido 825 reales á los curas de primera clase, 1125 á los de segunda, 1300 á los de tercera, y á los de cuarta 1750; todo en virtud de orden de la central, á buena cuenta. En segundo lugar es falso se hayan distribuido en las especies ínfimas: se ha verificado en todas, porque todas proceden de la decima cion; y para que conste la: desfachatez del Sr. Bolaños en mentir sin vergüenza, debo manifestar que á cuenta de los 112 reales que como cura de segunda clase á que pertenece se le han entregado, le han sido repartidas, entre otras especies, cincuenta fanegas de trigo, cuyo re. cibo tengo en mi poder. Y á vista de estos datos tan marcados, se atreverá todavia á volver á mentir? No lo dudo, porque tal es su carácter.

Dice en el séptimo: "Para cobrar esta mezquindad se obliga á los curas á que mendiguen de los señores Alcaldes un testimonio de los precios de la avena, centeno &c., para presentarlo.... y á quién? á la Junta de Gua

dalajara." Mentecato, si necesitaba saber los precios que las especies tenian en las respectivas dezmerias para su adjudicacion, ¿para quién habia de pedir los testimonios? Bien sabe el articulista y los demas párrocos (cuyos nombres toma como si estuvieran de acuerdo con él para apoyar sus dislates y calumnias) que cuando se pidió este testimonio á los Alcaldes por su conducto, fue por dos razones: primera, para que la remision de dichos testimonios no retardase el repartimiento; y segunda, para que en el caso de dar mas valor á las especies que el que efectivamente tenian, pudiesen reclamar los intere sados el perjuicio. De esta medida tan en su favor como de todos los demas se queja sin fundamento, pero con sobrada mala fe. Sigue diciendo: "Que la Junta ha vendido las principales especies." Esto es tan falso como todo lo demas. Sabe que no se han vendido otras espe→ cies de los pontificales que las que pertenecen à la Ha❤ cienda nacional por su tercera parte, y esta, no la Junta, es la que ha vendido las especies que la correspon¬ dieron; y por denigrar á la Junta la imputa néciamen te esta venta; lo que seguramente no dirá ningun otro párroco, porque tal modo de mentir lo acostumbra solamente el señor articulista.

Dice en el octavo: "Que la Junta no ha dado aviso á los párrocos de este repartimiento, porque teme vengan á exigir la causa ó motivo porque no se reparte mas y en otras especies." La Junta ha distribuido siempre y ahora las cantidades que le ha ordenado la central, y en las especies existentes en las respectivas dezmerias., Despues añade: "que temeria le pidiese cuenta de 8000 duros que tenia existentes por frutos de 1838." Calumnia sobre calumnia, é insulto sobre insulto; ¡estraño y degradante al caracter de un párroco! Sabe éste positivamente que no eran 8000 duros, sino 122,550 reales:: sabe igualmente que por disposicion de la Superior del reino con presencia de las departamentales por sus representantes se han aplicado á otros departamentos 107,000 reaTом. III. Ep 4.*

20

les, porque no tenian lo bastante para dar á sus párrocos, fábricas de Iglesia y otros partícipes una cantidad que con todo no ha igualado á la que él y todos los de este departamento han recibido, segun queda demostrado; y los restantes se han aplicado á los ecónomos y religiosas de este departamento. Y constándole, como le consta, el destino de los cacareados 8000 duros, no se le podrá llamar insultante? Sí, y tambien ignorante; por que queriendo disfamar á la Junta con su charlatanismo, se ha disfamado á sí mismo. Y cuando dice: "que no saben lo que reciben, que se dá una cantidad independiente de un año para otro y trampa adelante, cuando dice que no quiere pintar los procedimientos de las Juntas con los colores mas vivos por no agravar;" ¿se mostrarán estas pasivas á vista de semejantes provocaciones? No lo espero. Estas calumnias, estos insultos, esta desvergüenza cometida públicamente por el cura de Romanones no debe quedar impune: á las Juntas superior del reino, Toledo y Guadalajara, á quienes vilipendia con su descabellado escrito, toca exigir la reparacion de tan atroces calumnias de un modo ejemplar. Espero que asi lo hagan; pero si no lo hiciesen, prometo desde luego retirarme de entre mis compañeros de junta, porque asi lo exige mi delicadeza.

Dice últimamente: "Si todo lo dicho no basta, aun queda mas." Yo aseguro al señor articulista que lo que queda es un camino espedito para imponerle el castigo que merece su desvergüenza; y si dice verdad, no oculte su firma, porque en hacerlo asi se echa el sello de calumniador.

Señores Redactores: siento, á la verdad, que el señor Bolaños haya desatinado tan sin fundamento contra mi conducta y la de mis compañeros de junta; sin embargo, esto importa poco, mediante á que con datos tan ciertos como bien marcados quedan desvanecidas sus calumnias. Harto mas siento, en lo mas profundo de mi corazon percibo el dolor que me ha causado el ver las

hermosas y venerandas páginas de su apreciable obra afeadas y manchadas con el indecente, descabellado y ca-lumnioso comunicado del articulista..

Queda de Vds. con la mas alta consideracion su afectísimo servidor y Capellan Q. B. S. M. El Cura párroco de Santiago, Francisco Antonio Santos. Guadalaja

ra 4 de mayo de 1840.

Nota. Y si esta Redaccion hubiese tenido el mas leve antecedente de que la Junta se componia de párrocos de Guadalajara, no habria publicado aquel Comunicado. Sabida le es la probidad de estos Sacerdotes.

LUCHA

entre la religiosidad española y los conatos desorganizadores de los impios.

A veces tenemos que ceder nuestras páginas y postergar nuestros trabajos á los de plumas sabias que se quieren unir á la Voze esto acredita la uniformidad, de pensar por parte de la mayoria del clero, y que todos á una quieren defender la santa causa de la Religion y la justicia. Para nosotros es un placer, aunque al mismo tiempo sintamos el ver salir, contra nuestro plan, algo tarde ciertas cosas que son perentorias. Asi sucede con las del presente. Hace ya dias que recibimos noticias fidedignas para poder asegurar con sucesos de varios pueblos del reino, que se va animando felizmente el espíritu religioso, á que tiene una tendencia de natural instinto el corazon de todos los cristianos españoles. Hasta en las pobla

« AnteriorContinuar »