Nadie vive tan cerca de nadieEmecé Argentina, 2020 M03 5 - 224 páginas Tras el éxito extraordinario de El fin del amor, su ensayo de 2019, Tamara Tenenbaum presenta este libro de cuentos que obtuvo que obtuvo el premio Ficciones otorgado por el Ministerio de Cultura en 2018. Dijo el jurado: "Hay una voz singular en los relatos de Nadie vive tan cerca de nadie y una manera de terminarlos que resulta muy atractiva. Al contrario del cuento tradicional, que cierra con bombos y platillos, los de este libro parecen desintegrarse; el final llega de repente, casi como un capricho, como si quien escribe simplemente se detuviera. Cada uno tiene su secreto empedernido, su forma del desasosiego. Voces encerradas en un pequeño laberinto de deseo: su mundo es todo lo que ven, y los contemplamos perderse en él, como insectos lamiendo vidrio". En estas páginas de un realismo crudo, irónico, perturbador, se cuelan escenas de la cultura judía con el telón de fondo del barrio porteño de Once. Contra él se recortan, un poco corridos, los personajes de un universo claustrofóbico, acaso autobiográfico, que tiene a la familia y a la comunidad como centro. A pesar de que allí todos parecen conocerse, el contacto genuino, la emoción abierta, el acercamiento sin mediaciones resultan esquivos e insuficientes. "Supongo que es algo muy de la época –afirma Tenenbaum-, la sensación de estar siempre rodeados de gente pero muy solos, cada uno en su baile. Casi todas las historias son deformaciones de historias de gente que conozco, anécdotas que me contaron o cosas que me pasaron a mí". |
Dentro del libro
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... tenía tatuajes supuse que estaría quemada de una vida intensa. Toda la gente que tiene tatuajes tiene un pasado, eso me parece obvio; no hay tatuajes del presente, es como las cicatrices. Nace y ya es un recuerdo de algo, la tumba de ...
... tenía que venir de la ciudad, como nosotras, que por eso no tenía ninguna tonada. No esquivaba los temas; se deslizaba en la conversación quedándose solo donde quería. Le pregunté cómo era querer al mar, si era lo mismo que querer a una ...
... Tenía una bombacha de más pero no tenía un jogging de más, se había traído uno solo para dormir todas las noches; podía ir a bañarse y ponerse directamente la ropa pero, ¿y el colchón? ¿Y las sábanas? Imposible sacar el olor a pis antes ...
... tenía algo viable para decir Karina se le adelantó . -¿Vos escribís , no ? -Algo así , sí . -Yo escribía , cuando empecé la carrera -siguió Karina . Para una materia escribí un ensayo que estaba tan bueno que la profesora leyó algunos ...
... Tenía los cachetes inflados y los brazos enormes, con las venas muy marcadas. Toda la piel que se le veía le brillaba salvo la de los dedos, gastada, llena de callos. No era una fan del jazz freestyle pero le gustaba ver cómo entraban y ...