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D. LUCAS ALAMAN.

BIOGRAFÍA NECROLÓGICA.

AL trazar el cuadro del carácter mas especial, que ha producido México independiente, creemos que nuestro artículo encontrará menos censura, menor oposicion y que aun podrá quizás captarse favorable acogida, muerto ya el personaje, cuya vida nos proponemos bosquejar, puesto que, ha llegado la hora de que la posteridad, menos apasionada y mas justiciera que los contemporáneos, porque ningun interes tiene en dejar de serlo, le vindique y satisfaga de los agravios con que estos amargaron los dias de su existencia.

Comun en esta parte la suerte del Sr. Alaman con la de todos los hombres célebres, que han consagrado sus trabajos á la direccion de la cosa pública, tuvo que optar entre la lisonjera popularidad de la multitud imperita y apasionada, y el aprecio y estimacion de los buenos y entendidos, y no dudó en la eleccion,

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ni vaciló jamas en la perseverancia de su propósito en el largo periodo de su vida política, aunque entendiese muy bien los muchos sinsabores y aun serios peligros, á que semejante conducta le esponia, obrando en una sociedad tan escasa de elementos, capaces de resistir con buen éxito los embates de la demagogia. Aquel propósito, noblemente abrazado y constantemente seguido, fué, pues, la causa de la malquerencia, que durante su vida, esperimentó de muchos; él será su título de gloria para la posteridad, porque es uno de los mas singulares privilegios de la muerte, el de inscribir sobre la tumba del hombre vulgar-Olvido; sobre la del hombre superior-Justicia.

Vino al mundo D. Lúcas Alaman en la ciudad de Guanajuato de la NuevaEspaña en el 18 de Octubre de 1792, siendo sus padres D. Juan Fuente Alaman, natural de Ochagavia en el valle de Salazar, en Navarra, de familia decente y regular fortuna, y D.a María Ignacia Escalada, viuda de D. Gabriel de Arechederreta, de quien habia tenido esta señora al Dr. D. Juan Bautista, caballero de la órden de Cárlos III, canónigo de México y autor de los Apuntes Históricos, de que hizo Alaman mucho uso para escribir la Historia de la Revolucion. Nuestro D. Lúcas y D.a María de la Luz fueron el fruto de este segundo matrimonio.

Era la D.a María Escalada de muy ilustre alcurnia, pues descendiente del apellido Busto en Ocaña, fué el tronco de esta familia Pedro del Busto, que, segun refiere Zurita en sus Anales de Aragon, hizo proclamar en 1475 á la reina D.a Isabel, y D. Francisco Matías de Busto y Moya, caballero de la órden de Calatrava, rico minero de Guanajuato, donde murió en 1747, fué agraciado por Felipe V en 1730 con el título de marques de San Clemente, cuyo título, abandonado despues por la decadencia, á que las vicisitudes de las minas trajeron su posteridad, perteneceria hoy á D. Lúcas Alaman. Varios son los recuerdos, que del marques han quedado en aquella ciudad, llamándose todavía Cuesta del Marques la que forma la subida, para la que fué su casa y es hoy palacio del Estado. La capilla, que actualmente sirve de bautisterio en su parroquia y en la que se ve su retrato, es la que hizo construir para sepulcro de su familia; y su hermana D.a Josefa Teresa, viuda de D. Gonzalo de Aranda, fundó en la misma ciudad en 1732 el colegio de jesuitas, cuya iglesia se edificó en la casa de aquella señora, de donde vino la mucha inclinacion de la familia

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á la Compañía y la costumbre de poner el nombre de Ignacio á todos sus individuos, llamándose tambien nuestro Alaman, Lúcas Ignacio.

Luego que éste hubo adquirido conocimiento de las primeras letras y de la gramática latina, pasó á estudiar matemáticas en el colegio de la Purísima Concepcion, teniendo por maestros á D. José Rojas y á D. Rafael Dávalos, ambos de aciaga suerte y funesta nombradía, pues el primero fué penitenciado por la Inquisicion y fusilado el segundo, cuando ocupó Calleja aquella ciudad en Noviembre de 1810, por haber tomado partido con Hidalgo y fundido artillería para su ejército.

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Probablemente en el órden normal de las cosas, Alaman hubiera continuado en Guanajuato el giro de la casa paterna, aviando á los mineros á premio de plata, conforme á las ordenanzas del ramo, y beneficiando por su cuenta los metales que compraba; pero á consecuencia de la revolucion del año de 10, cuyos horrores presenció en aquella ciudad, haciendo estos en su ánimo una profunda impresion que jamas se borró de él y que tanto influyó en el giro y espíritu de sus ulteriores producciones, pasó á México en el mismo año con su madre, cuando contaba diez y años de edad, habiendo perdido á su padre á la edad de quince. Aquí estudió privadamente física, y en el Seminario de minas, bajo la direccion del acreditado profesor D. Andres del Rio, la mineralogia: en el propio establecimiento estudió química, y con el distinguido botánico D. Vicente Cervantes cursó la botánica. Alaman decia que habia contribuido mucho para determinar su inclinacion al estudio la librería numerosa y escogida, para aquel tiempo, que su padre tenia, y la aficion que en él y en otros jóvenes de Guanajuato supo inspirar el, tan desgraciado como benemérito, intendente D. Juan Antonio de Riaño, para el cultivo de las ciencias exactas y lectura de los clásicos españoles, franceses y latinos. Ya tan temprano como el año de 12 dió muestras el ingenio de Alaman de lo que mas adelante podria esperarse de él, con el artículo que publicó en el Diario de México para ridiculizar una impugnacion del sistema copernicano, escrita por D. Fermin Reigadas bajo el seudónimo de Aristarco.

En 21 de Enero de 1814 marchó para España, y al fin del mismo año salió de Madrid para Francia, donde permaneció hasta el regreso de Napoleon de la isla de Elba, cuya entrada en Paris vió, y á consecuencia de este suceso se trasladó á Inglaterra, que recorrió toda hasta las montañas de Escocia. Re

gresado á Francia despues de la entrada de los ejércitos aliados, que tambien vió, pasó á Italia, cuyo centro visitó primero y en seguida las costas del mar de Toscana hasta Nápoles y de vuelta las del Adriático hasta Venecia, para regresar á Milan. Despues viajó en Suiza, las riberas del Rhin, y dirigiéndose al Norte residió algun tiempo en Freyberg (Sajonia) para perfeccionar sus estudios en minería, á cuyo ramo se dedicó muy especialmente por ser el de su familia y haber sido instruido en su práctica por su mismo padre. Restituido á las riberas del Rhin, dió la vuleta por Prusia y Hanover, donde se detuvo algun tiempo en la célebre universidad de Gottinga, comenzando en ella el estudio del griego, que despues continuó en Paris, adonde volvió, recorriendo el bajo Rhin, la Holanda y la Flandes. En el tiempo que estuvo en Paris siguió los cursos de química y mineralogia en el colegio de Francia, y los de ciencias naturales en el Jardin de Plantas. Fué mucho lo que aprovechó en todos estos viajes, porque empleaba útilmente el tiempo y porque provisto de cartas recomendaticias, que le dieron el baron de Humboldt, el obispo Gregoire y el abate Haüy, pudo introducirse y relacionarse á favor de ellas con las personas mas notables por su posicion social y con las de mayor reputacion en las ciencias y en la bella literatura.

Si hasta entonces habia viajado Alaman por gusto y para adquirir instruccion, la quiebra de D. Juan Manuel Bustillo en México, envolviendo en su ruina la fortuna de su casa, harto menoscabada en la destruccion de Guanajuato, le obligó á pasar á Madrid para pretender que se le permitiese establecer por su cuenta, ó dándole el gobierno algunas ventajas, el método de apartar el oro de la plata por medio del ácido sulfúrico en lugar del nítrico, que era el usado en la oficina de México. Instruido espediente sobre esta solicitud, dejóle seguir su curso, volviéndose entretanto á Paris, para recibir mas instruccion de aquel procedimiento, lo que consiguió con las noticias muy exactas de los Sres. Guillet de Laumont y Vauquelin, y restituyéndose en seguida á México, llegó aquí al mismo tiempo que la noticia de haberse restablecido en España la constitucion formada en Cádiz en 1812, suceso de la mayor importancia para esta y para todas las Américas españolas, como que él entrañaba su emancipacion.

Dió principio entonces á su carrera pública con el nombramiento, que de él se hizo, á mocion del conde del Venadito, que le dispensaba mucha considera

eion, para secretario de la junta superior de sanidad. Nombrado, á poco, diputado para las córtes de España por la provincia de Guanajuato, concurrió en Veracruz á las juntas secretas, que en Enero de 21 tuvieron varios diputados de los nombrados por las provincias de Nueva-España, para oir del Lic. D. Juan Gómez Navarrete, uno de ellos, el plan que Iturbide habia formado con el fin de hacer la independencia, y el 13 de Febrero siguió con los demas á su destino, navegando varios buques en conserva.

Desempeñando su encargo en aquellas córtes cual cumplia á un hombre ilustrado y de probidad, procuró ser, especialmente, útil á la provincia que le habia nombrado, dirigiendo sus trabajos al fomento de la minería, con cuyo objeto habia publicado ya en 1820, en el Semanario político y literario, un artículo sobre las causas de la decadencia de la minería en Nueva-España, y en el número 29 del mismo, lo que contestó á la impugnacion que se hizo de aquel artículo. A pocos dias de entrado en ellas, inició las proposiciones, que pasadas á una comision de que formó parte, produjeron el dictámen que él mismo redactó, y fué aprobado casi sin discusion en 8 de Junio de 1821.

Como quiera que antes de que esta ley se recibiese en México estaba ya hecha la independencia, la junta provisional gubernativa del imperio se encargó de este asunto, á mocion de D. José María Fagoaga, que en la sesion de 5 de Octubre del propio año, presentó aquel dictámen pidiendo fuesen admitidos los artículos con que concluia, y despues de varias discusiones y dictámenes habidas y presentados en diversas sesiones, y entre los últimos uno muy luminoso, que el mismo Sr. Fagoaga y los Sres. Orbegozo estendieron en Febrero de 22, fué el resultado de todo el decreto de 22 de Noviembre de 1821, que tanto influjo ha tenido en la sucesiva prosperidad de este ramo, y el otro que se publicó el 18 de Febrero del siguiente año.

Los diputados de esta América, que ignoraban y no presumian tal vez todo el progreso que habia hecho para entonces la revolucion proclamada por Iturbide en Iguala, con ocasion de tratarse en aquellas córtes de las medidas, que hubieren de tomarse para contenerla, se resolvieron á presentar una esposicion, en la cual, sin mencionar el nombre de independencia, iban directamente á ella, adoptando, sustancialmente, el célebre plan del conde de Aranda, que hacia independientes las Américas, si bien, sujetas á una confederacion con la metrópoli. Esta esposicion se halla entre los apéndices del 5.o tomo de la historia del Sr.

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