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ENSAYO III. niel Levi de Barrios en su Relacion de los poetas castellanos cita á David Enriquez Pharo, autor de un poema en elogio de Rabbi Nuñez Bernal y hace lo mismo respecto de Isahak ben Polgar; Isahak de Silva que compuso un poema sobre la Creacion del mundo; Jahacob Castillo; Jahacob Belmonte que hizo un poema contra la Inquisicion y escribió en verso la Historia de Job; Elias Menchorro, Jahacob de Piña que dió á luz las Chanzas del ingenio y dislates de la Musa, en 1656; Joseph Rosales, distinguido médico y autor de un poema intitulado Bocarro; dando finalmente curiosas noticias de otros muchos que mas adelante mencionaremos.

CAPITULO VII.

Siglo XVII.

Antonio Enriquez Gomez.-Sus obras.-Sus poesías líricas.-Sus academias morales y sus poemas.-El Samson Nazareno -La Culpa del primer peregrino.

Habíase inaugurado el siglo XVII en medio de la revolucion literaria, introducida por Lope de Vega en el teatro y de la innovacion culterana proclamada por Góngora. Los restos de la literatura propiamente española se habian acogido bajo la bandera levantada por Lope, mientras que se inscribian entre los prosélitos del culteranismo los partidarios de la imitacion italiana. Al cabo avasallaba Lope la escena: el drama caballeresco nacia, al ser evocados los antiguos recuerdos y tradiciones, y la literatura recobraba en parte su pasada independencia, amaneciendo nuevos dias de gloria para el ingenio español. El teatro absorvió, pues, la atencion de cuantos sentian en sí fuerzas suficientes para levantar el

CAPITULO VII.

Teatro español.

ENSAYO II. vuelo á otras regiones, en donde se respirase el aire puro de la libertad del pensamiento, siendo por esta causa tan considerable el número de poetas dramáticos que siguieron las huellas del gran Lope, cayendo como él en los errores culteranos. Entre estos se distinguieron sobre todos Tirso de Molina, Rojas, Ruiz de Alarcon, Moreto y el inmortal don Pedro Calderon de la Barca. No alcalzaron tanta gloria otros apreciables escritores, ya por que no tuviesen tan elevadas dotes dramáticas, ya porque el público, preocupado y subyugado por las bellezas de las obras de aquellos, veia con cierto desden sus producciones; ya porque se viesen obligados á ocultar sus nombres, para obtener el aplauso de la muchedumbre; y ya en fin porque los impresores ó libreros daban á luz sus obras con nombres agenos, para lograr mas fácil salida á esta peregrina mercadería. Esto ha sido causa con harta frecuencia de que hayan nuestros eruditos caido en notables errores, atribuyendo á un poeta comedias que no habia pensado escribir sin duda: esto obligó ya en el siglo XVII al mismo Calderon á formar el catálogo de sus composiciones teatrales, rechazando no pequeño número de las que sin fundamento se le atribuian.

Gomez.

Entre las comedias que excluyó Calderon de su catálogo y corrian ya como suyas, se hallan algunas que tenemos á la vista, escritas por Antonio Enriquez Enriquez Gomez, conocido en la corte de Castilla con el nombre de don Enrique Enriquez de Paz; quien habiendo profesado desde niño la religion cristiana, abrazó al cabo el judaismo, perseguido por la Inquisicion de Sevilla. Era Enriquez de Paz, natural de Segovia é hijo de un converso portugués, llamado Diego

Enriquez Villanueva: dedicado ya en su juventud CAPÍTULO VII.
à los estudios de las humanidades, apenas contaba
veinte años, cuando entró en la milicia, llegando á
obtener una capitanía y el hábito de San Miguel en
premio á sus servicios militares. No bastaron estos
á ponerle á cubierto de los tiros del Santo-oficio:
complicado en la causa de otros judaizantes, apenas
tuvo tiempo para salir de España, peregrinando mu-
chos años por varias naciones y dirigiéndose al fin á
Amsterdam, centro comun de perseguidos. Supo Es quemado
en esta ciudad que habia sido quemado en estátua
en la capital de Andalucia el 14 de abril de 1660,
dia en que fueron tambien castigados por judaizan-
tes ochenta personas de ambos sexos.

Este destierro que hacia mas insoportable la

en

estatua.

triste seguridad en que el capitan Enriquez de Paz su destierro.
estaba de no poder restituirse á su patria, dió á sus
poesías, especialmente á las producciones líricas,
un colorido y entonacion harto notables, poniendo
de manifiesto la amargura de que se hallaba su co-
razon poseido. Así es, que en sus sonetos, odas y
canciones recuerda á menudo y llora hondamente
su desgracia; deduciéndose de algunos pasages de
sus Academias morales que se vió obligado á salir
de España en 1636, como se advierte en los siguien-
tes versos, tomados de una de las epístolas insertas
en la Academia cuarta. Alude á las persecuciones
de la Inquisicion que sufrian los judíos:

Que anda ese mar sobervio alborotado
no me hace novedad, señor Leonido:
que no hay firmeza en el humano estado.
En seis años de ausencia es permitido
trocarse esa lumbrera luminosa,

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ENSAYO III.

cuanto mas un compuesto dividido.

El siglo, como ves, langostas cria

y no es mucho que tale un falso amigo
espigas del honor con tiranía.

Yo no fié jamás del enemigo;

porque un malsin, en mi opinion, no es gente: con justa causa este consejo sigo.

Las Academias morales, primera obra que dió á luz Enriquez en pais extraño, fueron impresas en 1642.-Llama tambien la atencion el que apesar de la amargura que respira en todos sus versos y principalmente en las Epistolas á Job, en las cartas ya citadas, y en la elegía á su peregrinacion; inserta en la primera academia, no se ensañe contra sus perseguidores hasta el punto que lo hicieron otros judaizantes expatriados, ni prorumpa, como ellos, en terribles apóstrofes contra el Santo-oficio, siendo en extremo embozadas las alusiones que hace al tribunal referido. Esto nos induce á creer que no habia perdido Enriquez la esperanza de volver á España, lo cual resalta en los siguientes tercetos, sacados de la elegía mencionada:

Si con volver mi fama restaurára,

á la Libia cruel vuelta le diera:
que morir en mi patria me bastára.
Pero volver á dar venganza fiera

á mis émulos todos, fuera cosa
para que muerte yo propio me diera.
Ampáreme la mano poderosa :
que con ella seguramente vivo,
libre desta canalla maliciosa.

Apesar de sus vehementísimos deseos por volver al suelo de la península ibérica, parece fuera de duda que Antonio Enriquez Gomez, nombre con

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