Imágenes de páginas
PDF
EPUB

Ingleses. Deste dicen que como en cierto tiempo fuese á Roma, dixo el Pontífice Eugenio: Si Don Alonso viniere, ¿con qué cara nosotros nos asentarémos en la silla de San Pedro? cosa semejante á milagro, que hobiese en España quien sobrepujase con la virtud la infamia y odio de aquel linage y nacion, á la verdad honraban en él mas sus méritos y aventajadas partes que la nobleza de sus antepasados. En lo que tocaba al Rey de Aragon y sus intentos, el Emperador Sigismundo no le correspondió como él esperaba, antes luego que se coronó en Roma el año pasado, como si con la corona del imperio se hobiera de repente trocado, procuró y hizo liga con los Venecianos, Florentines, y con Philipe duque de Milan para con las fuerzas de todos lanzar á los Aragoneses de toda Italia: asiento en que el Emperador quiso mas condescender con los ruegos del Pontífice que porque tuviese dello entera voluntad; pero sucedió muy al revés, y todos aquellos intentos y práticas fueron en vano, segun que se entenderá por lo que dirémos adelante.

Capítulo vii.

Que Ludovico duque de Anjou falleció.

A los demas desórdenes y excesos, muchos y grandes, que Don Fadrique conde de Luna continuaba á cometer despues que se pasó á Castilla, añadió en esta sazon uno muy feo con que echó el sello y acabó de despeñarse. Era mozo atrevido y desasosegado: en Aragon dexó un estado principal; los pueblos que en Castilla le dieron, tenia vendidos á dinero, Arjona al condestable Don Alvaro de Luna, y Villalon al conde de Benavente. Era pródigo de lo suyo, y codicioso de lo ageno, condicion de gente desbaratada. Asi por entender que no le quedaba esperanza alguna de remediar su pobreza si no fuese con hacer algun gran desaguisado, se determinó de saquear la muy rica ciudad de Sevilla, apoderarse de las atarazanas y del arrabal llamado Triana, desde donde pensaba echarse sobre los bienes y haciendas de los ciudadanos. En especial estaba mal enojado con el conde de Niebla su cuñado que en aquella ciudad tenia grande autoridad, y dél pretendia estar agraviado y

tomar venganza. Cosa tan grande no se podia executar siu compañeros. Juntó consigo otros, á los quales aguijonaba se mejante pobreza, y sus malas costumbres los ponian en necesidad de despeñarse, por tener gastados sus patrimonios muy grandes en comidas, juegos y deshonestidades sin quedalles cosa alguna; en particular dos regidores de Sevilla fueron participantes de aquel intento malvado, de cuyos nombres no hay para que hacer memoria en este lugar. Este deseño no podia entre tantos estar secreto. Asi Don Fadrique fué preso en Medina del Campo, donde el Rey fué al principio deste año. De allí le llevaron primero á Ureña, despues à un castillo que está cerca de Olmedo: su prision y cárcel se acabaron con la vida, con tanto menor compasion de todos, que el nombre de fugitivo le hacia aborrecible á‹los suyos y sospechoso á los de Castilla, como ordinariamente lo son todos los que en semejantes pasos andan. Sus cómplices y compañeros pagaron con las cabezas. La condesa de Niebla Doña Violante su hermana, que quiso interceder por él, sin dalle lugar que pudiese hablar al Rey, fué enviada á Cuellar con expreso mandato que no saliese de allí sin tener órden, y esto por la sospecha que resultaba de que el Conde confiado en la ayuda y riquezas de su hermana intentó aquella maldad. Este fué el fin que tuvieron las esperanzas y intentos de Don Fadrique, conforme á sus obras y á su inconstancia. En el cabildo de la iglesia mayor de Córdoba se muestra su sepulcro, aunque de madera, de obra prima, con el nombre del duque de Arjona, el qual (como se tiené vulgarmente) le mandó hacer su madre que se fué tras él á Castilla, Algunos entienden que Arjona es la que antiguamente se llamó Aurigi, otros porfian que se llamó municipio Urgavonense, y lo comprueban por el letrero de una piedra que se lée en la iglesia de San Martin de aquel pueblo que fué antiguamente basa de una estatua del Emperador Adriano, y dice así: sel, o god 9up

[ocr errors][ocr errors]

ÍMP. CÆSARI DIVI TRÁIANI PARTHICI FILIO, DIVI NÉRVÆ NEPOTI, TRAIANO','
HADRIÁNO,
AUGUSTO, FONTIFICI MAXIMO, TRIB. POT. XIIII. CONS. III. P. P.
MUNICIPIUM (ALBENSE URGAVONENSE dd.

Quiere decir: «AL-Emperador César hijo de Trajano Párthico,

nieto de Nerva Adriano Augusto, Pontífice Máximo, tribuno la vez décimaquarta, cónsul la tercera vez »padre de la patria el municipio Albense Urgavonense la dedicaron. No espantó la desgracia y castigo de Don Fadrique á los Infantes de Araa gon para que no siguiesen aquel mal camino, antes echados que fueron de Castilla y despojados de sus estados qué eran muy grandes, trataban de nuevo de revolver el reyno con di ferentes tratos que trajan. Quexábase el Rey de Castilla que quebrantaban las condiciones de la confederacion y asiento que se tomó con ellos poco antes: que si deseaban durasen das treguas, era forzoso hacer salir á los Infantes de toda España. El Rey de Navarra, oido lo que en este propósito le decian los embaxadores de Castilla, persuadió á sus hermanos se çmi› barcasen para Italia, con intento de seguillos él mismo en breve. Deciales que ganado el reyno de Nápoles, de que se mosì traba alguna esperanza, no faltaria ocasion para recobrar los estados que en Castilla les quitaron, pues todo lo demas seria fácil á los vencedores de Italia : llegaron por mar á Sicilia. El Rey Don Alonso su hermano estaba allí á la mira, esperando ocasion de apoderarse del reyno de Nápoles, y para este efectő pretendia ganar las voluntades de los señores de aquel røymb¡ y de poner amistad con los demás Príncipes, de Italia, sobre todos con el Pontífice Eugenio, de quien tenia experiencias lé era muy contrario y deseaba desbarátar sus intentos. Ofrės cíase buena ocasion para salir con esto; portlanlarga indispo sicion de la Reyna, y por la diferencia que los grandes de aquel reyno tenian entre sí; item por una desgracia que sucedió ál Pontífice, alborotóse tanto el pueblo de Roma, que á él fuě forzado huirse de aquella ciudad. La venida á Roma de Antonio Colona príncipe de Salerno hizo que el pueblo fácilmente tomase las armas, y se alborotase contra el Papa. La causa deste odio era que perseguia á los señores de la casa Colona i, ỵ que por culpa suya aquellos dias la gente de Philipe duque de Milan debaxo la conducta de Francisco Esforcia talaron y saquearon la campaña de Roma. Huyó el Pontífice por el Tibre en una barca ; y si bien para mayor disimulacion iba vestido de frayle Francisco, desde la una ribera y desde la otra le tiraron piedras y dardos: grande atrevimiento, pero tanto puede la indignacion del pueblo y su ira quando está irritado. En

las galeras que halló apercebidas en Ostia, pasó á Toscana. Esta afrenta del Pontífice como se divulgasé por todas lasi pros vincias, causó diferentes movimientos en los ánimos de los Príncipes conforme á la aficion y pretensiones de açada qualu Algunos le juzgaban por digno de aquella desgracia por tener irritados sin propósito los suyos, los de cerca y los de lexos ti los mas se ofendian que se opusiese á los intentos santísimos de los padres de Basilea, y decian que por su mala conciencia temia no le fuesen contrarios. La ofension era tan grande, que estaban aparejados á tomar las armas sobre el caso. El Rey de Aragon supo esta desgracia en Palermo á los nueve de julio: dolióse como era justo de la afrenta del nombre Christiano y magestad Pontifical: pero de tal manera se dolia que se alegraba se ofreciese ocasion de mostrar da piedad de su ánimo y de ganar al Pontífice. Envióle sus embaxadores que le diesen el pésame, y le ofreciesen su ayuda para castigar sus enemigos y sosegar el pueblo. Alegróse el Pontifice con está embaxada, mas no aceptó lo que le ofrecía, porque sosegada aquella tem pestad dentro del quinto mes, los alborotos de Roma cesaron y los ciudadanos reducidos á lo que era razon, se sugetaron á la voluntad del Pontífice, y recibieron en el Capitolio guarni cion de soldados; con que fueron absueltos de las censuras en que por injuriar al Pontífice incurrieran. En España falleció en Alcalá de Henares á diez y seis de setiembre Don Juan de Contreras arzobispo de Toledo: su cuerpo sepultaron en dal iglesia mayor de Toledo en la capilla de San Il[efonso con enterramiento muy solemne, y las honras muy señaladas, Jun-1 táronse los canónigos á nombrar sucesor ; y divididos los yoS tos, unos querian al arcediano de Toledo Vasco Ramirez de Guzman, otros al dean Ruy García de Villaquiran. Esta di-i vision dió lugar á que el Rey entrase de por medio, y á instank cia suya fué nombrado por arzobispo de Toledo Don Juan de Cerezuela hermano de parte de madre del condestable Don Alvaro, y que de obispo de Osma poco antes pasara á ser arzobispo de Sevilla. A este mismo tiempo que el Rey estaba en Madrid, falleció en aquella villa Don Enrique de Villena, el qual hasta lo postrero de su vejez sufrió con paciencia y con el entretenimiento que tenia en sus estudios, la injuria de la fortuna y verse privado de sus dignidades y estados. Fué dado

á las letras en tanto grado que se dice aprendió arte mágica = sus libros por mandado del Rey fueron entregados para que los exâminase á Lope de Barrientos frayle de Santo Domingo, maestro que era del príncipe Don Enrique. El hizo quemar parte dellos, de que muchos le cargaban, ca juzgaban se debian aquellos libros que tanto costaron, conservar sin peligro y sin daño para que se aprovechasen dellos los hombres eruditos. Respondió él por escrito en su defensa escusándose con la voluntad y órden que tenia del Rey, á que él no podia faltar. Los señores de Nápoles por el aborrecimiento que tenian al estado presente de aquel reyno, y por estar cansados del gobierno de muger y sus desórdenes, se inclinaban á favorecer al Rey de Aragon. El con grandes promesas que hizo á Nicolao Picino, un gran capitan en aquella sazon `en Italia, pariente de Braccio que fué otro gran caudillo, le atraxo para que siguiese su partido. En Palermo otrosí hizo confederacion con el príncipe de Taranto y con sus parientes y aliados, que por ser maltratados del duque de Anjou, y de Jacobo Caldora y de sus gentes, acudieron á pedir socorro al Rey de Aragon. El concierto fué que seguirian el partido de Aragon á tal que les enviase tanta gente de socorro quanta fuese necesária para defenderse en la guerra que á la sazon les hacian, es á saber dos mil caballos y mil infantes al sueldo del Rey de Aragon : número que aunque parecia bastante, no lo era comparado con las fuerzas de los contrarios: asi en breve el príncipe de Taranto fué despojado de su estado que era muy grande, de manera que apenas le quedaron pocos castillos y pueblos por ser muy fuertes por su asiento ó por sus murallas. Casi estaba esta guerra concluida; y dexadas las armas, esperaban gozar de la larga paz, quando en Cosencia ciudad de Calabria el duque de Anjou quebrantado con los grandes trabaxos de la guerra, y por ser aquel cielo mal sano cayó enfermo dolencia y mal que mediado el mes de noviembre le acabó en la flor de su edad y en medio de su prosperidad, y que estaba para apoderarse del reyno, y apenas acabadas las alegrías de las bodas y casamiento que hizo con Margarita hija de Amedeo primer duque de Saboya: estos son los juegos de la que llaman fortuna, esta la suerte de los mortales, desta manera nos trocamos nos y nuestras cosas. El cielo á la verdad abria el camino á su

« AnteriorContinuar »