Nicolás Fernando 346.. Villela y Esquivel, Rodrigo de; en

347. Zamudio, Ordoño de; en 1648-1681 | 352.- Zavala y de la Maza, Martín de;

F. PROLOGO

La presente relación cronológica, histórica y biográfica de los Alcaldes que tuvo Lima durante la época de la dominación española del Perú abarca un período de 286 años. desde 1535, el de la fundación de la ciudad, hasta 1821, el de la proclamación de la independencia politica de la nación.

Estos Alcaldes de Lima, supremos representantes del gobierno local y de los intereses ciudadanos de la población, fueron los hombres que inicialmente asumieron la obra de echar los cimientos fundamentales de la ciudad y de organizar su vida civil; y los que, sucesivamente, a lo largo aproximado de tres centurias, tuvieron a su cargo la dirección, el desarrollo y el progreso de la que, a poco de fundada, sería la Capital del dilatado y opulento Virreinato Peruano, cuya jurisdicción geográfica, política, legal y religiosa se extendía por casi toda la América del Sur.

Estos propios Alcaldes de Lima fueron, en los inicios de la ciudad, algunos de los principales descubridores y conquistadores del Imperio de los Incas; luego, hacia la segunda mitad del siglo XVI, varios de los más calificados exponentes de nuestra primera generación criolla, o sea la de hijos de españoles nacidos en la ciudad; y, finalmente, en gran mayoría, en las centurias del XVII, XVIII y principios del XIX, los descendientes nativos de esa primitiva generación de limeños. Alternan con ellos en las mismas centurias virreinales, en proporción numérica cada vez más decreciente, españoles radicados en el país que por sus prósperas actividades o por sus lucidos enlaces matrimoniales se incorporaron a nuestra alta sociedad criolla y ocuparon situaciones espectables; juntos ellos a algunos significados personajes oriundos de varias de las provincias o naciones que integraban la América Hispana y que se avecindaron en Lima.

Desfilan así por esta relación de mandantes municipales, antiguos descubridores en Indias; conquistadores del Perú, hidalgos algunos de origen y otros de privilegio; caballeros de las distintas órdenes militares: soldados y veteranos de las guerras de Portugal, de Flandes y de Italia; combatientes de la cristiandad contra el turco; altos funcionarios de la administración colonial; señores feudatarios de tierras y de indios; militantes, terrestres o marítimos, contra piratas y corsarios; juristas de reconocida nombradía; rectores y catedráticos universita

rios; escritores y poetas; descendientes de remotas familias nobles españolas, algunos vinculados por la sangre a dinastías reales; peruanos de preclara estirpe y de condigna situación económica agraciados con títulos robiliarios de Castilla; comerciantes acaudalados que con su trabajo alcanzaron posiciones encumbradas; y, en fin, hombres precursores y fundadores de la independencia política de su patria. Muchos de estos Aicaldes dejaron huella imborrable en la ciudad por las importantes obras públicas que realizaron, algunas de las cuales perviven hasta nuestros días. Por todo ello, las biografías y la acción de todos estos mandantes edilicios bien pueden integrar un capítulo de la historia de la Ciudad de Lima.

Dentro de nuestra bibliografía histórica sólo se cuenta con un trabajo relativo a los Alcaldes de Lina: el titulado Relación cronológica de los Alcaldes que han presidido el Ayuntamiento de Lima desde su fundación hasta nuestros dias (años 1535 a 1888), escrito por Pedro J. Vidaurre y editado por el Municipio de la Capital en 1889. Este trabajo lo compuso Vidaurre, con diligente y severa minuciosidad, consultando los Libros de Cabildos y los de Cédulas y Provisiones de Lima, así como otros documentos inéditos del archivo comunal. Aunque sólo contiene la relación, por orden cronológico, de los nombres de los Alcaldes, su novedad e interés han determinado su cita frecuente en estudios de carácter histórico y genealógico.

Este nuestro presente trabajo amplía el de Vidaurre al presentar completes los nombres de los Alcaldes, conforme a los usos del tiempo; al reseñar las biografías de ellos con indicación de los cargos civiles, políticos, militares o administrativos que ejercieron; y al señalar las más destacadas obras públicas que ejecutaron o que en la época de sus correspondientes mandatos edilicios se llevaron a cabo 1. La insistencia en estas biografías de ahondar en el dato genealógico responde a la característica social del período histórico tratado.

Para la preparación de las propias biografias hemos consultado también los pertinentes documentos del archivo de la Municipalidad de Lima: los Libros de Cabildos o de actas de sesiones del Ayuntamiento Colonial, la mayor parte sin publicar: y los totalmente inéditos de Cédulas y Provisiones. Fuentes primordiales para nuestra investigación han sido las siguientes obras: Diccionario Histórico-Biográfico del Perú, de Manuel de Mendiburu; Diccionario Colonial de Chile, de José

1 En la presente publicación fragmentaria de nuestro trabajo se omite, por razón de necesaria brevedad, la relación de las principales obras públicas y otras ini. ciativas de interés local ejecutadas en cada año.

Toribio Medina; Mis Antepasados, de Guillermo Swayne y Mendoza; Los Americanos en las Ordenes Nobiliarias e Informaciones genealógicas de peruanos seguidas ante el Santo Oficio, de Guillermo Lohmann Villena; Don Nicolás de Ribera el Viejo y su descendencia, de José de la Riva-Agüero; las varias monografías genealógicas de Felipe A. Barreda; estudios históricos diversos de Manuel Moreyra Paz Soldán; y los once volúmenes de la Revista de Instituto Peruano de Investigaciones Genealógicas, en los que hay, entre otros, trabajos de Pedro Terry García, Rosa Pérez Cánepa, Carlos Zavala y Oyague, Jerónimo de Aliaga, Jorge Zevallos Quiñónez, José de la Puente y Candamo, Guillermo Luis Talleri Barúa, Andrés Aramburú y Menchaca, Isabel Zizold de Ruzo, Ferdinand de Trazegnies, José S. Crespo y Manuel Bustamante de la Fuente. Datos útiles hemos obtenido también de los estudios sobre la nobleza titulada del Perú Colonial de Rubén Vargas Ugarte, Luis de Izcue y Rafael Loredo.

Dos eran los Alcaldes que con el nombre de Ordinarios tenía anualmente Lima durante la era virreinal. Excepcionalmente, en los años 1634, 1635 y 1636 tuvo tres, innovación que se hizo con el objeto de que uno de ellos, por turno, atendiese los asuntos comunales del puerto del Callao; y cuatro en los años 1687 y 1747, con motivo de los terremotos que por esas épocas asolaron a la ciudad y que obligaron al despliegue de una mayor actividad por parte de las autoridades municipales. Durante cuatro años, de 1586 a 1589, Lima no tuvo Alcaldes porque el Virrey Conde del Villar suprimió esos cargos, entregando el gobierno local superior al llamado corregidor de la ciudad; disposición virreinal que fué anulada por la corona española.

Por todas esas causas, y por razón de haber sido reelegidos una o varias veces diversos mandantes edilicios, Lima tuvo entre los años 1535 y 1821, o sea durante los 286 años anotados, 356 distintos Alcaldes 2.

La nacionalidad de estos Alcaldes- descontando 10 de ellos cuyo lugar de nacimiento no hemos podido identificar-fué la siguiente 3:

2 En la relación de los Alcaldes sólo se ha considerado a los titulares del car go, omitiéndose los nombres de los que accidentalmente desempeñaron la alcaldia en sustitución legal de los primeros.

3 Aunque a la jurisdicción del virreinato peruano pertenecían varias de las provincias que hoy conforman Estados iracpendientes y soberanos, se ha hecho en el presente trabajo distinción de nacionalidades según la realidad geográfica y politica de nuestra época.

Los Alcaldes peruanos fueron oriundos de las siguientes ciudades:

Lo que quiere decir que de los 346 Alcaldes identificados fueron naturales de España e! 28% y naturales de América el 72%. De éstos, los americanos, fueron peruanos el 96%; y de estos últimos, de los peruanos, los nativos de Lima fueron ei 89%.

Estos datos, aparentemente anecdóticos, demuestran que en la época virreinal los Aicaldes de Lima fueron mayormente americanos, peruanos y limeños, en este orden de proporción numérica; ello en contraposición a lo que ocurría con respecto a otros cargos públicos, especialmente los políticos, que se concedían de preferencia a individuos