Imágenes de páginas
PDF
EPUB

Si no mirar es perder

la gloria, mire aunque espire,
pues está el vivir en ver

si al punto en que muera y mire
vida y muerte he de tener.
Si mas gloria, con morir
mirando, habeis de sentir,
ojos, mas bien os está

el morir, pues tanto va
que, no mirado vivir.

Diego Beltran de Hidalgo se manifestó en todas sus glosas tan hábil versificador, como en esta; siendo harto notable que, si bien se advierte en sus poesías el discreteo que se habia apoderado ya de las musas castellanas y sobre todo del teatro, no adoleció su lenguage de los vicios de la escuela culta, cuyos extravíos eran canonizados á la sazon por doctos é ignorantes.

CAPÍTULO V.

CAPITULO VI.

Siglo XVII.

Pedro Teixeira.-Sus Reyes de Persia y de Harmuz.-Su viaje desde la India á Italia.-El códice ó libro llamado el Yasar.-Su exámen.-Isahak Cardoso. Excelencias de los judíos.-Imanuel Aboab.-Su Nomologia.-David Ha-Cohen de Lara.-Su tratado del Temor divino. -Noticia de varios poetas.

ENSAYO III.

Teixeira.

Animados por el espíritu de peregrinacion, propio de la raza judaica, y llevados por el interes del comercio, habíanse extendido por todo el mundo los hebreos que salieron de Portugal y de España, no hallándose á fines del siglo XVI y principios del XVII una region, á donde no llevasen con las tradiciones de sus mayores, sus combatidos penates. Entre los judíos que en aquella época se dedicaron con mayor empeño al comercio con los pueblos orientales merece sin duda particular mencion Pedro Teixeira, citado como insigne poeta por Daniel Leví Barrios en su Relacion de los poetas españoles, y ligeramente mencionado por Rodriguez de

Castro en su Biblioteca. Dedicado este entendido CAPITULO VI. hebreo desde su juventud al estudio de la historia, habia notado en las escritas por Procopio, Agathio, Genebrardo, Tornamira y otros autores de la antigüedad sobre las cosas de los persas y pueblos del Asia, el mayor desacuerdo; y aprovechando la oca. sion de pasar á aquellas regiones, formó el proyecto de escribir una historia de todos los Reyes de Persia y de Harmuz, para lo cual no solo tuvo presentes las tradiciones populares, sino que consultó las mas antiguas y respetables crónicas.

«Comunicando (dice) mi deseo con algunos persas, hom«bres scientes y de leccion no vulgar, despues de largos «discursos me aconsejaron que para quitarme de confusio«nes y embarazos, pues me daba gusto saber de sus reyes, «me debia conformar con lo que dellos habia escrito en sus «Crónicas, cuyos autores como testigos mas cercanos, refe«rian las cosas menos confusas y con mas certeza que las «de otras naciones. No me desagradó el consejo, y querién«dome aprovechar de él, inquerí y supe que el libro para <«con ellos de mas autoridad en la historia, era uno que ellos «<llaman Tarik-Mirkond que es la Crónica de Mirkond ': «procurélo y húbelo, y empleándome en ello, aunque en lo «<tocante á la Persia y sus dependencias es muy difuso y <«<universal, no quise de él mas que lo que aquí te ofrezco del «número y sucesion de los reyes de ella, dende el primero «hasta el que hoy vive; que por ser cosa nueva y no traida «á luz de otro alguno, me paresció digna de presentártela. »

Así explica Teixeira los medios de que se valió para escribir su obra, que por su objeto, por la cu

1 Es notable el error en que han caido algunos autores, suponiendo que la palabra Tarik era parte del nombre del cronista persa, citado por Teixeira: dicha palabra significa historia ó crónica,

no siendo posible que cometa el
error á que aludimos ninguna per-
sona que tenga conocimiento en
lenguas orientales ó haya siquiera
leido el prólogo de Teixeira, de
donde tomamos estas lineas.

ENSAYO III.

Historia

de

Persia.

Reyes

de

Harmuz.

riosidad de las noticias que contiene tanto respecto de los reyes de aquellas regiones, como de las pintorescas costumbres de aquellos pueblos, despierta el mayor interes, recreando apaciblemente el ánimo de los lectores . No menos sabrosa y entretenida es la relacion del viage desde la India oriental á Italia, abundando en curiosos datos y noticias de todo género, que arrojan no poca luz sobre la historia de aquellas regiones. Divídese la Historia de los Reyes de Persia en cincuenta y nueve capítulos, seguidos de un índice que contiene los nombres de los que señorearon el expresado pais hasta la conquista de los árabes, concluyendo esta parte de la obra de Teixeira con la Relacion de los Reyes de Harmuz. El itinerario del citado viage se compone de quince capítulos, dando en el primero noticia de otro que hizo desde la India á España, por las Islas Filipinas, y señalando en los siguientes el rumbo que siguió desde Goa á Venecia, en donde termina la relacion, manifiesta del modo como pasó despues á la ciudad de Amberes, en la cual compuso y dió á luz estas obras.

Mostróse en ellas Teixeira inteligente y erudito, y usó tan sencillo y apacible estilo que se diferencia grandemente en este punto de cuantos escritores ya de raza judáica, ya cristianos, florecieron desde

2 El titulo de esta historia es: Relaciones de Pedro Teixeira del origen, descendencia y sucesion de los reyes de Persia y de Harmuz, y de un viage hecho por el mismo autor dende la India oriental hasta Italia, por tierra. En Amberes, en casa de Hieroniino Verdassen. M. H. X.-Teixeira escribió la primera parte de esta obra en lengua portuguesa: des

pues la puso en castellano, añadiendo fa segunda. Ambas fueron traducidas al francés por C. Cotolendi en 1681, siendo impresas en Paris con el titulo de Voyages de Teixeira ou l'histoire des Rois de Pèrse: La edicion castellana que de'amos citada, es la única que se ha hecho de esta curiosisima obra, por lo cual es muy estimada de nuestros bibliografos.

principios del siglo XVII. Teixeira escribe, en efec. CAPÍTULO VI. to, aquella prosa vulgar que no pretendia remedar en su construccion á la lengua latina, conservando toda la frescura y lozanía de que llegaron á despojarla los escritores doctos. En prueba de estas observaciones, veamos como describe á los habitantes y el clima de Harmuz:

«De la gente harmuzy, dice, la mas es blanca y de bue«na disposicion: los hombres caballeros y polidos; las mu «geres bellas hablan todos lengua persiana, aunque no «muy usado. Son todos los naturales moros; mas unos Xyays «que siguen á Aly, otros Sunys que siguen á Mahamed, y «de ellos es el rey. Demas de estos hay muchos cristianos «<portugueses, armenios, georgianos, jacobitas y nestoria«nos hay muchos gentiles, benacines, baugasalys y cam«bayatys y cosa de ciento y cincuenta casas de judíos. Y aun«que la isla de suyo no tiene cosa alguna, se le trahe todo «de fuera en mucha abundancia, y todo vale de buen precio «y se vende á peso. El cielo y aire es saludable, y en ve«<rano raras veces hay enfermedades; porque el terrible ca«<lor, con copiosísimo sudor, consume todo el humor ma«ligno; pero en el Otoño se pagan los desgobiernos del ve

«rano.»

Asi refiere la manera que tenian los reyes de aquellas tierras de deshacerse de sus enemigos, quitándoles la vista:

«Costumbre ya de antes y despues muy usada de los re«<yes de Persia y Harmuz, por asegurarse de aquellos, de «quienes se podian temer, que comunmente eran sus parien«tes. Y aun hoy se ven en Harmuz en un collado cerca de << la hermita de Santa Lucía, á una milla poco mas de la ciu«dad, las ruinas de unas torres, á do los reyes tenian depo. <«<sitados sus parientes ciegos por esta causa. El modo que <«<tenian para quitarles la vista era este: tomaban un bacin «de azofar y caliente al fuego cuanto era posible, lo pasa«ban dos ó tres ó mas veces por delante los ojos del que

« AnteriorContinuar »