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dera la celebrará.-Madrid 28 de Abril de 1707.-D. José de Grimaldo.

La ciudad acordó poner luminarias y cohetes tres noches continuas en las casas ayuntamiento.

En los Cabildos sucesivos hay copia de varias cartas en el propio sentido; carta real sobre el mismo asunto y acerca de la toma de Valencia.

TOMO CXII.

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TRATADOS INTERNACIONALES

Sesion del dia 29 de Julio de 1709.

El Rey.-Concejo, etc.: La horrorosa turbacion y sobresaltos que en mis vasallos ocasionaron las voces extendidas por la artificiosa malignidad de mis enemigos, de que se adelantaba y perfeccionaba tratado de una paz á mí y á mis reinos igualmente injuriosa, me persuaden á que les corresponda afectuoso, participándoles por mí mismo mi justa gratitud á su noble agitacion, y una breve noticia de lo que en esto he entendido, pasos que se han dado y último estado en que se halla; los primeros rumores de una paz general me pudieron servir de sumo consuelo por lo que miraban al público reposo; pero siéndolos esforzados sin mi intervencion oportunamente, declaré en bastante forma que sin concurrencia y noticia mia, nada podia tratarse ni ofrecerse en cosa que me tocase que tuviese firmeza ni consentir yo en ello, y que antes de asistir ha tratado de indecoro é ignominia á mi persona y á mi nacion española, perdería la vida á la frente de un solo escuadron de españoles que me quedase; continuadas las señales de adelantarse las conversaciones sin mi participacion, tuve por preciso hacer patente manifestacion de mi propósito. Y como medio el más proporcionado para que fuese notorio, tomé el de elegir plenipotenciarios que en mi real nombre debiesen concurrir á los tratados, y que de todos modos no dejasen dudar mi disposicion á la paz, y mi firmeza de no consentir en nada que con este nombre fuese realmente sólo dispendio afrentoso de mi dignidad real y de la nacion española. En la eleccion del primer plenipotenciario, atendí á que se hallasen unidas todas las circunstancias de nacimiento, autoridad, celo, prudencia, talentos y reputacion, en que

digna y cumplidamente se afianzare el desempeño de asuntos tan graves como se verifica en la acreditada persona del Duque de Alba, previnele de instrucciones y aberturas bastantes á que salva la reputacion y el honor de mis reinos de España, se pudiese racionalmente satisfacer á los enemigos en ventajas, que aunque las repugna la razon y la conveniencia, las dispensa la estrecha constitucion de las cosas, la mayor importancia de que llegue à gozar Europa de los bienes de la paz, y mi obligacion de procurar á mis vasallos el alivio de las cargas y males que les hace sufrir la guerra; en esta disposicion de mi ánimo y de mis diligencias, se restituyó de la Haya á París el principal Ministro que mi abuelo envió para exponer su pronto y sincero deseo de concurrir haber restablecido en Europa la tranquilidad, y apercibir los proyectos de los enemigos, y en vista de las desmedidas pretensiones expresadas por ellos, el generoso espíritu de S. M. Cristianísima horrorizado de la injusticia y altivez que contenian, rompió el hilo á los tratados y mandó á sus ministros saliesen del Haya, declarando que todas las proposiciones y ofrecimientos hechos por su parte, que eran bien considerables, quedaban enteramente revocados, sin que sobre tal fundamento se pueda pretender jamás renovar las conferencias. Los articulos propuestos por los enemigos con animosa avilantez, no se embarazaron de hacerlos públicos en Holanda, imprimiéndoles en varias lenguas, olvidados de la moderacion y modestia que suelen ser de los repúblicos, y que holandeses afectan tanta, y observan en sus acciones y escritos. Omito de ellos cuanto inmediatamente no hiciere el pundonor de mi persona y de mis reinos, y toco sólo lo que directamente á mí y á ellos inseparablemente nos ofenden.

Olvidan ingleses y holandeses el solemne y formal reconocimiento que con cartas y con sus ministros me hicieron cuando entré y sucedí en la posesion de toda la monarquía, con los derechos irrefragables que fué Dios servido de introducir en mis reales venas, y aun el carácter de Rey que en sus tratados de alianzas más reservadas entre sí no me niegan; en sus impresos artículos me recatan de la integridad de la monarquía española; no se acuerdan sino para que con la misma integridad salga yo de ella, y de esta

hasta ahora decantada integridad por ellos á favor de la que se le quiere reconocer Casa de Austria en los dos varones que hoy existen en ella, capitulan el destrozo en beneficio del Duque de Saboya, Portugal y Holanda, expresando no sólo lo capitulado entre ellos antes de ahora, sino lo que en adelante se ajustare, y hasta las muchas y considerables plazas que solicitan entregue el Rey mi abuelo de las que ocupa en el País Bajo; sin disimulos ni recatos asientan los enemigos, han de quedar para holandeses con el nombre de Barrera. No se ignoran las mejores porciones que del Estado de Milan'están ya en poder y dominio del Duque de Saboya. El todo de las ocupadas y esperadas en Flandes al arbitrio, posesion y gobierno de todos está, ménos del que sirve sólo con el nombre de pretexto à su usurpacion, las partes de Extremadura, Castilla, Galicia é Indias ofrecidas & Portugal, aún se ignoran todas las que sean. Y finalmente, para que todo enemigo del nombre español y de la verdadera religion, no quedase sin porcion alguna en esta ideada devastacion de mi monarquia, falta sólo que hayan intentado establecer algo de nuevo en favor de los moros; pero parece se contentan por ahora con haberles facilitado por medio de la perfidia, que Oran cayese en su poder, y que Ceuta habia estado en el mismo peligro en tantas ocasiones como los han estimulado á conseguirlo, y otras en que han embarazado sea socorrida. Esta es la forma en que verifican los enemigos de mi monarquia, la sinceridad con que procuran su entera manutencion en el Archiduque; proceden con artificiosa generalidad, asentando que lo demás de la monarquía que no está ni estuviere ofrecido al Duque de Saboya, Holanda y Portugal, ha de quedar á la Casa de Austria; y quien no ignorase lo que la corte de Viena se deleita con los dominios de Italia, y la forma en que el reino de Nápoles y el Estado de Milan se gobiernan, conocerá fácilmente la représentacion y autoridad que tendría en ellos el infeliz Príncipe, & quien sus aliados pretenden con espléndidos títulos restringir en un pedazo limitado de España, pues bien se comprende que el Rey de Romanos con oportunidad de la mayor cercanía, con el pretexto tan usado de los derechos interminables del Imperio, y como primer varon, con decir que quedando en la Casa de Austria se satis

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face à lo atrasado, retendría en sí no sólo los dominios de Italia, que hoy absolutamente está, despojando, sino cuanto su ambicion se figurase á propósito, dejando á los que incautamente hubiesen esperado otra cosa, sólo el recurso de un lamento infructuoso de su engaño, no satisfecho con lo desmedido de las pretensiones, pasaron á proponer supuesto fundamental, que el Rey mi abuelo hubiese de unir las propias fuerzas á las suyas, para que si pasado el término de dos meses, que preferirían á que en él evacuase yo la España, voluntario no lo ejecutaba, obligado de la fuerza lo hiciese. Imaginacion arrojada y escandalosa; pero la única de todas sus pretensiones en que descubren algun resto de conocimiento y estimacion de mi constancia, y de la fidelidad y valor de mis esforzados españoles, pues reconocen que aun tanto poder unido, dejaba incierto el éxito que deseaban asegurado, ni lo dejan en duda en impresos posteriores en Holanda, pues para ocurrir en alguna manera á la execracion pública que á la justicia, al honor y á la humanidad provocaria semejante propuesta, ponderan sin ambigüedad que no conseguido el fin de mi despojo, les quedaba el más difícil empeño de la guerra de España, ruinosa é inevitable. Estos perniciosos y arrogantes designios de nuestros enemigos, que apartando la esperanza de la paz nos introduce con mayor calor en la continuacion de la guerra, aunque por la injuria inferida á mi persona y al respeto de mis reinos, son sobrado impulso á empeñarnos á proseguirlo con el mayor vigor y esfuerzo, no son el más ardiente incentivo de mi resentimiento; lo que sobre todo estimula á mi ánimo y á todos debe inflamarnos en sagrada irritacion, es el perjuicio de la religion católica, principal idea de los enemigos, mucho más alentado con la disposicion y autoridad que adquirieron en los dos matrimonios del Rey de Romanos y el Archiduque su hermano, con princesas nacidas y educadas en el centro y regazo de la heregía, alianzas que le ha logrado las ventajas que el mundo sabe y debe llorar en el curso de esta guerra, de cuya oportunidad y apoyo ha conseguido cedan á ella los sacrosantos altares, y que en las plazas que se ocupan en Flandes por los aliados, se diga antes de la celebridad de tenerlas, la ostentacion de que haya templos destinados al ejercicio de su falsa doc

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