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encuentro con Andrea Doria, y le venció y le ganó siete galeras. El de Salerno, como estaba declarado, partió para el gran Turco á solicitar que para el año siguiente enviase otra nueva armada.

Tenia el Emperador puesta guarnicion de soldados en Sena, ciudad de Toscana, debajo del gobierno de don Diego de Mendoza, y esto á causa de las revueltas y bandos de aquella ciudad, de que se temia no se entregase á Francia. Don Diego para mas asegurarse levantó una fuerza donde los soldados estuviesen; los de aquella ciudad, por entender se enderezaba esto á quitalles la libertad, acudieron primero á Francia para que los tomase debajo su proteccion, y luego con las armas que tomaron echaron fuera la guarnicion y desbarataron desde los cimientos la fortaleza que estaba comenzada, por donde les fué forzoso a percebirse para la guerra que se siguió luego y para el cerco que por mandado del Emperador les puso don Pedro de Toledo. Este año en Florencia falleció Paulo Jovio, en Ferrara Lilio Gregorio Giraldo, en Salamanca Hernando Pinciano, comendador griego.

AÑO 1553.

El rey Eduardo de Inglaterra pasó desta vida á 16 de julio; fué puesta en su lugar la reina María, su hermana, dado que muchos hicieron contradiccion. Ella, puesta en la silla y mando, restituyó la religion católica en aquel reino y castigó á gran número de herejes.

Estaba don Pedro de Toledo sobre Sena, cuando le sobrevino la muerte en casa de su yerno el duque de Florencia Cosme de Médices. Sus gentes dieron la vuelta á Nápoles por una nueva que llegó de la armada turquesca, que venia sobre aquella ciudad, debajo la conducta del príncipe de Salerno, ya nombrado. Púsose la armada junto á Nápoles; pero como los ciudadanos no se alterasen, pasó adelante á Córcega, donde los turcos se apoderaron de buena parte de aquella isla, que era de la jurisdiccion de ginoveses.

Este año don Juan, príncipe de Portugal, casó con doña Juana, hija del Emperador; las bodas fueron muy regocijadas, el alegría duró poco;

AÑO 1554.

Porque aun no era pasado un año entero despues que se efectuó este casamiento, cuando el Príncipe falleció en Lisboa á 2 de enero. Su cuerpo fué sepultado en el monasterio de Belen, que está junto á aquella ciudad; su mujer quedó preñada, y á 20 de enero parió en la misma ciudad un hijo, que del dia de su nacimiento se llamó don Sebastian. Fué de condicion muy noble y real; la vida le duró poco. Su madre partió para Castilla á ser gobernadora de aquellos reinos, por ser necesario que el príncipe don Filipe, su hermano, partiese de España para casarse de nuevo.

Fué así, que la nueva reina de Inglaterra estaba deseosa de asegurar aquel reino, y para esto tomar por marido persona de valor y fuerzas; pareció que ninguno podia ser mas á propósito para lo que pretendia que el príncipe de España don Filipe, al cual el Emperador, su padre, á postrero de octubre del año pasado

habia nombrado por rey de Nápoles y duque de Milan. Hechos los conciertos, pasó el Príncipe á Inglaterra, donde se celebraron las bodas en la ciudad de Vintonia, á 25 de julio, el mismo dia de Santiago. Hallóse presen→ te el cardenal Reginaldo Polo, enviado por legado del Pontifice por ser de la real sangre de Inglaterra y de vida muy santa, con pretension de reducir, como lo hizo, y reconciliar aquel reino con la Iglesia romana.

Volvieron los nuestros al cerco de Sena, y el marqués de Mariñano, general del Emperador, venció en batalla cerca de aquella ciudad á Pedro Strozi, forajido florentin, al cual el Francés enviaba con gentes para dar socorro á los cercados y echar de Toscana á los imperiales.

AÑO 1555.

El Pontífice Julio falleció en Roma á 23 de marzo; sucedióle, á 10 de abril, el cardenal Marcelo Cervino, natural de Montepulchano, sin mudar el nombre que antes tenia. Fué pontífice solos veinte y dos dias, por cuya muerte fué puesto en la silla de san Pedro, á 23 de mayo, el cardenal Juan Pedro Garrafa, natural de Nápoles, persona muy noble y de ánimo muy grande. Llamóse Paulo IV; gobernó la Iglesia cuatro años y dos meses y veinte y siete dias.

Ultimamente, la ciudad de Sena, cansada con los trabajos de un largo cerco, se rindió al Emperador. Fué enviado desde Roma el cardenal de Burgos don Francisco de Mendoza para dar asiento en las cosas y en el gobierno de aquella ciudad. Junto con esto, á instancia y por intercesion del cardenal Alejandro Farnesio, dió el Emperador perdon al duque Octavio, su hermano, con retencion de la fortaleza de Plasencia, donde quedaron soldados españoles de guarnicion, mas el rey don Filipe II los años adelante las quitó.

Era á la sazon virey de Nápoles el duque de Alba, don Fernando de Toledo; fuéle mandado pasase á lo de Milan para hacer rostro al señor de Brisac, que por aquella parte por órden del rey de Francia hacia la guerra, aunque no con mucho calor y brio.

El príncipe don Filipe el verano bien adelante partió de Inglaterra, y llegó á Bruselas, donde el Emperador, su padre, le renunció y entregó de su mano todos sus estados, con deseo que tenia de descansar, como lo puso en ejecucion luego el año siguiente, cuando renunciando tambien el imperio en Ferdinando, su hermano, por mar con sus dos hermanas las reinas doña Leonor y doña María pasó á España; y en la Vera de Plasencia para su retiramiento escogió el monasterio de Yuste, de la órden de San Jerónimo, do murió dos años despues de su llegada, mas dichoso y mayor por menospreciar el imperio que por alcanzalle y tenelle.

Falleció este año Enrique de Labrit, rey que se decia de Navarra ; quedó por heredera su hija madama Juana, hereje muy obstinada.

AÑO 1556.

A los 5 de hebrero se concertaron entre Francia y España treguas por espacio de cinco años con esperanza que la concordia seria muy larga por estar ya

los unos y los otros muy cansados y gastados; pero todo esto se desbarató por la guerra que el Pontífice romano movió muy fuera de tiempo. Fué así, que el principio deste año comenzó á perseguir los señores de casa Colona; prendió unos, otros huyeron, de cuyos estados se apoderó luego el Papa. El rey Católico mandó al duque de Alba no permitiese se les hiciese ningun agravio. Al contrario, el rey de Francia, á persuasion del Pontífice, hecha liga con él, envió un grueso ejército en Italia debajo de la conducta del duque de Guisa. Pasaron estas gentes por Lombardía, y llegadas á Roma, despues que se detuvieron en aquella ciudad mucho tiempo, pasaron al reino de Nápoles; no hicieron cosa de momento, antes la mayor parte pereció de enfermedades, y los demás dieron la vuelta á Francia. Entretanto el duque de Alba, despues que se hubo apoderado de casi todo el estado del Papa cerca de Roma, llegó con su campo á ponerse sobre aquella ciudad. Pudiérala saquear otra vez con mucha facilidad, pero fué tanta su devocion y miramiento, que no lo quiso hacer, antes se concertó y hizo paz con el Pontifice con condiciones muy honestas; pero esto sucedió al fin del año siguiente.

Al principio desta guerra Cosme, duque de Florencia, alcanzó del rey Católico que le entregase la ciudad de Sena; alegaba para esto los gastos que hizo en la guerra de Sena y que se le habia dado intencion de dalle en recompensa aquella ciudad. Húbose el Rey de acomodar al tiempo y á la necesidad, que tiene gran fuerza ; entrególe la ciudad con que diese cierto dinero de presente y la tuviese como feudatario de España.

AÑO 1557.

No sosegó por esto la guerra entre españoles y franceses, antes en un mismo tiempo estaba el fuego emprendido por diversas partes. Variaban las cosas de manera, que poca ventaja se reconocian entre sí las partes.

El cardenal don Juan Siliceo falleció á postrero de mayo; fué puesto por su muerte en la iglesia de Toledo fray Bartolomé de Miranda, de la órden de Santo Domingo; parece subió tan alto para que la caida fuese tan grave.

A la misma sazon, es á saber, á 13 de junio, falleció en Lisboa el rey de Portugal don Juan el Tercero, principe dado al culto de la religion y muy esclarecido por las cosas que hizo. Su cuerpo fué sepultado en el monasterio de Belen; quedó por su heredero su nieto el rey don Sebastian. En tiempo del rey don Juan se introdujo la Inquisicion en Portugal á propósito que los herejes y apóstatas fuesen castigados. Fundó la Universidad de Coimbra con gruesas rentas que le dió, y para dar principio hizo venir de todas partes profesores de todas las ciencias muy señalados con grandes salarios que les señaló. Movido por el ejemplo del Rey, su hermano, el cardenal don Enrique fundó algun tiempo despues la nueva Universidad de Ebora, la cual toda, y parte de la Universidad de Coimbra entregaron aquellos príncipes á los padres de la compañía de Jesus para que las gobernasen; carga sin duda pesada, pero el provecho es muy grande.

Tenia el rey Católico puesto sitio sobre San Quintin, pueblo á la frontera de Flandes, muy fuerte y que está junto al rio de Soma, que antiguamente se llamó Augusta de los Veromanduos; acudieron los franceses á dar socorro, pero fueron vencidos y desbaratados por Filiberto, duque de Saboya, principal caudillo, con gran matanza que en ellos hizo; muchos señores franceses fueron presos; acudió en persona el rey Católico. El daño y espanto de los franceses fué tal y tan grande el ánimo de los nuestros, que el cuarto dia adelante entraron por asalto aquel pueblo. Dentro dél prendieron otros, en particular al almirante de Francia Gaspar Colini, á cuyo cargo estaba la defensa de la ciudad, y que poco despues fué el reclamo y trompeta de las guerras civiles de Francia. Hubo grandes crecientes de rios; principalmente en Italia por el mes de setiembre el rio Arno salió de madre y hizo grande daño en Florencia y toda aquella campaña. El Tibre se hinchó de tal suerte, que cubrió casi toda Roma otro dia despues que se asentó la paz con el duque de Alba, que fué á 14 de sctiembre. En Palermo, ciudad de Sicilia, con las muclias aguas y lluvias muchas casas cayeron por tierra, perecieron hombres y mujeres sin número; el vulgo dice que fueron cuatro mil casas las que con aquella avenida cayeron por tierra.

Fué grande la carestía que este año padeció casi toda España.

AÑO 1558.

Luego el siguiente perecieron de peste muchas personas. Comenzó este mal en Murcia, y desde allí saltó á la ciudad de Valencia, y no mucho adelante trabajó tambien á la ciudad de Búrgos; duró algunos años sin que se apagase del todo.

El rey de Francia, movido por el daño que recibió en San Quintin, como estuviese muy apretado, hizo que el duque de Guisa, dejado lo de Milan donde estaba, volviese á Francia. Por el mes de enero juntó el Duque grandes gentes, con que se apoderó por fuerza de la ciudad de Cales; con esto ninguna cosa quedó por los ingleses en Francia.

En el mismo mes la reina doña Leonor, hermana del Emperador, falleció en Valladolid; mandó en su testamento ciertos pueblos que tenia en Borgoña, por via de dote, á la infanta doña María, su hija y del rey de Portugal don Manuel.

A 18 de abril Francisco, delfin de Francia, casó con María Stuarda, reina que era de Escocia. ¡ Cuán grandes desventuras pasará adelante esta pobre doncella! La infeccion de la herejía se extendió en el un reino y en el otro, es á saber, en Francia y en Escocia; muchos de la gente noble estaban inficionados.

Hacíase la guerra á las fronteras de Flandes con gran calor. Entre otros encuentros la batalla de Gravelingas fué muy notable; los franceses quedaron vencidos y tan mal parados, que luego trataron de paces, cuando el emperador don Carlos en el lugar de su recogimiento pasó desta vida á 21 de setiembre. Su cuerpo fué depositado en aquel monasterio, de donde los años adelante por mandado del rey Católico, su hijo, fue trasladado á San Lorenzo el Real.

puerto de Laredo el rey don Filipe, que venia con su armada de Flandes.

En Inglaterra el cardenal Reginaldo Polo, legado del Pontifice, y la reina María fallecieron en un mismo tiempo á 17 de noviembre, y con ellos en aquel reino quedó sepultada la religion y piedad;

AÑO 1559.

Porque su hermana Isabel, á 15 de enero, declarada por reina, revocó los edictos pasados y restituyó los herejes en aquel reino.

El Pontífice, á 23 del mismo mes, echó de Roma á sus sobrinos, hijos de Juan Alfonso, su hermano. Estos fueron Juan Garrafa, duque de Paliano, y el marqués Antonio y el cardenal Carlos Garrafa. Eran muy graves los excesos que les achacaban, y él mas feo de todos que no dejaban entrar á hablar con el Pontífice sino los que ellos querian, con espias que tenian puestas para mirar lo que cada uno que entrase hablaba.

A 5 de febrero casó con Cárlos, duque de Lorena, Claudia, bija segunda del rey de Francia, porque la mayor, por nombre Isabel, pretendia su padre casarla con el rey de España, y era tanta la diligencia que ponian los embajadores destos príncipes, que se juntaron en tierra de Cambray para tratar de conciertos, que se tenia esperanza que se asentarian las paces, como se hizo con las condiciones siguientes: el rey Católico case con Isabel, hija del Francés, y con Margarita, hermana del mismo, el duque de Saboya; restituyase al de Saboya su estado, lo cual se hizo, y juntamente le dieron la ciudad de Aste, da lo que fué dote de Valentina, hija de Juan Galeazo, duque de Milan; Córcega sea restituida á los ginoveses; todo lo que en el discurso de la guerra pasada se ha tomado se vuelva á cuyo era antes; ni el Español pretenda lo de Borgoña, ni el Francés lo de Milan ó Nápoles ; los cautivos que por espacio de diez y seis años atrás han sido presos sean puestos en libertad.

Asentadas estas cosas, el rey Católico, como estaba concertado, casó en Paris por procurador, á 22 de junio, con doña Isabel, su esposa ; fué el procurador en lugar de su rey el duque de Alba. Poco despues, á 11 del mes de julio, se hizo el casamiento de madama Margarita y el duque de Saboya. Los regocijos no fueron puros y sin mezcla de tristeza, antes se trocaron en grande llanto á causa que en cierta justa el rey Enrique fué herido en un ojo con las astillas de la lanza de su contrario, que se la quebró en la visera, y luego el dia siguiente rindió el alma. Sucedióle su hijo Francisco, segundo deste nombre, en edad de diez y seis años; tenia tres hermanos, Cárlos y Alejandro Eduardo y Hércules; las hermanas eran Isabel y Claudia, de quien se ha hecho mencion; la menor, llamada Margarita, los años adelante vino á casar con Enrique, príncipe de Bearne, que se llamaba tambien rey de Navarra.

El pontifice Paulo IV falleció en Roma á 18 de agosto. El arzobispo don Bartolomé de Miranda, de la órden de Santo Domingo, que dos años antes desto en lugar de don Juan Siliceo fué hecho arzobispo de Toledo, este por los inquisidores fué preso dentro de su villa de Tordelaguna á 23 de agosto. Duró muchos años su prision, que no es menor que esto la autoridad de la santa Inquisicion en España. A la misma sazon Hegó al

AÑO 1560.

El cardenal Juan Angelo de Médices, natural de Milan, fué elegido por pontífice á 26 de diciembre. Llamóse Pio IV; gobernó la Iglesia cinco años, once meses y quince dias. Estuvo este año muy alegre y regocijada España, así por la venida tan deseada de su Rey como por su casamiento, que se concluyó en Guadalajara, ciudad del reino de Toledo, al principio deste año, á 31 de enero. Era la alegría tanto mayor, que todos tenian esperanza que la paz seria muy larga. Fuerón para traer á la Reina hasta la raya de Francia el cardenal de Búrgos y el duque del Infantado; padrinos los duque y duquesa de Alba. Los regocijos principales deste casamiento se hicieron en Toledo por el mes de febrero, para donde de Guadalajara se partieron los nuevos casados; los juegos y demostraciones fueron muy grandes, muchos los señores y nobleza que acudió, los trajes y libreas muy costosas.

El duque de Medinaceli, virey de Sicilia, acometió la isla de los Gelves, y despues que la tomó, con la venida de la armada turquesca perdió gran parte de la suya, y él apenas pudo escapar. Quedaron presos, entre otros, un hijo del Duque y don Alvaro de Sande y Sancho de Avila, valientes soldados.

En Francia comenzaron los alborotos y revueltas con color de la religion, que se continuaron largo tiempo, dado que para dar asiento en todo se juntaron estados generales de aquel reino en la ciudad de Orliens, donde se hicieron órdenes provechosos y leyes que no se guardaron. En el mismo tiempo el nuevo rey de Francia de achaque de un gran catarro falleció en aquella ciudad á 5 de diciembre. Sucedióle su hermano Cárlos, noveno deste nombre, en edad á la sazon de once años.

AÑO 1561.

En Roma el papa Pio IV hizo justiciar al duque de Paliano y al cardenal Cárlos Garrafa. Al Cardenal dieron garrote en la cárcel; al Duque cortaron en público la cabeza. El pueblo, dado que confesaba lo merecian, pero con la libertad que suelen hablar, y mas en Italia, se persuadia que se hizo aquel castigo por contemplacion del rey Católico. Lo cierto era que por sus delitos el mismo Papa, su tio, los echó de Roma, y ahora los pagaron con las vidas.

A la primavera la reina María de Escocia, á un mismo tiempo despojada de madre y de marido, se partió para Escocia, donde casó segunda y tercera vez; señora digna de mas ventura, porque en Inglaterra despues de larga prision fué justiciada con extraña crueldad.

En Francia se enconaban de cada dia los corazones, y las revueltas eran mayores; determinóse para sosegar la gente que los católicos y herejes se juntasen para lener disputa en Poesi, villa no léjos de Paris. Fué enviado desde Roma el cardenal de Ferrara Hipólito de Este, y en su compañía el padre Diego Lainez, prepósito general de la compañía de Jesus, en lugar del padre Ignacio de Loyola, muerto seis años antes deste. Pretendia el Pontifice que si no se pudiera atajar aquella

junta, por lo menos no determinasen en particular cosa alguna, sino que todo el negocio se remitiese al concilio de Trento, que por sus edictos mandara convocar, y que se juntasen de nuevo los obispos. No se pudo atajar la junta; la disputa fué del santo Sacramento del altar. El padre Lainez, cuando le vino su vez de hablar, reprehendió en público á la Reina con mucha y muy cristiana libertad, porque siendo mujer, se hallaba presente en las controversias de la religion; dijo le estuviera mejor tratar de su labor y su rueca. En la disputa apretó mucho á Pedro Mártir, gran hereje, que siempre le llamó fray Pedro porque habia sido fraile.

AÑO 1562.

Abrióse de nuevo el concilio de Trento por el mes de enero; legados del Papa fueron el cardenal Juan Moron y otros tres cardenales. Acudió gran número de prelados, hasta los franceses que vinieron en compañía del cardenal Cárlos de Lorena.

En el puerto de la Herradura se perdieron con un recio temporal que de noche sobrevino veinte y dos galeras con su general don Juan de Mendoza. Cruel carnecería era la que se hacia en Francia; los templos muy sumptuosos y de gran majestad echados por tierra; muchas ciudades se rebelaron contra su rey. Acudió, entre otros, al remedio el príncipe de Bearne, duque de Vandoma; puso cerco sobre Ruan, que entre las demás estaba tambien rebelada, pero fué desde la muralla muerto de un arcabuzazo á 17 del mes de diciembre, dado que antes que falleciese fué la ciudad tomada por los suyos. El príncipe de Condé, hermano de Vandona, caudillo de los herejes, confiado en socorros que vinieron en Alemaña, se atrevió á ponerse sobre Paris. Vinieron con él á las manos los católicos á 8 de diciembre, y en particular un buen número de españoles que el rey Católico desde España envió en socorro de su cuñado lo hicieron tan bien, que le fué forzado alzar el cerco. Siguieronle hasta la ciudad de Dreux, donde en batalla le vencieron, y destrozadas sus gentes, le prendieron.

AÑO 1563.

Las fuerzas y esperanza de Francia por este tiempo estaban colgadas de la casa de Guisa. La ciudad de Orliens, puesta sobre el rio Loire, entre las demás rebelada, la tenia cercada el duque de Guisa, como vicario que era del Rey; pero matóle un cierto Juan Poltrot que salió con este intento de la ciudad, y á la pasada del rio le tiró un arcabuzazo, de que murió á 24 de febrero; fué preso y puesto á cuestion de tormento; el matador confesó que el almirante Coliñi y Teodoro Beza, principal entre los ministros, le persuadieron acometiese aquel caso. Tiráronle en Paris públicamente á cuatro caballos, con que le despedazaron.

Don Francisco de Navarra, arzobispo de Valencia, falleció en una aldea cerca de aquella ciudad á 16 de abril. Dicese dél comunmente, aunque no hay cosa averiguada, que dejó escrita la mayor parte de una historia de España en lengua vulgar, hecha con mucho cuidado, bien que el estilo es poco elegante.

El concilio de Trento se concluyó á 5 de diciembre,

y poco adelante fué confirmado por el pontifice Pio IV. Entre los obispos españoles los que mas en letras se señalaron en aquel Concilio fueron el arzobispo de Granada don Pedro Guerrero, el obispo de Leon Andrés de Cuesta, don Martin de Ayala, obispo de Segovia, don, Diego de Covarrubias, obispo de Ciudad-Rodrigo y el de Lérida Antonio Augustino. Entre los teólogos los mas señalados fueron los padres Diego Lainez y Alonso Salmeron y fray Pedro de Soto, de la órden de Santo Domingo, varon docto y pio, digno de mucha loa por haber perseguido los herejes. Falleció en Trento; ya muy viejo le vimos en Roma trabajado de tempestades y temporales contrarios.

Salarraez, rey de Argel, sitió este año á Oran y á Mazalquivir; en Oran estaba el conde de Alcaudete; en ́ Mazalquivir su hermano don Martin de Córdoba; ambos se portaron generosamente en la defensa; pero la resistencia de Mazalquivir, que fué muy apretada, será siempre memorable. Acudieron las galeras de España con su general don Juan de Mendoza, que finalmente hicieron alzar el cerco.

AÑO 1564.

Juan Calvino falleció en Ginebra á 19 de mayo; sucedió en el cargo que tenia Teodoro Beza; á un hombre perdilo otro peor; para conocer quién haya sido Beza y cuán grandes sus deshonestidades, basta leer sus versos amatorios. De ellos, cuando no hubiera otra co a, se entiende claramente que fué obispo conforme y muy a propósito de la secta que profesaba.

Don García de Toledo, marqués de Villafranca, hijo de don Pedro de Toledo, que era virey de Sicilia y juntamenfe general de la mar y de todas las armadas de España, este año, á 6 de setiembre, junto á la ciudad de Vélez en las marinas de Africa ganó de los moros el Peñol, que es un castillo; edificóle los años pasados el conde Pedro Navarro, pero estaban de él apoderados los moros.

Este año, á 23 de julio, en Viena de Austria falleció el emperador don Fernando; sucedióle su hijo Maximiliano, segundo deste nombre.

AÑO 1565.

Don Luis de Biamonte, conde de Lerin y condestable de Navarra, falleció este año sin dejar hijo varon, que fué causa que don Diego de Toledo, hijo menor del duque de Alba, con casarse con doña Brianda, hija mayor del dicho Conde, sucediese en sus estados. Desta manera se acabó aquella casa que por largo tiempo trajo revuelto aquel reino, siendo contraria á los reyes pasados, de cuya sangre ella decendia.

La reina de España doña Isabel con voluntad del Rey, su marido, se partió para las fronteras de Francia; llegó á la ciudad de Bayona, que está al principio de Guicna, mediado el mes de junio. Detúvose allí diez y siete dias en compañía de la Reina, su madre, y de sus hermanos, y con tanto dió vuelta á España.

En el mismo tiempo la isla de Malta comenzó á ser trabajada por la armada turquesca; tres meses se gastaron en el cerco; grandes fueron los encuentros, y muertos muchos caballeros de San Juan; de los con

EL PADRE JUAN DE MARIANA.
trarios al tanto perecieron muchos, y entre los demás
el cosario Dragut con un tiro de artillería que le ases-
taron. Finalmente, como los turcos tuvieron nueva que
don García de Toledo, virey de Sicilia, venia en socor-
ro de los cercados, alzado el cerco, se hicieron á la
vela con pérdida de gran parte de la gente que venia
en su armada.

En España, conforme á lo que estaba mandado en el concilio de Trento, se tenian muchos concilios provinciales; los principales fueron el de Toledo, el de Salamanca y el de Braga. En el de Toledo se halló presente el obispo de Sigüenza don Pedro de la Gasca, y entre los procuradores por la iglesia de Cuenca el doctor Alonso Ramirez de Vergara, persona entre los demás teólogos señalada en letras y bondad, muy liberal para con los pobres, principalmente para con nuestra religion, por fundar, como fundó, á su costa en Alcalá el colegio de la Compañía de Jesus, donde sus huesos se trasladaron con mucha solemnidad á 25 de octubre de 1621 á un templo que á costa de doйa María y doña Catalina de Mendoza se labró allí muy sumptuoso.

El cuerpo del mártir san Eugenio, primer prelado de Toledo, traido del monasterio de San Dionisio, cerca de Paris, con solemne recibimiento y aparato entró en Toledo á 18 de noviembre; hallóse presente el Rey con toda su casa, los príncipes de Bohemia, Rodulfo y Arnesto, hijos del César, que se criaban en España, y los obispos del Concilio, que hicieron la procesion y la fiesta mas señalada.

El pontífice Pio IV pasó desta vida á 10 de diciembre.

AÑO 1566.

El cardenal Micael Gislerio, natural del Bosco, en en tierra de Alejandría, ciudad de Lombardía, fraile de la órden de Santo Domingo, fué hecho pontífice á 7 de enero; llamóse Pio V, gobernó la Iglesia seis años, tres meses y veinte y tres dias; su vida y costumbres tan santas, que apenas hay quien se le compare.

Estaba el rey Católico en el bosque de Balsain á causa de las calores del estío, cuando, á 12 de agosto, le nació de la reina una hija, que se llamó doйa Isabel Clara Eugenia, la cual á la sazon que esto se escribe está en edad de veinte y ocho años.

El gran turco Soliman tenia puesto cerco sobre Segueth, un castillo muy importante de Hungría; pero antes que le tomase falleció, á 4 de setiembre, y no obstante su muerte, aquella fuerza fué por los suyos tomada. Dejó por sucesor á su hijo Selim, segundo deste nombre. Gobernaba lo de Flandes por el rey Católico su hermana madama Margarita, duquesa de Parma; menospreciabanla los herejes por ser mujer, y así comenzaron á alborotar aquellos estados; en muchas tes hicieron grandes insolencias, y en particular derparribaron las imágenes de los santos que estaban en las iglesias.

La reina de Escocia por miedo de los suyos que se le alteraban, se retiró á Inglaterra, donde que le levantaron, contra las leyes divinas y humanas por testimonios fué puesta en prision.

AÑO 1567.

El arzobispo de Toledo al cabo de tantos años que se trataba su causa, por mandado del papa Pio V fué enviado á Roma, donde llegó á 28 de mayo; pusiéronle en prision dentro del castillo de Santangel hasta tanto que su negocio se determinase.

Iba adelante el fuego y revueltas de Flandes, que se continuaron este año y los de adelante; acudió el duRey para apagalle, con cuya venida madama Margarita que de Alba don Fernando de Toledo, enviado por su poco despues se partió para Italia, y los condes de Egmon y de Hornos fueron presos por el Duque.

Los herejes tenian cerco sobre Paris; salió el condestable Ana Memoranci contra ellos, dióse la batalla junto á San Denis; vencieron los católicos, pero con muerte del Condestable; los contrarios con el Almirante, su caudillo, fueron desbaratados y puestos en huida. Ayudó mucho para ganar la jornada el conde de Aremberg y cuatro mil borgoñones que en su compañía fueron en socorro de los católicos desde Flandes. AÑO 1568.

la ciudad de Huesca fueron traidos y metidos en AlcaA 7 de marzo los sartos mártires Justo y Pastor de la lá de Henares, donde padecieron y donde eran naturales.

El principal caudillo y movedor de las revueltas de Flándes fué el príncipe de Oranges, el cual, por miedo de lo que bien merecia, se habia huido y ausentado. Su hermano el conde Ludovico, acompañado de muchas compañías de alemanes, se metió por la Frisia Occidental. Salióle al encuentro el conde de Aremberg, y en su compañía, fuera de otras gentes, el tercio de españoles de don Gonzalo de Bracamonte; la priesa de acometer y poco órden fué causa que se perdió la jornada. Muerto el Conde y otros muchos, los demás por los pantanos y lagunas, por estar quebrados los diques y todos los campos cubiertos de agua, se retiraron á Groniague, ciudad principal y cabeza de Frisia. Los condes de Egmon y de Hornos, convencidos de traicion por el duque de Alba, fueron justiciados en Bruselas; cortaronles las cabezas á 4 de junio, y porque los naturales no se alterasen, los llevaron al cadalalso con guarnicion de soldados que estaban puestos por todas partes, y en particular á las bocas de las calles. Este castigo mas embraveció los ánimos de los naturales que los espantó.

Ejecutada esta justicia, el duque de Alba salió á bus-
car al de Oranges, que por otra parte habia entrado
en aquella provincia con gentes; mas hízole retirar sin
daño de los suyos, y recobró muchas plazas y casti-
llos con muerte de los herejes que en todas partes ha-
llaba.

A la misma sazon en España se alteraron los moriscos
de Granada, gente que nunca fueron leales, y entonces
estaban irritados por ciertas premáticas que contra ellos
se ordenaron; en dos años que duraron estos alboro-
tos, muchos dellos perecieron, y el marqués de Mon-
dejar los venció siete veces, y muchos de los nuestros
por mal órden fueron muertos; últimamente,
general don Juan de Austria, se acabaron de apaciguar;
siendo

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