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habria tan crecido número de víctimas. Lo sensible es que duró poco, y que ademas de ser rarísimos los exemplares antiguos de haber lo intentado, lo llegó á prohibir Felipe Segundo expresamente en ΙΟ de Marzo de 1553 para dexar mas despótico un tribunal, cuyo imperio absoluto consistia en el secreto misterioso de sus operaciones.

Aunque Deza reasumió su autoridad de inquisidor general luego que murió el rey Felipe, no pudo evitar la contradiccion de un partido muy poderoso que ya estaba formado contra él y su tribunal, compuesto de todos los cortesanos, del monarca difunto , y de otros muchos; pues como el rey Fernando se hallaba en Nápoles y la reyna propietaria Doña Juana estaba demente, regian á Castilla tomando el nombre de esta reyna los individuos de un consejo de gobierno en que ocupaban los primeros lugares Don Fray Francisco Ximenez de Cisneros, arzobispo de Toledo, el almirante, y el condestable, teniendo gran parte el èmbaxador del emperador Maxîmiliano en las deliberaciones, y ninguno era favorable al arzobispo de Sevilla, inquisidor general.

Se puso, pues, á éste en la precision de delegar su potestad en Don Alonso Suarez de Fuente el Saz, obispo de Jaen, presidente del consejo de castilla, por lo respectivo á las recusaciones hechas contra el mismo inquisidor general, y todos los individuos de la Inquisicion de Córdoba; pero sin embargo reteniendo el conocimiento de las causas de fé mandó que los presos fuesen restituidos de las cárceles de Toro á las de Córdoba, y fué obedecido (9).

Gonzalo de Oviedo (secretario del consejo y juntas extraordinarias del asunto, celebradas por el obispo de Catania, como inquisidor general, delegado durante el gobierno del rey Felipe) testifica que la reasuncion de facultades del arzobispo, y la reconducion de los presos empeoró tanto el estado de los negocios que se turbó la tranquilidad pública; pues el marques de Priego se atrevió á conmover á Córdoba; y seguido de gentes armadas, quebrantó en Octubre de 1506 las cárceles de la Inquisicion; puso en libertad to

36.

(9) Zurita: Anales de Aragon, tom. 6. lib. 7. cap. Quintanilla : vida del cardenal Cisneros, lib. 3.

cap. 17.

dos los presos, prendió al fiscal, dos notarios, y otros ministros de la Inquisicion; y no al inquisidor Lucero, por haber éste huido en una mula con toda prontitud antes que pudiesen cogerle, con lo qual se tranquilizó el vecindario (10).

El arzobispo de Sevilla no tuvo esta sola mortificacion : se le añadió la mayor de haber oido que el marques de Priego y sus adherentes habian jurado perderle, llamándole tambien judío marrano, y con efecto declarados enemigos suyos aquel, el conde de Cabra, el comendador mayor Garcilaso de la Vega, el obispo de Catania Don Diego Ramirez de Guzman, el obispo de Osma Don Alonso Enriquez, el de Palencia Don Juan Rodriguez de Fonseca, el señor de Villena Don Juan Manuel, el embaxador imperial Andres del Burgo, y otros muchos personages de la primera nobleza castellana, debia temer y precaverse de la multitud inumerable de familias exâsperadas con sus procedimientos; por lo que fué forzoso pensar en la renuncia de su empleo, sobre lo qual es

(10) Quintanilla, y Gomez Bravo, en los lugares citados.

cribió al rey Fernando, que se hallaba en Nápoles, llamado nuevamente por los castellanos á gobernar el reyno de Castilla (11).

Entretanto se hacian á Roma recursos

por los interesados de los dos partidos opuestos. Por parte de los procesados se obtuvo comision pontificia en favor de Don Fray Francisco Mayorga, obispo de Tagaste, auxiliar en España, para conocer de las acusaciones que se hacian contra el inquisidor Lucero, y ministros de la Inquisicion de Córdoba; y por la de estos otro breve de comision en favor de Don Pedro Xuarez Deza, arzobispo electo de Santo Domingo de América, para continuar los procesos que en virtud de delegacion del arzobispo de Sevilla, inquisidor general, habia formado contra el marques de Priego, y cómplices de las violencias hechas en Córdoba (12).

Entretanto el nuncio pontificio Juan

:

(11) Zurita anales de Aragon tom. 6. lib. 7. cap. 27. Gomez Bravo, y Quintanilla, en los lugares indicados.

(12) Cantolla: compilacion de breves de la Inquisicion continuando la de Lumbreras, lib. 3.Gomez Bravo: catálogo de los obispos de Córdoba en el lugar citado.

Rufo, obispo britonoriense, por comision del papa trabajaba en la causa promovida contra Don Fray Hernando de Talavera, arzobispo de Granada, en la qual habia recibido informacion sumaria el arzobispo de Toledo, Don Fray Francisco Ximenez de Cisneros, haciendo de inquisidor general por delegacion del de Sevilla; y habiendo remitido el proceso dicho nuncio al sumo pontífice para su determinacion definitiva, lo vió todo su santidad, asistido de varios cardenales y prelados, entre ellos Don Fray Pasqual de la Fuente, obispo de Burgos, que se hallaba entonces en Roma; y resultó absuelto el venerable anciano granatense, que murió poco tiempo despues en 14 de Mayo de 1507 con este consuelo, y el de ver libres tambien á su hermana y sobrinos (13).

El rey católico enterado de lo que pasaba, no sostuvo al arzobispo de Sevilla. Sabia estar formado un partido poderoso para confiar el gobierno de Castilla al emperador Maximiliano,

como

(13) Bermudez de Pedraza: hist. de Granada, part. 4. cap. 33. Pedro Mártir de Angleria, epist. 333, 34, 42, 44 y 45.

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