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y no podia sufrir las correrías de los rondeños, que alli, como en el resto de España, haciendo acometidas Ꭹ cortando víveres, eran la mortificacion de las tropas regulares francesas, con lo qne hubo de volverse amostazado á Sevilla, picándole la retaguardia Ballesteros; el cual además, aprovechando la retirada de Godinol, y marchando una noche muy á las calladas, sorprendió en Bornos al general Semelé (noviembre, 1811) ahuyentándole y haciéndole un centenar de prisioneros. En cuanto á Godinot, hombre en quien ya se habia notado extravagancia, como al regreso á Sevilla se viese reconvenido por el mariscal Soult por el ningun fruto de su espedicion, acabósele de trastornar el juicio, y puso fin á sus dias con el fusil de un soldado de su guardia.

Tál era la situacion de las cosas (dice un escritor francés, resumiendo como nosotros los acontecimientos de este año), cuando José, viendo que el millon mensual prometido, y que debia surtírsele por el tesoro de Francia á título de préstamo, no llegaba nunca con regularidad, y que por otro lado no podia existir sin socorro, tuvo el 24 de diciembre una larga conferencia con el embajador de Francia. De cuyas resultas le dió una nota que contenia una especie de renuncia de la corona de España, si la condicion del socorro mensual no se cumplia. Se ve (añade) que el año 1812 se anunciaba bajo bien tristes auspicios ("). »

(1) En efecto, con aquella fecha (24 de diciembre) escribió Jo

sé al emperador su hermano las dos importantes y curiosas cartas siguientes.

José á Napoleon.

«Señor: mi posicion ha empeorado de tal modo por una multitud de circunstancias, independientes sin duda de la voluntad de V. M., que me determino á presentarla a vuestros ojos, suplicándoos oigais al general Ornano, portador de la presente, que ha vivido bastante cerca de mí en Madrid para conocerla.Estoy convencido de que V. M. hará cesar el órden de cosas de que me quejo tan pronto como le

conozca.

>>Hoy estoy reducido á Madrid. Estoy rodeado de la mas terrible miseria; no veo en derredor de mí sino desgraciados; mis principales funcionarios están reducidos á no tener fuego en su casa. Todo lo he dado, todo lo he empeñado; yo mismo estoy cerca de la miseria. Permítame V. M. volver á Francia, ó haga V. M. I. pagarme exactamente el millon mensual que me ha prometido á contar desde 1.° de julio: con este socorro puedo ir pasando, aunque mal; sin él no puedo prolongar mi permanencia aquí, y aun tendré dificultades para hacer mi viaje; he agotado todos mis recursos.

>>Sobre todo, señor, permitidme librar directamente sobre el tesoro imperial, ó que las órdenes de V. M. sean exactamente ejecutadas, y que el socorro mensual sea puntualmente cobrado en Madrid.......

»Ruego á V. M. no me deje mas tiempo en este estado, y me haga dar la autorizacion para restituirme á Francia, ó la órden para cobrar exactamente el miflon, á contar del mes de julio.

He hablado mucho á Mr. de Laforest, que debe haber escrito al ministro de V. M.»

Del mismo en la propia fecha.

«Señor: mi posicion hoy es tál, que merecería las desgracias que me hace preveer, si no la hiciese conocer á V. M. El general Ornano la conoce, él podrá hacerla patente á V. M. si se lo permite.

>>En resumen, señor, estoy dispuesto á esperar los próximos sucesos que decidirán la suerte de la España; pero ruego á V. M. me provea de los medios de hacer efectivo en Madrid el millon mensual desde el mes de julio: sin este socorro me es de toda imposibilidad sostenerme aquí mas tiempo. Estoy empeñado en París por un millon de mis bienes; en Madrid tengo empeñados los pocos diamantes que me quedaban; he hecho uso de todo el crédito de que podia disponer. Envío á Burgos 600 hombres á buscar fondos: me es imposible encontrar aqui nada. Estoy reducido à Madrid. He hablado á Mr. de Laforest, y le he encargado que escriba todo lo que él puede ver con sus propios ojos, y aun lo que debia escribir sin ser provocado á ello.

>>Ruego á V. M. no tarde en dar sus ordenes para que se me provea exactamente de estos fondos: el estado actual no puede durar sin una catástrofe imprevista, y yo debo mirar como un bien para V. M. su decision, tal como ella sea, con tal que el estado actual termine. No quiero entrar en pormenores aflictivos: V. M. debe creerme cuando me tomo la libertad de escribir de esta manera.»-Correspondencia del rey José en 1811.-Du Casse, Memorias, tom. VIII,

CAPITULO XVIII.

CONTINUACION DE LA GUERRA.

MUDANZA EN LA SITUACION DEL REY JOSÉ.

MISERIA Y HAMBRE GENERAL.

1812.

(De enero á mayo.)

Defiéndese Alicante contra el general Montbrun.-Heróica muerte de don Martin de la Carrera en Murcia.-Afrentosa rendicion de la plaza de Peñíscola á los franceses.-Formaliza Wellington el sitio de Ciudad-Rodrigo.-Toma la plaza y hace prisionera la guarnicion.-Emprende el sitio de Badajoz.-Brillante defensa que hacen los franceses.-La asaltan y toman los aliados.-Mal comportamiento de los ingleses en la ciudad.-Viene Soult de Andalucía á Extremadura, y tiene que volverse.-Marmont que iba á Badajoz toma otro giro obedeciendo á órdenes imperiales.-Amaga á Ciudad-Rodrigo y Almeida.-Retrocede sin fruto á Salamanca.Castaños en Galicia.-Rápida invasion de Bonnet en Astúrias.Manda otra vez Santocildes el 6. ejército español.-Santander y Provincias Vascongadas.-Mendizabal, Porlier, Longa, Renovales, Jáuregui.-Fusilan los franceses cuatro individuos de la junta de Búrgos. Represalias terribles que toma el cura Merino.-Navarra y Aragon. Mina.-Segunda sorpresa que hace en Arlaban.-Peligro en que se vió de verse cogido en Aragon.-Anécdota cu riosa.-Muerte de su segundo Cruchaga.-Es herido el mismo Mina. -Parecido lance en que se vió el Empecinado.-Sorpresa y pér

dida que tuvo.-Duran y Villacampa.-Partidas en Valencia.-La guerra en Cataluña.-Lacy, Sarsfield, el baron de Eroles.-Acciones de Villaseca y Altafulla.-El baron de Eroles en Aragon.—Accion de Roda.-Divide Napoleon la Cataluña en cuatro departamentos. Da el mando del Principado á Suchet.-Operaciones en Andalucía.-Fuerza que tenia Napoleon en España.-Cambio notable en su conducta con su hermano José.-Le confiere el mando superior de todos los ejércitos.-Motivo de esta mudanza.Amenaza la guerra entre Francia y Rusia.-Conducta recíproca de los dos emperadores.-Capciosas proposiciones de paz que hace Napoleon á Inglaterra.-Rompimiento entre los dos imperios.Fuerzas inmensas que lleva Napoleon.-Sale de París.-Miseria pública en España.-Carestía horrible.-Hambre general.—Cuadro doloroso que ofrecia la nacion.-Alegría y bienestar de que se gozaba en Cádiz.

«Se ve, decia el escritor francés que citamos al final del capítulo anterior, que el año 1812 se anunciaba bajo bien tristes auspicios. »

No todo sin embargo, ni en todas partes fué mal en el principio de este año para los franceses. Despues de la toma de Valencia, nuestras tropas, asi las que con el general Mahy se habian retirado á Alcira, como las que con el general Freire se hallaban en Requena, se replegaron á Elche y Alicante, y entre éstas y las que guarnecian á Cartagena formaban todavía una fuerza de cerca de 18.000 hombres. El general francés Montbrun, que del ejército de Portugal habia sido enviado con una division á reforzar el de Suchet, con noticia que tuvo de haber entrado éste en Valencia, y viendo no serle ya necesario, en lugar de volverse donde mas falta hacía, como veremos des

pués, marchó contra los nuestros sobre Alicante (10 de enero, 1812), esperanzado de que á favor del desconcierto en que habian quedado, ó se le abririan las puertas de la ciudad, ó la tomaría fácilmente. Pero en vano estuvo delante de ella 36 horas, en vano arrojó algunas granadas é intimó la rendicion. Con la respuesta negativa de los nuestros tuvo por prudente retroceder sobre el Tajo, dejando en Elche y su comarca rastros de no pocas extorsiones y vejámenes á sus moradores.

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Envió Suchet al general Harispe á la derecha del Júcar, colocó en Gandía al general Habert, y se apoderó de Denia, que abandonó el gobernador español don Esteban Echenique, no socorrido por Mahy. Tomó el mando interino de todas nuestras tropas don José O'Donnell, gefe del estado mayor del 3.er ejército. Las de Villacampa se volvieron á Aragon, donde mas de contínuo habia hecho ántes tantos y tan útiles servicios. Era esto en fines de enero, al tiempo que no lejos de alli, en Murcia, el general don Martin de la Carrera, del mismo 3.er ejército, inmortalizaba su nombre y acababa su vida con una hazaña digna de contarse.

Hallábase la Carrera á las inmediaciones de Murcia, cuando llegó á esta ciudad el general Soult, hermano del mariscal, con gente del ejército de Andalucía. O por indicaciones del mismo general, ó por acto espontáneo de los suyos, lo cual es para nosotros

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