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en los hechos, como tendrémos ocasion de manifestarlo mas adelante. Este es el inconveniente en que se incurre cuando se abandona la moderacion y la prudencia; por-. que la verdad no se conoce jamas, antes bien es desatenda entre el tumulto de las pasiones exaltadas. Acaso el mismo obispo lo conoció así, cuando en 1560 puso de puño propio una nota, que se conserva en los dos primeros libros ó volúmenes, expresando que los dejaba en confianza al colegio de la órden de predicadores de San Gregorio de Valladolid, rogando á sus prelados que á ningun seglar, ni á los colegiales diesen á leer su historia por tiempo de cuarenta años, y que pasado este término. se pudiese imprimir si convenia al bien de los indios y de España.

52. Otro de los historiadores clásicos de Indias es Gonzalo Fernandez de Oviedo, cuyas obras aun no son enteramente conocidas del público. La principal, que es. la historia natural y general de las Indias, Islas y Tierrafirme del mar Océano, contiene cincuenta libros divididos en tres partes, de las cuales solo la primera, que tiene diez y nueve, se imprimió y reimprimió con algun aumento, y se tradujo al italiano por Ramusio, y al frances por Juan Poleur. De la segunda parte solo quedó impreso el primer libro, é inéditos los diez y ocho restantes, como toda la tercera parte que comprende los últimos doce libros. Es sensible que no se publicasen todos unidos y correctamente, como se mandó por Real orden á D. Francisco Cerdá y Rico á fines del reinado del Señor D. Cárlos III. Es cierto que Oviedo no era tan docto y erudito como Pedro Mártir y las Casas; pero por su apli cacion y constante laboriosidad en observar, inquirir, recoger y coordinar cuanto presenciaba ó sucedia en su tiempo, así como por su continua diligencia en aumentar y corregir sus escritos, es digno de alabanza, é indispensable la lectura de sus obras para conocer la historia del NuevoMundo, hasta la época de su fallecimiento; ya porque estuvo presente á varios hechos, ya por haber conservado algunas relaciones importantes de los descubridores

con quienes mantuvo correspondencia. No fueron tantos los documentos que tuvo de los primeros tiempos, y así refiere candorosamente y con poca crítica, cuanto oyó á personas que abusaron de su credulidad, ó halló adoptado por las tradiciones populares, que se adulteran mas cuanto mas se propagan y alejan de su orígen. Nació Oviedo en Madrid el año 1478, y siendo page del malogrado príncipe D. Juan de Castilla, se halló en el cerco de Granada, y vió entrar á los Reyes-Católicos en esta ciudad despues de conquistada. Estaba en Barcelona cuando fué herido el rey, y cuando Colon se presentó en la corte con los indios que trajo de vuelta de su primer viage. Refiérelo él mismo en estos términos: » Y en aquel mismo año des» cubrió Colon estas Indias, y llegó á Barcelona en el si»guiente de 1493 años, en el mes de Abril, y falló al rey assaz flaco, pero sin peligro de su herida. Aquestos notables se han traido á la memoria para señalar el tiempo en que Colon llegó á la corte; en lo cual yo hablo como testigo de vista, porque me hallé page » muchacho en el cerco de Granada, y ví fundar la villa » de Santa Fe en aquel ejército, y despues ví entrar en » la ciudad de Granada al rey é reina católicos cuando » se les entregó, é vi echar los judíos de Castilla, y es» tuve en Barcelona cuando fué ferido el rey, como se

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ha dicho, é ví allí venir al almirante D. Cristóbal Co»lon con los primeros indios que destas partes allá fueron en el primero viage é descubrimiento: así que no » hablo de oidas en ninguna destas cuatro cosas, si no de » vista, aunque las escriba desde aquí, ó mejor diciendo, » ocurriendo á mis memoriales desde el mismo tiempo »escriptas en ellos." Pasó en 1513 á Tierra-firme con el empleo de veedor de las fundiciones de oro: volvió á España dos años despues, y en 1519 se hallaba de teniente de Pedrarias Dávila en el Darien, donde hizo distinguidos servicios. Regresó á la corte en 1523; en el de 26 le nombró el rey gobernador y capitan de la provincia é islas de Cartagena de Indias, y en 1535 alcaide de la fortaleza de Santo Domingo en la Española. Ul

timamente fué electo cronista general de Indias, y murió en Valladolid año 1557, á los 79 de su edad, habiendo servido mas de cuarenta en la Casa Real, treinta y cuatro en las Indias, y pasado ocho veces el mar Océano *.

53. Segun el testimonio de estos escritores coetáneos y fidedignos, y algunos otros de menor consideracion, debe escribirse la historia de los primeros descubrimientos en el Nuevo Mundo; pero examinándolos antes con juiciosa crítica y prudente discernimiento, cotejando sus narraciones y resultados para acrisolar mas y mas la verdad histórica; porque no todos los hombres ven las cosas de un mismo modo, ni las juzgan por las mismas reglas. D. Hernando Colon censura á Oviedo; el mismo D. Hernando es criticado severamente por Casas; á este tampoco le han faltado sus censores y apologistas: unos escriben con precipitacion y ligereza, otros con excesivo candor y credulidad; algunos con una reserva artificiosa indican lo mismo que quieren callar; y varios, llevados de una exaltacion maniática, reprenden cuanto se opone á su sistema ó modo de pensar. En medio de tales embarazos y contradicciones, nada puede rectificar y dirigir el juicio del historiador tanto como los documentos auténticos y originales, que producidos por las circunstancias del momento estan exentos de prevencion y de parcialidad, y á veces por sus consecuencias suelen ser de mayor auxilio y utilidad de lo que aparece por su simple contenido у lectura. Convencidos de esto por una larga experiencia, damos en esta coleccion un lugar muy distinguido á esta clase de diplomas, con los cuales se ilustran muchos sucesos hasta ahora dudosos ó controvertidos. Nada dirémos sobre la cuestion suscitada y tan empeñada en nuestros dias acerca de la verdadera patria del gran Colon, pareciéndonos resuelta y decidida por él en su testamento, donde confiesa en dos lugares que nació en la ciudad de Génova *: y mas hallándose esto tan comprobado por el

I Baena, Hijos ilustres de Madrid, tomo 11, pág. 354 y siguientes. 2 Pág. 228 y 232 del tom. 11. Véase al fin la Ilustracion 10.3 TOMO I.

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autor del Elogio del mismo almirante, por el colector del Códice Colombo-Américano", y por el Sr. Bossi 3, que pareceria temeridad dudarlo ó contradecirlo. En uno de los dos papeles simples que existen en el archivo de Indias, escritos al parecer á principios del siglo XVI, aunque sin autorizacion alguna, se dice que Colon era natural de Cugureo, que es un lugar cerca de la ciudad de Génova, y en el otro se le hace natural de Cugureo ó de Nervi, aldea de Génova. De aquí pudieron tomarlo Oviedo, Gomara y Veitia *, refiriendo la opinion dudosa que habia en este punto, como lo hizo tambien Hernando Colon, que pudo dejar resuelto este problema, y lo dejó mas tenebroso '. El cura de los Palacios dice que fué de Génova, y mercader de libros de estampa con que comerciaba en Andalucía ; cuya ocupacion confirma Casas, diciendo que en los primeros años que Colon estuvo en la corte, llegó á tanto su escasez, que para sustentarse trazaba cartas de marear y las vendia á los navegantes, hasta que lo recogió en su casa el duque de Medinaceli. Mártir de Anglería, que era milanes, le llama Ligur en sus Décadas y epístolas latinas, y es bien sabido que esta denominacion comprendia no solo á los de la ciudad de Génova, sino á los naturales del territorio de su república. Juan de Barros y Bartolomé de las Casas se inclinaron á que era de algun lugar de la provincia de Génova, y Antonio de Herrera y D. Juan Bau

I Impreso en Parma, año 1781, pág 6 y siguientes, en una nota. 2 Impreso en Génova, año 1823, pág. 7 y siguientes de la Introduccion.

3 Vida de Colon, Ilustracion, núm. 1. Disertacion sobre la patria de Colon.

4 Oviedo, lib. 2, cap. 2.- Gomara, cap. 14. Veitia, lib. 1, cap. I.

5 Hern. Colon, cap. I.

Bernaldez, cap. 118.

Casas, lib. 1, cap. 30.

8 Mártir, lib. 1 de sus Décadas, y en el lib. 6 de sus Epístolas, números 130, 133, 134 y otros.

9 Casas, lib. 1; cap. 2. — Barros, D'Asia, Década 1, lib. 3,

cap. 2.

tista Muñoz, afirmaron con mayor certidumbre que habia nacido en la ciudad de Génova : lo cual nos parece mas cierto estando comprobado recientemente con tantos y tan auténticos documentos.

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54. Mayor variedad hay aun en fijar la época del nacimiento de Colon y de algunos de los primeros sucesos de su vida. Ramusio dice que siendo de edad de 40 años propuso primero á la Señoría de Génova el proyecto de navegar al occidente para encontrar la India y hacer directamente el comercio de la especería, lo que se despreció como un sueño ó una fábula ; y que resentido Colon de que no se diese crédito á su palabra, se fué á tratar sobre ello con el rey de Portugal 2. En catorce años que allí permaneció no pudo hacerse entender de aquel gobierno, segun asegura Casas, con referencia á una carta dirigida por Colon al rey D. Fernando, que vió escrita de su propia mano ; y como por su hijo D. Fernando sabemos que vino á España fugitivo de Portugal á fines de 1484, es preciso concluir que ya en 1470 se hallaba en Lisboa, y si entonces, segun Ramusio, tenia 40 años, es claro que debió haber nacido en el de 1430. Pero en esto puede haber un error notable, siendo cierto lo que refiere D. Fernando, de que estando su padre en Portugal empezó á conjeturar que del mismo modo que los portugueses navegaron tan lejos al mediodía podria navegarse la vuelta de occidente y hallar tierra en aquel via ge. Esto lo comprueba la correspondencia con Paulo Toscanelli mantenida desde Lisboa en 1474, en que le consultaba este proyecto, como que deseaba hallar apoyo á las razones en que lo fundaba . Infiérese de aquí que si estando en Portugal comenzó á formar estas con

Muñoz, lib. 2, § 12.
fol. I.

1 Herrera, Déc. 1, lib. 1, cap. 7. Ramusio, Colec. de viages, tomo III,

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3 Casas, Hist. gen. de Ind., lib, 1, cap. 28, y lib. 2, cap. 37.

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Hist. del Almirante, cap. 5.

5 Véanse en el núm. I del tomo II de esta coleccion. La carta de marear que Toscanelli envió á Colon, y cita en su correspondencia, la tenia en su poder Fr. Bartolomé de las Casas, segun dice al fin del cap. 12 del lib. 1.

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