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presálias, ante cuya actitud solian contenerse y enfre narse un poco los franceses.

Tales fueron los sucesos militares de alguna cuenta en las diferentes comarcas que hemos recorrido, y en que principalmente lucharon este año las fuerzas contendientes. Al terminar aquél hizo la Regencia una novedad en la distribucion de los ejércitos, reduduciendo á cuatro de operaciones y dos de reserva los que antes constituian siete de igual clase, aunque de importancia no igual por su número y por su objeto. Formáronse ahora del modo siguiente. Era el primero el de Cataluña, cuyo mando se dió al general Copons y Navia. Hízose el segundo de los que antes eran segundo y tercero, y continuó á las órdenes del recien nombrado general en gefe don Francisco Javier Elío. Mandaba el que ántes cia cuarto y ahora tercero el duque del Parque. Formóse el cuarto de los anteriores quinto, sesto y sétimo, que siguió rigiendo Castaños. Los dos de reserva habian de organizarse, uno en Andalucía y otro en Galicia, al mando aquél del conde de La Bisbal que acababa de ser regente, y éste de don Luis Lacy á quien hemos visto hasta ahora mandando en Cataluña. Consiguiente al nombramiento de generalisimo hecho en lord Wellington se ponia á sus inmediatas órdenes una fuerza de 50,000 hombres.

Puede decirse que pertenece á este año, aunque se publicó en los primeros dias de enero de 1813, un

decreto de las Córtes autorizando á la Regencia á nombrar á los generales en gefe de los ejércitos de operaciones capitanes generales de las provincias de los dis-, tritos que se les asignaban, y disponiendo que en cada una de ellas hubiese un gefe político y un intendente, y que éstos, asi como los alcaldes y ayuntamientos, hubieran de obedecer las órdenes que en derechura les comunicára el general en gefe respectivo del ejército de operaciones en todo lo concerniente al mando de las armas y al servicio del mismo ejército, quedando á aquellos en todo lo demás libre y espedito el ejercicio de sus facultades "").

«Tál fué (dice un historiador francés, resumiendo los resultados de la campaña de este año, y á su testimonio nos remitimos) esta triste campaña de 1812, que despues de comenzar con la pérdida de las plazas de Ciudad-Rodrigo y Badajoz, dejadas imprudentemente al descubierto por nosotros, ya para tomar á Valencia, ya para encaminar parte de nuestras tropas hácia Rusia, se interrumpió un momento, tornó á ser proseguida, y señalóse por la pérdida de la batalla de Salamanca, de resultas del alejamiento de Napoleon, de la autoridad insuficiente de José, de la negativa de varios generales á aprontar socorros, de la lentitud de Jourdan, de la temeridad de Marmont: campaña que terminó por la salida de Madrid, por la evacuacion

(1) Decreto de las Córtes de 6 de enero de 1813.

de Andalucía, por una reunion de fuerzas, que, si bien tardía, pudiera hacer expiar á lord Wellington sus harto fáciles victorias, si la condescendencia de José y de Jourdan, al discernir el buen partido que debia tomarse y no osar hacer que prevaleciese, no produjera la última desgracia de ver á un ejército de 40.000 ingleses escaparse de 85.000 franceses colocados sobre su línea de comunicaciones. Asi este año de 1812, los ingleses nos tomaron las dos plazas importantes de Ciudad-Rodrigo y Badajoz, nos ganaron una batalla decisiva, nos quitaron á Madrid por un instante, nos obligaron á evacuar á Andalucía, nos desafiaron hasta Burgos, y volviendo sanos y salvos de tan atrevida punta pusieron de manifiesto la debilidad de nuestra situacion en España, debilidad debida á muchas causas deplorables, si bien referentes á una sola, al descuido de Napoleon, que grande como era, no poseia el don de ubiquidad, y no pudiendo mandar bien desde París, menos lo podia desde Moscou; que resolviéndose al fin á fiar su autoridad á su hermano, no se la delegó plena, por desconfianza, por prevencion, por no se sabe qué enfado inopor

tuno...»

Aludiendo luego á la desastrosa campaña de los ejércitos franceses en Rusia, que coincidió con sus pérdidas en España, añade: «Tantos sucesos desastrosos en el Norte, fatales cuando menos en el Mediodía, debian producir y produjeron una viva emocion

en Europa... A cierta especie de alegría delirante se entregaba la Inglaterra, que, olvidando que su hueste habia tenido que salir de la capital española, solo pensaba en el honor de haber entrado; que despues de restituir al gobierno de Cádiz la ciudad de Sevilla, se lisonjeaba de haber asi libertado la península de sus invasores; qué tras de alentar mucho la resistencia del emperador Alejandro sin esperanza alguna, se hallaba poseida de asombro al saber que sobre el Nie-. men tornábamos vencidos,.. Estupefacta Alemania del espectáculo que tenia ante los ojos, empezaba á creernos vencidos, aun no se atrevia á creernos arruinados, se abandonaba á la esperanza de que asi fuera, al ver desfilar unos tras otros á nuestros soldados extraviados, helados, hambrientos, siempre aguardaba á ver por fin asomar el esqueleto del grande ejército, y no viéndolo llegar nunca, empezaba á juzgar verdadero lo que publicaba el orgullo de los rusos, y que ni este esqueleto existia...»

Asi se combinaron los desastres de Francia en España y Rusia á fines de 1812.

CAPITULO XXII.

CORTES.

EL VOTO DE SANTIAGO.

MEDIACION INGLESA.-ALIANZA CON RUSIA.

1812.

(De junio á fin de diciembre.)

Tareas legislativas.-El Tribunal de Guerra y Marina.-Reglamento del Consejo de Estado.-Declárase á Santa Teresa de Jesús patrona de España.-Premios al patriotismo y la lealtad.-Sentencia contra el obispo de Orense.-Abolicion del Voto de Santiago.— · Tratado de amistad y alianza entre España y Rusia.-Medidas sobre la contribucion extraordinaria de guerra.-Disposiciones electorales. Providencias sobre administracion de justicia.-Debates sobre los que habian recibido empleos y gracias del gobierno intruso.-Diferentes decretos sobre la materia.- Censura que por ellos se hizo á las Cortes en opuestos sentidos.- Felicitacion de la princesa del Brasil á las Córtes.-Carta de gracias de éstas.Propósito que aquella envolvia.-Sas preten-iones á la Regencia definitivamente desechadas.-Mediacion de Inglaterra para reconciliar las provincias de Ultramar.-Marcha que llevó esta negociacion.-Conducta poco generosa de la Gran Bretaña.-Recelos de los españoles.-Término que tuvo este negocio.-Nuevas medidas en favor de los indios.-Abolicion de los mitas.-Repartimiento

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