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Vino Diego de Trujillo en la expedición destinada a reducir el Perú y se halló en la sorpresa de Cajamarca y prisión de Atahualpa, de cuyo rescate le cupieron 158 marcos de plata y 3.330 pesos de oro.

Zárate lo confunde con Martín Alonso de Trujillo y lo cuenta como uno de los que quedaron con Pizarro en la Gorgona. Calancha también lo enumera como uno de esos héroes; de los dos nombres hace uno sólo, llamándole Diego Alonso de Trujillo, y dice respecto a su permanencia en aquella isla «que jamás se puso en duda ni dél puede haber cuestión. Garcilaso que lo trató en el Cusco, también lo considera como uno de los trece, mas no hemos logrado averiguar lo que indujo a los citados historiadores a considerar a Trujillo como uno de los compañeros de Pizarro, cosa no comprobada hasta ahora en documento conocido alguno.

Diego de Trujillo era vecino del Cusco, en donde tuvo en encomienda el repartimiento de Lari (133) y parece que murió de avanzada edad, después de 1570, pues según Pinelo (134) escribió por orden del Virrey D. Francisco de Toledo una relación de la tierra que descubrió con D. Francisco Pizarro en el Perú.

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VILLAFUERTE FRANCISCO RODRIGUEZ DE.— Natural de Salamanca, en España, vino al descubrimiento y conquista de las provincias de Tierra Firme.

Hallábase Villafuerte en Panamá cuando D. Francisco Pizarro organizaba su primera expedición para venir por mar a descubrir el gran imperio del que sólo se tenían noticias muy vagas; alistóse en ella Villafuerte y desde entonces acompañó al Conquistador en todos sus descubrimientos. Cuando Pizarro dió aquella prueba de valor y abnegación que ha hecho de la isla del Gallo un lugar de épica recordación, fué Villafuerte uno de los que con su ejemplo animaron a los demás a que cruzaran la famosa raya hecha por el conquistador (135). Este hecho ha sido muy discutido por algunos historiadores y negado por

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(133) Archivo Nacional Sec Esp 178

(134) Pinelo, Bib. Ind. Antonio, Bib Hisp Nova. Madrid 1783, t.
(135) Bib. Nac. Ms. t. 24. pte II.

I, pag.

otros. Garcilaso que es el primero que lo cita, dice que fué Villafuerte el primero que cruzó la línea, lo que vemos corroborado en el documento inédito que insertamos en este trabajo. Anello Oliva y Calancha refutan al historiador Inca diciendo que aunque era digno de la fama por sus hazañas, Villafuerte no fué de los trece por haber venido con los segundos del socorro » Lavalle cita una información seguida en Arequipa en 1544 (136) en la cual dice que el testigo Villafuerte manifiesta por su parte que él anduvo con los expedicionarios hasta la isla del Gallo regresando desde allí con Tafur a Panamá. . . . «Esta propia declaración de Villafuerte-agrega Lavalle-bastaría para probar que no fué el tál uno de los trece que quedaron con aquél en la mencionada isla, como lo pretende Garcilaso, y con su autoridad otros autores, si el mismo Pizarro no hubiese tenido particular cuidado en conservar a la posteridad los nombres de sus trece animosos compañeros, consignándolos en la Capitulación de Toledo de 26 de Julio de 1529». Duélenos disentir de ese autor respecto a la interpretación que da a este documento. Pizarro cuidó, es verdad, de consignar en la Capitulación el número de los que quedaron con él, mas no de conservar sus nombres. Véase lo que dice aquel documento. . «fuistes a hacer e hicisteis el dicho descubrimiento donde pasasteis muchos peligros y trabajos a causa de lo cual vos dejó toda la gente que con vos iba en una isla despoblada con solo trece hombres que vos no quisieron dejar y que con éllos y con el socorro que de navíos e gente vos hizo el dicho capitan Diego de Almagro pasasteis de la dicha isla e descubristeis las tierras....

Como se vé, no cabe dudaise que fueron trece los hombres que quedaron con Pizarro en la Gorgona según el testimonio del mismo Conquistador; y no debe creerse que se refería a la ya lejana y tal vez olvidada escena de la raya en la isla del Gallo, sino que durante los largos meses de sufrimientos indecibles, de hambres, esperanzas y penalidades pasados en la isla de la Gorgona, se contarían unos a otros muchas veces al día, se pasarían lista, por decirlo así, y el número trece estaba grabado con caracteres indelebles en la memoria de cada uno de esos héroes. No es cierto, por otra parte,que Pizarro «cuidara

(136) Juan de la Torre.

de conservar a la posteridad los nombres de sus trece animosos compañeros», como dice Lavalle aludiendo al artículo 16 de la citada Capitulación, pues ésta, sin mencionar para nada la isla del Gallo, se limita a ennoblecer a trece individuos «acatando lo mucho que han servido en el dicho viaje e descubrimiento”. Y aunque así fuera, nada significaría la omisión de un nombre no recordado por el Conquistador, casual o intencionadamente en aquellos tiempos de odio e ingratitudes, en que el aventurero tenía siempre la cuerda debajo de su jubón o la daga en la mano para ahorcar o apuñalear al que hasta ese instante era su mejor amigo. Pruébalo sino el justo resentimiento de Almagro y Ruíz con Pizarro por lo poco que pidió, y obtuvo, para éllos en la mencionada Capitulación en recompensa de los inmensos servicios prestados por aquellas dos verdaderas almas de la magna empresa del descubrimiento del Perú. La afirmación del S. Lavalle nos haría dudar de la permanencia de Villafuerte al lado de Pizarro en la Gorgona, si no hubiéramos tenido la rarísima fortuna de hallar dos documentos comprobatorios y que resuelven de una manera terminante la cuestión, y que incluímos en este trabajo.

Cuando Pizarro emprendió la conquista vino Villafuerte en la expedición, mas no se halló en la sorpresa de Cajamarca por haberse quedado en San Miguel.

Fué Villafuerte uno de los primeros fundadores del Cusco, según aparece en el acta de la fundación de esa ciudad, y cuando el sitio de ella, Villafuerte se distinguió notablemente.

Refiere Herrera que los indios se habían fortificado en una altura inexpunable y que no pudiéndola tomar los españoles por la fuerza ocurrieron a la astucia, o si se quiere, a la traición: al efecto fueron escogidos cuatro castellanos, los cuales se afeitaron y disfrazaron de indios y guiados por Paurara inca, tomaron la posición, causando gran mortandad entre los indios. Aquellos cuatro audaces soldados eran Mancio Sierra de Leguízamo, Pedro del Barco, Juan Flores y Francisco Rodríguez de Villafuerte.

Estuvo casado Villafuerte con Da. Catalina de Retes, de cuyo matrimonio dejó ocho hijos.

«

Atendiendo a sus servicios y a que fué uno de los << trece de la jornada de la Gorgona », el Licenciado Gasca le encomendó el

repartimiento de Livitaca en términos del Cuzco. A su muerte el Virrey Toledo, por vía de sucesión, encomendó el dicho repartimiento en Sebastián de Villafuerte, su hijo mayor, y por fallecimiento de éste, en su hermano Jerónimo de Villafuerte.

Lima, Julio de 1899.

Carlos A. Romero

CUATRO DOCUMENTOS INEDITOS

RELATIVOS A LA SEPULTURA de

Francisco Pizarro

Francisco Pizarro fué muerto por los almagristas, en las circunstancias que son de todos conocidas, el 26 de Junio de 1541.

Presenció el trágico suceso, sin poderlo estorbar, el capitán don Francisco de Ampuero, amigo del Marqués, que aquel aciago día habíasele reunido a la salida de la iglesia matriz vieja, donde ambos, siendo domingo, habían asistido a la misa mayor.

Pizarro estaba de botas y espuelas, como si hubiese sido su ánimo salir a caballo inmediatamente después de yantar.

F

El mencionado capitán Ampuero, yerno póstumo del primer gobernador del Perú, fué uno de los primeros y principales vecinos de la naciente Ciudad de los Reyes, de cuyo Cabildo fué regidor en dos ocasiones.

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