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can que al viento solano sucede el viento de, circunstancias son los mismos agentes, sin
lluvia, cuyas saludables cualidades ¿se conocen cuya presencia no puede celebrarse la vegeta-
mejor que las dañosas de aquel? Ni esta satis-cion. Jamás es la intensidad del frio la causa
faccion nos queda. Fuera de lo que se ha dicho de las heladas de primavera; siendo cosa sa-
arriba sobre los efectos saludables de las llu-bida que si hay nubes en el horizonte, no se
vias, nada sabemos, y por el axioma general verifican estos fenómenos, y que, para que su-
que dice: faltando la causa falta el efecto, no se cedan, es precisa la claridad y diafanidad de la
esplica ciertamente el fenómeno; pues quedan-atmósfera y la presencia del sol.
do los vegetales casi muertos durante el solano, En semejantes contradicciones, y otras in-
son tan prontos los beneficios del diferente vien- finitas, ¿cómo esplicar este meteoro al parecer
to que le sucede, que no pueden esplicarse sin contradictorio? ¿Cómo dar razon de una helada
suponer que éste trae consigo algun principio de primavera, de una granizada de verano y
restaurador, que da á las plantas repentina- de una nieve de invierno? Estos meteoros de-
mente lo que el otro les habia robado. Sin es-ben mas bien ser considerados como fenóme-
ta hipótesis diriamos que los vegetales semi-nos eléctricos que como resultados calóricos;
muertos por el solano, se restablecerian len- y esto con tanta mas razon, cuanto que duran-
tamente y despues de muchos dias: mas este te tormentas y granizadas de estío, se han ob-
restablecimiento es repentino, algunas horas servado cristalizaciones subterráneas que ja-
bastan frecuentemente, y esto sin aparecer las más existieron, que se sepa, en estados opues-
lluvias, que no siempre siguen al solano, ótos de frio y de calor; y cuanto que las espli-
antes de que sucedan.

caciones que hasta ahora se ha pretendido dar bajo estos estados calóricos de las varias alturas de la atmósfera, son insuficientes y meramente hipotéticas. Los tres estados mencionados son, asi como las heladas de invierno, fenómenos diferentes, no solo en la forma, sino hasta en la esencia.

De lo dicho se sigue que todos los vientos influyen favorablemente sobre las plantas: y que el solano influye adversamente sobre las mismas y les es mortal. Ya dijimos arriba la composicion del aire, y el modo como las plantas lo respiran: seria de descar que se hiciesen esperiencias eudiométricas, termométricas, higrométricas y otras, á fin de descubrir esta causa oculta que no solo influye sobre la parte fisica, sino aun sobre la moral de los animales y del hombre. Bien conocidos son sus influjos morales en casi toda la costa del Medi-á la última estremidad. Mas tarde, al principio terráneo de nuestra península, y esta circunstancia nos debia interesar á investigarla.

METODISTAS. Bajo este nombre se designó en un principio á los escritores católicos que en el siglo XVII inventaron un nuevo método dialéctico por medio del cual, precisando sus discusiones con los protestantes, los reducian

del siglo XVIII, se dió este nombre à una sociedad religiosa formada en el seno de la igleInflujos frios ó glaciales. La escarcha y sia anglicana, con el concurso de algunos teóel hielo meteorológicos influyen sin duda de logos que se habian reunido en 1720, en Oxun modo diverso sobre los vegetales, en varios ford, con un motivo piadoso. Sus estatutos no tiempos del año, en varias épocas de la vege-prescribian mas sino la observancia religiosa de tacion y en varias circunstancias de la atmós-los preceptos del Evangetio. Los adversarios de fera, de la posicion de las nubes y de la di- esta sociedad, con objeto de ponerla en ridíreccion de los rayos lumínico-calóricos del sol. culo, dieron á sus miembros el nombre de meEn el rigor del invierno no se hielan las todistas ó inventores de un nuevo método paflores de los vegetales, no por lo que se dicera vivir cristianamente. Pero este nombre, levulgarmente por la razon de que no las hay, jos de producir el efecto que se habian propues existen algunas sin padecer por las nie- puesto, fué adoptado por los mismos indivives, hielos y escarchas, cuyos grados de frio duos de la sociedad. son superiores à los de la mas rígida mañana Juan Wesley, su fundador, y Jorge Whitede los meses de primavera. Los árboles se re-field, se distinguieron entre todos por su celo sienten de un invierno glacial, riguroso y muy y por sus talentos. El primero, acompañado de prolongado, en que las flores y las plantas tier- sus tres hermanos, trabajó dos años por la nas apenas se marchitan. Aquellos llegan á propagacion del Evangelio entre las poblaciomorir total o parcialmente, y aunque algunas nes salvages de la América del Norte. A su vuelyerbas sufran deterioros en sus estremidades, ta á Inglaterra procuró organizar su sociedad otras se mantienen vigorosas, siendo al pare- por el modelo de la de los hermanos moravos. cer mas sensibles y mas débiles que los árbo- | Entretanto, Whitefield preparaba al pueblo con les corpulentos y de un tejido sólido. En pri- sus sermones á la reforma de su amigo, que mavera se hielan los tiernos retoños y las flo- no tardó en esponerla por sí mismo en conferes de unos y otros, sin necesidad de mucha rencias y predicaciones públicas. Estas prediintensidad de frio, y con atmósfera limpia, diá-caciones que se verificaban al aire libre, atraian fana y animada por la presencia del sol, cuyos rayos calórico-luminicos hemos reconocido saludables á las plantas: he aqui un caso bien marcado de lo dañosos que por virtud de las 1808 BIBLIOTECA POPULAR.

tan numeroso auditorio, que no hubiera cabido en ninguna iglesia de Londres. Wesley supo rejuvenecer por el fuego de su palabra y la lucidez de sus raciocinios, cuestiones ya enT. XXVII. 46

vejecidas, y en cierto modo ahogadas por la wood sirve para formar predicadores. Los frialdad y el escepticismo del clero anglicano, nombramientos se hacian otras veces à la suertales como la caida del hombre, la redencion, te bajo la presidencia del gefe de la sociedad; la resurreccion y otras. Creciendo sin cesar pero despues de la muerte de Wesley, ocurrida el número de sus adeptos, los metodistas tu- en 1791, se adoptó por una parte de los correvieron muy luego una iglesia, con el nombreligionarios el sistema de la eleccion. Estos dide tabernáculo, y resolvieron darse una cons-sidentes, conocidos hoy con el nombre de nuetitucion hacia el año 1739. Pero la discusion vos metodistas, componen el partido mas nuque se suscitó entre ellos con motivo de la meroso. A pesar de algunas exageraciones que gracia, dividió la sociedad en dos partidos. con justicia pueden tacharse en los metodistas, Los partidarios de Whitefield admitieron el par- es preciso convenir en que han ejerci o una ticularismo de Calvino, en tanto que los del provechosa influencia sobre la vida religiosa Wesley, lo mismo que los arminianos, recono- en Inglaterra. Su número es bastante considecieron el dogma de la predestinacion en su rable; y aunque débiles y perseguidos en un sentido mas absoluto. Los treinta y nueve arti- principio, son hoy fuertes y poderosos. culos de la iglesia episcopal, quedaron reduci- Los metodistas de la América del Norte son dos á veinte y cinco, basados sobre la doctrina | partidarios de la doctrina de Wesley, pero dievangélica. La liturgia de los metodistas no se tieren en muchos puntos de las comunidades diferencia en nada de la de la iglesia episcopal, de Inglaterra. Wesley habia vuelto desde luesino en que la observan con mas celo y de-go sus ojos hácia las colonias americanas, y vocion. Todos los dias se reunen en su ta- desde el año de 1766 los predicadores metodisbernáculo por la mañana y por la tarde. Obser- tas que salieron de Irlanda, habian fundado van religiosamente el domingo. Cada comuni- una comunidad en Nueva York. Esta comunidad dad pasa una noche al mes entregada á la ora-prosperó de tal manera, que dos años despues cion. El primer dia del año está consagrado á de su establecimiento poseia ya una iglesia. la festividad de la congregacion. Los wesleis- La primera conferencia de los metodistas ametas cimentan entonces mas y mas su union enricanos se celebró en 1713 en Filadelfia bajo la el tabernáculo de Moosfield en Londres. Con el presidencia de Tomas Rankin, á quien habia objeto de mantener la disciplina, se divide la confiado Wesley la vigilancia de las comunidasociedad en comunidades, las comunidades en des en sus colonias. Despues de la revolucion clases, compuestas cada una de diez á veinte de 1784, Wesley envió á uno de sus discipulos miembros; las clases se dividen en grupos, se-á América para establecer alli un vigilante gegun el sexo: cada grupo tiene su director, se reune una vez á la semana. Todos los grupos y todas las clases de que se compone la comunidad, se reunen cuatro veces al año en un banquete fraternal.

yneral ó gefe de las comunidades americanas, lo cual se verificó en una reunion de Baltimoro. Doce ancianos fueron asimismo nombrados y elegidos entre los pastores. Desde que la constitucion episcopal se estableció en AmériLos metodistas se dividen ademas en per- ca, la nueva iglesia tomó el nombre de iglesia severantes, es decir, aquellos cuya fé y cuya episcopal metodista. Su gerarquia se compone resurreccion está confirmada por la perseve-de diáconos, de ancianos y de obispos. Todo rancia en las buenas obras; y en decaidos, ó individuo que se cree inspirado se dirige al presea aquellos que despues de su resurreccion dicador; y si no se le reputa indigno, se le autoserán condenados á trabajar, á orar y á morir riza para que durante algun tiempo haga exhortade nuevo. Los metodistas perseverantes obtie-ciones á los fieles. Si esta primera prueba corresnen de sus superiores un certificado de pie-ponde á los deseos de los pastores, obtiene el per dad, que deben renovar cuatro veces al año. Amiso de hacerse oir en toda una comunidad, ó los neófitos se les dan los estatutos de la ór-tal vez se le nombra predicador ambulante. den para que los mediten. Los recalcitrantes Despues de dos años de viages, obtiene el tise esponen hasta á ser suspendidos y arrojados tulo de diácono, y dos años despues el de ande la comunidad. ciano. Los predicadores en las comunidades La direccion de las comunidades está por son legos lo mismo que en Inglaterra, y no lo comun á cargo de los obispos, y aun de pre-predican mas que el domingo. La conferencia dicadores elegidos fuera del estado eclesiástico. anual se compone de todos los predicadores Están retribuidos á espensas de la comunidad; | ambulantes. Los diputados forman la conferenpero pueden dedicarse al mismo tiempo á sus cia general, que no se reune mas que cada negocios particulares. Siete de entre los direc- cuatro años, y está investida del poder de motores de las clases y de los grupos dividen el dificar los reglamentos de la comunidad. Las cuidado de la administracion con el predicador de comunidades están divididas en grupos, lo la comunidad, y se llaman ancianos. Ademas mismo que en Inglaterra. Cada grupo se comcierto número de predicadores celebra cada pone de tres ó cuatro individuos, que forman año una conferencia para arreglar los negocios una conferencia particular. En 1831 se conta generales de la sociedad. Cada comunidad tie-ban en América 513,000 metodistas con 2,010 ne su maestro de escuela particular. El estable- predicadores. El número de las personas que cimiento especial fundado por Wesley en Kings-asistian á sus predicaciones pasaba de 1.000,000.

En 4831 se abrió un seminario metodista en farrollarla bien en sí mismo, deberá el homMiddletown, en el Connecticut.

Hlácia mediados del siglo XVIII se introdujo en América un nuevo metodismo, conocido con el nombre de nueva luz, y suscitado por la predicacion del irlandés Skady-llands. Esta doctrina difundió las ideas mas estravagantes sobre la inspiracion divina, la iluminacion y la resurreccion. Sus partidarios practican en sus asambleas las ceremonias mas raras que haya podido inventar jamás el fanatismo religioso. Esto bastaria á convencernos de lo peligroso que es separarse un solo ápice de los preceptos y doctrinas de la iglesia, y formar asociaciones que no vivan á su sombra y ateniéndose al estricto cumplimiento de sus preceptos, por bueno que aparezca en sí mismo el objeto de estas.

Puede verse sobre este punto el Crowthers portraiture of methodisme, or the history of the Wesleyan methodisme. (London, 1846.)

bre recurrir á las verdaderas luces de la filosofia, y sobre todo á las de la metafísica trascendental que le permita remontarse á las regiones de las verdades absolutas? Sin duda ninguna con respecto de la filosofia práctica que puede abordar la gran mayoría.

¿Pero sucederia lo mismo con respecto de la filosofia puramente especulativa y trascendente en cuya elevada region se refugian las verdades absolutas, que al parecer son miradas por los hombres en general como concepciones nebulosas, vagas, indeterminadas, porque no implican ya las nociones de sustancia, de espacio y de tiempo?

A nuestro modo de ver, las verdades absolutas no pueden ser en ningun caso despreciadas ni desdeñadas, y puesto que son universales, menester es procurar el hacerlas surgir de la conciencia misma de aquellos que al parecer las temen: con este fin el sentimiento religioso ha esperimentado la necesidad de crear los símbolos.

METODO. (Filosofia.) Ansioso el hombre de Ahora bien, lo que la actividad religiosa ciencia y de saber, quiere darse cuenta de to- | del espíritu humano ha tenido que hacer para das las armonias de la naturaleza y de some-formular las verdades de revelacion divina, ha terla á fórmulas; hundese su espíritu desde sido imitado por su actividad cientifica, y con luego en la contemplación de la innumerable este objeto mismo despues de la invencion de multiplicidad de los objetos que le rodean y la escritura se han creado fórmulas analíticas que escitan su ávida curiosidad para objetivar-ó sintéticas que son simples enunciados ó bajo se en seguida á sí mismo, y compararse con los la forma de cuadros diópticos ó sinópticos del seres inferiores á él en inteligencia, ó que ca- órden seguido por el espiritu humano en la recen totalmente de ella: de aqui el recono- investigacion ó en la demostracion, ó bien cerse el hombre capaz de ciencia, esto es, de aun en la verificacion de los hechos referidos un conocimiento mas o menos claro y cierto à principios ciertos. de las cosas, fundado en principios evidentes por sí mismos ó en demostraciones.

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Para fijar de algun modo las verdades adquiridas á fin de poseerlas definitivamente, el Esta ciencia humana, sin embargo, se ofre- espiritu humano, cuya actividad progresiva se ce al espíritu bien pronto como limitada, como manifiesta al menos en el tiempo, habria podirelativa, como finita y coordinada con un grado do bien en rigor disponer intra-menten, ó en de organizacion material; semejante ciencia no su conciencia el órden del encadenamiento de puede satisfacer las necesidades y las aspira- todas esas verdades, y formarse asi unas esciones de nuestra inteligencia: atormentanospecies de cuadros mudos de cuya clave hula intuicion de la existencia de una ciencia ili- biera él solo podido disponer. mitada, absoluta é infuita: los vuelos del espiritu humano tienden incesantemente hácia ese saber absoluto, atributo de la divinidad; estos vuelos sublimes constituyen al hombre un ser progresivo capaz y digno de hallar, de poseer y de trasmitir todas las verdades remontándose hasta su primer origen.

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Tambien hubiera podido limitarse á comunicar por medio de la palabra sus concepciones á sus semejantes, sustrayéndolas de este modo á la condicion de espacio. esto tiene lugar respecto de la tradicción oral que se hace siempre bajo la condicion de sucesividad en el tiempo.

¿En qué se funda este sentimiento intimo De mas está que digamos, que la tradicion de la capacidad, de la dignidad, del poder y del por medio de la escritura, implica siempre las querer científico con que se siente dotado é tres condiciones de sustancia (materia), de esinvestido? Debe fundarse en la conciencia de la pacio y de tiempo para la posesion y la trasposesion de cierta fuerza que le hará capaz de mision de las verdades de un orden cualquiesuplir á la flaqueza de su inteligencia, crean-ra, que consideradas en si mismas están siemdo un instrumento en relacion con su aspira-pre fuera de dichas tres condiciones, aun en cion hacia el blanco de sus deseos, esto es, de conocer todas las armonias subordinándolas á fórmulas que caen en el vasto campo de la esfera de su actividad.

aquellos casos en que su manifestación ó su ocultacion fuese permanente para el hombre.

Examinando comparativamente los tres casos principales en que ejerce su actividad el ¿Y para darse razon de la legitimidad del espíritu humano, fácilmente se reconoce que sentimiento de esta fuerza innala, y para des- I aquellos en que se manifiesta ya por la tradi

cion oral, ya por la escritura, está necesaria- | ma mas que una fé fundada en los resultados mente subordinado en sus manifestaciones á de la observacion directa o indirecta que en ralas condiciones de tiempo, de espacio y de zon de su constancia son elevados al rango de sustancia, y que escrutando mas profunda- leyes ó de principios vastamente concebidos y mente su naturaleza, no puede ni aun en el de mas en mejor formulados. caso en que obra lo mas poderosamente intra- La conciencia de la certeza de estos prinmenten, sustraerse del todo al yugo de aque-cipios y de aquellas leyes revestidos con la llas tres condiciones fundamentales. sancion de un sentido comun considerado co

A los ojos y probablemente al decir de los mo la resultante de todos los esfuerzos de las filósofos que trabajan para hacer progresar actividades individuales agrupadas en asociauna metafisica trascendente en la que las no-ciones nacionales y reunidas solidariamente ciones de tiempo, de espacio y de sustancia, y por la moralidad religiosa que es la que mas por consiguiente de movimiento, de forma y tiende á universalizarse, la conciencia de esta de materia, hayan de ser borradas porque les certidumbre, decimos, cuyo criterio nos pareparezcan inútiles ó perjudiciales, este artículo ce de esta manera convenientemente interó mas bien este primer ensayo de la formula- | pretado, suministra, pues, el verdadero punto cion de un método acaso nuevo en filosofia de partida, puesto que la evidencia de los pringeneral, solo deberá tener al primer aspecto cipios permite percibir el fin principal que nos un valor muy secundario. proponemos alcanzar.

¿Y podria ser de otro modo si estos metafisicos trascendentes, antes de inscribirse en contra, se determinasen á hacer un exámen sério y sin ninguna prevencion?

No nos toca emitir con respecto de esto una opinion cualquiera; empero podemos afirmarles que nos complaceria mucho el que se dignasen consagrar algunos instantes á dicho exámen, á fin de saber hasta qué punto están fundadas en principio, en hecho y en derecho las aserciones nuevas, y las demostraciones que creemos deber someter á la crítica de todos los hombres ilustres que por sus trabajos han contribuido á los progresos de la filosofía, y de aquellos que con gusto se entregan al culto, y sobre todo á la práctica de esta ciencia legisladora de la razon humana.

Tenemos, pues, un punto de partida y un punto de llegada.

¿El fin principal es simple, múltiplo ó complexo?

Si es simple bastará ó hallar la verdad, ó demostrarla, ó bien todavía someterla á nuevas pruebas, esto es, confirmarlas, hacerla constar por medio de una verificacion mas exacta. Si el fin que uno se propone es doble, tres casos se presentan:

En el primero se propone uno hallar la verdad y demostrarla al mismo tiempo.

En el segundo, hallada la verdad, se propone uno suministrar la mejor demostracion y confirmarla por medio de la crítica.

pruebas ó modificaciones que la confirmen completamente ó que la perfeccionen.

En fin, en el tercer caso, hallada la verdad de los hechos, vuelve uno á tomar las investiAntes de presentar aqui una primera indi-gaciones del inventor para hacerlas sufrir cacion de lo que nos ha parecido ser, al menos bajo el concepto de la forma un método nuevo, podria parecer útil informarse acerca del criterio ó de los diversos criterios de certeza á los que el hombre recurre ya cuando consulta un sentido íntimo é individual, ya cuando apela al sentido comun ó social, ya en fin cuando invoca la autoridad de la palabra divina.

Si el fin principal pudiese ó debiese ser demostrar y confirmar al mismo tiempo un gran número de hechos ya reconocidos como verdaderos, seria todavía posible combinar el trabajo de la demostracion y el de la confirmacion con la intencion y el hecho de la invencion respecto de los hechos poco conocidos ó aun desconocidos, de los que sospecha uno la existencia y la posibilidad de un descubrimiento mas o menos próximo.

Empero pensamos que de todo cuanto se ha dicho ó escrito acerca de esta primera parte de la lógica, podria concluirse que el criterio | tomado en el sentido intimo del yo, tiende y llega necesariamente á fundirse en el sentido comun que lo modifica sin absorberlo, y viene á ser el criterio de toda la ciencia humana bajo la condicion, sin embargo, de que esta ciencia se sienta legitimamente subordinada á las verdades religiosas y se considere como un simple reflejo de la ciencia divina; porque es de esta manera que el espíritu humano que no puede descubrir los misterios del mundo visi- Desde este momento decimos, el espiritu ble, es naturalmente llevado á creer todas las humano parece estar en posesion de los meverdades mas o menos misteriosas de la reve-dios de caracterizar las grandes vias que puede lacion divina.

Desde el momento, en que ninguna duda puede inquietar el espíritu humano con res|pecto,

La fé no es, pues, incompatible con la ciencia humana.

Por lo demas, esta ciencia no es en si mis

1. De un punto de partida general, esto es, de un criterio inherente á su triple natoraleza de ente individual, social y religioso.

2. De un principal al cual subordina todos los resultados á que tiende.

trazarse entre los dos puntos estremos en los que quieren cerrarlas.

En efecto, en la intimidad de la conciencia esos dos puntos estremos cuya distincion, sin

Ann todavía puede caracterizarse el método por el número de personas que lo emplean, ora se limiten á la enseñanza oral (método acroamático), ora á enseñar interrogando (método herotemático.)

embargo, era necesaria, se tocan y se confun-¡mo de una bomba aspirante y comprimente. den en razon de que el sentido comun siente al principio y aun antes del trabajo, la necesidad de asignarse un fin y de llegar á él si es posible, segura, pronta y agradablemente. Asi se reconoce cómo el espiritu humano ha sido llevado á caracterizar las vias naturales que se ha trazado segun la nocion del fin considerada como dominante y presente en el sentido comun antes, durante y en el término del trabajo emprendido para llegar á él.

Este último se subdivide en dialógico ó socrático cuando son dos los interlocutores que se cuestionan y se responden mútuamente y en método catequético, en el cual se cuestiona solamente al alumno acerca de lo que ha aprendido acroamáticamente.

Estas vias, estas rutas naturales han recibido hace largo tiempo en filosofía los nom- De estos dos métodos, el llamado dialógibres de método de invencion, método de de-co, es el que los griegos designaron con el mostracion, á los que añadiremos el método nombre de dialéctica ó arte de razonar dialode verificacion, por razones que bien pron- gando. to espondremos.

Sabido es que estos tres pretendidos métodos, que como lo hemos dejado presentir, pueden unirse é intrincarse, han sido tambien caracterizados por los procedimientos y los medios empleados para llegar al fin: de aqui los nombres de método de invencion á analitico, de método de demostracion ó sintético, y de método de verificacion ó de sustitucion ó misto.

¿Seria preciso admitir aun en filosofia la distincion de los métodos llamados

1. Cientifico, escolástico ó popular, segun que se procede de lo que es mas útil á los alumnos ó mas agradable al comun de las gentes;

2." Método sistemático y método fragmentario ó rapsódico, en los que se procede con un órden sistemático ó sin observar este órden.

Con respecto á cada uno de estos métodos, 3." Método silogístico que presenta la cienha procurado Mr. Ampere distinguir los casos cia bajo la forma de un encadenamiento de en que se procederia analítica ó sintéticamen- silogismos ó método tabulario, que son cuate partiendo de un conocido verdadero ó hi-dros que permiten ver el conjunto y los prinpotéticamente cierto, siendo indispensable la pales pormenores de una ciencia. verificacion por todos los procedimientos y medios conocidos para los casos en que se procede por via de hipótesis.

Bien pronto veremos que si puede obtenerse la combinacion de estos dos métodos ó mas bien de estas dos formas, posible seria En principio se debe siempre proceder, en dar un paso en el perfeccionamiento de lo la demostracion, de un conocido constante, que podria llamarse un método general ó uniinvariable à un subcógnito ó variable en cier-versal que satisficiese á todas las exigencias tos límites y á lo incógnito ó variable en limi- de la filosofia para el estudio, la enseñanza y tes indeterminados. la crítica de todas las ciencias en general.

Solo en los casos en que los objetos de la Todavía tendríamos que revistar un gran invencion ó de la demostracion pertenecen al número de métodos; pero no permitiéndonoslo número de los variables mas o menos deter- los límites de este articulo, nos contentareminables se ha recurrido á los métodos lla- mos con indicar los principales, llamado mémados estadísticos ó del cálculo de las pro- todo Bacon, método cartesiano, método cibabilidades, que no son como lo ha demostra-ceroniano, método tomistico, los cuales esdo muy bien Mr. Buches sino medios de verificacion.

La investigacion y la invencion, con la ayuda de estos medios vienen tambien à ser el fin de la demostracion cuando una constante aun no descubierta se supone como conocida: á esto se llama método indirecto ó inverso por oposicion á la generalidad de los casos en que se procede de lo conocido á lo desconocido siguiendo el método directo.

tán suficientemente caracterizados en los libros clásicos.

No debemos pasar en silencio la distincion propuesta por los naturalistas entre los métodos naturales y los métodos artificiales, conocidos tambien con los nombres de dico. tómicos ó sistemáticos que se han seguido para la clasificacion ó sistematizacion de los tres grandes reinos de la naturaleza.

Efectivamente, en el estudio de las cienEmpero todos los procedimientos y los me- cias naturales el espiritu humano debia sentir dios directos ó inversos de descomposicion la necesidad de desplegar los mayores es(analisis), de recomposicion (sintesis), de sus-fuerzos para alcanzar metódicamente un conotitucion (misto) jamás están completamente cimiento de mas en mas perfeccionado acerca aislados y se combinan tan á menudo que se ha podido decir con razon que todo método implica necesariamente el concurso de los dos géneros de procedimientos y de medios cuya funcion se ha podido comparar al mecanis

del número inmenso de los seres, cuya observacion directa le conduce á descubrir en las obras del Criador las leyes de la armonía, de la gerarquía y de la holopsia que se desprenden de la ley suprema de la finalidad ó

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