« Quien ordenó el trabajo como condicion
de la vida, ordenó el bueno y el mal
« éxito. Para este el puesto primero;
para el otro la lucha con la muche-
« dumbre. A cada uno algun trabajo
sobre la tierra que pisa; hasta que lo
pisen debajo de ella. Nuestros cambios
« mentales son como nuestras canas y
arrugas, apenas el lleno del plan de
« nuestro crecimiento ó decadencia, y feliz
« el que puede llevar su carga generosa-
« mente y entregue su rota espada al
« Destino vencedor con caronil sereni-
« dad. »