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CAPITULO XXIII.

LA GRAN CAMPAÑA DE LOS ALIADOS.

VITORIA,

1813.

(De enero ȧ julio.)

Movimientos en las provincias del Norte.-Mendizabal y Longa.— Caffarelli y Palombini.-Reemplaza Clausel á Caffarellli en el mando del ejército francés del Norte.-Sitio y toma de Castrourdiales por los franceses.-Crueldad con que tratan la poblacion.-Rinde Mina la guarnicion de Tafalla.--Nueva conjuracion de generales franceses contra Mina.-Clausel y Abbé.-Ojean el país.-Búrlalos el caudillo español.-Retírase por último hácia Vitoria.-Aragon. -Sarsfield, Villacampa, el Empecinado, Duran.-Cataluña.-Correrías de Eroles, Llauder, Rovira y otros.-Copons y Navia general en gefe del primer ejército.-Hace desmantelar varias fortificaciones francesas.-Accion honrosa de Llauder en el Valle de Rivas.-Valencia.-Segundo ejército: Elío.-Manda sir Jhon Murray la espedicion anglo-siciliana.-Derrota de españoles en Yecla.

Nueva desgracia en Villena.-Reparan estas pérdidas triunfando de Suchet con los aliados en Castalla.-Portugal y Castilla.Prepara Wellington la campaña grande.-Situacion de Napoleon despues del desastre de Rusia.-Saca cuadros y tropas de España para reforzar su ejército de Alemania.-Trasládase José por disposicion de su hermano á Valladolid.-Alza Wellington sus reales. -Muévese hácia Salamanca.-Fuerzas que lleva.-Avanzan los aliados por la derecha del Duero hácia el Esla.-Concurre tambien

el 4.0 ejército español de Galicia y Astúrias.-Sorprenden y desconciertan estos movimientos á José y sus generales.-Evacuan los franceses definitivamente á Madrid.-Gran convoy de preciosos objetos, fruto de sus despojos, que llevan delante de sí.-Concentracion de ejércitos franceses en el Duero.-Comienzan su retirada. Síguenlos los aliados.-Avístanse cerca de Burgos.-Evacuan los franceses esta ciudad.-Vuelan el castillo.-Terrible esplosion y estrago.--Prosigue José retirándose bácia Vitoria.-Pasan tras él el Ebro Wellington y los aliados.-Consejo de Reille á José: no le adopta.-Combinaciones y movimientos de unos y otros contendientes en Vizcaya y Alava.-José en Vitoria.-Llama y espera á Clausel y á Foy, y no acuden.-Fuerzas y posiciones de los ejércitos enemigos.-Célebre batalla en los campos de Vitoria. -Comienzala don Pablo Morillo.-Accidentes principales del combate. Gran triunfo de los aliados.-Pérdida enorme de los franceses en el material de guerra.-Recompensas á lord Wellington.

Penosa retirada de José á Pamplona.-Refúgiase en el Pirineo. -Entra en Francia.-Van los españoles tras el gran convoy camino de Irún.-Defiéndele Foy y le salva.-Combate y toma de Tolosa por los aliados.-Deja Foy guarnicion en San Sebastian.Combate del Bidasoa.-Es arrojado el francés del suelo español.Esplícase qué habia sido de Clausel, y lo que hizo.-Toman los nuestros los fuertes de Pancorbo y los de Pasages.-Juicio de esta importante campaña.

La lucha material de las armas se mantuvo viva en los primeros meses de este año, mas que en otras partes de España, en las provincias del Norte, no obstante los frios de la estacion, alli mas que en otras regiones rigurosa. Tres divisiones pertenecientes al que segun la última organizacion era ahora nuestro 4. ejército, regidas, la una por don Francisco Longa, la otra por don Gabriel de Mendizabal, y la otra por don Francisco Espoz y Mina, eran las que ma

y

niobraban entre Búrgos y las Provincias Vascongadas Navarra. El caudillo Longa con la gente que le seguia siempre y dos batallones vascongados acometió y rindió (28 de enero) la guarnicion enemiga que defendía el pueblecito de Cubo, en el camino real de Búrgos á Vitoria. Corriéndose luego á Bribiesca, vióse alli apurado por dos. divisiones de los italianos Caffarelli y Palombini, que confluian á aquel punto, de Vitoria la primera, de Madrid la segunda; mas fué bastante prudente y no pecó de confiado el caudillo español para evitar su encuentro, de modo que malogrado el propósito de los dos generales enemigos, tornóse á Vitoria el uno, y situóse el otro en la villa de Poza, en la carretera de Búrgos á Santoña, importante por la riqueza de sus minerales y de sus célebres salinas.

Ageno estaba Palombini de que alli le estuviese Longa acechando; pero este activo militar, unido y en combinacion con Mendizabal, á quien habia dado aviso, lanzóse un dia de repente y al amanecer (11 de febrero) sobre la misma poblacion, sorprendiendo algunos soldados y cogiendo armas y bagages. Guió y protegió Mendizabal aquella empresa, y llevaban entre los dos sobre cinco mil hombres. Pero acostumbrado Palombini al sistema de guerra de España, como que llevaba tiempo de pelear en ella, salióse al primer ruido al campo, donde andaban forrajeando muchos de los suyos, recogió las tropas que con la confianza

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tenia diseminadas, y repuesto volvió contra los nuestros, arremetiéndolos con tal ímpetu, que aunque los españoles defendian el terreno palmo á palmo, hubieron de retirarse llevando gran parte de la presa en la primera entrada cogida. Palombini avanzó desde alli á Vizcaya, donde andaban los nuestros tan atrevidos, que hasta la misma Bilbao se veia con frecuencia inquietada y amenazada, llegando alguna vez los partidarios hasta las calles de la poblacion.

Tenian los nuestros algunos puertos de la costa en las provincias de Vizcaya y Santander, tales como Bermeo y Castrourdiales, por los cuales se comunicaban con los cruceros ingleses, que les introducian socorros de toda especie, y esto les daba influencia en el pais, y rebajaba la de las plazas ocupadas por los franceses. El general Clausel, que curado ya de sus heridas reemplazó á Caffarelli en el mando del ejército enemigo del Norte, se propuso, de acuerdo con Palombini, quitarnos á Castrourdiales, puerto abrigado y seguro para el cabotage y buques menores, defendido por un antiguo muro y un castillo sobre una roca, artillado con veinte y dos piezas. Era gobernador de aquella pequeña plaza don Pedro Pablo Alvarez, y guarnecíanla unos mil hombres. El 13 de marzo vinieron sobre ella el general Palombini con su division y el mismo Clausel con alguna fuerza. Examinada la fortificacion, intentaron escalarla, pero los rechazaron briosamente los españoles: los buques ingleses nos

ayudaban. Para otra tentativa esperaba Clausel fuerzas de Bilbao, pero anticipáronse á acudir en socorro de los nuestros Mendizabal con parte de las suyas y don Juan Lopez Campillo con un batallon de tiradores de Cantabria; con que Clausel desistió por entonces, abandonando una noche los pertrechos de asalto (del 24 al 26 de marzo), y retiróse á Bilbao, no sin introducir ántes algunos socorros en la plaza de Santoña que estaba por ellos.

Otra vez sin embargo volvió Palombini, pasado poco mas de un mes, sobre Castrourdiales. Esta vez acudió con él el general Foy con su division, procedente de Castilla la Vieja. Iban ahora mas pertrechados, y dispuestos á formalizar el cerco; lo estaban los nuestros á resistirles, ayudados del vecindario por dentro, de los cruceros por fuera. Mas si eran fuertes los defensores, no lo era el muro, y no podian evitarse los efectos de un tren de sitio. Así fué que el 11 de mayo se halló aquél aportillado con brecha practicable, y aunque soldados y vecinos, alentados por el gobernador Alvarez, contuvieron con esfuerzo admirable las primeras embestidas, escalada entretanto la muralla por varios puntos, tuvieron que refugiarse al castillo, descendiendo luego de alli para embarcarse en los buques ingleses: solo dos compañías prolongaron en él la resistencia, y cuando no pudieron ya más, arrojaron al agua cañones y útiles, y pasaron á bordo de las naves aliadas, siendo de los

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