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En 30 de Marzo escribió desde Santiago á su embaxador Don Juan Manuel al· sumo pontífice, al obispo de Alguer, Don Juan Loaisa, comisionado de la Inquisicion, y á los cardenales Colona, Medicis, Ancona, Santiquatro, y Lavalle, pidiendo favor para el santo Oficio, y al papa decia entre otras cosas: "Al presen»te se halla muy desfavorecido de esa san»ta silla, porque ligeramente contra él se » impetran muchas cosas, é muy pocas en "su favor, y con gran dificultad é tra» bajo (6)."

Todo este disfavor que ponderaba Cárlos Quinto, consistia en que se admitian por la auditoría de cámara de su santidad los recursos de los procesados, y se abocaba el conocimiento de las causas quitándolo al tribunal español; y en que se hallaban excomulgados los inquisidores de Toledo por no haber dado cumplimiento á varios breves pontificios expedidos en las causas de Bernardino Diaz, y Luis Alvarez de San Pedro.

(6) Coleccion de cartas de Cárlos Quinto y sus embaxadores y vireyes, copiadas en la real biblioteca. de Madrid, en que se conservan las demas que aquí se irán citando, y en parte copiando.

Por eso escribiendo el emperador á Don Juan Manuel, desde la Coruña en 22 de Abril de 1520, le encargaba mucho procurar el remedio de estos acaecimien»tos, añadiendo: "Que en las cortes de » Aragon y Cataluña el dicho santo Ofi"cio ha sido vexado y desfavorecido de » algunas personas que poco celaban su » conservacion, y se han procurado mu"chas cosas en su derogacion y perjuicio, »á que nunca dieramos lugar sino por la » necesidad de nuestra breve partida." Le encarga tambien que procure hacer salir de Roma y volver á España Diego de las Casas, á quien afirma su magestad que negocia mucho contra la Inquisicion con dineros.

Nada de particular tenia esto, pues nadie ignora que así se manejaban todas las cosas en Roma. El embaxador Don Juan Manuel, respondiendo en 12 de Mayo á otras cartas anteriores en que le habian hecho los propios encargos, dixo él y el obispo de Alguer, y aun el cardenal Ancona, habian procurado que el papa no favoreciese tanto á Diego de las Casas, comisionado de los enemigos de la Inquisicion, y que su santidad le habia

que

respondido que no sabia como entender la verdadera voluntad del emperador, pues le parecia que alguna vez le habia recomendado la persona del dicho Diego.

En 31 del mismo Mayo contestando á la escrita por el emperador en 22 de Abril dice haberle manifestado el papa que varias personas de autoridad, y españoles, recomendadas por su magestad le habian informado que los inquisidores hacian terribles cosas de males: y habiendo dicho el embaxador que esas eran especies de los que daban dinero, respondió á disgusto el papa. »Y en fin á el le parece (escribe

Don Juan Manuel) que los inquisidores » hacen mucho mal, y que V. M. no lo debia consentir; y no piensa, segun creo, "que la Inquisicion la ponen los reyes con » tan buen zelo como V. A. la tiene (7).” En esto último tenia razon el papa; pero como no conociesemos bien la corte de Roma parecería imposible conciliar este concepto, y el de que hacian los inquisidores terribles cosas de males con la conservacion del tribunal, y con dar fin á todas estas disputas, dexando las cosas en

(7) Coleccion citada de cartas.

peor estado que antes. Algo se descifra con la carta del mismo embaxador, fecha en 27 de Junio, en que dando algunas esperanzas de que se compondrian á gusto las cosas de Inquisicion, y hablando de los cardenales á quienes el emperador habia escrito, dice lo que merece copiarse. »En lo de cardenales, á quien V. M. mu"chas veces escribe, quiero decir mi pa"recer. El de Santiquatro entiende en el "despacho de todas las cosas eclesiásticas; "y en esto puede mucho, porque lleva lo » que puede para su amo y para sí: pe"ro no tiene con el papa autoridad de "poder hacer sino mediante esto, de lo »qual es grande oficial. El rey de Portu"gal le dá cierta cosa cada año, y por "esto, y porque piensa que en Portugal "no puede haber nada, face quanto el rey » quiere, el qual negocia aqui muy bien; "y paresceme hia que V. M. siguiese este » camino con el cardenal.

"El de Ancona es muy grande letra"do y enemigo de este: remitensele las "cosas de justicia, y en esto puede, y es "tenido por cosa de V. M.; pero es te"nido por grande rapador como el que » tengo dicho." Prosigue hablando del car

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denal Jacobacis, del de Santa María in portico, del de Cibo, del de Cornazo, y del de Medicis, en términos que dan á conocer la manera de negociar en Roma (8).

Consiguió con efecto algo el embaxador, pues en 13 de Julio expidió su santidad un breve abocandose todas las causas de Inquisicion de España que se hallasen cometidas á personas o tribunales particulares, y cometiendolas al cardenal Adriano, inquisidor general, menos las de su médico Fernando de Aragon y su muger, Diego de las Casas, Luis Gutierrez, y Juan de Covarrubias, las quales se reservó para su conocimiento (9). En 22 de Julio escribia esto el embaxador, diciendo que la excepcion provenia de que los tres primeros estaban en Roma, y el Covarrubias era difunto, que habia sido condiscipulo de su santidad, quien por eso queria defender su memoria (10).

El emperador quedó contento: y mediante que la corte de Roma comenzaba á mostrarse propicia á sus ideas, escribió al

(8) Coleccion citada de cartas.

(9) Lumbreras: Compilacion de bulas de la Inquisicion, lib. 1. tit. 2. n. 19.

~ (10) - Coleccion de cartas.

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