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Cuzco y Condesuyos, tampoco no había cosa de caudal ni de que V. M. tuviese aprovechamiento Las de Potosí, que eran de las que procedía lo que entonces se traía a este reino, que es lo que está referido, andaban tan al cabo como Vuestra Majestad habrá visto por largas informaciones autorizadas que he enviado a V. M. en vuestro real consejo Las minas de Porco (1) la mayor cantidad de ellas y de las que mejor metal se sacaba, habiendo dado en agua y echóse con esto inútiles sin que se pudiesen beneficiar por ser más la costa que el provecho; y de andar tan agotada la plata y ser tan poca la labor que en estos asientos se hacían, venían a no tener valor los demás géneros de hacienda que de los repartimientos puestos en vuestra Real corona y de particular procedían, que son comida, coca y carneros y otras especies que tienen de tasa. Y después que yo entendí lo que en cada cosa de éstas pasaba y las dificultades que para el remedio de ellas se ponían, y que era menester con celo y afición particular del servicio de V. M. romper por todas ellas, empecé a hacerlo y a mandar que se cobrase el almojarifazgo y mayor valor de las mercancías en los puertos del Callao y de Arequipa, como V. M. lo mandó por la orden que envié al real gobierno, cosa que sintieron y contradijeron tanto como se ha entendido; y para asentarlo y que se hiciese como convenía, se hizo aduana que V. M. mandó proseguir y que yo ayudase para ella con plata; dióse orden para la ejecución y cobranza a los oficiales reales para que con autoridad y facilidad cobren el dicho almojarifazgo, sin que sea V. M. ni V. R. hacienda defraudada, y esto quedó llano y asentado y V. M. en la posesión de ello y cuenta y razón

cuatro arrobas de peso. Sangaban o San Gavan es un valle de la actual provincia de Carabaya. "Algunos, dice Paz Soldan, creen que antiguamente existía un pueblo de este nombre en donde había mucho oro; pero esta creencia carece de fundamento. La que se denominaba provincia de San Gavan parece que es la de Aporoma de Bolivia." Como se ha visto, el Virrey Toledo cita juntas las minas de oro de Carabaya y Sangaban y una ley de Indias (de 1573), la ley 14, del tít. XV, libro II, nos dice que "haya de ser y entrar en el distrito de la dicha Audiencia de los Charcas la provincia de Sangabana y toda la provincia de Carabaya inclusive".

(1) Porco es hoy un cantón de la provincia de su nombre, en el departamento boliviano de Potosí. En dicha provincia está el famoso mineral de Pulacayo, reputado como el primero de Suramérica.

aparte, con lo que suma y vale a V. M. este género de hacienda.

XXVI

Las minas de azogue y plata de Huamanga, que estaban ellas y las de Huancavelica en el estado referido, después que yo llegué a aquella ciudad y hecho delante de mí experimentar el modo de beneficiar el azogue que se tenía y el riesgo que podían tener los indios de andar en el beneficio y labor de ello y el remedio que se les podría poner, y visto lo mucho que se podía esperar de ello y lo poco que de presente era el provecho, no embargante que V. M., como ha escrito estos días pasados y en sus despachos me decía que tomase todas las minas de azogue de aquel reino y que no se labrasen ni pudiesen comerciar con ello ni sacarlo de la Nueva España sino por mano de V. M., por ver por los ojos que de tomarse en aquella razón V. M. no ganaba ninguna cosa y aventuraba perder mucho, que prometía, adelanté la inteligencia que se iba tomando para la ejecución de esto y antes fuí alentando a los mineros que allí había, repartiéndoles y dándoles indios de la comarca, que con la buena orden y doctrina que se les dejó y jornales que se les señaló, labrasen las dichas minas de azogue y plata de aquélla hasta que con asentarse a vallar y parroquiar ellos sus haciendas, tuviesen mejor la ejecución de lo que V. M. mandaba, la cual, como tengo escrito a V. M., vino particularmente cuando después de haber asimismo mandado delante de mí con testimonio y fe bastante hacer experiencia y prueba de beneficiar los desmontes y metales de Potosí con azogue, y visto que abrazaban y se sacaban con facilidad tantă pláta y tan perfecta ley de ellos, entonces que la ganancia y provechó se vió y entendió claro, envié mis provisiones al doctor Loarte, vuestro alcalde de corte, que había quedado en la ciudad del Cuzco, que fuese a la de Huamanga y asiento de Huancavelica, adonde con la orden que había dejado se sacaba mucha cantidad de azogue, y que tomase posesión en vuestro real nombre de todas las minas que allí habían y se labraban, y asimismo porque de tomarlas no se le seguiría

a V. M. provecho, si no se diera salida al dicho azogue y medio.como se fuese beneficiando, se dió poder y comisión ål dicho doctor Loarte para que por vía de arrendamiento dejase las minas a los mineros, y que pagando a V. M. sus quintos, fuesen obligados a meter en el almacén real y dar a vuestros oficiales todo el azogue que sacasen, pagando a los mineros por cada quintal los pesos en que se concertaron: como entonces se escribió a V. M., con lo cual y con lo que valía vendido en Potosí el azogue, vino a valer el primer arrendamiento que se hizo por tres años, doscientos mil pesos cada año poco más o menos, que fueron los tres años, más de seiscientos mil; el segundo arrendamiento que yo hice en la ciudad de los Reyes por otros tres años, le valieron a V. M. más de ochocientos o novecientos mil pesos, y este tercero que dejé hecho antes que yo me partiese por otros tres años respecto del azogue que se sacó este pasado, le ha de valer a V. M. este año más de cuatrocientos mil pesos, y queda entablado lo mismo para los que van corriendo, como V. M. habrá mandado ver por la razón que de todo ello tengo enviado a vuestro real gobierno, de manera que de este miembro de hacienda de azogue que no valia a V. M. diez mil pesos cada año, se le traen, han traído y traerán siempre que se conserve la orden que quedó a V. M. lo que está dicho, de sólo el arrendamiento, sin lo que se saca en la comarca de las minas de plata y oro, que es buena suma de que V. M. lleva sus reales, quintos y diezmos.

XXVII

Las minas de la comarca del Cuzco, Carabaya, Sangaban y Condesuyo (1) que estaban perdidas sin que a la caja del Cuzco se viniera a quitar casi nada, ni V. M., ni el reino tuviese aprovechamiento de ellas, con el favor y ayuda que yo les hice, y con mandar en la nueva tasa que los indios que tenían minas de oro en sus tierras, la pagasen en oro, lo cual

(1) Condesuyo era el nombre de uno de los cuatro caminos reales que salían de la ciudad del Cuzco; estaba hacia el O. y SO. de ella e iba hacia la mar y ciudad de Arequipa. Modernamente se llamó Condesuyos una provincia del departamento de Arequipa.

ellos hacen y las labran y benefician, vinieron a tener valor y V. M. provecho, como se ve en el oro y plata que viene de aquella caja.

XXVIII

La provincia de Chucuito (1) que es el más grueso y mejor repartimiento de aquel reino puesto en vuestra real corona, cuando yo pasé por el y lo visité, no valia más a V. M. de veinte a veinticinco mil pesos y éstos se sacaban con mucha molestia de los indios, prisiones y malos tratamientos que les hacian, pagando cada indio, seis o siete pesos y todo lo que los caciques les repartían y querrían echarles y mandar que pagasen, y ahora con la nueva tasa que les hice y orden que les dejé para su paga con mucha huelga y descanso pagan, y le vale a V. M. de ochenta mil pesos arriba, y queda pagada muy suficiente doctrina y el correjidor, y sustentados y alimentados los caciques y principales de ellos, y no le cabe a cada indio a pagar en plata más de tres pesos y medio como en la misma tasa que en el real Consejo se había visto.

XXIX

La ciudad de la Paz, que no se sacaba de la renta de aquella caja con que pagar el salario del correjidor, con la traza que se tuvo en la nueva tasa de los indios y mandar que la pagasen en ensayado y que se llevase a quintar a la caja y de allí se sacase para pagar los encomenderos, con el favor que se dió a las minas de Machaca y Berenguela (2) y a las de oro de Cómaco (3), se paga ahora los oficiales y el correjidor

(1) Le dió nombre un pueblo de indios, con título de Ciudad, en la Audiencia y Obispado de los Charcas.

(2) Machaca es nombre hoy de dos cantones en la provincia de Pacajes, departamento boliviano de La Paz. Hay también muchas estancias y haciendas de este mismo departamento llamadas Machaca

marca.

Berenguela es pueblo y cantón de la citada provincia de Pacajes en el que, aparte importantes minas de galena argentífera, abunda la berenguela, mármol o alabastro boliviano. De igual nombre hay un cerro, riquísimo en metales, en la provincia de Arque, departamento de Cochabamba, y otro en el cantón de Sora-Sora, departamento de Oruro, todo en Bolivia.

(3) ¿Será Tomoco, en el cantón de Colcha, provincia boliviana de Arque, en el cerro Berenguela?

y le vale cada año a V. M. el provecho que tiene de ella, de veinte a veinte y cinco mil pesos.

XXX

El asiento de Potosí, como V. M. ha visto por los testimonios que tengo enviados, después de pagados el presidente y oidores de la real Audiencia de los Charcas, los oficiales reales y el Corregidor, no valía ni rentaba de muchos años a esta parte y hasta que yo llegué, doscientos mil pesos; el día de hoy, pagado todo lo dicho de rentas, vale a V. M. de solos los quintos reales setecientos u ochocientos mil pesos; demás de que después se empezó a introducir el beneficio del azogue y a labrarse con ellos desmontes y desechos inútiles que había en el cerro y las minas de metales bajos y de poca ley que por fundición ni por guairas (1) no se podían seguir, por ser más la costa que se sacaba de ellas que el provecho que los mineros sacaban, empezó a tener todo tanto acrecentamiento y valor, que no sólo le hubo en la plata y en la más perfecta ley de que salía, sino en todas las cosas que produce la tierra y hay en aquella provincia de materiales de leña, sal, carbón y madera y pertrechos de que se hacen los ingenios y molinos, y en los bastimentos y ropa de la tierra y en todos los géneros de mercancías, porque al cebo de la plata que se saca acuden a aquel asiento demás de la cantidad de indios que yo reparti y mandé que fuesen, muchos a sus granjerías y contrataciones, porque allí tienen salida de todas las cosas que hacen y se crían en sus tierras, y ganan sus jornales los que por alquiler quieren estar sirviendo, pagados en buenas monedas de reales; para lo cual y para evitar el daño que entendí que la república recibía con la mala plata corriente que andaba, mandé fundar y pasar allí la casa de la moneda con tanta contradicción como V. M. ha visto, siendo cosa tan necesaria para las pagas que se hacían a los dichos indios y para el comercio de la república, y de que V. M. saca mucho aprovechamiento, con los derechos y señorajes de la moneda que se labra, que antes no solían pagarse y ahora en la casa de moneda de Potosí y en la de Lima se

(1) Guaira es hornillo de barro en que se fundían los minerales de plata, tanto mejor cuanto más viento había.

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