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Vino en fin la bula con fecha de primero de Noviembre de 1478, interviniendo para sus diligencias Don Francisco Santillan, obispo de Osma, y Don Diego Santillan, comendador mayor de Alcántara, hijos del doctor Rui García de Santillan, consejero del rey Juan Segundo, que se hallaban en Roma con el carácter de embaxadores. En ella concedió Sixto Quarto á los reyes Fernando é Isabel facultad para poder elegir dos o tres arzobispos ú obispos, ú otros varones probidos y honestos presbíteros seculares ó regulares de mas de quarenta años de edad; de buena vida y conciencia maestros ó bachilleres en teología, ó doctores ó licenciados en cánones, rigorosamente exâminados, para que hicieran Inquisicion en qualquiera parte de los reynos y señoríos de los reyes suplicantes; procediesen contra los infectos de heregía y sus fautores y receptadores, y pudiesen castigarlos; á cuyo fin les daba toda la jurisdiccion que solian tener los inquisidores, y los jueces eclesiásticos ordinarios por derecho y costumbre. Autorizaba el papa tambien á los reyes para remover á los inquisidores y nombrar otros en su lugar, y añadió

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la cláusula de que no pudiera ser esta bula revocada sin que se hiciese memoria especial suya en la revocacion (5).

Pero no usaron los reyes de las facultades hasta que hallándose en Medina del Campo dia 27 de Septiembre de 1480, nombraron por inquisidores para la corona de Castilla y Leon á los frayles dominicos Juan de San Martin, y Miguel de Morillo; aquel bachiller presentado en teología, y éste maestro en ella, provincial de Aragon, reservándose la facultad de removerlos de la comision y dándoles por asesor á Juan Ruiz de Medina, presbítero, doctor en cánones, consejero de Castilla, abad de Medina del Campo, que despues fué obispo de Astorga, Badajoz, Cartagena Cartagena y Segovia, y

(5) En el archivo de Simancas está la bula original: en el del Consejo de la suprema una copia auténtica. Yo tengo el extracto que con su presencia formó año 1709 D. Domingo de la Cantolla, en la obra que por orden del inquisidor general escribió, titulada: Resumen de todos los breves que hay en el archivo del consejo de la Inquisicion. Está dividida en doce títulos, y cada título en tantos números quantos instrumentos extractaba el autor. La bula está resumida en el título 1. n. 57.

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embaxador en Roma, y presidente de la chancillería de Valladolid (6).

Esto deshace la equivocacion con que casi todos los escritores han dicho, por falta de papeles, que el primer inquisidor fué Fray Tomas de Torquemada. Su nombramiento se verificó en bula de 11 de Febrero de 1482, junto con Pedro de Ocaña, Pedro Murillo, Juan de Santo Domingo, Juan del Espíritu Santo, Rodrigo de Segarra, y Bernardo de Santa María, todos frayles dominicos, y Alonso de San Cebrian, general de ellos (7).

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(6) Cantolla: Resumen de breves tit. 1. nn. 58. y 59. Bernaldez: Hist. de los reyes cat.cap. 44.—Diago: Hist. de los dominicos de Aragon, lib. 1. cap. 41 Páramo: De orig. Inq. lib. 2. tit. 2. cap. 3.— Ortiz de Zúñiga: Anales de Sevilla, lib. 12. año 1480.

(7) Francisco Gonzalez de Lumbreras, capellan del inquisidor general, Don Fernando Valdés, hizo en el año 1566 una Compilacion de los breves pontificios de la Inquisicion, que pudo haber á la mano. Es un tomo en fólio manuscrito de que tengo copia. En él está la bula del nombramiento de Torquemada. Lumbreras equivocó el año diciendo 1481, porque no tuvo presente que el dia 29 de Enero del afio undécimo del pontificado de Sixto Quarto corresponde á 1482. Está la bula en el título 1. n. 1. de dicha compilacion.

Asímismo se equivocaron en creer que fué nombrado inquisidor general desde el principio. No tuvo esta dignidad por lo respectivo á la corona de Aragon hasta 17 de Octubre de 1483 en que lo nombró Sixto Quarto; y en quanto á los reynos de Castilla no consta la fecha ni exîste la bula, y solamente sabemos el hecho porque obró como inquisidor mayor de Castilla y Aragon año 1484 quando formó á 27 de Noviembre las primeras constituciones de la Inquisicion en Sevilla, y porque lo aseguró así el papa Inocencio Octavo en la confirmacion del empleo que libró en 11 de Febrero de 1486 (8):

Varias cosas ocurrieron que me confirman en la opinion de que Doña Isabel no queria el establecimiento de la Inquisicion, y que si por último condescendió, no fué por concepto propio, sino solo por deferencia á los religiosos y demas personas que se lo persuadian.

Lo primero hemos visto que no lo consintió año 1477, recurriendo á los me

(8) Lumbreras: Compilacion de breves de la Inquisicion, tit. 1. n. 4.— Bulario dominicano, tom. 3. pag. 622. Compilacion de las instrucciones del santo Oficio impresas en Madrid año 1667.

dios suaves de la persuasion propuestos por el cardenal Mendoza, sin que se la pudiese reducir á pedir la bula hasta despues que le hicieron creer la insuficiencia de los sermones y catecismos, en lo qual acaso tuvieron parte los frayles dominicos por salir victoriosos en su empeño.

Lo segundo, tenia la reyna por confesor á Fray Fernando de Talavera, monge gerónimo, que despues fué obispo de Avila, y primer arzobispo de Granada, varon santísimo, afecto á los medios suaves del convencimiento, como se vió en el asunto de la conversion de los moros de las Alpujarras, pero no al tribunal de la Inquisicion que por fin le persiguió, muerta la reyna, formando proceso contra él, contra su hermana, contra el dean de Granada su sobrino carnal, y contra otros parientes suyos. Y conformando tanto la reyna en sus ideas con las de Fray Fernando como manifiestan sus respectivas cartas (9), parece que combinando esta circunstancia con las demas observaciones, resulta verosímil el juicio de que

(9) Bermudez de Pedraza: Hist. de Granada, part. 4. cap. 17 al 20.

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